Este documento presenta una actividad didáctica para enseñar a los estudiantes de primaria sobre las actitudes pasivas, agresivas y asertivas en situaciones de conflicto. La actividad analiza cada actitud a través de ejemplos y reflexiones para identificarlas y encontrar formas más adecuadas de comunicación basadas en la asertividad.
Realitat o fake news? – Què causa el canvi climàtic? - Modificacions dels pat...
Trabajar la asertividad
1. sdasda
NIVEL: Primaria
DURACIÓN: 1 h
MATERIAL: No necesario
Cuando nos comunicamos con los demás, podemos reaccionar de diferentes maneras. Y tenemos que ser conscientes de que muchas veces existen formas más adecuadas de decir las cosas. ¿Sabes qué es una actitud pasiva? ¿Y una conducta agresiva? ¿Y asertiva? Vamos a descubrirlo con la actividad que te propone- mos a continuación.
A partir del presente recurso didáctico, ayudarás a tus alumnos a analizar situaciones conflictivas que se produzcan en nuestra relación con los demás. Además, intentaremos buscar solucio- nes a las mismas mediante un comportamiento asertivo.
Veamos cómo se desarrollaría la propuesta.
Pasividad, agresividad o asertividad
OBJETIVOS: 1. Aprender a usar formas correctas de comunicación basadas en la asertividad, para resolver conflictos de manera adecuada.
2. Analizar diferentes situaciones conflicti- vas y reflexionar sobre ellas.
3. Identificar la aserti- vidad como un recur- so y habilidad social que debe usarse en beneficio propio y ajeno.
2. Autoría, edición y diseño: aCanelma (http://www.acanelma.es) 2
Fuente: http://www.educarueca.org - Imágenes: Morguefile
Analizando actitudes y reajustando…
Actitudes pasivas
El primer paso será trabajar el concepto de ‘pasividad’. Los alumnos deberán describir individual- mente una situación conflictiva con otra persona en la que crean que hayan reaccionado de forma pasiva.
Para que entiendan mejor este comportamiento, les facilitaremos algunos ejemplos que les ayuden a identificar cuándo han actuado así (podemos incluso teatralizar algunas de estas situaciones):
o Hemos evitado la mirada de quien nos habla.
o Apenas se nos ha escuchado cuando respondíamos.
o No hemos respetado nuestras propias necesidades en ese momento.
o Hemos evitado el conflicto a toda costa, aunque nos haya sentado mal.
o Hemos utilizado frases del tipo: “Bueno, realmente no es importante”, “Quizás tengas razón”, o similares, cuando en realidad no estábamos nada de acuerdo.
o No hemos expresado eficazmente nuestros sentimientos y pensamientos.
o Etc.
A partir de estos ejemplos iniciaremos un proceso de reflexión y, entre todos, intentaremos buscar alternativas que nos parezcan más oportunas.
Actitudes agresivas
El segundo paso será trabajar el concepto de ‘agresividad’. Al igual que en el caso anterior, los alumnos deberán describir una situación conflictiva con otra persona en la que crean que hayan reaccionado de forma agresiva.
En este caso, los referentes que les facilitaremos para reconocer en qué momentos han reacciona- do así son los siguientes:
o Hemos ofendido verbalmente (humillando, amenazando, insultando…).
o Hemos mostrado desprecio por la opinión del otro.
o Nuestra actitud ha sido grosera, rencorosa o maliciosa.
o Hemos acompañado nuestra respuesta con gestos hostiles o amenazadores.
o Hemos empleado frases como: “Ándate con cuidado”, “Esto es lo que yo quiero, lo que tú quieres no importa”, “Debes estar bromeando…”, “Si no lo haces…”, etc.
3. Autoría, edición y diseño: aCanelma (http://www.acanelma.es) 3
Fuente: http://www.educarueca.org - Imágenes: Morguefile
A continuación, iniciaremos una nueva reflexión indagando en nuestros sentimientos y en situacio- nes similares a las propuestas que hayamos vivido. También buscaremos posibles fórmulas de com- portamiento que consideremos más adecuadas para cada uno de los casos concretos.
Actitudes asertivas
Ahora trabajaremos el concepto de ‘asertividad’. Los alumnos detallarán situaciones en las que, ante un conflicto con algún semejante, no hayan reaccionado de forma pasiva o agresiva, sino más bien ‘positiva’.
Plantearemos las siguientes cuestiones a modo de ejemplo:
o Hemos dicho lo que pensamos y cómo nos sentimos.
o No hemos humillado, ni manipulado, ni fastidiado a la otra persona.
o Hemos tenido en cuenta los derechos de los demás.
o Hemos empleado frases como: “Pienso que…”, “Siento…”, “Quiero…”, “Necesito…”, “Haga- mos…”, ¿Cómo podemos resolver esto?”, “¿Qué piensas al respecto”, “Qué te parece si…”, entre otras posibles.
o Hemos hablado con fluidez y control, seguros, relajados.
o Hemos utilizado gestos firmes, sin vacilaciones, mirando a los ojos, manteniendo la postura recta y las manos visibles.
o Entre otras.
Le seguirá una nueva puesta en común para comentar los ejemplos anteriores y reflexionar sobre situaciones en las que nos sintamos identificados. Trataremos de analizar los sentimientos de ambas partes (la propia y la ajena) y debatiremos sobre ello.
Reflexión final
Entre todos elaboraremos un esquema en el que figuren las posibles reacciones ante un conflicto o situación difícil: pasiva, agresiva o asertiva. Lo iremos completando con las características que vayan surgiendo conforme se desarrolle la actividad.