Nada es más propio a Dios que el amor. Esta es una poesía de amor. En ninguna otra escritura se explica la pasión del amor con más fuerza y sentido que en el ‘Cantar de los Cantares’. Es un ejemplo de poesía lírica hebrea. El libro es una égloga pastoril, una composición poética que celebra la vida campestre y adopta la forma de dialogo. El hebreo es una lengua de pocas palabras. El estilo de hablar de aquel tiempo es tan diferente al actual, por eso las comparaciones que hace, nos parecen de mal gusto o sin sentido. Ej. cuando compara el cuello a una torre o los dientes al rebaño de ovejas. Nos parecen comparaciones toscas, más para ellos designaban el primor, la gentileza y la gracia. Existen cuatro manera de interpretar el “Cantar de los Cantares”: Interpretación Alegórica, Tipológica, Dramática, Literal o Natural. Desde el Génesis hasta las bodas del Cordero en Apocalipsis, la sexualidad humana está presente como un regalo de Dios, y por la tanto algo sagrado. Cantares alaba este regalo de Dios a la pareja y celebra la dignidad y pureza del amor sexual. Sabemos que se trata de la relación de dos enamorados. El texto da poca información de ellos, no sabemos su edad ni nada del historial de su amor. Al leer tendremos que ser buenos detectives juntando pistas para descubrir lo que podamos acerca de los dos protagonistas. La pareja de Cantares es una pareja que nos representa a todos.
P22 Estudio Panorámico de la Biblia: Cantar de los Cantares
1. C
A
N
T
A
R
E
S
ESTUDIO PANORÁMICO DE LA BIBLIA
Un estudio de los 39 libros del
Antiguo Testamento y 27 libros del
Nuevo Testamento en 66 semanas
CANTARES
2. LOS LIBROS DE LA BIBLIA
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Josué
Jueces
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
Esdras
2 Crónicas
Nehemías
Ester
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantares
3. 2. Los Libros Históricos: 12 libros
3. Los Poéticos: 5 libros
EL A.T. SE DIVIDE EN:
1. El Pentateuco: 5 libros
4. Los Profetas Mayores: 5 libros
5. Los Profetas Menores: 12 libros
4. 1. Job
LOS LIBROS POÉTICOS
2. Salmos
3. Proverbios
4. Eclesiastés
5. Cantar de los Cantares
5. NOMBRE DEL LIBRO
Hebreo: Shir Hashirim – Significa:
“El Canto sobre los otros cantos”
Versión LXX: Aisma Aismaton –
Significa: “La Canción por excelencia”
En castellano es El Cantar de los Canta-
res, este nombre en si, es superlativo o
sea que se trata del mas hermoso de
todos los cantos que existieron.
En latín se escribe: “Canticum Canticorum”.
6. AUTOR: Salomón, descrito al inicio del libro:
“Cantar de los cantares, de Salomón” (1:1).
Nada es más propio a Dios que el amor. Esta
es una poesía de amor.
FECHA: 971 - 965 a.C., esto es al principio
de su reinado.
EL LIBRO DE CANTARES
En ninguna otra escritura se explica la
pasión del amor con más fuerza y sentido
que en el ‘Cantar de los Cantares’. Es un
ejemplo de poesía lírica hebrea.
7. El libro es una égloga pastoril, una composi-
ción poética que celebra la vida campestre y
adopta la forma de dialogo.
EL LIBRO DE CANTARES
El hebreo es una lengua de pocas palabras.
El estilo de hablar de aquel tiempo es tan
diferente al actual, por eso las comparacio-
nes que hace, nos parecen de mal gusto o
sin sentido. Ej. cuando compara el cuello a
una torre o los dientes al rebaño de ovejas.
Nos parecen comparaciones toscas, más
para ellos designaban el primor, la gentileza
y la gracia.
8. Existen cuatro manera de interpretar el
“Cantar de los Cantares”:
EL LIBRO DE CANTARES
(I) Interpretación Alegórica: No da valor a lo
que el autor dice literalmente, sino a la inter-
pretación que se da. Este método ignora el
significado histórico y gramatical del texto.
Quienes usan este método ignoran por com-
pleto la relación real que existe del amor en-
tre un hombre y una mujer y lo elevan todo
a un plano meramente espiritual.
9. (II) Interpretación Tipológica: Mientras la ale-
górica niega la historicidad, la tipología reco-
noce los hechos como reales, y los liga con
eventos del AT que anticipa lo que ocurrirá
en el NT.
EL LIBRO DE CANTARES
El Cantar es una descripción de la unión
matrimonial que existe entre Cristo y la igle-
sia. De manera particular la novia sulamita
representa al creyente individual más que a
la iglesia en general.
Esta es la interpretación más popular del
Cantar de los Cantares.
10. (III) Interpretación Dramática: El Cantar es
el libreto de una obra de teatro, tipo opera:
actuado y cantado.
EL LIBRO DE CANTARES
Sin embargo le falta la trama o la progresión
del relato y a veces se pierde sin saber
quien es, quien realmente está hablando.
No están presentes los actos ni las escenas.
El Cantar tal como lo tenemos en la Biblia,
es incapaz de ser actuado o dramatizado.
11. (IV) Interpretación Literal o Natural: Es una
colección de poemas que habla de los sen-
timientos, deseos, esperanzas y temores de
dos jóvenes enamorados.
EL LIBRO DE CANTARES
Desde el Génesis hasta las bodas del Cor-
dero en Apocalipsis, la sexualidad humana
está presente como un regalo de Dios, y por
la tanto algo sagrado.
Cantares alaba este regalo de Dios a la pa-
reja y celebra la dignidad y pureza del amor
sexual.
13. (2) La Sulamita = la amada = la amante = la
novia = la esposa = la amiga mía = la
hermana mía → Es un tipo de la iglesia
(1) Salomón = el amado = el amante = el
novio = el rey = el esposo → Es un tipo de
Jesucristo
(3) Las Doncellas de Jerusalén = las
amigas de la novia → Se refiere tanto a
Israel viendo la relación entre Jesús y la
iglesia o a acompañantes cristianas
PERSONAJES EN EL LIBRO
14.
15. Sabemos que se trata de la relación
de dos enamorados. El texto da poca
información de ellos, no sabemos su
edad ni nada del historial de su amor.
“Ah, si me dieras uno de tus besos!
¡Son tus caricias más deliciosas que
el vino” (1:2; RVC).
Al leer tendremos que ser buenos detectives
juntando pistas para descubrir lo que poda-
mos acerca de los dos protagonistas.
(1:1-2:7) AMOR INICIAL
La pareja de Cantares es una pareja que
nos representa a todos.
16. El beso es el símbolo universal de ter-
nura y afecto. Ella anhela una relación
más intima y personal, con él.
La sulamita está enamorada e inicia el
romance con un deseo por su amado:
“¡Oh, si él me besara”.
Antes que exista intimidad tiene que haber
amistad. No te involucres tan rápido en una
relación de enamorados, más bien ten todos
los amigos que puedas, mira, compara, ora.
(1:1-2:7) AMOR INICIAL
Ella dice: el mejor vino, el remedio que nece-
sito, son los besos de mi amado.
17. “No se fijen en mi piel morena; es que el sol
posó en mí su mirada” (1:6a; RVC).
No hay deseo más fuerte en los
enamorados que el anhelo de estar
juntos. La ausencia del amado
produce un gran vacío.
La sulamita era una campesina, trabajaba al
sol, se siente indigna ante el noble amado.
(1:1-2:7) AMOR INICIAL
Salomón elogia a la sulamita con una com-
paración que es extraña para nosotros: “A
yegua de carros de Faraón, te he compara-
do, amiga mía” (1:9; RV60).
18. “Mi amado es para mí como el saquito de mirra
entre mis pechos” (1:13; RVC).
Ser comparados con un caballo
puede parecer un insulto, hoy sería
como comparar con un Ferrari. Algo
de exquisita belleza para los ojos.
Existía la costumbre judía entre las mujeres
de seleccionar las mejores hojas de mirra,
las metían en unos sobrecitos de tela y se
los ataban al cuello y el saquito descansaba
sobre su pecho todo el tiempo.
(1:1-2:7) AMOR INICIAL
Salomón era para ella una dulce fragancia.
19. La trajo a comer a su casa, pero ella era
campesina, mas su amado extendió sobre
ella la bandera protectora de su amor.
“Me llevó a la casa del ban-
quete, y su bandera sobre
mí fue amor” (2:4; RV60).
Es la voluntad de Dios para ti, que disfrutes
de la vida abundante que te ha dado. Disfru-
ta la vida en la presencia de Dios.
(1:1-2:7) AMOR INICIAL
Cuando la bandera de su amor gobierne en
tu corazón transformará tu vida y actitudes.
20. Ustedes solteras, enamoradizas y cercanas a
la experiencia del amor ¡asegúrense que este
amor sea auténtico! No despierten el amor
antes de tiempo.
“Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por
los corzos y por las ciervas del campo, que no
despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que
quiera” (2:7; RV60)
Nos advierte en contra las relaciones sexuales
antes del matrimonio. Debemos reconocer que
cada cosa tiene su tiempo y el amor no es una
excepción.
(1:1-2:7) AMOR INICIAL
21.
22. La sulamita volvió a casa de su madre. Esta-
ba todavía pensando en él cuando oyó su
voz. Para ella es el sonido más delicioso.
“¡Ya escucho la voz de mi amado! ¡Vie-
ne saltando sobre los montes!, ¡Viene
brincando sobre las lomas! Mi amado
es comparable al corzo, semejante a
un cervatillo” (2:8-9a; RVC)
Brincar por los montes nos habla de la prisa
del pastor para encontrarse con su amada.
(2:8-3:5) AMOR VACILANTE
Cariñosamente es usual comparar a los ena-
morados con animales: un par de tórtolos.
23. La llama tiernamente: “paloma mía”, viéndo-
la como una criatura tierna a la cual debe
prodigarle cuidados.
“Paloma mía, escondida en los agu-
jeros de la peña, en parajes escondi-
dos y escarpados, ¡déjame contem-
plar tu rostro!, ¡déjame escuchar tu voz! ¡Cuán pla-
centera es tu voz, y cuán hermoso tu semblante!”
(2:14; RVC).
(2:8-3:5) AMOR VACILANTE
Ver el rostro de su amada es el obsequio
que pide para su vista y el oír su voz es
dulce para él.
24. El concepto de la mutua posesión
es un elemento necesario para que se desa-
rrolle un matrimonio sólido y estable.
“Mi amado es mío, y yo suya; él
apacienta entre lirios” (2:14).
(2:8-3:5) AMOR VACILANTE
La sulamita responde que lo ama y afirma
su amor por él, a pesar de todos los obstá-
culos y oposición. El verdadero amor no
puede ocultarse. No creas cuando una
persona te ofrezca un amor en secreto.
Ella es el más precioso lirio para él (2:2).
25. La sulamita conduce a su amado a su casa;
a pesar de la oposición, decide presentarlo
a su familia.
“Hallé luego al que ama mi alma; lo
así y no lo dejé, hasta que lo metí en
casa de mi madre, y en la cámara de
la que me dio a luz” (3:4b).
(2:8-3:5) AMOR VACILANTE
Lo lleva al cuarto donde hace dos décadas
su madre la había traído al mundo. Un lugar
sagrado para ella.
Esta es la señal de un amor real:
presentarlo a la familia.
26.
27. Llega la boda, los novios
afirman la consumación
de su amor.
“El rey Salomón se hizo
una carroza de finas ma-
deras del Líbano.” (3:9)
Se describe la procesión nupcial que reúne a
Salomón y a la sulamita. El rey manda traer a
la sulamita, desde donde ella se ha estado
preparando para la ceremonia, y la hace
viajar en su litera real hasta Jerusalén.
(3:6-5:1) AMOR CRECIENTE
28. La madera del Líbano era la más fina y exqui-
sita que había. El novio la mandó hacer para la
sulamita en el día de su boda, le dio a la novia
lo mejor que tenía.
La carroza va rodeada de un sé-
quito impresionante: "sesenta
valientes la rodean” (3:7).
(3:6-5:1) AMOR CRECIENTE
Si se trata de impresionar a la persona que
se ama, cualquier esfuerzo vale, y no debe-
ríamos escatimar nuestras fuerzas en
lograrlo.
29. Con esta doble alabanza quiere decirle "eres
exquisitamente hermosa”.
El novio alaba la belleza corpo-
ral de su amada comenzando
desde su cabeza hacia abajo.
(3:6-5:1) AMOR CRECIENTE
“He aquí que tú eres hermosa,
amiga mía; he aquí que tú eres
hermosa” (4:1a).
“Tus ojos son como palomas, tus cabellos son como
cabras, tus dientes son como ovejas, tus labios son
como la grana, tu cuello es como la torre de David,
tus pechos son como gemelos de gacela” (4:1-8).
30. La Biblia condena el adulterio y elogia la
fidelidad conyugal, subrayando los encantos
de la mujer legítima. Es este amor y no el de
la mujer extraña, el que debe apasionar al
esposo siempre.
En la literatura sapiencial la i-
dea de recrearse en el amor
mutuo es lo común.
(3:6-5:1) AMOR CRECIENTE
“Sea bendito tu manantial y alégra-
te con la mujer de tu juventud, como cierva amada
y graciosa gacela, sus caricias te satisfagan en to-
do tiempo, y en su amor recréate siempre” (Pr 5:18).
31. Salomón, ahora como esposo, contempla a
su mujer y describe su exuberante belleza y
elogia sus virtudes.
La sociedad actual promueve el
adulterio como un logro y en
realidad se trata de un asesina-
to a la fidelidad conyugal.
(3:6-5:1) AMOR CRECIENTE
La propuesta de Dios es el matrimonio vivido
a plenitud, incluido la intimidad conyugal.
El compañero resume su admiración con esta sen-
tencia: “en ti no hay mancha” o ¡eres perfecta!
32. El texto nos habla de las casti-
dad que debemos ejercer antes
de casarnos.
“Huerto cerrado eres, hermana mía,
esposa mía; fuente cerrada, fuente
sellada” (4:12).
(3:6-5:1) AMOR CRECIENTE
Los enamorados no deben apurar la relación
íntima, deben guardarse. Este deber es tanto
para mujeres y hombres.
Debemos cuidar la sexualidad que Dios nos ha da-
do y cultivarla en honra y respeto para quién será
nuestro cónyuge. ¿Te guardas con anticipación
para quién será tu esposo(a)?
33.
34. Salomón era su amado y su amigo, el objeto
de sus afectos. En todo buen matrimonio
debe haber romance, así como una genuina
amistad y el deseo de estar juntos.
Ahora es ella quien pasa a elogiar la hermo-
sura de su amado (5:10-16) describiendo al
detalle el cuerpo de su esposo.
(5:2-8:4) AMOR TRANSFORMADOR
“Tal es mi amado, tal es mi amigo, oh doncellas
de Jerusalén” (5:16b).
“Yo soy de mi amado, y mi amado es mío” (6:3).
Antes pensaba primero en ella:
35. La joven esposa se da cuenta que el secreto
de la relación con su amado está en atender
las necesidades de él antes que las suyas.
“Mi amado es mío y yo soy suya” (2:1). Ahora
él está primero en su relación, ya maduró.
“Yo soy de mi amado, y mi amado es mío” (6:3).
(5:2-8:4) AMOR TRANSFORMADOR
En el matrimonio, más que en ninguna otra
relación, las responsabilidades son más
decisivas que nuestros derechos.
Nunca debemos dejar de cortejar, enamorar
y sorprender a la persona que amamos.
36.
37. Los versículos 6 y 7 son la más profun-
da declaración respecto al amor que ja-
más se haya escrito en idioma alguno.
(8:5-14) AMOR MADURO
“Ponme como un sello sobre tu corazón; ponme
como una marca sobre tu brazo. Inquebrantable
como la muerte es el amor; inflexibles como el
sepulcro son los celos. ¡Candentes brasas son,
candente fuego!” (8:6; RVC).
Ella pide que la pongan como un sello en el cora-
zón, en el pecho ó brazo de su amado.
Quiere estar constantemente en sus pensa-
mientos.
38. “Duros como el Seol son los celos” nuestro
Dios es celoso del amor de su pueblo, no to-
lera la infidelidad (Dt. 4:24). No es celo carnal,
sino una inquietud justa y protectora.
“El amor es fuerte como la muerte”, de la
misma manera que la muerte es inevitable,
así el amor es invencible y arrebata todo
nuestro ser, sus lazos son poderosísimos.
(8:5-14) AMOR MADURO
“Las brasas del amor son fuertes llamas”,
dadas por Dios, sin la llamarada divina nues-
tras brasas se extinguirían. Nuestra suficien-
cia para amar viene de Dios.
39. “Las muchas aguas no pueden apagar el amor, ni
pueden tampoco sofocarlo los ríos. Si por el amor
diera el hombre todos los bienes de su casa, cierta-
mente sería despreciado” (8:7; RVC).
En un mundo caído se ve el avasallamiento
de un cónyuge sobre el otro, uno domina,
maltrata, exige y se impone, el otro claudica
frente al primero. ¡Esto no debe ser así!
(8:5-14) AMOR MADURO
Nada es capaz de destruir este amor. La a-
bundancia de agua no puede apagar el fue-
go del amor y el amor vale más que cual-
quier cosa que el hombre pueda comprar.
40. “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque
Dios es amor” (1 Jn 4:8).
El verdadero amor es don de Dios (1 Cor 13),
nada lo puede detener y no se puede fingir.
(8:5-14) AMOR MADURO
“Estoy seguro que ni la muerte ni la vida ni los án-
geles ni principados ni potestades ni lo presente ni
lo por venir ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra
cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom 8:38-39).
Las parejas sufren porque no saben amar.
Su amor es egoísta, cuando debería ser
desinteresado, pensando en el otro.
41. “Apresúrate amado mío, y se semejante
al corzo, o al cervatillo, sobre las monta-
ñas de los aromas” (8:14).
Cuando estos esposos enamorados
se separaban, de inmediato anhela-
ban estar el uno con el otro.
(8:5-14) AMOR MADURO
El amor es una tarea cotidiana y exige la
contribución de ambos cónyuges.
Muchos matrimonios han abandonado toda
esperanza de mejorar. Viven juntos por con-
veniencia, se soportan indiferentemente,
pues tienen obligaciones mutuas.
42. Se supone que el amor conyugal es hermo-
so. El amor físico no tiene que ser mundano o
pervertido; puede ser santo y maravilloso.
Salomón y la Sulamita tenían
un amor puro, íntimo, lleno
de pasión y deseo, este amor
fue originado en Dios.
CONCLUSIÓN
Si estás casado, ¡regocíjate con tu esposa(o)!
Si no lo estás, recuerda lo puro que el amor
puede ser.
Cualquiera que sea tu estado civil, piensa en
el compromiso que tienes con Cristo Jesús.
43. Viviremos por siempre con
el Señor, ¡que nos ama!
¡No existe una relación más
hermosa y santa que la que
nos espera en la eternidad!
CONCLUSIÓN
Es bueno saber que lo único en la tierra que
se acerca a la relación que tendremos con
Dios en el cielo es el matrimonio.
Sí lo deseas y lo trabajas puedes llegar a te-
ner un buen matrimonio con la ayuda de Dios
acá. ¡Tu matrimonio debería ser increíble!