2. SEPTICEMIA SIN UN FOCO EVIDENTE DE
INFECCIÓN PRIMARIA
• Choque séptico
• Infección sobreaguda en pacientes asplénicos
• Babesiosis
• Otros síndromes sépticos
3. Choque séptico
• Las personas con bacteriemia que origina un choque
séptico quizá tengan un foco primario de infección
(p. ej., neumonía, pielonefritis o colangitis) que no
se identifica en un inicio.
• Los ancianos con otros padecimientos
concomitantes, los hospedadores con deterioro por
neoplasias malignas y neutropenia y quienes en
fecha reciente se han sometido a una intervención
quirúrgica u hospitalización están expuestos a
mayor riesgo de sufrir desenlaces adversos.
4. • La bacteriemia por microorganismos gramnegativos, como Pseudomonas aeruginosa o Escherichia coli y por
grampositivos, como Staphylococcus aureus, incluido S. aureus resistente a la meticilina (MRSA, methicillin
resistant S. aureus) o estreptococos del grupo A puede manifestarse por hipotensión resistente al
tratamiento y falla de múltiples órganos.
• Por lo regular, el tratamiento se empieza de modo empírico, con base en las manifestaciones iniciales y
patrones locales de resistencia bacteriana. Los resultados son peores cuando el tratamiento antimicrobiano
se retrasa o cuando al final se demuestra que el patógeno causal no es susceptible al régimen inicial.
• Deben valorarse los factores de riesgo de infección micótica, ya que se ha incrementado la incidencia de
choque séptico micótico.
• Los biomarcadores como la proteína C reactiva y la procalcitonina no han demostrado ser confiables para
establecer el diagnóstico, pero cuando se miden después, pueden facilitar la disminución apropiada del
tratamiento.
• Debe considerarse la administración de glucocorticoides sólo para pacientes con septicemia grave que no
responden a la administración de líquidos ni al tratamiento con vasopresores.
5. Infección sobreaguda en pacientes asplénicos
• Las personas sin función del bazo están en peligro de mostrar septicemia bacteriana sobreaguda. Los adultos
asplénicos tienen una frecuencia de fallecimiento por septicemia 58 veces mayor que la población general.
• La mayor parte de las infecciones ocurre al parecer en los primeros 24 meses después de la esplenectomía,
con una tasa de mortalidad ~50%, pero el incremento del riesgo persiste toda la vida. En la asplenia, las
bacterias encapsuladas causan la mayor parte de las infecciones.
• Los adultos, que tienen una probabilidad más grande de haber generado anticuerpos contra tales
microorganismos, están expuestos a menor riesgo que los niños.
• La infección más común es la causada por Streptococcus pneumoniae, que origina 50 a 70% de los casos,
aunque también es alto el riesgo de infección por Haemophilus influenzae o Neisseria meningitidis. Se han
descrito manifestaciones clínicas graves en infecciones por E. coli, Staphylococcus aureus, estreptococos del
grupo B, Pseudomonas aeruginosa, Bordetella holmesii, Capnocytophaga, Babesia y Plasmodium.
6. Babesiosis
• La garrapata que con mayor frecuencia transmite Babesia,
Ixodes scapularis, también transmite Borrelia burgdorferi (el
microorganismo de la enfermedad de Lyme) y Ehrlichia, con la
posibilidad de coinfección, con lo cual el padecimiento se torna
más grave.
• La babesiosis grave es especialmente frecuente en los
hospedadores asplénicos, pero puede afectar a aquéllos con
función esplénica normal, sobre todo a los >60 años de edad y
sujetos con enfermedades inmunodepresoras subyacentes,
como VIH o cáncer.
• Entre las complicaciones están las insuficiencias renal y
respiratoria aguda, así como la DIC.
7. Otros síndromes sépticos (La tularemia)
• La enfermedad se vincula con el contacto con conejos silvestres, garrapatas y tábanos. Puede transmitirse por
picadura de artrópodos, la manipulación de cadáveres de animales infectados, consumo de agua y de alimentos
contaminados o por inhalación. La forma tifoídica se acompaña, a veces, de choque séptico por microorganismos
gramnegativos, con una tasa de mortalidad >30%, en especial en pacientes con otras enfermedades o trastornos
que generan inmunodepresión.
• La modalidad séptica es en particular inusual y se acompaña de choque, falla de múltiples órganos y tiene una tasa
de mortalidad de 30%. La tularemia (Francisella tularensis) y la peste (Yersinia pestis), junto con el ántrax (Bacillus
anthracis), han sido considerados por los Centers for Disease Control and Prevention como microorganismos
importantes que podrían utilizarse en actos intencionales de bioterrorismo.
8. SEPTICEMIA CON MANIFESTACIONES
CUTÁNEAS
• Meningococemia
• Fiebre exantemática de las Montañas Rocosas
• Púrpura fulminante
• Ectima gangrenoso
• Otras infecciones emergentes acompañadas de exantemas
• Eritrodermia
• Fiebres hemorrágicas virales
9. Meningococemia
• Alrededor de 75% de los pacientes con infección
bacteriémica por Neisseria meningitidis tiene
exantema. La meningococemia suele afectar a niños de
corta edad (entre seis meses y cinco años de vida). Los
enfermos pueden tener fiebre, cefalea, náusea, vómito,
mialgias, cambios del estado mental y meningismo. Sin
embargo, la forma de evolución rápida del trastorno no
siempre se acompaña de meningitis. El exantema inicial
es de color rosa, que palidece a la presión, y
maculopapular, que surge en tronco y extremidades,
pero después se torna hemorrágico y forma petequias.
Estas últimas surgen originalmente en tobillos,
muñecas, axilas, superficies mucosas y conjuntiva
palpebral y bulbar y se propagan después a
extremidades pélvicas y tronco.
10. Fiebre exantemática de las Montañas Rocosas
• Ésta es una enfermedad transmitida por garrapatas y causada por Rickettsia rickettsii que afecta a países del
continente americano. En los primeros tres días surgen cefalea, fiebre, malestar general, mialgias, náusea,
vómito y anorexia. Al tercer día, en 50% de los enfermos hay signos cutáneos. Al inicio aparecen máculas
exfoliativas en muñecas y tobillos que después afectan las extremidades inferiores y el tronco. Estas lesiones
se tornan hemorrágicas y a menudo petequiales. El exantema se propaga a las palmas de las manos y las
plantas de los pies en una etapa ulterior.
11. Otras enfermedades causadas por rickettsias que originan morbilidad y
mortalidad notables a escala mundial.
Rickettsia prowazekii
Rickettsiosis fluvial japonesa
12. Púrpura fulminante
• La púrpura fulminante es la manifestación cutánea
de la coagulación intravascular diseminada y el
cuadro inicial comprende grandes áreas con
equimosis y ampollas hemorrágicas. La evolución de
las petequias hacia la púrpura y la equimosis se
acompaña de insuficiencia cardiaca congestiva,
choque séptico, insuficiencia renal aguda, acidosis,
hipoxia, hipotensión y muerte. La púrpura
fulminante se ha relacionado con Neisseria
meningitidis principalmente, aunque puede deberse
a Streptococcus pneumoniae, Haemophilus
influenzae y Staphylococcus aureus en los individuos
esplenectomizados.
13. Ectima gangrenoso
• El choque séptico causado por Pseudomonas
aeruginosa y Aeromonas hydrophila puede
acompañarse de ectima gangrenoso, éste
consiste en vesículas hemorrágicas rodeadas de
una banda de eritema, con necrosis y úlceras
centrales. Estas bacteriemias gramnegativas son
más frecuentes en los pacientes con
neutropenia, quemaduras extensas e
hipogammaglobulinemia.
14. Otras infecciones emergentes acompañadas
de exantemas
• Las infecciones por Vibrio vulnificus y otras
bacterias del tipo Vibrio distintas de las que
causan el cólera originan lesiones cutáneas
focales y septicemia sobreaguda en el
hospedador con hepatopatía, hemocromatosis,
diabetes, insuficiencia renal u otros trastornos
que generan inmunodepresión.
• El paciente presenta lesiones ampulosas o
hemorrágicas en la piel, por lo regular en las
extremidades inferiores y 75% de los individuos
tiene dolor en dichas extremidades. La tasa de
mortalidad puede llegar a 50 o 60%, en especial
cuando el paciente manifiesta hipotensión.
15. Eritrodermia
• El síndrome de choque tóxico (TSS) se acompaña
normalmente de eritrodermia. El cuadro clínico
inicial consiste en fiebre, malestar general,
mialgias, náusea, vómito, diarrea y confusión.
Surge un exantema similar a la quemadura por
rayos solares, que puede ser leve e irregular en su
distribución, pero que a menudo es difusa y
afecta cara, tronco y extremidades.
• La insuficiencia renal temprana puede aparecer
antes de la hipotensión y permite diferenciar este
síndrome de otros con choque séptico. Casi
nunca hay signos de infección focal primaria,
aunque es posible identificar algunos de los
puntos de entrada del microorganismo en la piel
o las mucosas gracias a una anamnesis cuidadosa.
16. Fiebres hemorrágicas virales
• Son trastornos zoonóticos causados por virus que están en reservorios animales o artrópodos vectores;
afectan poblaciones de todo el mundo y se circunscriben a zonas en que viven las especies de los
hospedadores y son causados por cuatro grandes grupos de virus:
1. Arenaviridae: fiebre Lassa en África.
2. Bunyaviridae: fiebre del Gran Valle Rift en África o la fiebre hemorrágica por Hantavirus con síndrome renal
en Asia.
3. Filoviridae: infecciones por virus de Ébola y Marburg en África.
4. Flaviviridae: fiebre amarilla en África y Sudamérica y el dengue en Asia, África y el continente americano.
• Los pacientes tienen una tríada sintomática: manifestaciones hemorrágicas, evidencia de filtración
plasmática y recuento plaquetario <100,000/µL.
• La tasa de mortalidad es de 10 a 20%. En caso de síndrome de choque por dengue, la mortalidad alcanza
hasta 40%.