En la primera parte del estudio de este capítulo hablamos de la importancia de dar conforme a la gracia de Dios, un don que al venir de arriba permite que los creyentes manifiesten en hechos tangibles el gozo de dar independientemente de su condición económica porque como lo comprobamos en la enseñanza de Yeshúa, muchas veces un pobre puede dar testimonio de dar más que un rico y no precisamente por la cantidad de dinero, sino porque delante de Dios unos dan más y otros dan menos dependiendo de las circunstancias en las que se encuentre la persona y no de su capacidad económica, solo para recordar este gran principio enseñado por el Maestro aquí la cita una vez más: • Marcos 12.- 41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento… De las propias palabras de Yeshúa es fácil deducir la esencia de lo que implica el dar de verdad y de corazón, es decir, aquello que delante de Dios es como incienso agradable por ser un sacrificio vivo. Es por ello que el apóstol Pablo continúa animando a los corintios para que no se priven de este que resulta un gran privilegio, contribuir para las necesidades de los hermanos...

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Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Rojas
Capítulo 8 (2ª. Parte) La gracia de dar
En la primera parte del estudio de este capítulo hablamos de la importancia
de dar conforme a la gracia de Dios, un don que al venir de arriba permite que
los creyentes manifiesten en hechos tangibles el gozo de dar
independientemente de su condición económica porque como lo
comprobamos en la enseñanza de Yeshúa, muchas veces un pobre puede dar
testimonio de dar más que un rico y no precisamente por la cantidad de
dinero, sino porque delante de Dios unos dan más y otros dan menos
dependiendo de las circunstancias en las que se encuentre la persona y no de
su capacidad económica, solo para recordar este gran principio enseñado por
el Maestro aquí la cita una vez más:
• Marcos 12.- 41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda,
miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos
echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un
cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os
digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el
arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su
pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento…
De las propias palabras de Yeshúa es fácil deducir la esencia de lo que implica
el dar de verdad y de corazón, es decir, aquello que delante de Dios es como
incienso agradable por ser un sacrificio vivo.
Es por ello que el apóstol Pablo continúa animando a los corintios para que no
se priven de este que resulta un gran privilegio, contribuir para las
necesidades de los hermanos;
2 Corintios 8.- 10 Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a
vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a
quererlo, desde el año pasado…

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Un Teólogo, predicador y comentarista puritano escribió lo siguiente:
…En este siglo abunda la misericordia de
labios, la cual es barata y, por lo tanto, como
fruto desechado, se encuentra en cualquier
lugar…
Jhon Trapp
De manera que Pablo les recuerda a los corintios su promesa por la que habían
comenzado a hacer esta colecta desde un año antes, así es que Pablo les
aconseja que en ese mismo ánimo continúen con ese propósito;
2 Corintios 8.- 11 Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que
como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme
a lo que tengáis…
Una vez más, Pablo reitera que las cantidades de dinero con las que pudieran
contribuir en realidad no constituyen lo más importante, pues algunos
pudieran sentirse avergonzados de aportar muy poco delante de quienes
pudieran aportar mucho, sin embargo, Pablo insiste en que lo más importante
es que nadie se prive del privilegio de contribuir con esta causa y por ello les
aconseja que cumplan con este propósito conforme a lo que tengan.
De manera que al aconsejar que contribuyeran, les indica que lo hagan con lo
que tengan, lo cual implicaba que lo hicieran sin incurrir en cualquier tipo de
irresponsabilidad respecto a las obligaciones que tenían en sus hogares. No
podemos dar lo que no tenemos. Dios va a considerar la actitud con que
demos, pero conforme a nuestras posibilidades económicas.
Y en este tema existe algo que debemos considerar siempre y tiene que ver
con la realidad de las cosas a fin de no caer en la actitud de aquellos ricos que
echaban en el arca de las ofrendas lo que les sobraba y es que resulta que si
somos personas que gastamos mucho en cosas que resultan ser lujos y nos
acabamos los recursos que pudieran haber sido ocupados en contribuir para
los pobres y al final pretendemos justificarnos en el hecho de que solo
contribuimos con lo que podamos, en esta hipótesis no aplica el principio que
enseña Pablo porque no estaríamos cumpliendo fielmente con el don de dar

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conforme a la gracia de Dios sino solo estaremos dando por compromiso, por
religiosidad, etc.
2 Corintios 8.- 12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta
según lo que uno tiene, no según lo que no tiene…
Esto es de suma importancia porque cuando el creyente tiene la voluntad
dispuesta para contribuir, debe permitírsele que lo haga conforme a sus
posibilidades y jamás estableciendo una cuota y cantidad determinada,
porque muchos, con tal de no ser señalados por los demás, serían capaces de
endeudarse inclusive con tal de llenar las expectativas de los organizadores
que erróneamente establecen condiciones, cantidades, etc. para que las
personas tengan este privilegio.
Lamentablemente este tipo de situaciones que viven en las congregaciones de
creyentes son el resultado de pretender seguir modelos creados por las
últimas generaciones en otro tipo de situaciones, por ejemplo, hablando de
algo diferente pero que sigue el mismo patrón, antes, los jóvenes que se iban
a casar enviaban invitaciones a la familia y amigos para que los acompañaran
en el evento de su boda.
Ahora, junto con la invitación acompañan una tarjeta de regalos para que en
caso de que asistas a la boda lleves un regalo de determinada marca de
prestigio o peor y más vergonzoso, te piden que en vez de regalo que les
entregues dinero y aún, te ponen las cantidades que puedes entregar y la
cuenta a la que debes depositar; es decir, que, aunque hayas sido invitado, si
eres pobre y no cuentas con la posibilidad de aportar, es mejor decidir no
asistir para que no te sientas avergonzado.
Aunque el ejemplo expuesto es en un contexto social, vemos que las personas
se olvidan de la gran importancia que tiene la esencia de dar, un principio que
ejercido libremente la persona debe sentirse con libertad de dar según lo que
tiene y sin sentirse avergonzada;
2 Corintios 8.- 13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y
para vosotros estrechez, 14 sino para que, en este tiempo, con igualdad, la
abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la
abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad…

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En la revelación que Dios le dio a Pablo, entendió que en el corazón de Dios
existe el anhelo de que el pueblo de Dios aprenda que lo que más le agrada a
Él es que entre su pueblo no haya diferencias marcadas por la pobreza de unos
y la riqueza de otros, sino que nazca en los corazones el entendimiento de que
las riquezas de unos deben cumplir con un propósito divino y ese propósito
divino se encuentra vinculado con los pobres del pueblo, de manera que las
riquezas que unos reciben son para probarles en misericordia y justicia.
Para poner en perspectiva este asunto vamos a ver otro ejemplo en las
escrituras que nos refleja con claridad lo que la gracia de Dios busca en los
corazones de los hombres al hacerles actuar con justicia haciéndoles entender
que Dios no quiere que en algunos haya abundancia y en otros estrechez, sino
que las cosas sean en común para el pueblo;
• Hechos 4.- 32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y
un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino
que tenían todas las cosas en común. 33 Y con gran poder los apóstoles
daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia
era sobre todos ellos…
Bajo el contexto de lo que hemos estado analizando acerca de la gracia de
Dios, podemos entender mucho mejor esta expresión de Lucas, como el
escritor del libro de los Hechos al decir que abundante gracia era sobre todos
ellos, es decir, la abundante influencia sobrenatural era sobre todos aquellos
que llegaron al punto de considerar que ninguno decía ser suyo propio nada
de lo que poseía; esto era producto de la abundante gracia en ellos;
• Hechos 4.- 34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque
todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio
de lo vendido…
La influencia del Espíritu de Dios era tal, que los que tenían riquezas las
vendían para que sus hermanos que eran pobres ya no lo fueran, porque la
gracia de Dios estaba haciendo que todos los creyentes fueran de un corazón
y un alma

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• Hechos 4.- 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada
uno según su necesidad…
No dice que los apóstoles se enriquecían recibiendo las contribuciones de los
creyentes, sino que todo lo que traían los hermanos era repartido entre los
pobres del pueblo;
• Hechos 4.- 36 Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por
sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita,
natural de Chipre, 37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio
y lo puso a los pies de los apóstoles…
En las cartas del nuevo testamento vemos muchos pasajes en que Yeshúa y
los apóstoles siempre enseñaron como mayor bien, el ayudar a los pobres del
pueblo;
• Hechos 20.- 32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra
de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con
todos los santificados. 33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a
los que están conmigo, estas manos me han servido. 35 En todo os he
enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y
recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es
dar que recibir…
En este pasaje por ejemplo, Pablo dice con toda claridad y con toda autoridad
que él les enseñó a la comunidad de Mileto a trabajar y les recuerda que jamás
codició nada de ellos, sino que por el contrario, habla de sus propias manos
que le han servido para trabajar y habla por supuesto del trabajo físico que en
ninguna manera nos impide buscar el tiempo para trabajar en el ministerio a
quienes hemos entendido que en realidad el desempeño de este servicio es
un verdadero honor y ésa es nuestra mejor paga, el honor que nos permite el
Señor, de servir a los suyos;
2 Corintios 8.- 15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el
que poco, no tuvo menos…

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En este versículo el apóstol Pablo citó el libro de éxodo en relación a la
provisión del maná, recordemos que el maná fue el único alimento que
sostendría con vida a Israel en el desierto y resulta muy interesante
precisamente para colocar en el contexto correcto lo que implica el verdadero
deseo de Dios respecto a su pueblo tocante a las cosas que los creyentes
requieren sustentar como verdaderas necesidades, las cuales deben ser
cubiertas de forma equitativa, conforme a la justicia de Dios;
• Éxodo 16.- 15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué
es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan
que Jehová os da para comer. 16 Esto es lo que Jehová ha mandado:
Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por
cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno
para los que están en su tienda. 17 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y
recogieron unos más, otros menos; 18 y lo medían por gomer, y no sobró
al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada
uno recogió conforme a lo que había de comer…
Esto fue exacto lo que sucedió en Hechos capítulo 4, cuando todas las cosas
eran en común para los hijos de Israel; de igual forma en el desierto todo el
sustento era común para todos los hijos de Israel y Pablo está hablando de ese
concepto bíblico que debe ser entendido en su contexto correcto para afirmar
el don de dar a nuestros prójimos;
• Éxodo 16.- 19 Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.
20 Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello
para otro día, y crio gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés…
¿Por qué se enojó Moisés? Porque esa actitud reflejó incredulidad por parte
del pueblo, falta de fe en que Dios continuaría sustentándoles en el desierto
al día siguiente. De la misma manera, muchas actitudes de los creyentes
reflejan cierta falta de fe, consideran que tienen que esforzarse mucho más
para poder hacer tesoros que les permitan sobrevivir tiempos difíciles.
Por supuesto que es bueno que trabajemos, que nos esforcemos en nuestros
trabajos y que seamos provisores, que nos hagamos del hábito del ahorro, sin

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embargo, hay una línea que no debemos rebasar, porque ello implicaría falta
de confianza en nuestro Señor de que Él proveerá, nosotros debemos hacer
lo propio como lo hicieron los israelitas, ellos salían a recoger el maná
diariamente durante seis días, nosotros debemos hacer lo mismo, debemos
salir a trabajar durante seis días esforzadnos con la confianza de que el Señor
seguirá sustentándonos, pues el trabajo secular inclusive proviene de Él;
• Éxodo 16.- 21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había
de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía…
El apóstol Pablo citó este pasaje de la Torah para que pudiéramos ver que en
todo lo que necesitamos, Dios provee a su pueblo y a pesar de que el propósito
de esta provisión sea que todos sean sustentados, siempre habrá algunos que,
rebasados por su propia codicia pretendan adquirir más, a pesar de que ellos
pretexten trabajar más, pues recoger el maná implicaba trabajar más;
2 Corintios 8.- 16 Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma
solicitud por vosotros. 17 Pues a la verdad recibió la exhortación; pero
estando también muy solícito, por su propia voluntad partió para ir a
vosotros…
El propósito de Pablo fue recomendar a Tito como persona digna de la
confianza de los corintios para recibir sus dineros;
2 Corintios 8.- 18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza
en el evangelio se oye por todas las iglesias; 19 y no sólo esto, sino que
también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra
peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros
para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad…
Recordemos que en varias ocasiones el apóstol Pablo se refirió en su
disertación a los que se encontraban con él y aunque en ocasiones era claro
poder identificar a quien se refería, en otras ocasiones no era posible
identificar con certeza de quien podría estar hablando como en este caso en
que se refiere a este hermano en la fe que acompañó a Tito y por la forma en
que lo describe se entiende que este hermano era reconocido por todas las
iglesias. De manera que, sin especular, en realidad no se sabe mas de este
hermano al que se refirió Pablo;

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2 Corintios 8.- 20 evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda
abundante que administramos 21 procurando hacer las cosas
honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los
hombres…
Pablo fue muy cuidadoso en el tema del dinero y su administración porque
siempre supo que el dinero si bien puede ser una bendición, también puede
ser causa de maldición como sucedió con Judas que, siendo administrador de
las contribuciones en el ministerio del Señor, su codicia lo llevó a la muerte;
2 Corintios 8.- 22 Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya
diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora
mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros…
Al tratarse de contribuciones importantes en su cantidad de dinero, Pablo
debió ser muy diligente en el manejo de esos recursos en virtud de que el
propósito era cubrir las necesidades de hermanos pobres que se encontraban
padeciendo necesidad en Jerusalén. En el tema de los dineros de los
hermanos, siempre debemos ser muy responsables y mantener nuestra
integridad intacta a fin de evitar chismes o en su caso malos entendidos, sino
por el contrario, obrar de tal manera que seamos dignos de contar con la
confianza de los hermanos;
2 Corintios 8.- 23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con
vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y
gloria de Cristo. 24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba
de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.
La petición de Pablo fue en el sentido de que los corintios se manifestaran en
abundancia de generosidad en esta obra de dar a fin de que la gracia de Dios
obrara en sus propios beneficios, pues, a fin de cuentas, Pablo por anticipado,
les manifestó que se gloriaba de la generosidad de los corintios…