Las personas con albinismo presentan problemas visuales como baja agudeza visual, visión reducida en la oscuridad, limitada visión en tres dimensiones y movimientos oculares involuntarios. Sus ojos perciben imágenes borrosas sin profundidad ni contraste debido a las anormales conexiones entre la retina y el cerebro, lo que dificulta integrar la imagen en tres dimensiones. El grado de afectación de estas anomalías varía según el tipo de albinismo y la persona.