El linfocito es un tipo de leucocito, o célula blanca. Interviene en la respuesta inmunitaria según su subtipo, siendo esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmune.
2. LINFOCITO
Andrade Alvarado Sonia Nicole
Introducción
El Linfocito, identificado y descrito en el
siglo XX por varios investigadores entre
los cuales resaltan el Dr. Pappenheimer y
el Dr. Jaques Miller, es conocido
actualmente como un tipo de célula
leucocitaria agranular, de núcleo
prominente y poco citoplasma, con
membrana variable, considerado como la
única célula capaz de reconocer los
epítopes de los determinantes
antigénicos, gracias a sus receptores.
Comprende una amplia gama de subtipos
destinados a las diferentes funciones del
sistema inmune y su respuesta, como
defensa en los distintos mecanismos
contra microorganismos infecciosos.
Principalmente se pueden mencionar tres
clases de linfocitos, que forman grandes
estirpes, Linfocitos T y Linfocitos B,
además de los linfocitos NK, asociados a
la inmunidad: celular, humoral e
inmunidad innata respectivamente. Los
linfocitos se encuentran de manera
principal en la mucosa, y en órganos
linfoides: Timo y Médula ósea; de donde
se dirigen a los distintos puntos del
organismo donde sean requeridos en
caso de infección, gracias al sistema
circulatorio. Esta célula ha sido tema de
grandes estudios para llegar a lo que
conocemos hoy, y lo sigue siendo con el
avance de la tecnología y la
investigación enfocadas en la evolución
y el deterioro del sistema inmunitario.
(1,2,3,4)
Contenido
El linfocito a través del tiempo
El linfocito como tal, tiene su historia y
descubrimiento en el siglo XX, en donde
ya existían indicios de lo que era la
inmunología y la investigación
microscópica de las líneas celulares del
organismo humano. Básicamente, los
primeros datos de los linfocitos van de la
mano, con los diferentes estudios
englobados en lo que se conoce como
Archivos de Virchow, mismo que
constaba de recopilaciones de trabajos
investigativos, entre los cuales están los
del mencionado Dr. A. Pappenheimer en
1901, donde se pone de manifiesto la
descripción del linfocito como un grupo
3. de leucocitos, con características
morfológicas e histológicas específicas,
que constituyen la población celular en
los centros germinales de los órganos
linfoides, que en el tejido conectivo de
los mismos, daba paso a la
diferenciación de los linfocitos en
leucocitos, esplenocitos, mielocitos o
células megaloblásticas. (1)
En 1905, se mencionan los trabajos de
Bell, y los de Pappenheimer, que
refieren, que las pequeñas células que se
encuentran en el timo, serían linfocitos
que se dirigirían al tejido circundante. A
medida que pasaba el tiempo, seguían las
especulaciones en cuanto al origen del
linfocito y su relación con el Timo, como
lo menciona el Dr. Jaques Miller en
algunos de sus estudios. (1,5)
En 1936, ya se habla de los anticuerpos,
en experimentos y estudios realizados
por Heidelberger, y Forrest E. Kendall.
Sin embargo es en 1940, donde ya se
asocia al linfocito con la producción de
anticuerpos; en 1942, Ehrich y Harris
confirman dicha teoría. (1,6)
Años después, en 1950
aproximadamente, por parte del Dr.
Jaques Miller, se pone de manifiesto la
clasificación de linfocitos en Linfocitos
T y Linfocitos B, a partir del timo,
además, genera la teoría de la
eliminación de los linfocitos T
autorreactivos, sirviendo para
comprender mucho más el campo de la
inmunología y las enfermedades
autoinmunes, en base a lo que hoy se
conoce como Tolerancia Inmunológica.
(1, 7,8)
A principios de la década de los 60 ya se
incursiona, en la diferencia de los
linfocitos, encontrados en el timo y en la
“bursa” o bolsa de Fabricio, en
experimentos realizados en el pollo, por
investigadores como Pearse, Glick,
Peterson, Robert A. Good, Auerbach y
Ball. (1, 4,6)
En 1966, Machaisi Fukase, hace
referencia a la participación de los
linfocitos en las reacciones de
hipersensibilidad retardada, que hoy en
día se conoce que viene dada por los
linfocitos T. (1,9)
A partir de entonces se realizaron
muchos estudios y experimentos,
relacionados a lo que hoy es
inmunoterapia. Se dieron
procedimientos encaminados a lo que se
conoce como inmunidad pasiva,
trasplantes y transfusiones sanguíneas.
Entre uno de los aportes científicos con
mayor trascendencia en esta época es, el
descubrimiento del HLA o Human
Leucocyte Antigens, por sus siglas en
inglés, por parte de Jean Duasset. (1, 7,10)
4. En 1971, se vuelve a hacer hincapié en la
fisiología de los linfocitos dependientes
del timo y células formadoras de
anticuerpos, y todas aquellas subclases
surgidas de la diferenciación de los
mismos, tomando en cuenta su
importancia en la respuesta
inmunológica y haciendo referencia en
su participación en la inmunidad celular
y humoral, con sus respectivas
características relacionadas a la
inmunidad adaptativa como la memoria,
la especificidad, entre otras. (1,11)
Características morfológicas e
histológicas del Linfocito
Los linfocitos se distinguen en
histología, por su forma generalmente
redondeada y en ocasiones se puede
decir que son células pleoformas. Miden
de 8 a 10 um de diámetro. Se evidencia
un núcleo denso, y considerable cantidad
de hemocromatina en su interior. Gracias
a micrografías electrónicas se puede
describir al linfocito con escaso
citoplasma, pocas mitocondrias, retículo
endoplásmico rugoso y aparato de Golgi
pequeño, además de cantidades mínimas
de lisosomas.
En cuanto a su morfología, se puede
rescatar que es variable, según el tipo de
linfocito, y que independiente de esto, el
linfocito podrá presentar una forma
determinada, asociada al estado en que
se encuentre en su proceso de
maduración. (3,12)
Clasificación de los Linfocitos
Los linfocitos pueden clasificarse según
su tamaño como pequeños con un
diámetro de 8-10 um que corresponden
principalmente a los linfocitos T y B que
se encuentran en estado de reposo
recirculando en la sangre; medianos con
12 a 15 um de diámetro, y los linfocitos
grandes que hacen alusión a los
Linfocitos NK o Natural Killer. (2, 4,12)
Por otro lado la clasificación más
difundida es en la que se mencionan tres
clases de linfocitos:
Linfocitos T
Linfocitos B
Linfocitos NK
Linfocito T
Origen, subtipos y funciones
Los linfocitos T, son el tipo de linfocito
más común en la circulación, casi con un
90% y son encargados de la que se
conoce como inmunidad celular. El
linfocito T se produce en la médula ósea
y luego por un proceso de migración se
dirige al timo para madurar o
simplemente morir, por lo que se lo
denomina a su vez Timodependiente. Al
hablar de la maduración de los linfocitos,
se hace alusión a los distintos pasos
5. involucrados en dicho proceso, como el
reordenamiento génico, y la expresión de
diversas moléculas que resultarán en
diversos estadios de la maduración. (8,12)
Los linfocitos T, se subdividen en
Linfocitos T Cooperadores o CD4+
y
Linfocitos T Citotóxicos o CD8+.
Los linfocitos T CD4+
a su vez se
subdividen en linfocitos Th1, Th2 y
Th17, según el patrón de citocinas que
produzcan. Además se mencionan los
Linfocitos T Reguladores.
Básicamente las funciones de los
Linfocitos T, se basa en la detección y
reconocimiento de un antígeno gracias a
los receptores que presentan. A su vez la
respuesta a los microorganismos
intracelulares y virus (Linfocitos Th1), a
alergias e infecciones contra helmintos
(Linfocitos Th2), y contra bacterias
extracelulares y hongos (Linfocitos
Th17). Los linfocitos T reguladores se
relacionan con la tolerancia inmunitaria,
los linfocitos T citotóxicos en cambio se
dirigen a la eliminación de células que
podrían causar lesión, sea esta propia o
ajena. (7, 8, 11,12)
Linfocito B
Origen, subtipos y funciones
Los linfocitos B, llevan ese nombre
porque en las aves se da su maduración
en el tejido linfoide de la bursa, sin
embargo en el ser humano su
maduración al igual que su origen en la
médula ósea. Están presentes en la
circulación en un 15% de los linfocitos
circulantes.
El linfocito B pasa por sucesivos estadios
de diferenciación, conocidos como
célula Pro-B o precursor inmaduro,
célula Pre-B, linfocito B inmaduro y
linfocito B maduro; este, a su vez, se
diferencia en célula plasmática o
plasmocito, la célula que secreta
anticuerpos o inmunoglobulinas (Ig),
entre las cuales están la IgA, IgE, IgM,
IgD e IgG, que están presenten en los
distintas respuestas del sistema
inmunitario, relacionados con la
inmunidad humoral. Entre las funciones
de las Inmunoglobulinas está la de
advertir por sus altas concentraciones
que ha existido una infección reciente,
para la protección de las mucosas,
defensas contra parásitos, activación del
complemento, entre otras; funciones
relacionadas a la inmunidad humoral de
la cual el Linfocito B es el protagonista.
Linfocitos NK o Natural Killer
Estos linfocitos a diferencia de los
linfocitos T y B, cumplen funciones
relacionadas a la respuesta temprana de
la inmunidad innata. Estos linfocitos NK
se originan en la médula ósea y cumplen
funciones citolíticas, gracias a la
6. formación de perforinas, que son
proteínas que ayudan a la lisis de células
infectadas. (12–15)
Conclusiones
Los distintos estudios realizados
en antaño han servido de guía,
para las investigaciones actuales
sobre esta célula y sus funciones.
Los linfocitos son partes esencial
de la regulación de la respuesta
inmunitaria, tanto en la
inmunidad adaptativa hablando
de las funciones de los linfocitos
T y B, y en la inmunidad innata,
refiriendo a los Linfocitos NK.
El fallo de los linfocitos, daría
como consecuencia, una
respuesta errónea del sistema
inmunitario, llegando a causar
trastornos autoinmunitarios.
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