Utilidad clínica del examen general de la orina en la interpretación de las enfermedades del sistema renal y urinario.
El análisis de orina es indispensable en cualquier evaluación inicial de salud o enfermedad Este artículo es una completa y detallada guía de como hacer e interpretar el urocultivo
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PATOLOGÍA CLÍNICAPATOLOGÍA CLÍNICA
INVESTIGACIONES APLICADASINVESTIGACIONES APLICADAS
UrocultivoUrocultivo
Aleida. Villa*, B. Moreno, A. Navarro, JM. Baselga, R. Pueyo.
Exopol. Pol. Río Gállego, calle D, Parcela 8, 50840 – San Mateo de Gállego (Zaragoza, España).
2. El tracto urinario de cualquier animal, a excepción de la porción distal de la uretra, es estéril.
Las infecciones pueden llegar por vía uretral o hematógena, se suelen diagnosticar por los
síntomas clínicos, los hallazgos en el sedimento urinario y el cultivo microbiológico.
El tracto urinario, no posee flora microbiana autóctona, excepto en la porción distal de la uretra
que puede ser colonizada por la flora normal de la piel. En los animales, la infección del tracto
urinario (ITU) se origina por vía ascendente a partir de la uretra y en menor proporción, por vía
hematógena.
Las infecciones del tracto urinario se diagnostican habitualmente por la sintomatología clínica,
la presencia de leucocitos y bacterias en el sedimento urinario y el cultivo microbiológico.
La infección urinaria es una de las infecciones más frecuente en la práctica veterinaria por lo
que el urocultivo se debe pedir siempre que se observe un sedimento urinario patológico, con o
sin síntomas clínicos en el animal.
El urocultivo nos servirá para saber qué bacteria está infectando, la cantidad y su sensibilidad o
resistencia a los antibióticos.
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3. En el cultivo de la orina se cuantifica el número de bacterias presentes, y se expresan como
unidades formadoras de colonias (UFC) por ml, una UFC representa una bacteria.
El termino UFC se emplea porque el urocultivo se realiza sembrando 1 ó 10 µl de orina en una
placa de cultivo y contando la aparición de colonias bacterianas visibles a simple vista en las
primeras 24 horas.
Si sembramos 1 µl de orina multiplicamos por 1000; si ponemos 10 µl multiplicamos por 100
para obtener el número de colonias por ml de orina. Se considera que cada una de estas
colonias procede de una bacteria viva.
De las orinas de segunda micción extraídas a chorro y aquellas con muchas bacterias en el
sedimento sembraremos 1 µl de muestra.
Se recomienda sembrar también en agar sangre, McConkey, Saboreaud, ya que algunos
uropatógenos no crecen en CLED, tales como Shiguellas, hongos o levaduras.
Cuando la orina ha sido obtenida por punción vesical, se recomienda la siembra por
inundación en CLED, agar sangre más un medio selectivo-diferencial para bacilos Gram
negativos o la siembra directa de 100 µl (1 colonia = 10 UFC/ml).
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4. Figura 6. Las orinas se depositan con micropipeta o con asa bacteriológica calibrada en placa de
medio CLED (Cystine Lactose Electrolit Deficient). La gota se extiende con un asa de vidrio
Drigalski haciéndola girar en circulo hasta hacer una circunferencia de 6 cm sobre la que
haremos opcionalmente estrías muy juntas y en varias direcciones, hasta cubrir toda la
superficie. Se incuban a 35º–37º C en atmósfera aerobia, con placa invertida y se leen a las 24
horas; en caso de negatividad se dejan otras 24 horas antes de dar como negativo el cultivo. Si
se sospechan hongos o levaduras se incubarán 48h más al ambiente.
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Las características morfológicas del crecimiento de especies de bacterias uropatógenas
que multiplican en medio CLED son comunes en todas las especies de animales
Escherichia coli: colonias opacas, amarillas con más
intensidad en el centro, alrededor de 1,25 mm. Las
especies no fermentadoras de lactosa son de color azul.
Salmonella sp.: colonias planas de color azul.
Corynebacterium sp.: colonias grises muy pequeñas.
Staphylococcus aureus: colonias amarillas de alrededor
de 0,75 mm diámetro. Staphylococcus coagulasa
negativo: colonias amarillo pálido – blancas.
Klebsiella sp.: colonias mucoides, de color variable de amarillo al blanco azulado.
OTROS
Proteus sp.: colonias azules traslúcidas más pequeñas que E. coli.
Enterococcus faecalis: colonias amarillas, alrededor de 0,5 mm diámetro.
Lactobacillus sp.: similar a Corynebacterium, pero con superficie rugosa.
6. La orina de los animales con infecciones
complicadas (infección en un aparato
urinario con alteraciones morfo-
funcionales), son más prolíficas e
incluyen hasta dos tipos bacterianos.
Las infecciones del tracto urinario
causadas por microorganismos de
crecimiento más lento como los hongos se
consideran significativos recuentos entre
10.000 y 100.000 UFC/ml.
Cuando se aíslan más de tres tipos de
colonias bacterianas diferentes, existe una
alta probabilidad de que se deba a
contaminación de la muestra durante la
recogida, por lo que se debe solicitar
nuevas muestras.
Los microorganismos de las orinas
consideradas positivas serán
identificados y se les realizará el
antibiograma correspondiente.
Modelo del Comité de Expertos de la Sociedad Americana de
Enfermedades Infecciosas
Sustituye a las definiciones de Kass empleadas hasta la década de
los 90 para informar el urocultivo.
Bacteriuria simple: >100 UFC/ml de una especie microbiana
uropatógena con sedimento patológico ó >1000 UFC/ml con
sedimento patológico.
Bacteriuria asintomática: bacteriuria >100 000 UFC/ml de una
especie microbiana y sedimento negativo.
Bacteriuria significativa: >100 000 UFC/ml de una especie
microbiana y sedimento patológico.
Bacteriuria complicada: >100 000 UFC/ml de dos agentes
bacterianos (enterobacterias) con sedimento reactivo.
Prostatitis aguda: cualquier recuento (enterobacterias).
Urocultivo negativo: no se observa crecimiento bacteriano o
bacteriuria <100 UFC/ml de una especie microbiana.
Muestra contaminada: recuento <10,000 UFC/ml con más de 2
tipos microbianos.
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7. La bacteriuria se considera significativa cuando
existe un mínimo de bacterias para considerar la
existencia de una infección.
En animales sintomáticos, 100 UFC/ml se
correlaciona con una infección simple (infección
urinaria en un aparato urinario previamente sano)
cuando están producidas por cultivo puro de
gérmenes uropatógenos, tales
como: Corynebacterium renale, C. bovis, C.
pseudotuberculosis, C. pyogenes;
Actinobaculum (Eubacterium) suis, Salmonella sp.
entre otros.
Estos microorganismos actúan y se desarrollan
especialmente en la mucosa vesical, en ocasiones
con escasa infección urinaria, las colonias aparecen
tardíamente en los medios de cultivo.
Deben ser sospechados en aquellas muestras con
pH alcalino, leucociturias y cristaluria de estruvita
y cultivos de orina negativos a las 24 horas de
incubación.
ITUITU
Infección del tracto urinarioInfección del tracto urinario
La correcta interpretación se realiza conjuntamente con los
datos del sedimento urinario, ya que la piuria, en general, es el
principal criterio diagnóstico de ITU.
A veces la piuria no se acompaña de bacteriuria (piuria estéril)
y pueden ser ITU causadas por microorganismos no
detectados por las técnicas habituales de urocultivo
(mycobacterias, hongos, Chlamydias etc.) o por inflamación del
tracto urinario de causa no infecciosa (tumores, tóxicos entre
otros).
Cualquier situación que de lugar a estasis en el tracto
urinario producirá por lo general infección. En algunas ITU
hay presencia de hematíes en la orina. Ej. Cistitis hemorrágica.
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8. La mayoría de las ITU son causadas por
un solo microorganismo y el aislamiento
de más de dos microorganismos, puede
representar contaminación o raramente
infección polimicrobiana (más frecuente
en animales con ITU complicadas,
asociadas con obstrucción o abscesos
renales).
En las ITU puede mantenerse piuria unos
días después de iniciar el tratamiento
antibiótico, sin que ello signifique fracaso
terapéutico.
Las infecciones urinarias son bajas cuando
la presencia de bacterias se limita a la
vejiga (cistitis), próstata (prostatitis),
uretra (uretritis) y altas cuando hay
invasión del tejido renal (pielonefritis).
En la clínica veterinaria detectamos con
más frecuencia las ITU de las vías altas,
pielonefritis y ureteritis, que las de vías
bajas: cistitis.
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Cistitis aguda: se caracteriza por la presencia de piocitos y
bacterias.
Cistitis crónica: los piocitos pueden faltar o son muy escasos.
Uretritis: bacteriuria significativa, la muestra de orina puede
estar libre de piocitos, a menos que haya también prostatitis o
cistitis.
Prostatitis crónicas: suelen contener piocitos y bacterias
porque en los machos, las infecciones renales o prostáticas se
acompañan por lo general de cistitis.
Pielonefritis aguda grave: la piuria puede ser tan intensa que
produce una orina turbia con olor fétido y bacteriuria
significativa.
Pielonefritis crónica: el sedimento tiene predominio
leucocitario con células epiteliales y bacteriuria significativa.
Piuria estéril: cuando, en presencia de piuria, el cultivo de orina
es estéril, también se deberá considerar la posibilidad de
infección tuberculosa.
9. La insuficiencia renal es casi siempre
una consecuencia de las pielonefritis;
también lo son la nefritis embólica,
la amiloidosis y las nefrosis.
La eficiencia de las funciones del
riñón se reduce durante las
enfermedades de los uréteres, la
vejiga, la uretra y por supuesto las
propias del riñón que tienen como
consecuencias:
Alteraciones de la excreción de
productos de desecho metabólico.
Alteraciones de la homeostasis de
proteínas.
Alteraciones del metabolismo ácido-
básico.
Alteración de la homeostasis de los
solutos y el agua.
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El correcto funcionamiento de los riñones es vital para cualquier especie
animal, pero es crítico para los animales de producción y en gestación.
Las infecciones urinarias agudas sin tratar, o tratadas inadecuadamente, son la base para
la instauración de una pielonefritis crónica imposible de corregir, con la subsiguiente
aparición de insuficiencia renal.
10. La insuficiencia renal es casi siempre
una consecuencia de las pielonefritis;
también lo son la nefritis embólica,
la amiloidosis y las nefrosis.
La eficiencia de las funciones del
riñón se reduce durante las
enfermedades de los uréteres, la
vejiga, la uretra y por supuesto las
propias del riñón que tienen como
consecuencias:
Alteraciones de la excreción de
productos de desecho metabólico.
Alteraciones de la homeostasis de
proteínas.
Alteraciones del metabolismo ácido-
básico.
Alteración de la homeostasis de los
solutos y el agua.
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El correcto funcionamiento de los riñones es vital para cualquier especie
animal, pero es crítico para los animales de producción y en gestación.
Las infecciones urinarias agudas sin tratar, o tratadas inadecuadamente, son la base para
la instauración de una pielonefritis crónica imposible de corregir, con la subsiguiente
aparición de insuficiencia renal.