2 Corintios 9.- 12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos… La manifestación de la liberalidad es un testimonio claro de que es Dios el que obra en aquellos que se constituyen en dadores alegres, así es que el dar gracias a Dios es consecuencia directa de la manifestación de algo que solo proviene de Dios, su gracia, su influencia en los corazones de quienes ministran para suplir lo que a otros les falta y el glorificar a Dios es una muestra muy clara de que el testimonio de generosidad solo es producto de la obra sobrenatural de Dios en las personas. De manera que esa manifestación de liberalidad es una consecuencia de la obediencia al mensaje de Jesucristo, obediencia al evangelio; 2 Corintios 9.- 14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable! La palabra “inefable” en el griego es la palabra “ἀνεκδιήγητος anekdiégetos” que se traduce como “indescriptible” ésa es la característica de ese don que Dios provee a los dadores alegres y al hablar de una superabundante gracia, Pablo hace referencia a acciones que sobrepasan, exceden el común de la capacidad para manifestar la gracia de Dios… Gracias a Dios por los dadores alegres…

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Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Rojas
Capítulo 9 (3a. Parte) La gracia de dar
En este capítulo el tema continúa siendo el mismo que el del capítulo anterior,
la colecta para los creyentes pobres de Jerusalén. En el capítulo 8 analizamos
el concepto de la gracia de dar como un don de Dios, así es que constatamos
el gran interés de Pablo para que los Corintios completaran el proyecto de la
contribución económica que estaba pendiente de ser concretada.
Antes de esta carta, Pablo no consideró que fuese necesario escribir de este
tema porque los Corintios habían acordado con verdadero entusiasmo
implicarse en este apoyo económico. Sin embargo, se estaba dando una
diferencia de actitudes entre los macedonios y los corintios, esa diferencia
consistió en la rapidez con que se concretó el proyecto de los macedonios a
diferencia de los corintios y esa es la razón por la que tuvieron que recibir estas
palabras de exhortación por parte de Pablo para completar la obra y evitar
que la inconstancia impidiera concluir ése propósito;
2 Corintios 9.- 1 Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que
yo os escriba 2 pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío
entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y
vuestro celo ha estimulado a la mayoría…
La palabra griega para ministración es la palabra “διακονία diakonía” que se
traduce como servicio literalmente y es la misma palabra que se utiliza en el
versículo 29 del capítulo 11 del libro de los hechos que habla de la palabra
“socorro”; así es que podemos entender la palabra “ministración” en el
contexto del socorro que requería ser atendido con prontitud por parte de los
hermanos de Jerusalén que se encontraban en necesidad.
Las palabras de Pablo son una manifestación de confianza de que en realidad
a Pablo le constaba por el testimonio de Tito que efectivamente los corintios
tenían voluntad de participar en esta obra.

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Y como vemos en este pasaje Pablo habla no solo de Corintio como la capital
de Acaya, sino de toda aquella provincia en donde todas las iglesias de esta
región estaban listas desde hacía ya un año para esta gran obra de
contribución y como lo dice Pablo, de esta acción Pablo se gloriaba ante los
macedonios;
En la época de Pablo, Acaya era una provincia romana que incluía el
Peloponeso y el norte de Grecia al sur de Iliria, Epiro y Tesalónica que eran
distritos de Macedonia y Corinto era su capital. Al hablar de Macedonia y
Acaya por lo general significa toda Grecia. Macedonia y Acaya eran regiones
en la península griega. Macedonia estaba en el norte, y Acaya estaba en el sur.
Corinto era la ciudad líder de la región de Acaya. La región de Macedonia tenía
ciudades tales como: Filipos, Berea y Tesalónica.
Y una vez más Pablo habla de este celo correcto en relación a las cosas del
Señor, lo que significa que estaba hablando de un amor fidedigno por el amor
al prójimo cual mandamiento de la Torah;
2 Corintios 9.- 3 Pero he enviado a los hermanos, para que nuestro gloriarnos
de vosotros no sea vano en esta parte; para que como lo he dicho, estéis
preparados; 4 no sea que si vinieren conmigo algunos macedonios, y os
hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros,
de esta nuestra confianza…
En otras palabras, lo que Pablo les dice a los corintios es que los hermanos que
envió fueron para que cuando los macedonios vinieran que no les tomaran
por sorpresa sin estar preparada ya la contribución que habían prometido
para los pobres de Jerusalén.
Lo que a Pablo le preocupaba no era en sí su persona, pues al habar de que se
gloriaba de los corintios significa que hablaba muy bien de ellos en el tema de
la generosidad, por ello es que les aclara que podría avergonzarse Pablo si los
tomaran por sorpresa, pero en realidad los que se sentirían avergonzados
serían los propios corintios si fuera el caso de que mostraran negligencia en
un asunto que era por demás urgente atender al hablar de la necesidad de los
pobres de Jerusalén que debía ser atendida.

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Pablo estaba cuidando la reputación de los corintios, les estaba aconsejando
para que ellos no quedaran mal ante otras comunidades de creyentes en toda
aquella región;
2 Corintios 9.- 5 Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que
fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes
prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia
nuestra…
Pablo estaba entendido de que la verdadera intención de los corintios era la
de contribuir, así es que no es ese tema lo que le preocupaba, sino que lo que
le preocupaba a Pablo era el testimonio que podría no haber sido el adecuado
frente a los hermanos de otras comunidades y que en su caso se
malentendiera en su verdadera intención.
Anteriormente ya habíamos hablado de las acciones erradas que provocan
que los creyentes contribuyan en alguna causa pero bajo motivaciones
incorrectas, presionados, comprometidos, sin existir de por medio el atributo
tan importante del que hablo Pablo en el capítulo anterior acerca de la gracia
de dar, pues cuando este don de Dios fluye con naturalidad entre los
hermanos, entonces la generosidad es manifiesta a los ojos de cualquiera,
pero cuando el dar solo es el producto del compromiso social o religioso,
entonces lo que se manifiesta ante los demás es un dar, pero por exigencia, lo
cual es muy lamentable.
El ser generoso, de acuerdo al concepto bíblico y de acuerdo a la fe que
predicamos, la cual no es como el concepto del mundo, tiene más que ver con
la actitud en el dar, que con la cantidad que damos de acuerdo a la enseñanza
de Yeshúa, de manera que lo que Dios espera de aquellos que tienen la
posibilidad de dar a su prójimo en necesidad, tiene que ser en una actitud y
espíritu correctos;
2 Corintios 9.- 6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también
segará…
Pablo está hablando de un principio de la naturaleza misma, es claro que el
agricultor que siembra generosamente espera tener una cosecha abundante

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en su momento, sin embargo, este principio debemos entenderlo bajo el
contexto en el que Pablo está exponiendo estos pasajes, ya que una forma de
entender mal esta expresión es que Dios de alguna manera regresará
abundantemente a aquel que dio generosamente en el mismo aspecto, es
decir, en el aspecto económico, pero no necesariamente esto es así, el
principio que utiliza Pablo debemos entenderlo en el aspecto de las
bendiciones que podemos recibir y que si hemos sido generosos con una
actitud y un espíritu correctos, entonces recibiremos bendición de Dios que
incluso puede ser de mejor manera que solo en el aspecto económico, sino
que pueden ser bendiciones en salud, en paz, etc.
Pablo hablando de las dádivas que los filipenses le hicieron llegar para suplir
sus necesidades, manifestó su gratitud hablando de su deseo de que Dios
supliera lo que les faltase no conforme lo desearan los filipenses, sino
conforme las riquezas en gloria en el Mesías;
• Filipenses 4.- 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a
sus riquezas en gloria en Cristo Jesús…
Esto significa que no deberíamos pensar solo en el aspecto económico
respecto a la forma en que podemos cosechar cuando hemos manifestado
generosidad del corazón y el mayor ejemplo lo recibimos del Mesías
precisamente al hablar de sus riquezas en gloria, pues con su pobreza nos dio
riqueza como lo analizamos en el capítulo anterior;
• 2 Corintios 8.- 9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 10 Y en esto doy mi
consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes,
no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado…
El pasaje anterior nos da una idea muy clara de lo que en realidad debemos
esperar cuando sembramos generosamente. Esta cosecha a la que se refirió
el apóstol Pablo debe ser entendida en ambos términos; tanto en la
recompensa espiritual de la vida eterna, como en las bendiciones terrenales
con las cuales Dios honra al generoso de corazón;

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2 Corintios 9.- 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni
por necesidad, porque Dios ama al dador alegre…
Efectivamente Pablo en este pasaje está haciendo referencia al hecho que ha
repetido en varias ocasiones y que tiene que ver con la disposición que de
antemano ya habían manifestado los corintios de participar en la contribución
a los hermanos de Jerusalén, de manera que les recuerda eso precisamente,
que ellos ya habían propuesto en su corazón dar, así es que les pide que
prosigan en el cumplimiento de eso que se propusieron pero que no lo hagan
con tristeza ni por necesidad.
Esto último resulta muy interésate porque muchas personas al dar, lo hacen
pensando que Dios les va a bendecir con aquello de lo que tienen necesidad y
esa no es la actitud correcta, porque como ya lo comentamos, nosotros
pudiéramos pensar que tenemos ciertas necesidades por cubrir en el aspecto
económico, pero quizás la prioridad de Dios no es suplir esas necesidades
económicas pues quizás para Dios es más importante bendecirnos con salud,
por ejemplo.
En el templo de Jerusalén había dos arcas, una, era para depositar lo que
ordenaba la ley y la otra, era para contribuciones de buena voluntad, así que
de forma religiosa algunos daban con tristeza lo que era obligatorio dar, pero
otros, daban alegremente, conscientes de su amor a Dios, y por compasión a
los pobres sabiendo cuál era el destino de esas contribuciones. Así es que los
primeros, simplemente hacían lo que requería la ley, pero los segundos, a esos
son los que Dios ama;
De manera que cuando damos con un corazón dispuesto, no por los motivos
equivocados sino simplemente priorizando la suplencia de las necesidades de
nuestros prójimos, entonces ante el Señor somos dadores alegres, por cuanto
que no esperamos algo en específico como recompensa, sino porque en el dar
esta nuestra alegría y por eso nos ama el Señor.
Y en el siguiente versículo Pablo nos confirma que lo que debemos esperar
como cosecha abundante no necesariamente tiene que ver con riquezas
económicas;

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2 Corintios 9.- 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra;
El poder de Dios hará que en nosotros abunde esta cosecha, es decir, su gracia,
porque abundar en gracia de Dios significa recibir abundante influencia
sobrenatural para entender que cuando tenemos lo suficiente, esa influencia
de Dios, su gracia, hará que abundemos en toda buena obra, pues cuando no
contamos con esa gracia, nuestra naturaleza siempre nos hará mucho más
difícil ser abundantes en generosidad, esa es la diferencia entre quienes
abundan en toda gracia y quienes aún no reciben ese hermoso regalo.
Yeshúa hablando de este tema, se refirió a la recompensa a la que Pablo se
refiere como cosecha en este capítulo, la cual podemos recibir;
• Mateo 10.- 41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta,
recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es
justo, recompensa de justo recibirá. 42 Y cualquiera que dé a uno de
estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es
discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa…
2 Corintios 9.- 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia
permanece para siempre…
Aquí Pablo citó el salmo 112 para referir las bendiciones de todo aquel que
teme al Señor en el contexto de la prosperidad por la justicia;
Salmo 112.- 1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa en la tierra;
La generación de los rectos será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa,
Y su justicia permanece para siempre.
4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos;
Es clemente, misericordioso y justo.
5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta;
Gobierna sus asuntos con juicio,
6 Por lo cual no resbalará jamás;

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En memoria eterna será el justo.
7 No tendrá temor de malas noticias;
Su corazón está firme, confiado en Jehová.
8 Asegurado está su corazón; no temerá,
Hasta que vea en sus enemigos su deseo.
9 Reparte, da a los pobres;
Su justicia permanece para siempre;
Su poder será exaltado en gloria.
10 Lo verá el impío y se irritará;
Crujirá los dientes, y se consumirá.
El deseo de los impíos perecerá.
2 Corintios 9.- 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come,
proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de
vuestra justicia…
Y citando al profeta Isaías Pablo se refiere a Dios que es Poderoso para hacer
que abunde en nosotros toda gracia, de la misma manera en que da semilla al
que siembra y pan al que come;
• Isaías 55.- 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y
no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y
da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que
sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié…
Una vez más, Pablo cita las sagradas escrituras para enfatizar el contexto de la
verdadera prosperidad que provee la gracia del Señor en quienes reciben este
regalo para ser dadores alegres;
2 Corintios 9.- 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad,
la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios…
Y en este momento Pablo habla de la liberalidad, un concepto que tiene que
ver con una virtud que consiste en ser desprendido, distribuir generosamente
lo que es suyo y que al hacerlo no espera recompensa, en eso consiste la
liberalidad y es en ese sentido que la liberalidad produce riqueza en quienes

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reciben el beneficio de los que dan con liberalidad y provoca que den gracias
a Dios por lo que hacen los corazones de liberalidad;
2 Corintios 9.- 12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple
lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de
gracias a Dios; 13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a
Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la
liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos…
La manifestación de la liberalidad es un testimonio claro de que es Dios el que
obra en aquellos que se constituyen en dadores alegres, así es que el dar
gracias a Dios es consecuencia directa de la manifestación de algo que solo
proviene de Dios, su gracia, su influencia en los corazones de quienes
ministran para suplir lo que a otros les falta y el glorificar a Dios es una muestra
muy clara de que el testimonio de generosidad solo es producto de la obra
sobrenatural de Dios en las personas.
De manera que esa manifestación de liberalidad es una consecuencia de la
obediencia al mensaje de Jesucristo, obediencia al evangelio;
2 Corintios 9.- 14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes
aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 15 ¡Gracias
a Dios por su don inefable!
La palabra “inefable” en el griego es la palabra “ἀνεκδιήγητος anekdiégetos”
que se traduce como “indescriptible” ésa es la característica de ese don que
Dios provee a los dadores alegres y al hablar de una superabundante gracia,
Pablo hace referencia a acciones que sobrepasan, exceden el común de la
capacidad para manifestar la gracia de Dios…
Gracias a Dios por los dadores alegres…