1. Fibra de naranja
El cultivo de cítricos como la naranja, el limón, la mandarina, la lima y demás, es
una actividad agrícola importante en México, especialmente en el sureste, y es la
naranja el principal de todos los cítricos procesados (80%). Cuando tales frutas se
procesan para obtener sus jugos y otros productos, quedan como residuos las
cáscaras, hollejos y semillas, cuyo peso suma casi la mitad. Debido a su contenido
de fibra, la pulpa se emplea en la alimenta-ción de bovinos y cerdos en crecimiento
y engorda. Cuando se evalúa la composición de la harina de naranja, se halla una
alta concentración de fibra dietética, como se muestra en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Algunos componentes de los residuos fibrosos de la naranja.
Aunque la fibra de naranja es baja en proteínas, la concentración de fibra dietética
es alta y tiene concentraciones similares de la fibra soluble e insoluble. En general,
la fibra soluble es fermentada por las bacterias en el intestino grueso y produce los
ácidos grasos mencionados, pero no tiene un efecto laxante, en tanto que la fibra
insoluble produce efecto laxante y contribuye a la formación del bolo fecal. Se ha
reportado que el mejor efecto de la fibra dietética se obtiene en una proporción de
50 a 70% de fibra insoluble y de 30 a 50% de fibra solu-ble. En este sentido, la fibra
proveniente de naranja es muy completa ya que posee tanto fibra soluble como
insoluble, y la ingestión de cada una de ellas aporta muchos beneficios a la salud
de diferentes maneras. El contenido de fibra dietética en los residuos de naranja se
halla por arriba de frutas como la manzana, cuya cáscara contiene solamente
0.91%.
2. Se ha encontrado también que la fibra de los residuos de naranja posee una gran
capacidad para absorber agua y aceites. Fisiológicamente, la absorción de agua
contribuye a aumentar el bolo fecal, lo que mejora la evacuación; la retención de
aceites contribuye a la excreción de grasas, impidiendo su absorción en el intestino
delgado, lo que contribuye a evitar su acumulación excesiva en el cuerpo. Además,
se ha observado que la fibra de naranja es estable a pesar de los cambios de
temperatura, lo que hace posible que pueda emplearse como aditivo en alimentos
cocidos, pues este proceso no altera sus propiedades funcionales.
De igual manera se ha evaluado el efecto de la fibra de la naranja en el crecimiento
de bacterias probióticas y patógenas en estudios de laboratorio, cuyos resultados
demuestran que esta fibra posee efectos similares a los de la inulina, que es una
sustancia ampliamente probada que estimula el crecimiento de bacterias benéficas
en el intestino grueso. Además, la fibra de naranja ha sido capaz de disminuir la
concentración de bacterias patógenas que causan salmonelosis, disentería,
infecciones del aparato excretor, cistitis, meningitis, peritonitis, mastitis, septicemia,
neumonía gramnegativa e incluso el síndrome urémico hemolítico. En cuanto a la
producción de ácidos grasos, se obtiene principalmente el ácido acético,
relacionado con la buena salud en el intestino delgado
En cuestiones de seguridad alimentaria, una de las mayores preocupaciones es la
contaminación de alimentos por bacterias patógenas y las enfermedades que estas
puedan causar en los consumidores; sin embargo, muchas veces no se puede evitar
que las bacterias patógenas ingresen al tracto intestinal y ejerzan su acción. Uno de
los recursos en estos casos es la ingesta de antibióticos, aunque su uso frecuente
ha llevado a acentuar la resistencia de los agentes patógenos, por lo que en la
actualidad es de primordial importancia encontrar alternativas a su uso. La fibra de
naranja ha mostrado poseer un efecto funcional como fuente de fibra dietética, pero
también tiene la capacidad para inhibir el crecimiento de algunos microorganismos
patógenos del ser humano.
En fin, los residuos de la naranja son una excelente fuente de fibra dietética ya que
poseen cantidades suficientes de fibra dietética soluble e insoluble, una gran
3. capacidad de absorción de agua y aceites, un efecto positivo en el crecimiento de
las bacterias benéficas y negativo en el de las patógenas. Es además, una buena
fuente de ácido acético, el cual es necesario para mantener una buena salud
intestinal.