El documento presenta un resumen del trabajo de investigación realizado sobre Juan 3:16-17. Explica el contexto histórico del evangelio de Juan y del pasaje bíblico, incluyendo detalles sobre el autor, fecha, destinatarios, propósito y trasfondo. Luego resume el diálogo entre Jesús y Nicodemo, donde Jesús habla sobre el nuevo nacimiento a través del Espíritu, y concluye explicando que Jesús habló con autoridad sobre este principio espiritual básico.
2. Alumna: GABRIELA BARRIOS ALLENDE
Curso: HERMENEUTICA
Profesor: WILMA BUSTAMANTE
INTRODUCCIÓN
El presente documento tiene por objetivo presentar el trabajo e investigación
realizado en exegesis de la porción Bíblica del evangelio de Juan capítulo 3
versículo 16. Para el curso de Hermenéutica.
El informe consta del desarrollo de fondo histórico, gramatical, interpretación del
texto y aplicación, detallando en cada uno de estos tópicos.
Para ello hare uso de recursos literarios de carácter teológico, tales como:
comentarios bíblicos, diccionarios bíblicos, distintas traducciones de la Biblia y
estudios de reconocidos teólogos.
3. Juan 3:16
FONDO HISTÓRICO
Autor:
Es el apóstol Juan, aunque en el evangelio no lo dice explícitamente, en el cap.
21:20,24 relata que es aquel discípulo al cual amaba Jesús. La tradición ha
mantenido esta postura a pesar de la oposición de algunos grupos que dicen que
pudo ser otro Juan de Efeso.
Posiblemente su madre haya sido hermana de María la madre de Jesús por lo que
él y Jesús serían primos y se habrían conocido desde la niñez.
Fecha:
Se cree que es alrededor del 90 d.C.
Con respecto a los evangelios sinópticos, este evangelio fue escrito con
posterioridad a ellos y es, como dice Halley, suplementario y suministra gran
acopio de materias riquísimas que no se hallan en los otros tres.
Acerca del destinatario:
Los cristianos de origen heleno perseguidos por Roma
El idioma utilizado fue también el griego
4. El lugar: la isla de Patmos a la que el apóstol había sido desterrado por
Domiciano.
Ocasión:
Fue escrito para dar a conocer a Jesús sus obras y palabras, para comprender así
su naturaleza.
También que solo se puede conocer a Dios creyendo en Jesucristo.
Propósitos secundarios pueden ser:
- Refutar conceptos erróneos acerca de Jesús, sostenidos por los
contemporáneos del autor
- Corregir cierta veneración por Juan el Bautista.
- Enseñar cuáles son sus implicaciones para la vida de la iglesia
“demostrar que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y así persuadir a la gente para
que crea en él y que pase de muerte a vida”1
Contexto histórico:
El autor conocía muy bien las Escrituras, eso se ve en las citas y alusiones que
hace del Antiguo Testamento. Y como lo dice Leon Morris2
el judaísmo es un área
que no podemos pasar por alto en el estudio de este evangelio. Sin embargo tiene
variables, ya que en el siglo I había otras corrientes del judaísmo a parte del
normativo. Algunos autores dicen que este evangelio tiene influencia del
misticismo, también puntos en común con los escritos no ortodoxos de Qumrán,
otros lo han relacionado con el judaísmo apocalíptico. Morris dice que este
evangelio tiene parecidos con estos tipos de judaísmo pero también hay grandes
diferencias. Pero definitivamente en el trasfondo del libro de Juan estas corrientes
del judaísmo tienen influencia.
Por otro lado también tiene un trasfondo griego, explicado muchas veces por la
utilización de la palabra logos al principio del libro, aunque según Morris Juan no lo
1
Leon Morris. El Evangelio de Juan. Ed. CLIE. Pág. 74
2
León Morris. El Evangelio de Juan. Ed. CLIE. Pág. 99.
5. utiliza de la misma manera que los griegos. Este trasfondo se explica también por
la necesidad de explicar muchos conceptos judíos.
(corpus hermeticum, conjunto de escritos religiosos y filosóficos, por los que la
cultura griega tenia conceptos de vida y salvación. C.H. Dodd refiere que juan
puede haber tenido en cuenta estos escritos y muchos más de la cultura griega)
“Rudolf Butmann es el importante comentarista moderno que cree que el
gnosticismo es el verdadero trasfondo del evangelio de Juan. Sostiene que el mito
gnóstico sobre el redentor influye en la idea Joánica de un Cristo que es enviado
por Dios y que vuelve a Dios. Esta afirmación puede sonar convincente , ya que
no hay duda alguna de que el concepto de Cristo que viene del cielo, adonde
vuelve, para completar la misión salvífica, es muy importante en el evangelio de
Juan. Pero no se ha comprobado que existiera este mito antes de que apareciera
la creencia cristiana. Así aunque haya contado con mucha aceptación, tenemos
que destacar la idea de que el gnosticismo que conocemos es claramente de siglo
II. Obviamente, este movimiento no nació de la nada, sino que seguro que recogió
ideas de muchas fuentes. Podríamos decir que muchas de las ideas que llegaron
a formar parte del gnosticismo ya existían cuando Juan escribió su evangelio.
Como ya hemos visto anteriormente, uno de los objetivos de Juan era combatir las
ideas docetas. Pero esto no es lo mismo que en tiempos de Juan el gnosticismo
ya era un sistema perfectamente formado y establecido, ni que sus ideas son el
trasfondo de nuestro evangelio. Ninguna de estas teorías ha encontrado
evidencias suficientes para poder ser tomada en serio.
El verdadero trasfondo de Juan es la iglesia cristiana primitiva. La ideas
fundamentales que Juan plasma son las ideas básicas cristianas. Es cierto que
presenta una visión personal, pero es una visión del mismo Cristo y de la misma
religión que encontramos en los escritos de otros autres cristianos. Hemos
rechazado la idea de que Juan usara los Evangelios Sinópticos, pero el hecho de
que hay muchos que sostienen que si los utilizó muestra que la enseñanza que
aparece en esos evangelios debe formar parte del trasfondo Joánico. Y también
las exposiciones de fe que encontramos en las epístolas Paulinas. No todos
estarían de acuerdo con E. F. Scott, cuando dice que “el evangelista le debe todo
6. a Pablo”. Pero su afirmación tan rotunda nos aporta un dato importante. El
evangelista no era un acérrimo seguidor de Pablo pero si conocía al mismo Cristo
que Pablo conocía. El Evangelio de Juan es un documento auténticamente
cristiano y para poder apreciar todo su significado tiene que estudiarse a la vez
que se estudian los otros escritos cristianos tempranos es decir los demás libros
del Nuevo Testamento.
Consideraciones especiales:
“Juan hace gran énfasis en la deidad de Jesús. Relata principalmente Sus
discursos y conversaciones, lo que Jesús dijo más que lo que Jesús hizo (los
sinópticos estaban deseosos de narrar; Juan, de interpretar)”3
“Al comenzar a leer el Evangelio de Juan de inmediato notamos que es diferente a
los sinópticos. Las primeras palabras de juan nos llevan a los misterios centrales
de la fe, a medida que Juan nos presenta el desafío de mirar más allá del principio
y a encontrar allí a Jesús que existe, no como supuesto hijo del carpintero de
Nazaret, sino como Dios, distinto y al mismo tiempo, con Dios e igual a Dios.”4
“Juan presenta las enseñanzas de Jesús en categorías universales: Luz versus
oscuridad, vida versus muerte, verdad versus falsedad, amor versus odio, creencia
versus descreencia.”5
A medida que pasaban las décadas Juan vio que hacía falta un relato del
Evangelio que pudiera satisfacer la necesidad de la iglesia cristiana en desarrollo,
un relato que respondiera a los argumentos en contra del entendimiento sobre
Jesús, presentados por fuentes judías y seculares/filosóficas. Y así en el
Evangelio de Juan tenemos un retrato único de nuestro Señor. Precioso y exacto
como los demás retratos de los otros Evangelios, a pesar de las diferencias en
estructura y propósito. Nos recuerda entonces que en Jesucristo Dios no solo Se
reveló a los judíos como su Mesías, a los romanos como su Hombre de Acción
3
Henry H. Halley. Compendio Manual de la Biblia. Casa Bautista de Publicaciones. Pág. 470.
4
Lawrence O. Richards. “Nuevo Testamento, La Vida y Época”. Edit. Pataos. Pág. 196.
5
Lawrence O. Richards. “Nuevo Testamento, La Vida y Época”. Edit. Pataos. Pág. 196.
7. ideal y a los griegos como verdadero Modelo de la Humanidad. En Jesucristo Dios
se reveló a Sí mismo en Su Hijo, como única respuesta a las lecesidades
universales más profundas de una humanidad perdida. En Jesús la Luz Brilla y
revela la oscuridad en la que andábamos (al igual que en el contexto de hoy). A
través de Jesús recibimos una vida vital dinámica, que rompe para siempre con el
poder de la muerte sobre nuestro presente y futuro. Por Jesús finalmente
podemos medir la verdad y falsedad. Con Jesús el amor de Dios termina con la
animosidad que pudiéramos haber sentido contra Dios y contra los demás. Y todo
vuelve a girar en torno a un único tema: creer o no creer.
El mensaje caro y maravilloso de este Evangelio, es más teológico de todos, es
que Dios nos invita a creer en Su Hijo. Y cuando lo hacemos, recibimos luz, vida,
verdad, amor – los dones y regalos más grandes de Dios.
Distribución según Morris:
Con referencia al texto a estudiar:
III. Las Señales y los discursos públicos de Cristo (2:2-12:50
A. La primera Señal: Las bodas de Caná (2:1-11)
Interludio (2:12)
B. Purificación del Templo (2:13-17)
C. Destrucción y reconstrucción del Templo (2:18-22)
D. Jesús y la multitud (2:23-25)
E. El primer discurso: El nuevo nacimiento (3:1-36)
1. El nuevo nacimiento (3:1-15)
2. Reflexión (3:16-21)
3. Jesús y Juan el Bautista (3:22-36)
a. Pregunta sobre purificación (3:22-36)
b. La respuesta de Juan el bautista (3:27-30)
c. Reflexión (3:31-36)
F. El segundo discurso: El Agua de Vida (4:1-42)
8. Contexto del texto específico:
El texto identifica a Nicodemo como “dirigente de los judíos” (ho didaskalos tou
Israel, literalmente, maestro de Israel). Esto indica que Nicodemo no era un rabí
común, sino miembro del Sanedrín y que ocupaba un lugar importante en la
jerarquía teológica, aunque en nuestros días sería difícil de definir su rol. El hecho
de que la entrevista ocurriera por la noche no necesariamente implica secreto,
como han sugerido algunos, sino que Nicodemo prefirió una hora en que pudiera
hablar con Jesús en privado. Lo que más revelador resulta es la forma en que
Nicodemo da inicio a la conversación: “Rabí – le dijo –, sabemos que eres un
maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales
que tu haces si Dios no estuviera con él” (3:2). No ha de considerarse mera
cortesía, sino más bien, indicación que desde el principio del ministerio de Jesús la
élite religiosa sabía que Cristo hablaba con autoridad que Dios le había otorgado.
No hay nada en las palabras de Nicodemo que sugiera hostilidad. Sí parece haber
un sincero deseo de oír de boca de Jesús cuál será el mensaje de Dios a través
de este nuevo rabí. En esto Nicodemo se diferenciaba de la mayoría de sus pares.
Ellos sabían que los milagros que obraba Jesús eran señales que Le autenticaban
plenamente como mensajero de Dios pero a conciencia, cerraban sus corazones y
mentes a Jesús y le venían no como brillante esperanza de Dios para el mañana
sino como peligro y amenaza a su autoridad y posición del momento.
En comparación, Nicodemo se agranda porque no nos sorprende ver que intenta
decir algo a favor de Jesús (7:50), ni encontrar tradiciones antiguas que sugieren
que luego se convirtió al cristianismo.
Pero todo lo que nos preguntemos sobre Nicodemo es, por supuesto, menos
importante que los milagros que Jesús le reveló. Aunque necesitamos ver en el
diálogo que sigue el sincero intento de un hombre de corazón abierto que busca
comprender conceptos que – por profundo compromiso religioso, o a pesar de
éste – eran muy difíciles para él.
El relato se divide en dos partes: Juan informa sobre la conversación entre
los dos (3:1-15) y luego medita en su significado (3:16-36)
9. El dialogo que Jesús tiene con Nicodemo. Jesús efectúa una serie de afirmaciones
que asombra a Nicodemo. Dice que para siquiera ver el reino de Dios, hay que
“nacer de nuevo” (anoten, literalmente, nacer de arriba) (3:3). Cuando Nicodemo
exclama, sorprendido, Jesús explica que nacer de arriba significa “nacer de agua y
Espíritu” (3:5). Aquí Jesús utiliza la terminología conocida que presentó Juan el
Bautista: el agua simboliza l arrepentimiento, el dejar atrás lo viejo. Y el Espíritu
simboliza ese don sobrenatural que otorgará Aquel a quien Juan es enviado a
anunciar. En tanto la carne da nacimiento a la carne solo el Espíritu de Dios puede
dar ese renacimiento espiritual necesario para que la persona funcione en un reino
cuya esencia es espiritual más que biológica o material (3:4-7). Es un nuevo
nacimiento interno, no externo, y no puede evaluarse por las acciones visibles que
tanto valoraba el judaísmo del siglo primero (3:8). Para Nicodemo es difícil
entenderlo por eso le pide a Jesús que siga explicando. Jesús lo reprende con
suavidad pero con firmeza. Seguramente, este maestro de asuntos espirítales de
Israel tenía que entender este principio tan básico (3:10). De hecho, el AT enseña
el principio de la renovación interior esencial, elemento vital en la visión de
Jeremías del Nuevo Pacto de Dios con Israel (Jeremías 31:33-34; Ezequiel 36:26)
Con suavidad, Jesús reafirma a Nicodemo: Él habla con autoridad. Él sabe,
porque ha venido del cielo y aunque ha hablado utilizando las analogías terrestres
del agua y el viento, lo que Él describe es realidad, absoluta y cierta (3:10-13).
Todo lo que necesita saber ahora Nicodemo es que Cristo mismo está ahora
destinado a ser objeto de la fe, que al elevarse dará sanidad y salud a todo quien
Le busque con fe (3:14-15).
Ese símbolo también sería bien conocido por Nicodemo. La historia que se relata
en Números 21:4-9 tiene que ver con esto, justamente. En ese momento los
israelitas se habían vuelto desobedientes, ingratos y hostiles hacia el mensajero
de Dios. Dios condenó sus acciones y los castigó con una plaga de serpientes
cuya mordida era mortal, sin esperanzas de recuperación. Pero en misericordia
Dios mandó a moisés a “levantar” una serpiente de bronce sobre un poste,
10. emblema del castigo y luego se le dijo al pueblo que si tan solo miraban esa
serpiente sanarían.
Son muy claros los paralelos. El pueblo de Dios, y la humanidad entera, eran
desobedientes, ingratos y hostiles hacia el Señor, y Él les condenó a morir pero en
su misericordia Dios envió a Su Hijo, mandando que fuera elevado como emblema
de juicio que requiere el pecado. Y se nos dice que si tan solo Le miramos,
buscándole en fe, seremos perdonados y sanados.
GRAMATICAL:
Palabras difíciles:
- Amó Dios: La palabra amor aquí es Agape. Esta palabra es la palabra más alta
para amor. Es usada como acción de Dios, No es egotista, sino se concentra en
sacrificio personal para el beneficio y bien del otro. Dios sacrificó a Su Hijo porque
nos amó
- Al mundo: Los diccionarios de autoridad reconocida están de acuerdo en decir
que kosmos (mundo) como es usado en Juan 3:16, se refiere a “la humanidad, la
raza humana.” Este es el sentido obvio de la palabra en este contexto. Decir que
kosmos en Juan 3:16 se refiere al “mundo de los elegidos” no es natural. Es un
significado forzado por la teología que uno tiene, no por el texto mismo ni por el
contexto. Por esto J.C.Ryle dijo, “Limitar la palabra mundo a los elegidos es
violentar el lenguaje…El mundo significa toda la raza humana…sin excepción…
Hace tiempo que he llegado a la conclusión de que los hombres pueden ser más
sistemáticos en sus afirmaciones que la Biblia, y que pueden caer en grave error
por la veneración idólatra de un sistema (teológico).”
- No se pierda: Lit. Según Matthew Henry “no se arruine, no se eche a perder
11. - Vida eterna: Esta es la primera de diez referencias a “vida eterna” en el
evangelio de Juan, y este concepto aparece 50 veces en el NT. Vida eterna no se
refiere solamente a cantidad eterna de tiempo, sino a cualidad divina de vida. El
significado literal es “vida del mundo venidero” y se refiere por ende a la
resurrección y la existencia celestial en gloria y santidad perfectas. Para los
creyentes eme ñ Señor Jesucristo esta vida es experimentada antes de su llegada
al celo. Esta “vida eterna” es en esencia nada menos que participación en la vida
eterna de la Palabra viva, Jesucristo. Es la vida de Dios en cada creyente que sólo
se manifestará a plenitud después de la resurrección.
Tipo o símbolo:
No está dentro del pasaje seleccionado pero, puesto que este pasaje (Juan 3:16-
17) son una reflexión, meditación e incluso conclusión del dialogo entre Nicodemo
y Jesús es importante señalar el siguiente tipo: La serpiente levantada en
Números 21:9 es tipo de Jesús levantado
CONTENIDO
Debido a que los versículos seleccionados no pueden ser analizados fuera de su
contexto inmediato, incluiré algunos comentarios de los versículos 14, 15 y 18.
En estos versículos y luego de la conversación con Nicodemo, Jesús le expresa el
gran motivo que tuvo Su venida.
v. 14 y 15: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario
que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.
Mediante una ilustración, tomada de la historia de Israel y, por ello muy bien
conocida de los judíos, va a exponer en que consiste la verdadera perdición, tanto
como la verdadera salvación y la fe mediante la cual se nos aplica la obra de la
salvación llevada a cabo en la Cruz del calvario.
12. En estos cuatro versículos vemos 3 puntos centrales:
1. Cristo vino a sanarnos, de la misma manera que los hijos de Israel, que
habían sido mordidos por las serpientes venenosas, eran sanados y
librados de la muerte mediante una mirada a la serpiente de bronce. (v.14-
15)
2. Jesucristo vino a salvarnos perdonándonos los pecados en virtud del puro
amor que Dios nos tuvo (v. 16-17).
3. De los dos puntos anteriores se desprende la felicidad de los creyentes
genuinos: “el que cree en Él, no es condenado” (v.18). esto significa que
quita la pena para siempre “no es condenado”, es decir, es descargado de
su culpabilidad.
En cuanto al primer punto en los versículos 14 y 15
Nos muestra el poder destructor del pecado tal cual el veneno de la serpiente. La
culpa del pecado es como la mordedura de una serpiente venenosa; el poder
corruptor del pecado es como ese veneno que se difunde por toda la persona del
pecador. Las maldiciones de la Ley son como feroces serpientes, pues todas ellas
son señales de la ira de Dios. En el paralelo con la serpiente de bronce de Núm.
21:9 mirar a la serpiente de bronce con toda su alma, de corazón, con un ansia
inmensa de sanar y una absoluta confianza en el poder sanador de la serpiente.
se compara al creer, que es como mirar a la Cruz del calvario con toda el alma,
como a quien le va la vida en ello, poner todo el corazón con plena confianza en
Aquel que fue levantado en el Calvario a fin de que “ todo el que cree en Él, no
perezca, sino que tenga vida eterna”. También aquí como en números, tenemos
todos los elementos que integran el proceso de la salvación: el pecado que nos
domina, el necesario cambio de mentalidad o arrepentimiento para reconocer la
perdida situación en la que nos hallamos , alzar a Dios los ojos en demanda de
socorro, la provisión del remedio por parte de Dios y la utilización de dicho
remedio por parte de todo aquel que, compungido en su corazón por la operación
del Espíritu Santo, suspira por la salvación y recibe con alegría la Buena Noticia
13. de que hay salvación para el perdido, por medio de la fe en Jesucristo como único
Salvador y único mediador entre Dios y los hombres.
En cuanto al segundo punto, en los versículos 16 y 17, profundizare mayormente
ya que es el objeto de este estudio.
Romanos 5:5-11 nos muestran también esta característica: mostró su amor para
con nosotros, en que envió a su Hijo al mundo.
Primero vemos la revelación del gran misterio del evangelio: “de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para”. Lo dio quiere decir que lo
entrego para que fuese crucificado. Y esto “para que todo aquel que en Él cree, no
perezca, sino que tenga vida eterna”. Este versículo, como decía Lutero, es el
compendio de toda la Biblia, como la Biblia en miniatura. En efecto, se resume
toda la historia de la salvación, comenzando desde la eterna y soberana iniciativa
de Dios, llena de amor y de misericordia para salvar a la humanidad perdida, hasta
la consumación en la gloria eterna, de la salvación adquirida “de gracia, mediante
la fe” (ef. 2:8)
Especialmente en el versículo 16, se da énfasis en el “de tal manera”, esto es
como si dijese “así de grande fue el amor de Dios”; lo cual nos recuerda lo que el
mismo Juan escribe en 1 Juan 3:1 “Mirad que amor tan sublime nos ha dado el
Padre”. El amor de Dios haca e mundo fue tan grande que no pudo ser mayor, ya
que se hizo efectivo mediante la donación de su único Hijo, tan Dios como Él, al
mundo perdido, y no para dominar o enriquecerse en el mundo, sino para servir y
para morir en el suplicio atroz y afrentoso de todos los entonces conocidos, tras
haber vivid en tan suma pobreza, que todo lo que tuvo lo tuvo de prestado, desde
el pesebre en que nació hasta la tumba en que fue sepultado.
Otro punto que es necesario profundizar de sobremanera, es “de tal manera amó
Dios AL MUNDO”. Cuando vemos que el objeto del amor de este Dios tres veces
santo, infinitamente sabio, santo y poderoso, es este mundo pecador, rebelde,
perdido, que sólo merecía un castigo eterno, nuestro asombro crece o debe
crecer. El original dice claramente “al mundo”, a toda la humanidad que habita en
el cosmos, por lo que vemos claramente que el objeto del amor redentor de Dios
14. es toda la humanidad. La voluntad salvífica antecedente de Dios es universal y por
eso Cristo murió por todos, aunque no todos se beneficien de su muerte, sino sólo
lo que cree en Él. Decir que el Dios que es Amor amó sólo a un grupo de elegidos,
es un prejuicio teológico contrario a las Escrituras. La comparación con el Día de
la Expiación o Yom kippur (hebreo) nos aclara bien este concepto: así como la
expiación realizada por el sumo sacerdote una vez al año cubría os pecados de
todo el pueblo, de manera que Dios los pasaba por alto, no los tenía, no
descargaba sobre los pecadores su ira, aunque sólo fuesen realmente perdonados
los que se arrepentían personalmente de sus propios pecados, así también la obra
de Jesús en el calvario sirve para que hubiese “sanación para nosotros”, para que
Dios no les tenga en cuenta a los hombres sus pecados y poner la salvación a
disposición de todos los que quieran recibirla por medio de la fe y recibir así los
beneficios del pacto.
Un tercer punto importante para profundizar en estos versículos es que dio a su
Hijo “para que todo aquel que cree en Él no perezca”. La alternativa que se
presenta a todo aquel que rehúsa creer en Jesucristo como en su único Salvador
necesario y suficiente no es simplemente el no disfrutar del Cielo, ni siquiera el
perecer físicamente y ser aniquilado al final, como sostienen algunos grupos
dentro de algunas denominaciones cristianas, sino el perderse o arruinarse para
siempre: la muerte eterna consiste en estar siempre muriendo sin acabar nunca de
morir, así como la vida eterna consiste en siempre estar viviendo en plenitud, sin
temor de volver a morir. El propio Jesús, en Mateo 25:46, establece un perfecto
paralelismo antitético entre el castigo eterno de los impíos y la vida eterna, es
decir de los justos.
Un último punto es la antítesis de la condenación: “sino que tengan vida eterna”,
es decir: vida en plenitud y para siempre; una vida que se diferencia en calidad y
extensión de la vida terrenal. La expresión vida eterna aparece 17 veces en el
Evangelio de Juan y 6 veces en su Primera epístola; y connota la liberación de
toda esclavitud, con el perdón de los pecados, la participación de la naturaleza
divina, la adopción de hijos, la comunión con Dios en Cristo, la participación de su
amor, de su gozo (17:13) y de su paz. Al fin y al cabo, es una participación de la
15. vida de Dios. Como ya hemos hecho notar al explicar el versículo 3 Jesús
menciona el nacimiento de arriba antes de hablar de la fe en Él, porque solo el que
ha sido resucitado espiritualmente puede creer y dirigir una mirada angustiosa a la
cruz, solo quien ha sido despertado, puede ver la realidad. Por eso dice Pablo que
“se cree con el corazón” (Rom 10:9-10), porque Dios obra en lo más íntimo de
nuestro ser por medio de su Espíritu, antes de que nos percatemos de que ya
hemos nacido de nuevo.
El salvador fue levantado y en ese acto decisivo irrumpió la luz en el oscuro
mundo de la humanidad. Todo el que responde a esa luz con fe, ha pasado de la
muerte a la vida. Todo el que se refugia en la oscuridad muestra que ya está
condenado y que su destino es el de experimentar la ira de Dios por todos los
siglos.
Ni por un momento hemos de suponer que hay más de un camino a la salvación.
El tema está muy claro. Hay una luz, una sola. Y todo lo demás son tinieblas. Solo
hay un camino a la vida eterna y todo lo demás no es otra cosa que muerte
interminable.
16. CONCLUSIÓN
A modo de conclusión puedo referir que este pasaje es de mucha importancia en
el estudio teológico y en la vida del cristiano, ya que como decía Lutero resume el
plan salvador de Dios. Al tener una comprensión acabada de este pasaje,
podremos vivir con mucha claridad el evangelio y a la vez predicarlo con mucha
más autoridad.
17. BIBLIOGRAFÍA
• Leon Morris. El Evangelio de Juan. Ed. CLIE.
• Henry H. Halley. Compendio Manual de la Biblia. Casa Bautista de
Publicaciones.
• Lawrence O. Richards. “Nuevo Testamento, La Vida y Época”. Edit. Pataos.
• Macarthur. Biblia de estudio.
• Matthew Henry. “Comentario Bíblico”. Edit. CLIE.
• Holman. “Diccionario Bíblico Ilustrado”.
• Biblia versión Reina Valera 1960.
• Biblia versión Nueva Versión Internacional.
• Biblia versión Nueva Traducción Viviente.