La ira es una emoción básica y universal. Básica porque está al servicio de nuestra supervivencia a partir de tres funciones; la facilitación del desarrollo rápido de conductas de defensa-ataque, la vigorización de nuestra conducta y la regulación de la interacción social. Universal porque cualquier miembro de la especie sano experimenta ira.
2. La ira es una emoción básica y universal. Básica porque está al
servicio de nuestra supervivencia a partir de tres funciones; la
facilitación del desarrollo rápido de conductas de defensa-ataque, la
vigorización de nuestra conducta y la regulación de la interacción
social. Universal porque cualquier miembro de la especie sano
experimenta ira. Por lo tanto, enfadarse no sólo es normal sino
también necesario. Sin embargo, cuando la ira es demasiado
frecuente en nuestras vidas o desproporcional, aparecen los
problemas. Por eso, además de experimentarla, debemos aprender
a controlar la ira y saber cómo expresarla.
3. Situaciones
frustrantes
• Obstrucción del acceso a una meta: cuando la consecución de
nuestros objetivos se ve interrumpida, la valoración cognitiva (los
pensamientos) que la persona lleve a cabo sobre la relación entre su
conducta y el resultado de la misma determinará el tipo de emoción
resultante. Cuando se estima que se puede actuar sobre los factores
que bloquean su acceso, restableciendo las situaciones previas, aparece
la ira.
• Transgresión de las normas y derechos: cuando se sobrepasan las
normas sociales, se vulneran nuestros derechos o nos tratan de una
forma injusta sentimos ira.
•Extinción de contingencias aprendidas: cuando no aparece
la recompensa que esperamos tras realizar una conducta nos
enfadamos (por ejemplo cuando no sale la lata de coca-cola después de
introducir la moneda).
4. Situaciones adversas
Las experiencias desagradables
favorecen la emoción de ira facilitando la
expresión de conductas agresivas. El
ejemplo más claro de ello es la
experiencia de dolor. Así por ejemplo,
cuando algo nos duele, florece nuestro
mal carácter.
Saber qué nos desquicia nos ayudará a
poder controlar la ira.
5. La manera instintiva, natural de expresar ira es
responder agresivamente. La ira es una
respuesta natural, de adaptación a las
amenazas. Inspira numerosos sentimientos y
comportamientos, a menudo agresivos, que
nos permiten luchar y defendernos cuando
somos atacados. Una cierta cantidad de ira, por
lo tanto, es necesaria para nuestra
supervivencia.
Expresar los sentimientos de enojo de una
forma asertiva, no agresiva , es la forma más sana de
expresar la ira. Para ello, tenemos aprender a dejar claro
cuáles son nuestras necesidades, y cómo obtenerlas, sin
lastimar a otros. Ser asertivo no significa ser agresivo o
exigente, sino que significa tener respeto a uno mismo y
a los otros.
Puede calmarse por dentro. Esto significa no sólo
controlar su comportamiento exterior, sino también
controlar tus respuestas internas, tomando medidas
para reducir su ritmo cardíaco, calmarse y dejar que
desaparezcan los sentimientos.
Para que nada ni nadie salga lastimado.