2. Las carnes se encuentran en el ápice de la Pirámide
Nutricional, por la cantidad de proteínas, vitaminas y
minerales que aporta al cuerpo humano.
3. En la organización de nuestra forma de alimentación
es necesario tener en cuenta una serie de elementos
básicos para obtener una alimentación sana y
equilibrada para llevar adelante una mejor calidad
de vida. Para esto hay que conocer los alimentos que
consumimos, siempre hay que tener presente que
las carnes, pescados y huevos son los alimentos que
mayor cantidad de proteínas proporcionan a nuestro
organismo.
4. Es por esto que hay que tener en cuenta que las
carnes, por ejemplo, además de suministrar una
gran cantidad de proteínas también proporcionan
aminoácidos, muy necesarios para nuestro cuerpo.
Además las carnes son un 20% pura proteínas y
ayudan al crecimiento, las defensas y al regeneración
de los tejidos del cuerpo.
5. Cien gramos de carne roja aportan 20,7 g de
proteínas y la misma cantidad de carne blanca
aporta 21,9 g de proteínas. La carne aporta muy
pocos carbohidratos y contiene muy poca fibra. La
ventaja de una dieta que incluya la carne respecto a
la exclusivamente vegetariana es fundamentalmente
la mayor facilidad para aportar la cantidad y
variedad necesaria de aminoácidos esenciales.
6. La grasa, la mayor parte de ella saturada, representa
entre un 10 y un 20% de la carne, y el resto, es agua. La
carne contiene vitaminas y minerales de vital
importancia para el crecimiento y el desarrollo, así como
para el correcto funcionamiento del organismo,
especialmente las vitaminas B, sobre todo la B12, y
minerales como el zinc, el yodo, el selenio y el fósforo.
La vitamina B12 sólo se obtiene de los alimentos de
origen animal y el vacuno es una buena fuente de ella. Es
fundamental para acabar con la anemia y en la
generación de la hemoglobina. Por otra parte, la carne de
vacuno joven tiene mayor cantidad de vitamina B2,
elemento primordial como fuente energética y
protectora de la piel, el sistema nervioso y los ojos.