La depresión materna puede afectar negativamente el desarrollo del niño. Hasta el 20% de las mujeres embarazadas experimentan síntomas de depresión y la depresión no tratada puede causar problemas en la madre y en su hijo, como un vínculo débil, cuidado inadecuado del bebé y retrasos en el desarrollo cognitivo y conductual del niño. La detección temprana y el tratamiento de la depresión materna son importantes para promover el bienestar de la madre y del hijo.