1.
Semana
del
20
al
26
de
Junio
de
2016
#Ley0de3
Marcos
Pérez
Esquer
En
redes
sociales
se
conoce
como
la
#Ley3de3.
Se
trata
de
la
primera
iniciativa
ciudadana
que
se
presenta
en
la
historia
de
México.
Con
la
reforma
política
de
2014
se
creó
la
figura
de
la
“iniciativa
ciudadana”,
es
decir,
la
posibilidad
de
que
un
grupo
de
ciudadanos
presenten
una
iniciativa
al
Congreso
de
la
Unión
tal
como
si
fuese
de
un
legislador.
El
caso
es
que
un
grupo
nutrido
de
organizaciones
de
la
sociedad
civil
lograron
recabar
las
firmas
necesarias
para
presentar
esta
iniciativa
conocida
como
“Ley
3
de
3”
pero
que
en
realidad
se
trata
de
una
iniciativa
de
Ley
General
de
Responsabilidades
Administrativas
de
los
Servidores
Públicos.
Esta
propuesta
va
en
línea
con
la
reforma
constitucional
al
artículo
113
que
creó
el
Sistema
Nacional
Anticorrupción,
y
pretende
crear
normas
comunes
para
todo
el
país
en
esta
materia.
La
iniciativa
propone
establecer
la
obligación
de
los
servidores
públicos
de
presentar
tres
declaraciones:
patrimonial,
de
intereses
y
fiscal,
-‐de
ahí
el
nombre
coloquial
de
#Ley3de3-‐.
La
idea
es
que
el
público
en
general
pueda
conocer
el
patrimonio
de
cada
servidor
público
y
la
evolución
de
ese
peculio
en
el
tiempo;
que
pueda
conocer
también,
sus
relaciones
de
negocios,
de
amistad,
de
compadrazgo,
etc.,
que
pudieran
generar
conflicto
de
interés
en
su
desempeño,
y
por
último,
que
pueda
conocer
la
declaración
anual
de
impuestos
de
cada
servidor.
En
el
Senado,
como
cámara
de
origen,
este
proyecto
se
adjuntó
a
un
paquete
de
iniciativas
que
dará
vida
a
todo
el
Sistema
Nacional
Anticorrupción
que
involucra
siete
leyes,
pero
sin
duda,
los
ojos
de
la
ciudadanía
están
en
este
tema
particular
de
las
tres
declaraciones.
Pues
bien,
sucede
que
durante
la
aprobación
de
esta
ley,
los
senadores
del
PRI
y
del
Verde,
decidieron
hacerle
unas
pequeñas
modificaciones,
para
agregar
un
par
de
detalles:
primero,
que
estas
declaraciones
sean
públicas
solo
si
el
servidor
público
involucrado
así
lo
aprueba
(ajá),
y
segundo,
que
el
contenido
concreto
de
las
declaraciones
será
definido
por
un
Consejo
Ciudadano
que
se
nombrará
en
algún
momento
en
el
futuro.
Todo
esto,
implica
que,
luego
de
reformar
la
Constitución
en
su
artículo
113,
y
crear
o
modificar
siete
leyes,
las
cosas
quedarán
básicamente
como
están;
en
mi
tierra
dicen
“la
misma
gata
pero
revolcada”,
o
bien,
“cambiar
para
seguir
igual”,
y
es
que,
justamente
es
lo
que
ya
hoy
sucede
con
las
declaraciones
patrimoniales,
el
servidor
público
tiene
derecho
a
decir
si
quiere
que
su
información
sea
pública
o
no.
Ese
detalle
que
PRI
y
PVEM
cambiaron
la
madrugada
del
miércoles
pasado,
echa
por
tierra
la
principal
exigencia
que
los
ciudadanos
plantearon
con
esta
iniciativa
histórica.
Con
la
posibilidad
de
la
secrecía,
los
servidores
presentarán
tres
declaraciones
de
tres,
pero
darán
a
conocer
cero
de
tres.
Queda
claro
que
el
PRI
no
ha
entendido
el
mensaje
ciudadano
de
las
pasadas
elecciones.
En
su
salud
lo
hallarán.