1. Otoño 2020
Definición de metalepsis II
Prof. Víctor Alejandro Ruiz Ramírez
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales
Colegio de Arte Digital
2. Citas textuales extraídas de Genette, Gerard, Metalepsis. De la
figura a la ficción. Buenos Aires: F.C.E.
3. “(…) otro efecto plenamente propio del cine consiste en la
aparición, momentánea o no, en una película de un actor
famoso, u otra personalidad muy conocida dentro del mundo
del cine, que figura “haciendo de él mismo” (…) hecho que
introduce en una diégesis ficcional una presencia
extraficcional (…)” (83).
4. “(…) el fundido sonoro. Se trata de ese procedimiento de
transición -de una toma o, más generalmente, de una
secuencia a otra- que consiste en empezar a hacer oír, hacia
el final de una escena, un efecto sonoro (musical o "natural”)
perteneciente a (la diégesis de) la escena siguiente. (87)
5. “El cine comparte con el teatro otra oportunidad para la
metalepsis que necesariamente es desconocida por la
ficción narrativa: su posibilidad de hacer que recaigan
sobre el mismo actor o la misma actriz varios personajes
(…)” (89)
6. “(…) consejo dado a Velázquez por su maestro Pacheco: “La
imagen debe salir del marco”. Ésa bien puede ser una
definición de la metalepsis. Definición posible, pero parcial,
pues nuestra figura consiste igualmente en ingresar dentro
de ese marco: en ambos casos se trata de franquearlo.’’ (93)
7. “Precisamente ese “Estoy allí” (e improvisadamente “Ustedes
están allí”) figurado, y casi ficcional, me autoriza a anexar una
vez más a la metalepsis esos efectos de hipotiposis alucinada
que incluso podría bautizarse como "efectos de presencia
(…)” (109).
8. “Esa capacidad de hacer intrusión en la diégesis, de la que el
autor se vale a sus anchas, puede extenderse de igual forma a
ese otro habitante del universo extradiegético que es el
lector.” (110)
9. “el acto de soñar está -en principio, sin que su recíproco sea
posible- incluido en la vida del soñador; también porque el
relato de uno de sus sueños puede incorporarse con toda
naturalidad al de su vida. Con todo rigor, esa inserción no
debería traer aparejado cambio alguno de nivel diegético,
pues el curso de los acontecimientos o de las visiones oníricas
se inscribe, sin modificar la instancia narrativa, dentro del
lapso vivido por el personaje en cuestión, referido por él
mismo o por un narrador externo (…)” (135)
10. “(…) una ficción siempre es metadiegética con respecto a la
realidad tanto como a otra ficción a la que parasita.”
(…) hay metalepsis cuando el pasaje de un "mundo” a otro se
encuentra enmascarado o subvertido de alguna forma (…)”
(137)
11. “(…) el sueño es un procedimiento metadiegético, y por ende
potencialmente metaléptico, (…)” (140)
12. “(…) metaleptógeno: a medida que se suceden los episodios,
el público poco a poco llega a identificar a los actores con los
personajes que ellos interpretan, para los que se vuelven
cada vez más indispensables, y de los que les costará mucho
desprenderse para eventualmente proseguir su carrera.”
(140)
13. “Cualquier ficción está impregnada por distintas metalepsias.
Y cualquier realidad, cuando se reconoce en una ficción, y
cuando reconoce una ficción dentro de su propio universo
(…)” (154)