Este documento describe la relación entre la familia y la escuela y su impacto en la autonomía y responsabilidad de los niños. Explica que la familia y la escuela deben colaborar como un sistema educativo, con el mismo objetivo de educar y formar ciudadanos. También analiza factores que afectan negativamente la relación familia-escuela, y concluye que la participación activa de los padres en el proceso educativo mejora el rendimiento y desarrollo de los estudiantes.