La sigilografía es el estudio histórico de los sellos utilizados para identificar a personas e instituciones en documentos. Los sellos se originaron en Mesopotamia hace miles de años y se usaron ampliamente en la Edad Media para validar documentos. La sigilografía y la diplomatica están estrechamente vinculadas porque los sellos son una señal externa clave para establecer la autenticidad de los documentos.
2. Que es la Sigilografía
Ambos conceptos son correctos pero no por ello exactos, en ellas se
deja de lado la misión principal del sello, la de identificar una
autoridad, por ello se puede completar la definición de la siguiente
forma: La sigilografía es el estudio histórico de los sellos utilizados para
diversos fines como lo son, validar documentos, cerrar epístolas, etc.,
identificando a una persona o institución a través de la aposición de
una matriz que contiene su signo propio, sobre un soporte maleable ya
sea cera, plomo para así dejar una impresión con un valor
identificativo.
En el diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española podemos encontrar una breve pero
correcta definición, concuerda a la etimología de la
palabra, para la sigilografía, que se refiere como el
"Estudio de los sellos empleados para autorizar
documentos, cerrar pliegos, etc". El cual sólo
diferencia levemente de la definición dada por el
Comité de Sigillographie, en la cual se trata de dar
una aspecto histórico para apartarla de su posición
como ciencia auxiliar, para ello se la define como
"La disciplina histórica que tiene por objeto el
estudio de los sellos bajo todos sus aspectos y
cualquiera que sea su época".
3. Los sellos
Desde la antigüedades considero el sello como señal de autenticidad y garantía en cuanto representaba, de algún
modo la intervención personal en lo escrito, diploma o acta documental, etc, del agente o promotor principal. El sello es pues, la
señal, signo o contraseña de tipo personal o representativo que en unos casos acompaña a la firma y en otros la suple por completo a
la persona correspondiente, cualificada de algún modo, ya sea por razón de nobleza, cargo o profesión. Como ocurre en el caso de
los comerciantes, empresarios o sectores gremiales.
En todo caso, con el empleo de sello, símbolo visible de poder y
autonomía, las personas emisoras tratan de evidenciar su intervención, resaltando su
propia identidad y, al mismo tiempo, de garantizar el escrito u objeto sellado, asi
como la vida o derechos del portador. Alfonzo el sabio en las partidas lo define así:
“sello es la señal que el rey u otro hombre manda sea en metal o en piedra para
firmar sus cartas con el”.
El sello también lo denominamos como el instrumento o utensilio, en
forma de matriz, plancha o molde en que se graban las armas, divisas, emblemas y
leyendas o lema de persona, institución o familia del que servirá para reproducirlo y
estamparlo en sus cartas, documentos, etc. A fin de autorizar y garantizar el
contenido y realzar, al mismo tiempo, la autoridad y personalidad de su propietario.
4. Origen de los sellos
Los sellos tienen un origen más antiguo de lo que a priori podemos deliberar, su antecedente
más directo son las bullas que se utilizaban en Mesopotamia por lo menos desde el IV milenio antes de Cristo,
aunque nuevos hallazgos en las averiguaciones de la arqueóloga Denisse Schmandt-Besserat las colocan hasta
los estrenos del sedentarismo, por lo que estas esferas de arcilla en las que se sellaban diferentes operaciones
comerciales con las imprentas del tipo de bien y la cantidad, pueden crearse un precursor de la propia escritura.
En la antigüedad se usaron otros tipos de sellos, existe constancia
que desde el IV milenio antes de Cristo en Mesopotamia el periodo Uruk,
existían los sellos cilíndricos de arcilla, cuyo uso también adoptó la civilización
egipcia. Los griegos desplegaron el anillo sigilar, el cual cambiaba a la matriz en
un objeto ostentoso y simbólico, al corresponderlo directamente con el poderío
que lo portaba. El anillo sigilar se comprende con el uso de la firma en la era
romana, un hábito que se adquiere en los reinos bárbaros en época altomedieval
y que en casos precisos continuó utilizándose siglos después, se han constatado
anillos sigilares de obispos ingleses del siglo XII y de algunos personajes
húngaros del siglo XV.
Sin embargo, la sigilografía se concentra fundamentalmente en el
estudio de los sellos medievales, método de validación documental
de las principales cancillerías papal, real, episcopal, condal. del que
se archivan numerosas muestras desde época altomedieval, pero
que mayoritariamente se concentran entre los años 1200 y 1500,
cayendo consecutivamente en un lento pero continuo desuso frente
al apogeo de la documentación notarial y su signum como elemento
validatorio.
5. Contrasellos y subsellos
Para evitar falsificaciones y expresar de modo visible la estrecha
vinculación del sello con su propietario o con la documentación de este, desde la
antigüedad, las matrices o moldes, personales de papas, reyes, obispos, etc. Solían
destruirse a la muerte del titular, solo en casos particulares pasaban
circunstancialmente o en calidad de herencia al sucesor.
Junto a estos sellos originales
circularon desde la edad media otros imitativos
fabricados por falsarios profesionales, para evitar
estas falsificaciones se tomaron toda clase de
precauciones y medidas, usando contrasellos y
subsellos como garantía de los propios sellos.
Estos sellos de menor tamaño carentes de
reverso y que forman un todo con el principal,
se llamaban contrasellos su función principal es
garantizar la validez de aquel a quien se une,
prevenir posibles falsificaciones evitando, a su
vez, el uso indebido del sello principal, y
reforzar la autoridad, tanto del emitente principal
como del propio documento.
Con la presencia visible o
participación real de un segundo sello,
perteneciente a la misma persona, que con su
sello avalaba el sello principal, los antiguos
intentaron dar mayor seguridad y garantías, tanto
al documento como al sello principal.
6. DIPLOMATICA Y SIGILOGRAFIA
Los sellos objeto de la
sigilografía se prestan a exámenes y a
distintospuntos de vista que analizan la
historia, la diplomática, la genealogía, la
heráldica, la arqueología, la historia del
derecho, la historia del armamento, la historia
del traje, etc.
La importancia de los sellos
para la compleja estructura de las fuentes de
la historia es evidente. Antes de considerar el
valor diplomático de los sellos, que apuestos
o adjuntos a millares de documentos llegados
a nuestros días, avalan con su existencia la
validez de aquellos, recordemos que en el
sello hay un sin número de figuras y signos
que se han de corresponder con las ideas,
costumbres y progreso artístico de la época
en que se trazaron y con las formas y gustos
del portador.
Los sellos son reflejo fiel de la
civilización del tiempo a que corresponden. Y
aunque otras cuantiosas fuentes históricas
participan de utilidad parecida, no importa la
época ni el lugar, precisamente por su íntimo
enlace con los documentos escritos del pasado,
lo que anuda vínculos fundamentales entre
sigilógrafos y diplomatistas.
El vínculo entre sigilografía y
diplomática se remonta a los orígenes de
ambas disciplinas, el sello en un primer instante
era estudiado por su valor jurídico y a pesar de
que al presente puede ser examinado desde
otras perspectivas, siempre podrá estudiarse
desde esa perspectiva. La sigilografía como
disciplina científica aparece como parte de la
diplomática. El término aparece plasmado por
primera vez en 1875 dentro del tratado sobre
diplomática imperial de Heumman, pero el valor
jurídico de los sellos ya había sido percibido
dentro de la obra de Mabillon.
Desde la perspectiva diplomática,
el sello puede ser un agente externo del
documento, un agente interno como elemento
validatorio y también una prueba para
establecer la tradición documental del acto
jurídico pudiendo detectarse falsos
documentales por uso fraudulento de un sello o
mediante su falsificación.
7. DIPLOMATICA Y SIGILOGRAFIA
Diplomática y sigilografía son disciplinas inseparables:
porque el sello es una de las señales externas de validación de los
documentos, de donde resulta la sigilografía ser un capítulo de la
diplomática; por otra parte es imposible hablar de todos los problemas
concernientes a los sellos, sin recurrir constantemente a nociones propias de
la diplomática. La sigilografía puede considerarse como mero apéndice de
la diplomática, si el estudio de los sellos se limita a descubrir la autenticidad
o la falsedad de los documentos a los que van adheridos. Cabe considerar la
sigilografía como una parte de la ciencia diplomatística, por cuanto los
sellos, especialmente en los siglos de la Edad Media, se empleaban para
ratificar contratos y atestiguar la autenticidad de los documentos, tareas
peculiares entre las finalidades de la diplomática.
La importancia del sello para el diplomatista es evidente.
Para la diplomática el sello es el elemento más visible, más patente. Los
notarios de ciertas cancillerías, solo a la vista de los sellos empleados,
Diplomática y Sigilografía sabían si debían ser o no registrados (sellos de
cera verde sobre sobre lazos de seda verde y roja, o sellos de cera amarilla
sobre cola de pergamino).
La documentación presenta un conjunto de caracteres que forman
la envoltura o vestido de la declaración de voluntad consignada en
el escrito: se les llama tenor formal o forma del documento. Estos
caracteres afectan bien a la esencia y factura íntima del
documento, como son la estructura general, el estilo, la lengua, el
contenido; bien a la factura material, es decir las formas y
apariencias externas del documento.