Pablo nos enseña en esta carta que el propósito de la cruz es que las personas aprendan a tener vidas que van siendo transformadas conforme al conocimiento certero y fiel de la palabra de Dios, que es justo el verdadero evangelio, aquello que verdaderamente convierte el alma de los hombres y mujeres que han tomado la decisión de seguir el camino establecido por Jesucristo a través de aquella cruz, un camino que se caracteriza por la humildad, el sufrimiento, el servicio, el amor al prójimo y muchos atributos más de Yeshúa que fueron expuestos en la vida del apóstol Pablo, atributos que cuando son adquiridos, son el testimonio de que la ley perfecta de Dios ha convertido el alma de las personas...
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2ª. Corintios
Verso x Verso. Capítulo 1 (1ª. Parte)
Por: Humberto Rendón Rojas
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Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Rojas
Capítulo 1 (1ª. Parte) El regalo de la consolación
La segunda carta del apóstol Pablo a los corintios fue escrita en la ciudad de
Filipos de Macedonia y se piensa que fue escrita entre los años 55 al 57
después de Yeshúa, durante el tercer viaje misionero de Pablo.
En las escrituras esta carta del apóstol Pablo se encuentra registrada como la
segunda que envió a la comunidad de Corinto, sin embargo como ya lo
comentábamos en el estudio de la primera carta, parece que hubo otras cartas
que Pablo envió a esta comunidad que Pablo fundó cuando visitó la ciudad de
Corinto en el tiempo del emperador Claudio según lo describe el capítulo 18
del libro de los hechos. Después de haberse creado esta comunidad de
creyentes en la ciudad de Corinto, Pablo recibió cartas de parte de los
congregantes informándole acerca de algunos asuntos que estaban
representando algunos problemas en las relaciones entre los de la comunidad
y fue así como Pablo escribió lo que conocemos como la primera carta de
Pablo a los corintios en donde dio respuesta acerca de la forma en que los
congregantes debían resolver aquellos asuntos.
Sin embargo, al parecer, algunos de los hermanos en Corinto no estuvieron de
acuerdo con aquella primera carta que Pablo les envió y parece que hubo
quienes se negaron a aceptar las exhortaciones de Pablo y en consecuencia se
negaron a aceptar la autoridad espiritual de Pablo y en esta segunda carta
vemos que a Pablo le dolió aquella respuesta de algunos corintios, sin
embargo, en esta segunda carta Pablo les confirma a los corintios su amor
incondicional.
En esta segunda carta se evidencia que los corintios rechazaban a Pablo como
líder espiritual y Pablo mismo hace referencia a algunas razones por las que
era menospreciado, una de esas razones era porque Pablo era un hombre
pobre ya que como lo hemos confirmado, vivía de su propio trabajo y no era
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un hombre adinerado además de que por causa de ser constantemente
perseguido en ocasiones no tenía ni dónde vivir. De manera que cuando
comenzaron a llegar a la comunidad de Corinto otros predicadores que al
parecer eran más prósperos económicamente y quizás con mayor capacidad
oratoria, los corintios ya no tomaban en cuenta a Pablo, incluso se dice que
hasta se avergonzaban de él, una actitud que reflejaba la ingratitud muy
común entre muchos creyentes incluso hoy en día.
De manera que Pablo al darse cuenta de esas actitudes y de sus razones, habla
del menosprecio a su ministerio por parte de los corintios, un menosprecio
que en realidad reflejaba el menosprecio a Jesucristo, pues era al Señor a
quien menospreciaban más que a Pablo por causa del servicio fiel a la Palabra
que desempeñaba en beneficio de los corintios. Pablo expone las diferencias
radicales entre algunos líderes religiosos que se auto promocionan en sus
supuestos ministerios, en contraste con los apóstoles que, por causa de ser
esclavos de Yeshúa constantemente fueron perseguidos. La enseñanza de
Pablo que confirmó su propio ministerio es que todo trabajo de un siervo de
Yeshúa debe apuntar en todo y por todo a Yeshúa y no para sí mismos, en eso
radica el ser un esclavo de Jesucristo.
Sin embargo, los corintios llegaron a tal grado de ingratitud que le pidieron a
Pablo cartas de recomendación para confirmar que tenía autoridad para
desempeñar su ministerio, esto resultó tan ridículo que en su respuesta Pablo
exhibe la ingratitud de los corintios al decirles que ellos mismos eran esas
cartas, recordemos que esa comunidad ni siquiera existiría si Pablo no la
hubiera fundado.
En el curso de esta carta llega el momento en que Pablo aborda el tema del
nuevo pacto haciendo una comparación entre el pacto hecho por Dios y los
hebreos a la salida de Egipto y el nuevo pacto confirmado a través de la cruz;
en esa comparación Pablo expone las circunstancias que dificultaron cumplir
el objetivo de la ley en los hombres conforme al pacto dado en el Sinaí y por
otro lado las ventajas que representa la confirmación del nuevo pacto, pues
las reglas del nuevo pacto fueron establecidas nada menos que por el propio
testimonio de Yeshúa, es decir, una forma de vida conforme a todo lo que
representa la cruz, una forma de vida en cruz, es decir, una forma de vida en
humildad, mansedumbre, sacrificio, servicio, etc.
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De manera que a pesar de que el ministerio del apóstol Pablo estuvo
identificado por la pobreza económica y por el sufrimiento, siempre fue
enfocado para el servicio de la comunidad de los corintios y de otras
comunidades fundadas por él, lo que significa que esa manera de vivir del
apóstol Pablo en humildad, soportando el sufrimiento y la pobreza, justo
representó lo que expresa la cruz de Jesucristo, así podemos entonces
entender cuando Yeshúa dijo: …Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese
a sí mismo, y tome su cruz, y sígame…
Una de las pruebas de que los corintios en realidad aún no habían sido
transformados en sus corazones quedó expuesta cuando llegado el tiempo de
que fueran enviadas las contribuciones a los creyentes pobres de Jerusalén,
los corintios no estaban preparados como se les había pedido y es claro que
el problema no era el dinero, sino el corazón aún sin transformar de los
corintios.
Pablo concluye esta segunda carta a los corintios exhortándoles para que se
examinen y se den cuenta de que al estar embelesados con predicadores que
les estaban enseñando un evangelio diferente, en realidad eso demostraba
que aún no habían entendido la identidad de Yeshúa y al constatar que los
corintios no estaban llevando sus vidas con la transformación que debían
haber ya experimentado, Pablo les recomienda que cambien de actitud para
humillarse delante de Yeshúa.
Pablo nos enseña en esta carta que el propósito de la cruz es que las personas
aprendan a tener vidas que van siendo transformadas conforme al
conocimiento certero y fiel de la palabra de Dios, que es justo el verdadero
evangelio, aquello que verdaderamente convierte el alma de los hombres y
mujeres que han tomado la decisión de seguir el camino establecido por
Jesucristo a través de aquella cruz, un camino que se caracteriza por la
humildad, el sufrimiento, el servicio, el amor al prójimo y muchos atributos
más de Yeshúa que fueron expuestos en la vida del apóstol Pablo, atributos
que cuando son adquiridos, son el testimonio de que la ley perfecta de Dios
ha convertido el alma de las personas;
2 Corintios 1.- 1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el
hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los
santos que están en toda Acaya:…
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Pablo comienza la carta exponiendo la autoridad que le fue dada nada menos
que por Yeshúa mismo y escribe con claridad que es apóstol por voluntad de
Dios, esto marca el preámbulo de lo que veremos en el desarrollo de esta carta
porque precisamente uno de los temas que va a abordar Pablo es el ministerio
que desarrolla en el contraste con los ministerios que otros líderes estaban
desempeñando y que al impartir enseñanzas desenfocadas del verdadero
evangelio, habían provocado que los corintios desmerecieran las enseñanzas
de Pablo; así es que con esta expresión inicial, Pablo les recuerda a los
corintios que él es un embajador de Jesucristo por voluntad de Dios, lo que
implica por supuesto que el hecho de haber sido enviado a predicar el
evangelio de Yeshúa, contaba con el respaldo de Dios mismo y con la gracia
que el poder del Espíritu de Dios es capaz de influir en quien porta la Palabra
de verdad.
Y en seguida Pablo hace mención de Timoteo que se encontraba con él y se
dirige a la iglesia de Dios que está en Corinto. En realidad normalmente se le
toma poca importancia a esta segunda expresión cuando se dirige a la iglesia
de Dios, sin embargo, Pablo manifiesta en esta expresión cuán consciente
siempre fue de que muy a pesar de haber fundado esa congregación en
Corinto, jamás manifestó expresiones que hicieran sentir a las personas que
los congregantes se debían a él o peor aún, que la congregación formada en
Corinto le perteneciera a Pablo.
Lamentablemente hoy en día las personas que fundan un ministerio se
manejan como dueños de dicho servicio y dueños de las congregaciones, más
sin son congregaciones físicas al grado de imponer a los congregantes
determinadas reglas para ser parte, algo así como una membresía de socio.
Sin embargo, Pablo en todo momento solo se dedicó a entregar su servicio sin
considerar que le perteneciera algo de ninguna congregación, salvo gloriarse
en los propios creyentes por servirles;
2 Corintios 1.- 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo…
Este es el saludo muy característico del apóstol Pablo en todas sus cartas y al
conocer el concepto original etimológico de “gracia” como aquella influencia
divina en el corazón de las personas, entendemos que la consecuencia de
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dicha influencia espiritual en las personas les da paz y ambos aspectos vienen
de Dios el Padre y de Yeshúa nuestro Mesías como lo asegura en su propia
expresión Pablo.
Así es que en este saludo Pablo expresa lo que en verdad deseaba a aquellos
corintios;
2 Corintios 1.- 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Padre de misericordias y Dios de toda consolación…
La palabra “consolación” en el griego es la palabra “παράκλησις paráklesis” y
se traduce como “alentar, compasión que reconforta, ayuda”. Las palabras de
Pablo cobran todo sentido cuando reflexionamos en la condición en la que se
encontraban en general todos los creyentes en Yeshúa de aquella época por
causa de la persecución de que eran objeto, así es que el deseo de Pablo era
que Dios fuese para los corintios una verdadera consolación, la ayuda en el
espíritu que todos necesitamos en tiempos de tribulación.
La palabra griega “paráklesis” que es traducida como “consolación” y en
diversos textos del nuevo testamento se habla del Consolador en referencia
al Espíritu de Dios que de forma sobrenatural es el que consuela; así mismo la
palabra griega que se utiliza para “Consolador” es la palabra “παράκλητος
parákletos” y se traduce como “intercesor, abogado”;
Juan 14.- 15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al
Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros, y estará en vosotros…
Y resulta muy interesante que la misma palabra griega “παράκλητος
parákletos” se usa para describir a Yeshúa en su carácter de abogado;
1 Juan 2.- 1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si
alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo…
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De manera que de acuerdo al contexto del pasaje que analizamos es
importante considerar en qué sentido se ha traducido la palabra “parákletos”,
esto significa que para quienes creen en la doctrina de la trinidad, representa
un verdadero problema ya que les resulta aún más difícil identificar a quién se
refieren los textos que hablan del Espíritu Santo como “parákletos”, si al
mismo tiempo esa misma palabra es la que se utiliza en el griego para
identificar a Yeshúa, el Hijo. Así es que este es un argumento más en contra
del famoso dogma de la trinidad que sostiene la religión cristiana en general.
2 Corintios 1.- 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para
que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier
tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados
por Dios…
Entonces es muy importante que consideremos un entendimiento correcto
del concepto de consolación y en ese sentido debemos considerar el contexto
en el que se expone la palabra “parákletos” que como ya dijimos se traduce
conforme a los atributos del Espíritu de Dios (Influencia divina para alentar)
pero también conforme a los atributos de Yeshúa (abogado). Y para confirmar
nuestra convicción en estos casos es sano acudir al concepto bíblico original
que podemos encontrar en el antiguo testamento ya que recordemos que
Pablo y los demás apóstoles siempre usaron las escrituras que en su tiempo
existían, es decir, el llamado antiguo testamento.
En ese sentido, al aclarar el concepto hebreo de la palabra “consolación”
tendremos la oportunidad de conectar perfectamente la labor que cumple
tanto el Espíritu Santo como el Consolador prometido y la labor que realiza
Yeshúa hoy a la diestra del Padre como abogado de su iglesia ante el Padre;
Isaías 40.- 1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2
Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya
cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la
mano de Jehová por todos sus pecados. 3 Voz que clama en el desierto:
Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro
Dios…
En este pasaje la palabra “consolaos” en el hebreo es la palabra “nakjám” y se
traduce como “aliento, compadecer, compasión, aliviar”.
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Ahora bien, si el apóstol Pablo en su saludo habitual habla de consolación,
resulta muy importante que conectemos lo que las profecías hablan acerca
del tiempo de la consolación que llegaría a Israel y ése tiempo fue justo en el
tiempo de la venida del Señor Yeshúa;
Mateo 3.- 1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el
desierto de Judea, 2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado. 3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías,
cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del
Señor, Enderezad sus sendas…
Juan el Bautista estaba hablando del cumplimiento de la profecía de Isaías,
porque el tiempo de la consolación para Israel había llegado a través del Hijo
de Dios, Yeshúa.
En ese sentido, cuando Pablo dice que Jesucristo es quien nos consuela para
que estemos en aptitudes idóneas para poder consolar a otros, es una
referencia a lo que provoca en nuestras vidas la fe de Jesucristo, es decir, vivir
conforme a la forma en que nos enseñó a vivir a través de su doctrina, un
conocimiento que por causa del Espíritu de Dios va a generar en nosotros una
paz, un Shalom sobrenatural, por encima de las circunstancias de adversidad
en que nos encontremos. Es eso justo lo que nos va a permitir poder consolar
a otros que se encuentren en cualquier tribulación, porque sería muy difícil
que solo por nuestras propias capacidades pretendiéramos encontrar
consolación, encontrar aliento, alivio, pues es necesario contar con el
Parakleto, el que nos da consuelo y cumple la promesa que Dios le dio a Israel
desde tiempos antiguos, el tiempo de la misericordia por la obra sobrenatural
de la consolación que es, el regalo de nuestro Padre…
…Les digo estas cosas ahora, mientras todavía estoy con
ustedes. Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado
Defensor como mi representante, es decir, al Espíritu Santo,
él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he
dicho. Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón.
Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede
dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. Recuerden lo
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que les dije: me voy, pero volveré a ustedes. Si de veras me
amaran, se alegrarían de que voy al Padre, quien es más
importante que yo. Les he dicho estas cosas antes de que
sucedan para que, cuando sucedan, ustedes crean. No me
queda mucho tiempo para hablar con ustedes, porque se
acerca el que gobierna este mundo. Él no tiene ningún
poder sobre mí, pero haré lo que el Padre me manda, para
que el mundo sepa que amo al Padre. Vamos, salgamos de
aquí…
Juan 14:25-31