1. TRES APRENDIZAJES Y UN SOLO PROPÓSITO
Metareflexión - Ambientes de aprendizaje apoyados con TIC
Por: César Acevedo Cruz
Cuando decidí inscribirme a la Maestría en Educación que ofrece la Universidad de los
Andes llamó fuertemente mi atención la posibilidad de tener un énfasis o profundización
en TIC (denominado: Concentración), lo que coincidía con mis expectativas frente al
uso de herramientas tecnológicas para fortalecer mi práctica profesional. Este
semestre, al inscribir la materia “Ambientes de aprendizaje apoyados con TIC” sentí que
era el espacio pedagógico que estaba buscando, no obstante, al iniciar el curso
encontré que no íbamos a empezar con las “herramientas TIC” sino que el camino era
otro. Decidí aceptar la propuesta y en su desarrollo he encontrado más aprendizajes de
los que pensé. De manera general los podría resumir en tres: fundamentación teórica,
inmersión profunda en los contextos o ambientes educativos y aprendizaje colaborativo.
En el proceso de fundamentación teórica fue importante el acercamiento a varios
autores para entender concepto como el diseño instruccional, la importancia de la
planeación y sus etapas. Así encontramos que este se define como: “un proceso
sistemático que se emplea para el desarrollo de programas de educación y formación”
(Gustafson, 2002, p.16), donde sistema hace referencia a un conjunto integrado de
elementos que interactúan (Banathy, 1987), y se caracteriza por ser interdependiente
(donde todos los elementos están conectados), sinérgico (con la premisa de: “el todo
mayor que las partes”), dinámico (que permite ser adaptable y es cambiante) y
cibernético (con una comunicación eficaz entre los elementos). Con esta información
fue clara la necesidad de abordar el problema educativo de una forma planificada y
adecuadamente estructurada. La construcción del primer texto fue valiosa para llegar a
estas precisiones y para cambiar una idea que tenía en mi imaginario de lo
“instruccional” como simple secuencia de órdenes para llegar a un objetivo y ampliar
mis referentes teóricos hacia la existencia de modelos de aprendizaje constructivistas
dentro de este contexto.
2. De igual manera, en esta fase de teorías previas fue enriquecedor el recorrido por las
teorías de aprendizaje (conductismo, cognitivismo, constructivismo y conectivismo), que
me permitieron recordar y reforzar conceptos trabajados en abstracto con la posibilidad
de ponerlos en escena, a través de las clases preparadas por cada grupo desde la
teoría asignada. En esta actividad, desde la lectura previa, pasando por el diseño de
una clase, su puesta en escena, la lectura de las actividades de otros grupos y los
mismos ejercicios compartidos en la sesión presencial me posibilitaron el aclarar dichas
teorías. En particular, mi experiencia con el “Conectivismo” me acercó a postulados que
desconocía aun cuando en muchas ocasiones los había utilizado en mi práctica
profesional. Por ejemplo, la definición de aprendizaje como “las conexiones que se
forman entre las neuronas como resultado de la experiencia”, o la “habilidad de
distinguir entre información relevante o no” y el gestionar el conocimiento como
conectar a personas precisas, en el contexto adecuado (Siemens, 2006, p.39). Además,
al preparar y presentar una clase basada en esta teoría pude encontrar aciertos y fallas
de mi rol como maestro y como diseñador.
El segundo aspecto fue sorprendente, pues la inmersión dentro del ambiente de
aprendizaje fue reveladora, pues cuando propuse mi contexto (clase de Comunicación y
Tecnología) para ser trabajado, consideraba que ya tenía el problema identificado y que
debía empezar a responder a esa necesidad, sin embargo, el proceso juicioso de
acercarnos a la realidad me ha mostrado muchas aristas de lo que simplemente yo
había observado y nos presentaron un panorama mucho más amplio y claro de la
realidad. Este proceso inició con la revisión documental que nos desveló un espacio
con muchas fortalezas pero con carencias fundamentales. Pero quizá lo más valioso
fue acercarnos a los protagonistas: los estudiantes, los profesores y los padres de
familia, quienes nos ayudaron a completar el panorama de la necesidad real de nuestro
contexto. El oír a compañeros docentes y a mí mismo como entrevistado nos favoreció
para comprender dinámicas y roles, entender satisfacciones y angustias que han
existido dentro de éste. La voz de los estudiantes nos invita a pensar en sus intereses y
capacidades, lo que los decepciona y lo que los motiva. El ambiente familiar nos da un
marco social para tomar decisiones que realmente favorezcan los aprendizajes.
3. Esta etapa nos llevó entender la importancia del trabajo en equipo, pues gracias a la
participación activa y comprometida de cada uno de los integrantes del grupo fue
posible la construcción del proceso de análisis y los documentos resultantes. Fueron
decisivos los acuerdos iniciales, el cumplimiento con las reuniones programadas, la
elaboración puntual de las tareas asignadas y el adecuado uso de las herramientas de
comunicación y los instrumentos de construcción colectiva (Google Drive).
De la misma forma, la dinámica de trabajo permitió confrontar las ideas individuales, las
reflexiones personales con las del grupo, a fin de enriquecer el discurso con las
coincidencias pero también con las discrepancias, la posibilidad de ver con otros ojos,
complementar, debatir, reforzar o reorientar las construcciones.
Y no menos importante el ejercicio de leer y evaluar a nuestros pares, actividad que
dentro de nuestra profesión es muy poco usada pues generalmente somos muy
cerrados con nuestras aulas y nuestros entornos, por temor a la crítica o a quedar en
evidencia, no obstante, aquí fue posible mirar a otros, con sus aciertos y sus faltantes,
desde el respeto y la buena intención sugerir, evaluar y calificar las actividades. Y no
solo en esa vía, sino en la contraria: exponer nuestro trabajo al ojo de nuestros
compañeros y ser sometidos también a la evaluación, con la posibilidad de identificar
nuestras falencias no como error a castigar sino como oportunidad para replantear y
mejorar nuestra producción. La creación de blogs personales y sites grupales nos ha
permitido acercarnos a las construcciones y reflexiones de nuestros compañeros y
encontrar cómo otras personas también tienen problemas similares a los nuestros, a
observar cómo los abordan y aprender de esta experiencia. Por ejemplo, en el primer
escrito personal la compañera Emilce Coy refería:
“Las TIC, son una forma de conseguir exitosamente los objetivos de la enseñanza, en la
medida en que es posible aprovechar al máximo el potencial de los estudiantes, cuando
su diario vivir se centra en el uso de las redes sociales, bases de información y en
general medios tecnológicos que les ocupa un alto porcentaje de su tiempo” (2015).
4. El leer su escrito me permitió reflexionar sobre la constante exposición de los
estudiantes a las TIC, la necesidad que ellos sienten de estar conectados al mundo
virtual y todas las posibilidades que esto nos brinda como educador. Ahora, después
del trabajo realizado en lo que va del semestre, estos conceptos se van reforzando no
solo desde nuestras experiencias sino desde la evidencias encontradas (encuestas a
estudiantes).
Ahora surgen muchos interrogantes sobre cómo continuar el proceso. Después de una
fase intensa, con muchas luces pero también con algunas carencias, será necesario
hacer los ajustes indicados en el proceso de evaluación. Pero, de cara al diseño del
ambiente, las preguntas va respecto a: ¿cómo delimitar el trabajo dentro de un marco
adecuado a los tiempos y recursos disponibles?, ¿qué aprendizajes se pondrán en
juego en el ambiente propuesto?, ¿cuáles elementos curriculares se deberán abordar?,
¿cómo y qué tipos de herramientas TIC serán las más pertinentes para incluir?
Desde lo evidenciado en el proceso de análisis la idea inicial esta en ponernos de
acuerdo, como grupo, en los alcances de nuestro ambiente; definitivamente se requiere
una revisión curricular desde lo existente (con algunos de los insumos ya consultados y
otros referentes que los complementen) y acudiendo a la literatura especializada. A
partir de esto, podremos definir los aprendizajes deseados, que sean coherentes con
todo el proceso y que cumplan con los objetivos del ambiente. Igualmente una revisión
teórica y de experiencias en el campo nos permitirán tomar decisiones respecto a las
herramientas TIC y su uso adecuado.
De esta manera, el camino recorrido ha sido valioso pero aún falta mucho por decir. Los
referentes teóricos han sido de suma importancia para ampliar el conocimiento y definir
la organización del trabajo; la inmersión en el contexto ha dado luces sobre la realidad
en la que vamos a intervenir y nos ha demostrado que existen otros tipos de fuentes de
conocimiento como los son cada uno de los implicados; y el trabajo en equipo, de forma
colaborativa, así como las opiniones y experiencias de los demás grupos son
5. beneficiosas en la construcción de nuestro ambiente de aprendizaje pero,
fundamentalmente, en nuestra experiencia educativa a nivel profesional.
6. Referencias
Banathhy, B. (1987). Instructional system design. Instruccional technology: Foundations:
New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
Coy, E. (2015). Educar en el siglo XXI. Ambientes de aprendizaje con TIC. Blog de
clase. Tomado de: http://emilcectic.blogspot.es/1422244346/educar-en-el-siglo-
xxi/
Gustafson, K. L., & Branch, R. M. (2002). What is instructional design. Trends and
issues in instructional design and technology.
Siemens, G. (2006). Connectivism: Learning Theory or Pastime of the Self-Amused?
Recuperado de: http://www.elearnspace.org/Articles/Connectivism_response.doc