Este documento describe los órganos linfoides primarios, el timo y la médula ósea. Explica que el timo es responsable de la maduración de los linfocitos T durante la infancia y adolescencia, aunque continúa funcionando en la edad adulta. La médula ósea genera linfocitos B y otras células sanguíneas. Ambos órganos producen células inmunitarias que luego migran a los órganos linfoides secundarios para desempeñar sus funciones en la respuesta inmune.
1. UNIVERISDAD TECNICA DE MANABI
Facultad De Ciencias De La Salud
Carrera De Medicina
ARTICULO: ÓRGANOS LINFOIDES PRIMARIOS
SALUD E INFECCIÓN INMUNOLOGÍA, VIROLOGÍA, MICOLOGÍA.
“B”
PARALELO
DR. JORGE CAÑARTE
DOCENTE
ALUMNA:
MARTINEZ MERA KAREN LISETH
OCTUBRE 2017- FEBRERO 2018
PORTOVIEJO-ECUADOR
2. ÓRGANOS LINFOIDES PRIMARIOS
Martínez Mera Karen Liseth (1).
Alcívar Cañarte Jorge (2).
1. Autora. Estudiante de medicina de la Universidad Técnica de Manabí.
2. Coautor. Docente de medicina de la Universidad Técnica de Manabí.
INTRODUCCIÓN
El conocimiento de la importancia de los
órganos linfoides primarios radica en su
función, ya que son los encargados de la
producción y diferenciación de los
linfocitos; en la respuesta inmunológica
van a participar células y moléculas
distribuidas por todo el organismo, tanto
en los tejidos como en la circulación, sin
embargo, un grupo de células
inmunocompetentes van a conformar un
tejido de tipo especializado, los que a su
vez se integran como órganos linfoides.
Los órganos linfoides se dividen
funcionalmente en primarios y
secundarios, los centrales o también
llamados primarios: el timo y la medula
ósea, son aquellos en los cuales los
linfocitos se originan y maduran con el fin
de activarse en estructuras especializadas
encargadas de la recolección de antígenos
en los diferentes compartimentos
anatómicos los cuales son los órganos
secundarios también llamados periféricos.
DESARROLLO
Los órganos linfoides primarios son
estructuras conformadas por tejidos
especializados de células
inmunocompetentes, estos órganos a
través de su mecanismo la linfopoyesis
van a generar linfocitos aproximadamente
109 linfocitos por día. El timo y la medula
ósea son los órganos centrales en el
sistema linfoide.
El Timo
El timo es un órgano linfático que, durante
la infancia, se encarga de la maduración de
los linfocitos T y B. El timo es considerado
el sitio de maduración y diferenciación de
las células T, por lo tanto, es nombrado
como el reloj inmunológico del
envejecimiento. [1]
Las descripciones del timo datan de más de
2000 años atrás, pero sus funciones no
fueron conocidas por siglos. El timo era
conocido por los griegos como el asiento
del alma, y era quemado durante los
rituales. En oposición a esto, otros lo
consideraban el asiento de Satanás por ser
responsable de obstrucción de las vías
3. aéreas tales como la tráquea y los
bronquios. [3]
Desde el punto de vista embrionario, el
timo va a derivar del tercer y cuarto arco
branquial comenzando su desarrollo en la
sexta semana de vida intrauterina. En la
octava semana realiza su migración para
llegar a su posición anatómica definitiva.
En la décima semana ocurre una
migración de células linfoides que
provienen del hígado y médula ósea hasta
el timo, para generar dos capas
histológicas que lo componen en su forma
madura: una corteza compuesta
principalmente por linfocitos, y una
médula ocupada por células epiteliales,
que son las que se encargan del proceso de
madurar a los progenitores linfáticos. [2]
El timo al nacer es medianamente grande,
puede medir entre 1000 y 1500 mm, con
un peso promedio de 22g, alcanzando su
peso máximo alrededor de 35g en la
pubertad. Posterior a esto comienza su
proceso de involución disminuyendo sus
componentes linfoides y sustituyéndolos
en su lugar por tejido conjuntivo graso,
una causa predominante de ello es la
malnutrición proteico-energética, aunque
también influyen causas como la
administración exógena de esteroides, el
estrés emocional e infeccioso que
aumentan la tasa de cortisol libre y
acentúan un fenómeno de muerte celular
programada de timocitos inmaduros
esteroideos sensibles. [4]
La asociación
entre malnutrición y atrofia tímica ha sido
descrita hace aproximadamente 150 años
considerando a la malnutrición como
enfermedad inmunosupresora con
afectaciones tímicas provocando una
inmunidad celular deficiente. [15]
Como uno de los principales órganos
linfoides, el timo va a promover el
desarrollo de las células específicas del
sistema inmune llamadas linfocitos T,
cuando este sufre un proceso de atrofia
como consecuencia a la edad, ocurre una
propuesta como el desencadenante inicial
del deterioro que experimenta la
inmunidad. El timo está conformado por
una población heterogénea de células
estromales que promueven el desarrollo de
las células T. Se ha especulado que con el
envejecimiento puede ocurrir la pérdida
selectiva de una o más de estas
poblaciones, así como su disminución y su
función. Esto puede deberse a que se
provoca una notable disminución en la
producción de factores clave de la
linfopoyesis de las células T, como la IL-
7, la cual se ha relacionado con la
involución del timo. [4]
El papel del timo como órgano inmune fue
descrito en 1961 después de que se
demostró que al ser removido
quirúrgicamente en ratones de 3 días de
nacidos, los animales presentaban
concentraciones deficientes de linfocitos
conocidos como células T de acuerdo con
su órgano de origen. [6]
Durante mucho tiempo se asumió que el
timo fijaba el repertorio de linfocitos T
durante la infancia tras lo cual comenzaba
a atrofiarse y llegaba al anciano como un
vestigio evolutivo sin función. Sin
4. embargo, un creciente cuerpo de
conocimiento apunto hacia un timo
funcional durante toda la edad adulta. [5]
En el anciano, una mayor función tímica se
asocia a un sistema inmune más joven y
mejor preservado, mientras que el fallo
tímico se ve relacionado con la mortalidad.
[5]
La Medula Ósea
Este órgano generador de las células
troncales hematopoyéticas o células
madre, origen de todas las células
sanguíneas. La médula ósea se ubica
anatómicamente en el interior del hueso
como una estructura reticular inmersa
entre grandes trabéculas, en cuyos
espacios se van a encontrar adipocitos,
fibroblastos del estroma y precursores de
las células sanguíneas. [7]
El microambiente de la médula ósea está
constituido de células estromales,
hematopoyéticas, mesenquimales,
endoteliales, osteoblastos, adipocitos y
neuronas, y sus productos de secreción,
entre los cuales se encuentran citocinas,
quimiocinas, factores de crecimiento y
diferenciación, así como proteínas de la
matriz extracelular. [8]
En la medula ósea también van a residir un
tipo de células llamadas células stem
mesenquimales (MSC), estas células
fueron descritas por primera vez por
Friedenstein como células no
hematopoyéticas, con aspecto
fibroblástico y características de célula
stem: capacidad de autorrenovación,
proliferación y capacidad de diferenciarse
a varias líneas de tejido mesodérmico. [9]
Las células madre hematopoyéticas de
médula ósea y de sangre periférica son
capaces de contribuir a la angiogénesis y
vasculogénesis in vivo de tal forma que las
células CD34+ no sólo contienen
progenitoras endoteliales sino también
células progenitoras hematopoyéticas.
Hoy en día se acepta que existe un
progenitor común endotelial y
hematopoyético (hemangioblasto), lo cual
vendría apoyado por estos hallazgos de la
potencialidad endotelial de las células
troncales hematopoyéticas de la médula
ósea. [12].
Las células madre se definen
como aquellas células que pueden
dividirse simultáneamente para mantener
por un lado su auto-renovación, al producir
más células madre semejantes a ella, y por
otro lado, al generar células hijas
comprometidas con diferentes linajes
celulares que se diferencian en diversos
tipos de células especializadas, no solo
morfológicamente, sino también
funcionalmente. [13]
Los linfocitos B se originan en la médula
ósea, esto proporciona que el entorno
celular y molecular esencial para un
complejo proceso de diferenciación
independiente de antígeno se forme un
linfocito B inmunocompetente. [10]
La
diferenciación temprana de las células B
proviene por la acción de un aislamiento y
una caracterización de los progenitores en
la médula ósea que dan inicio al programa
linfoide y de la definición de patrones de
actividad transcripcional que controlan las
decisiones de los destinos celulares.[12]
5. Durante la diferenciación del linfocito B
participan activamente las células del
estroma con la liberación de citocinas y
factores de crecimiento; en esta etapa, las
células B que muestran autorreactividad
son disminuidas por apoptosis, lo que
sucede aproximadamente en 50%.
Después de un proceso de selección, estas
células migran hacia el bazo, donde los
linfocitos B pasan por varios estados
intermedios de maduración llamados
estados de transición de tipo 1 (T1), de tipo
2 (T2) y de tipo 3 (T3), antes de lograr una
madurez completa. A lo largo de estas
etapas, las células son sometidas a un
proceso de selección periférica negativa,
en el cual linfocitos B con el potencial para
montar una respuesta autoinmune son
eliminados a través del mecanismo de
muerte celular programada o apoptosis. [14]
Finalmente, el linfocito B maduro emerge
de la médula y a través de la circulación,
se dirige a los órganos linfoides
secundarios para ejercer su función
efectora. El linfocito T que también se
origina en la médula, sale de ella inmaduro
(timocito). A continuación, el timocito
guiado por señales quimioatractantes
generadas por quimiocinas en el timo,
ingresa a este órgano para completar su
desarrollo y adquirir las características de
madurez que lo facultan para responder a
un antígeno. [7]
Los linfocitos T y B son las células
responsables de la respuesta inmune
específica. Los linfocitos B están
especializados en la producción de
inmunoglobulinas y llevan a cabo la
respuesta de anticuerpos frente a un
estímulo antigénico (respuesta humoral).
Los linfocitos T desarrollan la respuesta
mediada por células (respuesta celular). [11]
CONCLUSIONES
• Los órganos linfoides hacen parte
del sistema linfoide quien tiene la
responsabilidad de mantener el
equilibrio de los líquidos del
sistema cardiovascular y la
correcta distribución de las células
inmunitarias del cuerpo, ayudando
a proteger al organismo de
microorganismos y hongos que
pueden dañarlo.
• Los órganos linfoides primarios
son estructuras especializadas de
los cuales se van a generar los
linfocitos B en la medula ósea y los
linfocitos T en el timo, los cuales
van a ser responsables de la
respuesta inmune especifica.
• El timo es un
órgano linfoide primario
especializado del sistema
inmunológico, este proporciona el
desarrollo de las células T,
procedentes de las células
progenitoras hematopoyéticas,
estas células en desarrollo se
denominan timocitos y son de
origen hematopoyético. Este
órgano linfoide primario se
muestra mayormente activo y con
mayor tamaño durante los periodos
neonatales y preadolescentes. A
principios de la adolescencia, el
timo empieza a atrofiarse y el
estroma tímico es reemplazado
6. por tejido adiposo. No obstante,
la linfopoyesis T continúa durante
toda la vida adulta.
• La medula ósea es un órgano
linfoide primario en donde van a
madurar los linfocitos B que
después migraran a los ganglios
linfáticos para activarse por
presencia de un agente extraño,
estos linfocitos tienen la función de
mediar la inmunidad a través de
anticuerpos con actividad
específica de fijación de antígenos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Saavedra D, García B.
Inmunosenescencia: efectos de la
edad sobre el sistema inmune. Rev
Med Chile. 2014;30(4):1-11.
2. Kittsteiner L, García C. Caso
clínico-radiológico pediátrico. Rev
Med Chile. 2014;32(4):1-5.
3. Portal G, Lamadrid A, Rodríguez
A. Carcinoma de Timo. Rev Med
Chile.2014;31(1):1-5.
4. Peña O, Ustariz C, García M,
Morera L, Chang A, Lavaut K.
Hipoplasia tímica en un niño con
fibrosis quística. Rev Med Chile.
2014;30(1):1-5.
5. Reyna J, Mejía J, Santos D, Torres
I, Suarez Y, Navarro N “et al”.
Diámetro transversal del timo fetal
en el segundo trimestre del
embarazo en mujeres que
posteriormente desarrollan
preeclampsia. ELSEVIER.
2017;44(1):1-7.
6. Vega G. Órganos linfoides. Rev
Fac Med UNAM .2012; 52(5):1-4.
7. Vadillo E, Pelayo R. La
modulación de la hematopoyesis
en el contexto inflamatorio. El
Residente. 2014;9(2):1-8.
8. López D, González R, Ortega R,
Muntion S, Pescador D, Sánchez F
“et al”. Caracterización de células
madre de núcleo pulposo de disco
intervertebral cervical y
comparación con células de
médula ósea de los mismos
pacientes. Fund MAPFRE.
2014;25(3):1-9.
9. Monserrat J, Gomez A, Paule L,
Prieto A. Componentes celulares y
organización tisular del sistema
inmune adaptativo. ELSEVIER.
2017 ; 2(24):1379-1387.
10. Bascones A, Gonzales M.
Mecanismos inmunológicos de las
enfermedades periodontales y
periimplantarias. Rev Med Chile.
2013;15(3):1-13.
11. Prosper F, Verfaillie C. Células
madre adultas. Rev Med Chile.
2013; 26(3):1-9.
12. Balandrán J, Pelayo R. Ontogenia
de linfocitos B. Rev Mex.
2016;62(1):1-5.
13. Hernández P, Dorticós E.
Medicina regenerativa. Células
madre embrionarias y adultas. Rev
Med Chile [internet]. 2014 [citado
20 Nov 2017];20(3):1-15.
Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?scri
7. pt=sci_arttext&pid=S0864-
02892004000300001
14. Reyes L, León F, Rozas F,
González J, Naves R. BAFF: Una
citoquina reguladora de linfocitos
B implicada en autoinmunidad y
cáncer linfoide. Rev Med Chile.
2012;134(9):1-11.
15. Pérez M, Herrera N, Pérez E.
Síndrome de malnutrición,
inflamación y aterosclerosis en la
insuficiencia renal crónica
terminal. Rev Med Chile.
2017;21(3):1-9.