La preocupación de Pablo era que en su visita encontrara el mismo problema antiguo que tuvo que reprender, pues estas actitudes que mencionó Pablo son fruto de una manera de vivir en la carne y esa era la preocupación de Pablo; así es que por ello les advierte a los corintios que, si ellos no estaban en un estado agradable para Pablo, lo que implicaba un estado agradable delante del Señor, entonces la condición y actitud de Pablo para con los corintios tampoco sería agradable, aquí vemos el carácter de Pablo. Pablo habló de la humillación que Dios podía hacer de Pablo entre los corintios si es que en realidad los creyentes aún estuviesen con aquellos pecados que mencionó. Esto tiene que ver con lo que cualquiera que se dedique a la enseñanza de la Palabra de Dios puede sentir cuando se da cuenta de que los creyentes que estudian con él, con el paso del tiempo no avanzan en sus vidas conforme al propósito y objetivo que persigue un ministerio. Pablo nos enseña que la mentalidad de un verdadero siervo debe caracterizarse por el dolor en el corazón del siervo por los pecados de los creyentes, porque la ira de Dios no se manifiesta en quienes pecan solamente, sino que la ira de Dios se manifiesta en contra de los que han pecado y no se arrepienten de sus pecados. Por eso Pablo enseña que no debemos esperar la perfección en los creyentes, pero sí deberíamos esperar su sinceridad, en el arrepentimiento por sus pecados…

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Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Rojas
Capítulo 12 (2ª. Parte) El aguijón en la carne
El Señor le dijo a Pablo: “Bástate mi gracia” cundo Pablo le pidió que le quitara
aquel aguijón en la carne, de manera que literalmente de lo que estamos
hablando es en términos espirituales poderosos conforme al atributo de la
gracia, nada menos por supuesto si consideramos que la gracia es la influencia
de Dios en las personas que determina su proceder en la vida, así es que esta
influencia que sería suficiente para Pablo, operaría con gran poder para el
cumplimiento de sus propósitos en el ministerio que estaba ejerciendo;
2 Corintios 12.- 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades,
en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando
soy débil, entonces soy fuerte…
Una vez más, esta es la razón por la que comúnmente las personas suelen
decir que las cartas de Pablo son difíciles de entender, sin embargo ello no
tiene nada que ver con la capacidad intelectual o inteligencia de las personas
como un atributo para entender mejor las cartas de Pablo, pues como lo
hemos confirmado, el entendimiento y discernimiento de las cosas santas solo
pueden ser entendidas por medio del espíritu, así es que esta expresión de
Pablo: …porque cuando soy débil, entonces soy fuerte… resulta muy difícil de
entender si tratamos de comprender de qué está hablando si no tomamos el
contexto de su mensaje.
Recordemos que Pablo nos está hablando de un contraste de lo que
representa el aguijón en la carne y el poder de Dios que se fortalece en esa
debilidad, así es que aunque estos son dos aspectos antagónicos, se
encuentran totalmente vinculados cuando quienes sufrimos alguna aflicción
permanente como la sufrió Pablo, lejos de manifestar quejas y caminar con un
espíritu apagado, nos gloriamos en nuestras debilidades, pues ese gloriarnos
implica enaltecer y darle gloria a Dios a pesar de aquello que pudiera implicar
un aguijón en la carne en nuestras vidas.

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Para exponerlo de una forma muy práctica podríamos considerar que cuando
los creyentes fallan en los rasgos de carácter que deben adquirir por causa de
estar ya viviendo bajo el gobierno y la voluntad de Dios, en realidad lo que
podrían considerar como fortaleza viene a ser su debilidad porque no hay
frutos de espíritu en sus vidas y como consecuencia, se encuentran más
ligados a los designios de la carne, por ello son débiles y no permiten que el
poder de Dios se fortalezca en sus vidas, mientras que por el contrario, un
creyente que poco a poco ha ido adquiriendo el carácter conforme al varón
perfecto, hablando claro del hombre y la mujer en referencia a un carácter
que refleja los frutos del espíritu y esto por la constancia y la cotidianidad de
una forma de vida que se rige por los mandamientos de Dios, esa persona en
realidad es fuerte, porque ése carácter adquirido le fortalece justo en su
debilidad. Es por ello que Pablo aseguró que el Poder de Dios se fortalece en
nuestras debilidades, porque por el cumplimiento de los mandamientos no
importa qué debilidad podríamos tener, porque la ley del Señor nos da lo que
necesitamos en carácter para ser fuertes en los aspectos débiles de nuestra
carne.
Así es que, si tú consideras que tienes algún aguijón en la carne, lo cual, el
mundo ve como una debilidad en ti, considera que siempre que le des la gloria
y honra al Señor a través de tu obediencia en su ley, esa actitud en sí misma
te hará fuerte siempre que seas obediente a sus mandamientos. En el
ministerio de Pablo fue evidente que él era débil en su carne además claro de
ese aguijón al que se refirió, pero el Espíritu de Dios le suministraba la fuerza,
el poder para gloriare en esa debilidad. Por ello el apóstol pudo decir: "Por
tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
el poder de Cristo more en mí". Ésta fue la reacción de Pablo a la respuesta del
Señor: “Bástate mi gracia”. Pablo se gloriaría en sus debilidades y no en el
hecho de que había tenido una visión en las revelaciones del Señor que le
llevaron al tercer cielo, algo por supuesto muy impresionante.
Por otro lado, en este tema, no debemos caer en el error de algunas personas
ascéticas. El ascetismo es la condición, la doctrina y el resultado de una vida
que busca la austeridad, el rechazo del materialismo con lo cual buscan una
supuesta elevación espiritual. El ascetismo se incorporó a lo largo de la historia
a las religiones como el cristianismo, el budismo y el islam. Los ascetas, en este
marco, argumentan que ese estilo de vida es la única forma para tener una

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verdadera comunión con Dios, lo cual por supuesto es una falacia. Esa práctica
resulta totalmente opuesta a lo que se refiere el apóstol Pablo ya que Pablo
no buscó ese aguijón en la carne, sino que el aguijón vino a su vida, de manera
que el contexto es totalmente opuesto a la práctica religiosa que ya
mencionamos.
Así es que resulta muy importante entender por qué Pablo se expuso a sí
mismo con debilidad; consideremos que Pablo en realidad no era un hombre
que pudiera considerarse débil, pues como sabemos, Pablo viajaba por el
mundo antiguo llevando el evangelio de Yeshúa a pesar de sufrir
persecuciones, Pablo soportó naufragios y cárceles, tuvo la fortaleza para
predicarle a reyes y también a esclavos, Pablo estableció grandes
congregaciones preparando a los líderes responsables de aquellas
congregaciones, así es que Pablo no era un hombre débil en carácter ni
físicamente hablando, sino por el contrario, podríamos estar seguros de que
Pablo era un hombre muy fuerte físicamente hablando y también en carácter
porque eso es justo lo que te provee la torá.
Así es que fue la gracia depositada en Pablo lo que le hacía fuerte a pesar de
su aguijón en la carne. En su carta a los filipenses Pablo escribió lo que
podemos ver como el resultado de una fortaleza que es consecuencia de vivir
conforme a la ley del Señor;
• Filipenses 4.- 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo
y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener
hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece…
2 Corintios 12.- 11 Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me
obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada
he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy…
En este momento el apóstol Pablo expresó lo que pudiera entenderse como
una disculpa por lo que comenzó a escribir y que analizamos desde el capítulo
10 de esta carta en donde les dice a los corintios que bien podría actuar
osadamente y que estaba dispuesto a proceder contra quienes acusaban a
Pablo por el supuesto hecho de que anduviese en la carne, lo que pudiera
entenderse en otras palabras que vivía como un gentil, una persona que no

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vive bajo el gobierno de Dios. Así es que por ello habla de que los corintios lo
obligaron a gloriarse, pero reconoce que fue necio porque no debió gloriarse
en las cosas que no valían tanto como el gloriarse en lo que el poder de Dios
estaba perfeccionando en su vida, su debilidad.
Al haber dicho que Pablo debió ser alabado por los corintios frente a aquellos
que se decían grandes apóstoles, lo dijo por el propio bien de los corintios, no
porque Pablo esperara alguna alabanza en otro sentido, pues los corintios no
defendieron ni apoyaron la posición de Pablo como apóstol cuando aquellos
supuestos apóstoles lo criticaban y lo juzgaban con mentiras, a eso se refiere
Pablo al decir que los corintios debieron alabarlo–defenderlo frente a aquellos
impostores. Lo que le molestaba a Pablo era la influencia de aquellas personas
a las que se refiere como supuestos grandes apóstoles porque Pablo sabía
perfectamente lo que una influencia espiritual que no es del Espíritu de Dios
puede provocar en los creyentes.
2 Corintios 12.- 12 Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre
vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros…
Y aquí Pablo habla de señales que caracterizaban a un verdadero apóstol de
Yeshúa, ya que estas señales como lo advirtió fueron hechas con paciencia
entre los corintios. Con esto tenemos otro argumento más para desechar a los
otros supuestos grandes apóstoles de la actualidad, aquellas personas que se
autonombran apóstoles de forma fraudulenta y esta característica que
menciona Pablo fue un gran testimonio a lo largo del ministerio del apóstol
Pablo.
La palabra “señales” que usó en este pasaje el apóstol Pablo es la palabra
griega “σημεῖον semeíon” y se traduce como “una indicación sobrenatural, un
milagro”. Y sabemos que el apóstol Pablo manifestaba estas señales que le
identificaban como apóstol de Yeshúa;
• Hechos 20.- 7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para
partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y
alargó el discurso hasta la medianoche. 8 Y había muchas lámparas en
el aposento alto donde estaban reunidos; 9 y un joven llamado Eutico,
que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por
cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer

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piso abajo, y fue levantado muerto. 10 Entonces descendió Pablo y se
echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. 11
Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente
hasta el alba; y así salió. 12 Y llevaron al joven vivo, y fueron
grandemente consolados…
2 Corintios 12.- 13 Porque ¿en qué habéis sido menos que las otras iglesias,
sino en que yo mismo no os he sido carga? ¡Perdonadme este agravio!...
Recordemos que Pablo se refirió a no tomar contribuciones para su ministerio
de parte de los corintios, así es que en ese contexto les pide que lo perdonen,
aunque podría entenderse como una expresión con cierto sarcasmo por parte
de Pablo;
2 Corintios 12.- 14 He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a
vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros,
pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los
hijos…
Pablo les hizo saber a los corintios que, a pesar de organizar la colecta para los
hermanos de Jerusalén, él no tomaría de esos recursos para su apoyo
personal, sino que continuaría sirviendo a los corintios, pero sin ser gravoso.
Esto es de suma importancia porque un ministro (siervo) jamás debe ser
gravoso a la congregación al recibir apoyo cuando no es apropiado, o al recibir
demasiado apoyo como algunos acostumbran. Es bueno que una persona que
ejerce un ministerio pueda ser apoyado en gratitud por los creyentes; pero
aquel que se engrandece a sí mismo, y que aumenta sus riquezas por medio
del despojo a los creyentes, debe de ser exhibido. En el corazón de esos falsos
siervos, el amor al dinero ya tiene un trono en sus vidas y en cuanto a su
supuesta profesión espiritual, no es nada; ellos son como un sepulcro
emblanquecido, y una abominación ante de los ojos del Señor.
Aquí vemos el amor de Pablo por los corintios, se refiere a ellos como a hijos
y después de hacer referencia al hecho de que no ha recibido contribuciones
económicas de ellos, les confirma que en cuando vaya a visitarles por tercera
ocasión no les será gravoso porque a diferencia de aquellos supuestos grandes
apóstoles, Pablo no buscaba lo suyo, es decir, pablo no estaba interesado en

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obtener beneficios de los corintios, porque lo que en realidad le interesaba
eran ellos mismos, sus vidas, la salvación de sus almas.
Y en este sentido todo creyente debe recibir esta importantísima enseñanza
de Pablo, porque al decir que los hijos no deben atesorar para los padres sino
los padres para los hijos, el apóstol está usando una práctica común y
cotidiana en todas las familias en lo que hoy se le conoce como herencia
(atesorar), pues en términos normales los padres buscan poder dejar algún
patrimonio a los hijos cuando falten, pero lo que no es común o que no es una
costumbre es que los hijos formen algún patrimonio para los padres.
En esta analogía Pablo enseña a todo creyente a discernir de quiénes deben
recibir enseñanza, porque al utilizar la analogía de los padres y los hijos, lo que
Pablo dijo fue que un verdadero ministro, alguien que desempeñe un
verdadero llamado a la enseñanza de la Palabra de Dios debe tener la actitud
como la de un padre por sus hijos, porque el amor de Pablo por los corintios
es una de las cosas que todos podemos testimoniar a través de estas dos
cartas que Pablo dirigió a aquella comunidad. Un padre reprende, pero
también consuela, un padre cela a los hijos, pero su celo está fundamentado
en la entrega total en el cuidado ante una mala influencia;
2 Corintios 12.- 15 Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo
me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más,
sea amado menos…
Por supuesto que en estas palabras Pablo expresó dolor por todo lo que
estaba pasando en su relación con los corintios, sin embargo, una vez más
vemos que el amor verdadero de un siervo implica soportar el dolor de ser
menospreciado, en esto consiste lo sobrenatural de un verdadero siervo y su
servicio, porque llega a ser un reflejo muy claro del testimonio de Yeshúa que
amó hasta la muerte y muerte de cruz. Pablo aprendió esto de su Maestro
Yeshúa y aunque imperfecto en algunos aspectos, sincero, verdadero en el
amor que siempre tuvo por las ovejas del Señor.
Podemos dar, y podemos hacerlo de muchas maneras; ¿pero nos resentimos
cuando damos o servimos? ¿Damos contemplando ciertas expectativas? Pues
una forma en como nos podemos dar cuenta si estamos dando de forma
correcta o incorrecta es ver nuestra reacción cuando nuestro servicio es

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menospreciado. ¿Sentimos resentimiento? El servicio de Pablo era
menospreciado por los corintios, pero él aun así no lo tomó a mal, sino que
entendió la naturaleza humana de los creyentes y continuó entregando su
servicio por amor y gratitud a Dios;
2 Corintios 12.- 16 Pero admitiendo esto, que yo no os he sido carga, sino que
como soy astuto, os prendí por engaño, 17 ¿acaso os he engañado por
alguno de los que he enviado a vosotros? 18 Rogué a Tito, y envié con él al
hermano. ¿Os engañó acaso Tito? ¿No hemos procedido con el mismo
espíritu y en las mismas pisadas? 19 ¿Pensáis aún que nos disculpamos con
vosotros?...
Pablo hace estas preguntas una vez más para hacer reaccionar a los corintios
acerca de las cosas que se decían de Pablo por parte de los supuestos grandes
apóstoles pero que solo se las decían a los corintios para desacreditar sin
fundamento a Pablo. Veamos otra traducción de este pasaje:
• 2 Corintios 12.- 15 Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y
hasta yo mismo me desgastaré del todo por ustedes. Si los amo hasta el
extremo, ¿me amarán menos? 16 En todo caso, no les he sido una carga.
¿Es que, como soy tan astuto, les tendí una trampa para estafarlos? 17
¿Acaso los exploté por medio de alguno de mis enviados?
(Nueva Traducción Internacional NTI)
Pablo está demostrando que la acusación de que está siendo astuto en mal
sentido, es falso. Él les recuerda a los corintios que ni él, ni ninguno de los que
estaban con él, se habían comportado jamás de una manera inapropiada
delante de ellos y pone a Dios por testigo de ello.
2 Corintios 12.- Delante de Dios en Cristo hablamos; y todo, muy amados,
para vuestra edificación…
Esta afirmación del apóstol Pablo expresa lo que representaba su trabajo en
la edificación de los creyentes que a fin de cuentas es el mayor y más precioso
objetivo en cualquier ministerio serio y honesto;

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2 Corintios 12.- 20 Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como
quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros
contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones,
soberbias, desórdenes; 21 que cuando vuelva, me humille Dios entre
vosotros, y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado,
y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han
cometido.
La preocupación de Pablo era que en su visita encontrara el mismo problema
antiguo que tuvo que reprender, pues estas actitudes que mencionó Pablo son
fruto de una manera de vivir en la carne y esa era la preocupación de Pablo;
así es que por ello les advierte a los corintios que, si ellos no estaban en un
estado agradable para Pablo, lo que implicaba un estado agradable delante
del Señor, entonces la condición y actitud de Pablo para con los corintios
tampoco sería agradable, aquí vemos el carácter de Pablo.
Pablo habló de la humillación que Dios podía hacer de Pablo entre los corintios
si es que en realidad los creyentes aún estuviesen con aquellos pecados que
mencionó. Esto tiene que ver con lo que cualquiera que se dedique a la
enseñanza de la Palabra de Dios puede sentir cuando se da cuenta de que los
creyentes que estudian con él, con el paso del tiempo no avanzan en sus vidas
conforme al propósito y objetivo que persigue un ministerio.
Pablo nos enseña que la mentalidad de un verdadero siervo debe
caracterizarse por el dolor en el corazón del siervo por los pecados de los
creyentes, porque la ira de Dios no se manifiesta en quienes pecan solamente,
sino que la ira de Dios se manifiesta en contra de los que han pecado y no se
arrepienten de sus pecados. Por eso Pablo enseña que no debemos esperar la
perfección en los creyentes, pero sí deberíamos esperar su sinceridad, en el
arrepentimiento por sus pecados…