1. La Ira, y su Intervención
Psicológica
Andreina Yarselys Escalona Carrasco
2. LA IRA
Reacción de irritación, furia o cólera causada por la
indignación y el enojo de sentir vulnerados nuestros
derechos- Izard describe la ira como una respuesta
emocional primaria, que se presenta cuando un organismo
se ve bloqueado en la consecución de una meta o en la
satisfacción de una necesidad.
3. CARACTERÍSTICAS DE LA IRA
1. Se ha considerado como una emoción Moral: se produce ante situaciones de
rotura de compromisos, promesas, expectativas reglas de conducta y todo lo
relacionado con la libertad personal.
2. Es un sentimiento displacentero que genera un impulso apremiante por
eliminar o dañar al agente causante.
3. Posee un importante componente MOTIVACIONAL es junto con el miedo las
dos emociones más intensas y pasionales potencialmente peligrosas ya q su
propia función es el destruir las barreras del entorno en situaciones extremas
se puede llegar a generar reacciones de odio y violencia tanto verbal como
física.
4. DESENCADENANTES DE LA IRA
Las emociones están muy ligadas a nuestros pensamientos, por lo que una
situación puede ser “vivida” de formas muy diferentes en función de la persona.
Por eso, más que referirnos a situaciones “objetivas” que dan lugar a la emoción
de ira, lo correcto es referirse a los pensamientos asociados a esa situación que
causan ira. La ira es una emoción que aparece cuando nos vemos sometidos a
situaciones que producen frustración o nos resultan desagradables, pues nos
sentimos atacados.
5. DESENCADENANTES DE LA IRA
Situaciones frustrantes
Obstrucción del acceso a una meta: cuando la consecución de nuestros objetivos se ve interrumpida, la
valoración cognitiva (los pensamientos) que la persona lleve a cabo sobre la relación entre su
conducta y el resultado de la misma determinará el tipo de emoción resultante. Cuando se estima
que se puede actuar sobre los factores que bloquean su acceso, restableciendo las situaciones
previas, aparece la ira.
Transgresión de las normas y derechos: cuando se sobrepasan las normas sociales, se vulneran
nuestros derechos o nos tratan de una forma injusta sentimos ira.
Extinción de contingencias aprendidas: cuando no aparece la recompensa que esperamos tras realizar
una conducta nos enfadamos (por ejemplo cuando no sale la lata de coca-cola después de
introducir la moneda).
6. DESENCADENANTES
Situaciones aversivas
Las experiencias desagradables favorecen la emoción de ira facilitando la
expresión de conductas agresivas. El ejemplo más claro de ello es la experiencia
de dolor. Así por ejemplo, cuando algo nos duele, florece nuestro mal carácter.
Saber qué nos desquicia nos ayudará a poder controlar la ira.
7. La expresión de la ira y sus consecuencias
Existen dos grandes formas de expresión de la ira. La expresión externa de la ira se refiere a
cuando nuestra expresión del enfado permite a los otros saber que estamos enfadados a través de
nuestros gestos, expresiones faciales o tono de voz. Por el contrario, la expresión interna de la ira
se refiere a la expresión del enfado “hacia dentro”, es decir, los demás no tienen porqué saber que
estamos enfadados pero nosotros sí lo sabemos gracias a las sensaciones de tensión o los
pensamientos de venganza que albergamos.
La expresión externa de la ira de forma inadecuada puede dar lugar a problemas interpersonales.
Sin embargo, la expresión interna de la ira puede mantener este estado demasiado tiempo, dando
lugar a un elevado nivel de activación psicofisiológica que se relaciona enormemente con
problemas de salud, especialmente a nivel cardiovascular (hipertensión, infarto, etcétera).
Además, la ira interna se acompaña de emociones negativas como frustración, tristeza…
8. Perfil de las personas que experimentan más estados de ira
No todas las personas reaccionan igual ante las situaciones de conflicto. Existen rasgos de personalidad
y del entorno sociocultural que actúan modulando distintos aspectos del proceso emocional de la ira.
Factores personalidad: experimentan más estados de ira las personas extrovertidas frente a las
introvertidas. Los neuróticos tienen una ira más intensa y frecuente que las personas con bajo
neuroticismo. Así mismo, las personas con más autoestima y con un mayor rasgo narcisista tienden
a experimentar ira de forma más frecuente.
Factores ambientales o del contexto: el contexto sociocultural modula la expresión de ira (por ejemplo
parece peor vista en clases socioeconómicas altas). En las sociedades individualistas como la
nuestra está mejor aceptada que en las colectivistas (por ejemplo la cultura oriental), donde se da
un importante valor al autocontrol y a la inhibición de la ira.
9. COMO CONTROLAR LA IRA
No podemos plantearnos prevenir la ira puesto que, como hemos dicho, es una
emoción básica que debe aparecer. Su ausencia sería motivo de una posible
patología emocional. Por eso, el objetivo es experimentar la ira en las situaciones
que así la requiere, pero eso sí, sabiéndose expresar y gestionar de una manera
adecuada, en definitiva aprender a controlar la ira. Así, un enfado sano nos
permite detectar y resolver problemas, conseguir metas y aliviar o superar
obstáculos que nos impiden alcanzarlos. Por el contrario, un enfado excesivo
puede bloquearse emocionalmente, dificultandose percibir de forma adecuada la
situación.
10. PAUTAS PARA CONTROLAR LA IRA
Detecta las primeras señales de ira: esto es fundamental para que comiences a
autorregularse, impidiendo que tus pensamientos y sensaciones físicas se
incrementen.
Intenta tranquilizarte para poder pensar. Para ello, a veces es necesario salir de
la situación evocadora de la ira siempre que sea posible y esto no suponga
otra provocación para la persona con la que discutes.
Al menos como primer intento, intenta restar importancia a lo que ha sucedido
dando opción al “malentendido”.
11. PAUTAS PARA CONTROLAR LA IRA
Dale las vueltas justas. No estés pensando en lo mismo toda la semana.
Date tiempo, y da tiempo a la otra persona para que se pase el momento de
máximo enfado, lo que en psicología denominamos como fase de explosión.
Gestionar el enfado no significa reprimir. Por ello, cuando te encuentres más
calmando expresa qué te ha molestado empleando un estilo de
comunicación asertivo (haciendo ver tu punto de vista pero respetando el de
los demás).