1. Mini Tema ilustrado 2. La Hispania romana y
la monarquía visigoda
A. Introducción:
Roma se encuentra a la Península Ibérica iniciando su Historia. Los distintos pueblos que la
habitaban seguían desarrollando sus formas de vida y de cultura propia, cuando la rivalidad entre
Roma y Cartago (III a.C), por el dominio del Mediterráneo, dio lugar a las guerras Púnicas y es
cuando los romanos pisarán la Península por primera vez (218 a.C).
B. Etapas de la conquista romana (III-I a.C):
1º Etapa (este y sur, siglo III-II): Durante
la Segunda Guerra Púnica, los cartagineses
tenían importantes asentamientos en el
levante peninsular desde donde atacaban a
Roma por Francia y los alpes, Roma invadió
esas colonias (Cartago Nova) y creó dos
provincias: Citerior y Ulterior.
2º Etapa (centro y oeste, siglo II): Los
romanos tuvieron que hacer frente a la
resistencia de los pueblos de esta zona
(guerras Lusitanas) y la resistencia celtíbera
en Numancia.
3º Etapa (norte, siglo I): En tiempos de Augusto se puso fin a la conquista con la dominación de
cántabros, astures, galaicos y vascones. Al principio tres provincias (Bética, Lusitania y
Tarraconense) y en el siglo IV, se dividieron en cinco (las
dos anteriores y de la Tarraconense se escinden la
Gallaecia y la Cartaginense).
La economía colonial se centra en el sector primario y
minero (basada en esclavos), desarrollándose, hasta el siglo
III, una economía monetaria y urbana, tras la cual se
produce una ruralización de la economía y de la vida en
general (va en aumento).
C. Proceso de romanización y cristianización:
La romanización es la integración plena de una sociedad determinada en el conjunto romano, los
pueblos indígenas asumen la cultura romana (economía, sociedad, religión) lo que supone por primera
vez la unidad peninsular. Las ciudades y colonias creadas jugaron un papel muy importante en el
2. proceso, al igual que la creación de grandes
obras públicas y la reclutación de indígenas al
ejército y que se instalaron en campamentos
militares.
El latín se impusó como lengua común y pervive
a través de las lenguas romances, el derecho
romano aún es el
fundamento del
derecho
occidental, la religión politeísta romana se impusó, aun respetando las
creencias locales, obligaba el culto al emperador (posteriormente el
cristianismo se difundió y acabó siendo la oficial del imperio tras el
edicto de Tesalónica). Este proceso llegó a su máxima expresión
cuando, en el siglo III, se extendió la ciudadanía a todos los
habitantes libres del imperio. Hispania fue una de las provincias más romanizadas aunque muy
desigual.
La cultura y el arte tuvieron un carácter predominantemente práctico por lo que se construyeron
importantes obras públicas como; acueductos (Segovia), murallas (Lugo), teatros (Mérida), circos
(Toledo) y una importante red urbana ligada por un complejo sistema de calzadas.
D. La monarquía visigoda:
En los siglos III-IV, los pueblos germánicos se van infiltrando en el imperio que era incapaz de
sustentarse como imperio, tras la crisis del siglo III, las ciudades se encontraban en decadencia
lo que deja al Estado sin recursos para
mantenerse. Los suevos, vándalos y alanos
entran violentamente a la Península (409)
hasta que los visigodos colaboran con la
pacificación de Hispania, estos estaban muy
romanizados por los contactos pasados con
Roma por lo que hacen un pacto (foedus) por
el que reciben territorios. Estaban
asentados en Toulouse (Francia) en el 416
hasta que fueron expulsados por los francos
en el 507, y organizan su capital en torno a
Toledo.
Las diferencias entre ambos pueblos se
mantienen pero en el siglo VI, Leovigildo,
consiguió la unidad política, posteriormente
con la conversión de Recaredo, en el 3º
Concilio de Toledo, se consiguió la unidad religiosa, y finalmente en el siglo VII, Recesvinto, publica
el Fuero Juzgo que conseguía la unidad jurídica entre visigodos e hispanos.
3. Su organización política se basaba en el derecho germánico cuya institución fundamental era la
Asamblea de los hombres libres, quien decidía al rey (monarquía selectiva), hubo intentos de
hacerla hereditaria pero fracasaron. Existía una gran inestabilidad política y debilidad de los reyes
ante los grandes nobles, sobre todo en el cambio de rey (invasión musulmana en el 711).
El rey tenía amplios poderes, se ayudaba de
funcionarios de palacio, del Aula Regia (temporal,
asesor, Duces), de Comites civitates (en las
ciudades) y de altos cargos eclesiásticos. La nobleza
y la iglesia acumulan el poder económico y político,
dominando al monarca. Los Concilios de Toledo
fueron grandes asambleas en las que se trataban
asuntos religiosos y
políticos, y legislaba.
La economía y sociedad
visigoda era rural y
agraria (de subsistencia y relaciones personales), dominaba por una
minoría noble que dirigía a una población de campesinos libres ligados al
señor y a la tierra por vínculos de dependencia personal (modelo social
feudal de la Edad Media).