La definición de una estrategia de negocio desde los altos niveles directivos adquiere distintos matices y dimensiones a medida que se traduce en actividades y responsabilidades durante su implementación a través de la estructura organizacional. Establecer objetivos es el primer paso pero, ¿Cómo identificar las áreas que hoy requieren atención para poder lograr ese objetivo?, ¿Cómo mantener alineadas las estrategias definidas y las actividades diarias de cada miembro de una organización? En esta sesión nos enfocaremos en discutir cuales son las mejores prácticas para mantener sincronía entre la definición de los procesos de negocio y la realidad de una organización a fin de obtener información clara, objetiva y concisa del plan de acción a ejecutar para alcanzar los objetivos planteados.