Este documento refuta varios mitos comunes sobre el TDAH. Explica que el TDAH es un trastorno neurobiológico real, no un invento, y que afecta a niños y adultos de ambos sexos. Aunque no tiene una prueba de diagnóstico única, existen pruebas neurológicas y genéticas. El TDAH no desaparece necesariamente con la edad y una educación deficiente no es su causa. Los niños con TDAH no siempre necesitan clases especiales pero sí apoyo educativo.
2. El TDAH no existe, es un invento
de la psiquiatría para etiquetar
niños difíciles.
La existencia del TDAH ha sido negada hasta fechas
recientes debido al no reconocimiento de la existencia de
una vida mental propia en la infancia. Aunque para su
diagnóstico no exista una prueba concreta que lo determine
con total seguridad, al igual que otras enfermedades como
la enfermedad de Alzheimer, las migrañas, varias formas de
meningitis o la gripe, debemos tener en cuenta que las
pruebas de neuroimagen muestran las carencias de
neurotransmisores que son causa del trastorno.Frente a la
frecuente alusión a la ausencia de pruebas médicas para su
diagnóstico (de laboratorio, de imagen, etc.) como prueba
de su inexistencia, debe recordarse que más de la mitad de
las enfermedades carecen de pruebas de este tipo para su
confirmación, entre las que se puede citar cualquiera de las
enfermedades citadas anteriormente. Además, cada vez
existen más datos sobre los genes implicados en el
desarrollo del TDAH y de cómo estos determinan la alta
heredabilidad delTDAH.
3. Es un problema leve que
desaparece con la edad
El TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes en la
infancia y en la adolescencia, y en las últimas décadas han surgido
numerosas aportaciones que demuestran su persistencia en la edad
adulta en buena parte de los casos; de hecho, se estima que
el TDAH persiste en la vida adulta en aproximadamente un 30-70%
de los casos. La sintomatología del TDAH en la edad adulta varía
con respecto a la que se presenta en la infancia o adolescencia; los
adultos no muestran la hiperactividad física o motriz típica de los
niños, sino que presentan una hiperactividad más conductual. Una
de las principales preocupaciones sobre el TDAH a lo largo de la
vida es su posible evolución tanto a otras patologías psiquiátricas,
como a situaciones vitales adversas relacionadas con las
alteraciones de la conducta propias del TDAH, y que pueden estar
relacionadas, por ejemplo, con el abuso de sustancias. Un
tratamiento óptimo para el abordaje del TDAH consiste en la
combinación de medidas conductuales así como medidas
farmacológicas, y se ha visto que este tipo de aproximación se
asocia con una menor probabilidad de que sujetos con TDAH en la
adolescencia-edad adulta, evolucionen hacia un trastorno por uso
de sustancias u otro tipo de problema de conducta.
4. Si un niño no es hiperactivo, no
puede tener TDAH
Aunque con frecuencia el TDAH asocia síntomas de
hiperactividad e impulsividad, el tipo
predominantemente inatento sólo presenta
sintomatología de inatención, por lo que las conductas
más evidentes (inquietud, oposicionismo, agresividad,…)
no están presentes en él. Por otra parte, las niñas son
menos hiperactivas y menos impulsivas que los niños,
por lo que una niña afectada de TDAH puede no
manifestar de forma evidente los síntomas conductuales
propios del trastorno. Por ello, tanto padres como
profesores deben tener esto en cuenta a la hora de
consultar con un profesional si detectan síntomas
exclusivamente de inatención en sus hijos/alumnos.
5. El TDAH solo afecta a los varones
Aunque su proporción en varones es cuatro veces
superior, las niñas también manifiestan este trastorno.
Es posible que el infradiagnóstico sea mayor en las
niñas, especialmente, en aquellos en los que predomina
el déficit de atención y apenas exteriorizan la
hiperactividad y la impulsividad.
6. El TDAH se debe a la mala
educación impartida por los
padres
El TDAH es un trastorno neurobiológico sin relación
alguna en su aparición con las características familiares,
aunque en el caso de que existiera el TDAH, una
situación familiar desfavorable podría agravar los
síntomas, ya que el trastorno implica en muchos casos
baja autoestima y otros problemas asociados. En
resumen, si las condiciones familiares son negativas,
podrían agravar el TDAH, pero no son causa para
producirlo.
7. El niño con TDAH necesita clases
especiales
El TDAH no tiene porqué afectar necesariamente a la
capacidad intelectual del niño, aunque sus síntomas sí
afectan al rendimiento escolar. Por ello, los niños
con TDAH pueden precisar intervenciones específicas de
tipo pedagógico, pero no una ubicación escolar diferente
al resto de los niños de su edad y nivel de desarrollo.
8. No es bueno dar medicación a los
niños
La decisión de usar un fármaco debe estar basada en
una evaluación completa de la gravedad y cronicidad de
los síntomas del niño en relación con su edad. La
utilización de medicación siempre debe hacerse de
acuerdo a la indicación autorizada y de acuerdo a las
directrices de prescripción y diagnóstico.
9. FUENTE:
Falsos mitos o falsas creencias sobre TDAH. Recuperado
de: http://www.trastornohiperactividad.com/falsas-creencias-
tdah