El documento describe cómo la educación en ese momento era pragmática e instrumental, buscando la convivencia democrática pero sin cuestionar la sociedad de clases. Se trataba de aumentar el rendimiento de los niños para prepararlos para el trabajo, la actividad práctica y la competencia, beneficiando los intereses de la nueva sociedad burguesa. Pocos pedagogos de la Escuela Nueva cuestionaron la explotación y dominación propias de la sociedad de clases.