PP_Comunicacion en Salud: Objetivación de signos y síntomas
Mujeres de vanguardia
1.
2. Clara Campoamor pertenecía a una familia que sufrió graves dificultades económicas que la obligaron a
abandonar sus estudios. Trabajó como costurera hasta los 33 años. A esa edad estudió el bachillerato y
la carrera de Derecho en sólo tres años. A partir de 1925 ejerció brillantemente su labor de abogada.
Al proclamarse la República en 1931, fue una de las tres únicas mujeres diputadas en un parlamento de
465 diputados. Como parlamentaria, su trabajo en pro de los derechos de la mujer fue constante. Era
una mujer lúcida y una oradora muy brillante. Su intervención a favor de la Ley de divorcio de 1932 fue
decisiva, pero sobre todo es recordada por conseguir la aprobación del derecho al voto de la mujer.
El sufragio femenino tenía pocos partidarios. Los conservadores partidos de derechas defendían el tra-
dicional papel doméstico y pasivo de la mujer. Los progresistas de izquierda desconfiaban de las muje-
res al considerar que no tendrían criterio propio. Clara Campoamor lo tenía muy difícil.
Los partidos de izquierda eligieron a otra parlamentaria, la eficaz Victoria Kent, para defender sus argu-
mentos contrarios al voto. Dos mujeres se enfrentaban. Kent mantuvo que lamentaba sostener su nega-
tiva pero que creía que pese a que las mujeres tenían derecho al voto, éste debía ser aplazado, ya que
consideraba que éstas podrían ser manipuladas y que se asustarían de las enérgicas reformas que pre-
Campoamor
tendía emprender la II República.
Clara Campoamor supo rebatir con energía esos argumentos. Justificó el voto femenino como un dere-
cho de justicia social. Defendió la competencia y responsabilidad de las mujeres. Sus apasionadas razo- CONQUISTADORA Y VÍCTIMA
nes fueron tan irrefutables que ganó la votación por 161 votos frente a 121, en medio de un enorme
escándalo en el hemiciclo y en los pasillos del Congreso. DEL VOTO PARA LAS MUJERES
A partir de este momento, su historia fue desgraciada. En 1933, la izquierda perdió las elecciones y se
culpó a Clara Campoamor y al voto de las mujeres, sin tener en cuenta otras razones como que el pode-
roso sector anarquista había defendido la abstención. Llegaron al extremo de negarle su entrada en el
Frente Popular para las elecciones de 1936. Esta herida de los suyos estuvo siempre abierta para ella,
en todos los años que vivió en el exilio, hasta su muerte en 1972. Nadie se acordó de pedirle disculpas
cuando la izquierda ganó las elecciones en 1936 a pesar del voto femenino.
La historia de esta mujer demuestra cómo las cuestiones que afectan directamente a los derechos de
las mujeres han sido olvidadas o combatidas duramente incluso por los sectores más progresistas de la
sociedad. Demuestra también el rigor con que son juzgadas las mujeres públicas.
Aunque el paso de los años nos haya hecho reconocer la justicia de su postura, la figura de esta mujer,
que murió tristemente en el exilio, merece una rehabilitación, un recuerdo emocionado.
LA COHERENCIA Y HONESTIDAD DE
CLARA CAMPOAMOR MERECEN QUE
SU NOMBRE FIGURE EN LA HISTORIA
3. Es, sin duda, una de las mujeres más destacadas de este periodo. Maestra, abogada (la primera en
Victoria
nuestro país), escritora y diputada republicana. Fue la primera mujer del mundo en actuar ante un Tri-
bunal Supremo. Fundó el Instituto de Estudios Penales y el Cuerpo Femenino de Prisiones. Ya en el exi-
lio, al perder la guerra, la ONU la nombró asesora en asuntos penitenciarios Una auténtica pionera.
Fue una defensora infatigable de los derechos de la mujer, aunque recordemos que se manifestó con-
traria al voto femenino, por motivos de estrategia política, en el debate que mantuvo en el parlamento
con Clara Campoamor.
Por lo que más es recordada Victoria Kent es por su labor como Directora General de Prisiones durante
la República. Su trabajo en este campo fue revolucionario y estuvo presidida por su fe progresista e ilus-
trada en la reinserción social de los presos. Creía que la mejora de las condiciones de vida y la educa-
ción podían hacer mejores a la mayoría de las personas. Por ello se propuso modernizar el sistema car-
celario español, que sometía a los presos y presas a condiciones casi medievales: suprimió cadenas y
grilletes –con los que mandó hacer un monumento a una gran mujer anterior a ella, Concepción Arenal-
, eliminó la obligatoriedad de asistir a misa, creó la libertad de prensa para los presos. Instituyó por pri-
mera vez los permisos de fin de semana, creó los contactos “vis-a-vis”, clausuró 115 cárceles insalubres,
instaló calefacción en enfermerías y escuelas penitenciarias, expulsó a funcionarios corruptos, etc. POR LA IGUALDAD DE LA MUJER
Llegó a ser una de las mujeres republicanas más conocidas y atacadas. Aparecía frecuentemente en la
prensa y, como suele pasar con las mujeres que se destacan, fue objeto de burlas, caricaturas y descali- POR LOS DERECHOS
ficaciones. Como curiosidad, que prueba su notoriedad, podemos encontrar su nombre en esta célebre
estrofa de un cuplé de la época: DE LOS PRESOS
Anda y que te ondulen con la pemanet
Y pá suavizarte que te den con creme.
Se la pues pedí a Vitoria Kent,
Que lo qu´es a mí,
No ha nació quién...
VICTORIA KENT FUE UNA MUJER ACTIVA Y
VALIENTE QUE CREYÓ FIRMEMENTE QUE LAS
PERSONAS PUEDEN CORREGIR SUS ERRORES
Y SER MEJORES
4. ¿Fue María Lejárrega una mujer revolucionaria? Sus capacidades intelectuales y su obra nos la mues-
tran así, pero su vida privada, su realidad íntima, nos dibuja a una mujer sufridora, insegura, sometida.
Era una mujer muy culta, hablaba idiomas, amaba la literatura y el teatro, escribía muy bien, tenía estu-
dios superiores (maestra), trabajaba. Desde 1914 participó en el movimiento feminista defendiendo la
educación, el voto y el trabajo para la mujer, especialmente las más desfavorecidas. Fundó con su mari-
do y con Juan Ramón Jiménez la célebre revista modernista “Helios”. En 1933 fue una activa diputada
por el PSOE.
Como vemos, tiene un impecable currículum de mujer revolucionaria, iniciadora de caminos. Sin em-
bargo, su biografía íntima nos la muestra como una mujer sometida. Se casó a los 26 años con Gregorio
Martínez-Sierra, un hombre algo más joven y también apasionado del teatro. Desde el inicio de su rela-
Lejárraga
ción, y al hacerse evidente la superioridad intelectual y artística de María, ésta aceptó escribir obras de
todo tipo que luego firmaba su marido. Ella compatibilizaba la escritura de las obras, que él exigía con
voracidad al ir aumentando su fama, con su absorbente trabajo como maestra y las labores de la casa,
hasta el punto de sentirse agotada, exhausta. Pronto, Gregorio se hizo amante de una famosa actriz, pe-
ro sin separarse de María, pues a ella debía su prestigio. María era muy desgraciada, incluso llegó a in-
tentar suicidarse en 1909, pero aguantó. Siguió escribiendo en silencio para él y compartiéndolo con su
amante hasta que en 1922 tuvo un hijo con ella, lo que la impulsó, por fin, a la separación. No obstante,
incluso en esa circunstancia, siguió escribiendo calladamente y en solitario los libros que él firmaba, co- LA RENUNCIA A LA
mo hoy ha comprobado la crítica literaria.
Sus obras teatrales están entre lo mejor y más famoso del Modernismo español. Colaboró con los gran-
PROPIA IDENTIDAD
des músicos Manuel de Falla y Turina.
Esta paradójica situación llegó al extremo de que escribió bajo el nombre de su ex-marido obras femi-
nistas. En una de sus conferencias Gregorio Martínez –Sierra, hablando con voz de María decía: “Las
mujeres callan (...) porque creen firmemente que la resignación es virtud; callan por miedo a la violen-
cia del hombre; callan por costumbre de sumisión; callan, en una palabra, porque en fuerza de siglos de
esclavitud han llegado a tener alma de esclavas”. Estas palabras demuestran la lucidez de María Lejárra-
ga, cómo había sabido diagnosticar su dolor. Sin embargo, esta conciencia, esta sabiduría, no le sirvió
para liberarse de su sometimiento.
LA VIDA DE MARÍA LEJÁRRAGA EVIDENCIA
CÓMO MUJERES INTELIGENTES Y CAPACES
NO PUDIERON MOSTRAR SU VALÍA POR
INSEGURIDAD, MIEDO O UN SENTIDO
EXAGERADO DE LA ENTREGA A LOS DEMÁS
5. Había nacido en EEUU de padres españoles. Su lengua materna era el inglés. Era una mujer diferente en
el panorama español. Era inteligente, culta, muy alegre y activa, volcada en labores de difusión cultural
Zenobia
siguiendo las directrices de la Institución Libre de Enseñanza. Estupenda escritora y traductora. Sin em-
bargo, también Zenobia, como María Lejárrega, de la que era amiga, con estas inmejorables condicio-
nes de partida, renunció a tener vida propia al someterse hasta extremos insospechados a la voluntad
de su marido, el poeta Juan Ramón Jiménez.
Juan Ramón era un ser genial, un grandísimo poeta, pero un hombre muy desequilibrado y tiránico que
exigía de su esposa la entrega absoluta. Zenobia vivía angustiada y pendiente de los más mínimos dese-
os y manías de su esposo. Sin embargo, a los ojos del mundo este culto matrimonio aparecía como una
“pareja ideal”, la encarnación de la más tierna historia de amor.
Zenobia fue perdiendo su vitalidad, renunció a construir su propia obra, a ejercer su carrera, incluso a
visitar a su familia. Su tensión constante queda reflejada en unos diarios que fueron publicados en
Camprubi
1991 por Graciela Palau de Nemes. La biografía de Zenobia la muestra como una mujer maltratada. No
hubo golpes, ni heridas, ni asesinato; pero esta mujer renunció a sí misma, a su tranquilidad, a su capa-
cidad creativa. LA RENUNCIA A LA
PROPIA IDENTIDAD
¿PUEDE ALGUIEN,
AUNQUE SEA UN SER GENIAL,
EXIGIR EL SACRIFICIO DE OTRA PERSONA?
6. Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”, o simplemente Dolores.
Dolores
Fue la bestia negra del franquismo. Ella simbolizaba para la propaganda de Franco la España roja, atea,
promiscua, desordenada... ¿Era más terrible Dolores que otros apasionados comunistas? ¿Quizás por
ser mujer recrudecía los odios?
Dolores venía de abajo. Nació en Vizcaya, en una familia de mineros. Era muy lista, una adicta a la lectu-
ra. Quiso ser maestra, pero tuvo que entrar a trabajar de criada y más tarde de costurera.
Sus lecturas y la observación de las injusticias que veía a su alrededor la llevaron a militar en Partido Co-
Ibárruri
munista. Firmaba artículos en un periódico obrero como “La Pasionaria”. Y es que Dolores tenía pasión,
coraje. Su discurso fue siempre lúcido, brillante, contundente, Ya muy vieja, hablaba con tal claridad e
intensidad que paralizaba el aire. Dolores era un símbolo.
Se casó, tuvo varios hijos e hijas, le fue mal, se separó. Su completa dedicación a la política le impedía
cuidar a sus hijos. ¿Hemos de condenarla? Muchos hombres han hecho y hacen los mismo ¿Deben
también ser criticados? ¿Sólo hay que condenar a las mujeres por ese abandono de la familia por la pa-
sión a su trabajo?
“La Pasionaria”
En la Guerra Civil fue una figura de primer orden. Grandes poetas republicanos como Antonio Machado,
Miguel Hernández o Alberti reconocieron su labor. Era infatigable. Acudía continuamente al frente y
animaba a los soldados con la fuerza y el brillo de sus palabras. De ella es la célebre frase “Antes morir
de pie que vivir de rodillas”. En 1937 llegó a ser vicepresidenta de las Cortes Española.
SÍMBOLO DE LA ESPAÑA ROJA,
Al perder la guerra, se trasladó a la Unión Soviética donde la esperaba otra guerra, la 2ª Guerra Mun- HACEDORA DE LA PAZ
dial, en la que murió su querido hijo Rubén, un golpe que le dolió intensamente. En 1942 es elegida Se-
cretaria General del Partido Comunista de España en el exilio. Era el cargo máximo de los comunistas
españoles.
Una anécdota íntima resulta reveladora. Vivió un romance con un compañero diecisiete años más joven
que ella. Cuando se supo, el Partido Comunista, severo fiscalizador de la vida privada de sus afiliados, se
opuso a la relación. Dolores renunció entonces a su amor. Prefirió sacrificar su vida sentimental a sus
ideales políticos. ¿Condenable también?
Al morir Franco, en 1975, “La Pasionaria” volvió a España. Tenía 80 años. Su figura alta, erguida, siempre
vestida de negro, con su moño blanco de abuela de pueblo, fue una de las imágenes más intensas de la
Transición española, cuando formó parte, junto al poeta Rafael Alberti, de las primeras Cortes democrá-
ticas españolas después del franquismo.
DOLORES, “LA PASIONARIA”, QUE HABÍA SIDO UN
SÍMBOLO DE LA ESPAÑA DE SANGRE, SUPO, AL
FINAL DE SU VIDA, SER UNA DE LAS GRANDES
HACEDORAS DE LA RECONCILIACIÓN NACIONAL
7. Mª Teresa León (1903-1989) era una auténtica mujer de teatro. Actriz, escritora, directora de teatro, en-
Mª Teresa
sayista...
Fue una mujer de profundo compromiso político. Identificada plenamente con la República, militante
del Partido Comunista, tuvo una labor muy activa en la guerra desde su posición de mujer de la cultura.
Fundadora de “Nueva Escena”, la sección teatral de la antifascista Alianza de Intelectuales para la De-
fensa de la Cultura; vicepresidenta del Consejo Central del Teatro; directora del Teatro de Arte y Propa-
ganda, instalado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y directora de las “Guerrillas del Teatro”, peque-
ñas compañías teatrales que llevaban al frente obras teatrales y espectáculos para distraer y animar a
los soldados en los intervalos de las duras batallas.
También escribió múltiples libros, caracterizados por su calidad y variedad, que comprenden distintos
géneros literarios. Destacan biografías noveladas sobre personajes históricos como el Cid, Bécquer, Cer-
vantes...
Mª Teresa León tiene su propia historia. Pero de ella sólo ha trascendido que fue la mujer del célebre
poeta de la Generación del 27 Rafael Alberti. Vemos a MªTeresa porque miramos a Alberti. Sin embar-
go, se dice que fue ella la que influyó decisivamente en Alberti para despertar su conciencia política co-
munista, que tanto determinó la vida del poeta. COMPROMISO POLÍTICO,
Volvió a España en 1977, aquejada del mal de Alzheimer. Murió en 1988 y dejó escrito: “¿Ha llegado la
hora de hacer mi testamento? Dejo a las mujeres de España mi entusiasmo por la vida. Nada más. Es
DEFENSA DE LA CULTURA
todo lo que tengo”
Era una mujer con biografía propia, de fuertes convicciones. Una de las caras de mujer más destacadas
de la España republicana.
Mª TERESA LEÓN TIENE
SU PROPIA HISTORIA
8. Pensadora, ensayista y poeta española nacida en Vélez, Málaga, en 1904.
Hija del pensador y pedagogo Blas José Zambrano, hizo sus primeros estudios en Segovia. En Madrid
estudió Filosofía y Letras con Ortega y Gasset, García Morente, Besteiro y Zubiri. Vivió muy de cerca los
acontecimientos políticos de aquellos años, de cuya vivencia fue fruto su primer libro «Horizonte del
liberalismo» en 1930. Entabló amistad con importantes poetas y pensadores de la época como Luis Cer-
nuda, Jorge Guillén, Emilio Prados y Miguel Hernández, entre otros.
Finalizada la Guerra Civil, salió de España en enero de 1939, dejando atrás todo lo suyo, exiliándose ini-
cialmente en Paris donde entabló amistad con Albert Camus y con René Char. Posteriormente vivió en
México, La Habana y Roma, desarrollando una gran intensidad literaria y escribiendo algunas de sus
obras más importantes: «Los sueños y el tiempo», «Persona y democracia», «El hombre y lo divino» y
Zambrano
«Pensamiento y Poesía» entre otros. Después de 45 años de exilio regresó por fin a Madrid en 1984.
En 1988 le fue reconocida su obra con el Premio Príncipe de Asturias y el Premio Cervantes.
Falleció en Madrid en 1991.
FILÓSOFA DEL EXILIO
DE LA ESPAÑA REPUBLICANA
9. Hijas de la alta burguesía madrileña, nietas de Antonio Maura, político conservador que llegó a presi-
Constancia y
dente del gobierno con el rey Alfonso XIII, se criaron en medio de comodidades y privilegios y recibie-
ron una esmerada educación. Al llegar la República, y más tarde la Guerra Civil, asumieron, sin embar-
go, posiciones divergentes.
Constancia rompió con las normas del conservadurismo. Se divorció, volvió a casarse con un jefe de la
aviación republicana e ingresó en el Partido Comunista. Llegó a ser, durante la guerra, la principal encar-
gada de relaciones con la prensa extranjera del bando republicano. A través de esa misión se relacionó
con importantes intelectuales que acudieron a España con las Brigadas Internacionales, como Heming-
way, George Orwell o André Malraux. Se decía que cualquier corresponsal extranjero que quisiera tener
Marichu
información fidedigna de lo que ocurría en el frente debía acudir forzosamente a Constancia de la Mo-
ra. Se mantuvo fiel a sus ideas en el exilio y murió prematuramente a principios de los años cincuenta.
Su hermana, Marichu de la Mora, tiene una biografía muy distinta. Fue amiga personal de José Antonio
Primo de Ribera y más tarde de su hermana Pilar, la fundadora de la poderosa Sección Femenina.
Formó parte, por tanto, del núcleo inicial de Falange y durante la Guerra Civil contribuyó a organizar la
De la Mora
Sección Femenina en la zona nacional. Ganada la guerra por su bando, en los años cuarenta, fue tam-
bién amiga, e incluso musa de su poesía, de otro falangista “diferente”, Dionisio Ridruejo, que repre-
sentaba a un grupo de idealistas de Falange que pronto se decepcionaron del rumbo que tomaba el go- DOS HERMANAS, DOS ESPAÑAS
bierno de Franco. Marichu, también supo evolucionar desde posiciones absolutamente fascistas y anti-
democráticas hacia una postura tolerante que la llevó a celebrar la llegada de la transición democrática LA ROJA Y LA FALANGISTA
a la muerte de Franco en 1975.
Estas dos hermanas simbolizan la ruptura de España. Dentro de una misma familia podían convivir posi-
ciones vitales e ideológicas tan enfrentadas que llegaron a desembocar en la terrible y sangrienta Gue-
rra Civil.
CONSTANCIA Y MARICHU DE LA MORA SON
LA METÁFORA DE ESAS DOS ESPAÑAS TAN
IRRECONCILIABLES QUE PODÍAN ROMPER
LOS INTENSOS LAZOS FAMILIARES
10. Es una mujer desconocida. Sin embargo los estudiosos, que la consideran una artista de calidad, con
Maruja
lenguaje propio, la incluyen en la Generación del 27, ese fructífero grupo al que pertenecieron Lorca,
Alberti, Cernuda... Estuvo apoyada en sus inicios por el filósofo Ortega y Gasset, que apreciaba a los
buenos artistas jóvenes.
Fue una vanguardista que en algunos periodos se incluyó dentro del más ortodoxo surrealismo. Como
vanguardista, era alegre, alocada, vivía en rebelión contra las convenciones artísticas y sociales dentro
de ese ambiente de libertad ligera, inconsciente y algo absurda de los años veinte. Luego llegaron los
treinta, la República, el surrealismo. El ambiente fue haciéndose más complicado e intenso y exigió de
los artistas el compromiso, y Maruja Mallo se comprometió con la labor social y cultural de la Repúbli-
ca, sin llegar a militar políticamente. Perteneció a las “Misiones Pedagógica”, un ambicioso proyecto
que pretendía llevar por los pueblos y regiones más perdidas de la geografía española la cultura de ma-
yor nivel.
Maruja Mallo se movía en ese grupo de artistas de gran calidad, en el que también figuraba el poeta
chileno Pablo Neruda en el periodo que pasó en la España republicana; pero la relación más profunda la
mantuvo con el poeta Miguel Hernández. Juntos planearon el drama “Los hijos de la piedra”, sobre la
represión brutal que sufrieron unos campesinos en el pueblo de Casas Viejas. Federico García Lorca de-
cía de ella: “Maruja Mallo, entre Verbena y Espantajo, toda la belleza del mundo cabe dentro del ojo,
ARTISTA DE LA
sus cuadros son los que he visto pintados con más imaginación, emoción y sensualidad” GENERACIÓN DEL 27
Se dice que Miguel Hernández escribió influenciado por Maruja muchos sonetos, como éste, que titula-
do “Imagen de tu huella”:
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
Que son dos hormigueros solitarios,
Y son mis manos sin las tuyas varios
Intratables espinos a manojos
No me encuentro los labios sin tus rojos,
Que me llenan de dulces campanarios,
Sin ti mis pensamientos son calvarios
Criando nardos y agostando hinojos
No sé que es de mi oreja sin tu acento,
Ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
Y mi voz sin tu trato se afemina.
Los olores persigo de tu viento
Y la olvidada imagen de tu huella,
Que en ti principia, amor, y en mí termina.
11. Perdió la mano derecha en combate. Miguel Hernández le dedicó un hermoso poema en “Vientos del
Pueblo”, en 1937. Fue una valiente guerrillera. Una mujer de fuertes convicciones izquierdistas que
Rosario
mantuvo sus ideas hasta morir en el año 2007.
ROSARIO, DINAMITERA
Rosario, dinamitera, Buitrago ha sido testigo
sobre tu mano bonita de la condición de rayo
celaba la dinamita
sus atributos de fiera.
Nadie al mirarla creyera
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
“La Dinamitera”
que había en su corazón la mano de esta doncella,
una desesperación, que hoy no es mano porque de ella,
de cristales, de metralla
ansiosa de una batalla,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
MILICIANA Y ARTILLERA
sedienta de una explosión. y la convirtió en estrella!
EN LA GUERRA CIVIL
Era tu mano derecha, Rosario, dinamitera,
capaz de fundir leones, puedes ser varón y eres
la flor de las municiones la nata de las mujeres,
y el anhelo de la mecha. la espuma de la trinchera.
Rosario, buena cosecha, Digna como una bandera
alta como un campanario de triunfos y resplandores,
sembrabas al adversario dinamiteros pastores,
de dinamita furiosa vedla agitando su aliento
y era tu mano una rosa y dad las bombas al viento
enfurecida, Rosario. del alma de los traidores.
Miguel Hernández
12. Fue la primera ministra de un gobierno español. Y según algunos, más que eso: la primera ministra eu-
ropea. Pero hay quien da más y llega a afirmar que fue la primera ministra del mundo.
Federica Montseny nació en Madrid el 12 de febrero de 1905. Era hija dos anarquistas catalanes que
fueron procesados en varias ocasiones por sus ideas libertarias. Unos padres peculiares, sin duda, que
fundaron las publicaciones anarquistas y educaron a la niña en casa y alentaron en Federica una pode-
rosa conciencia de defensa del feminismo y de la libertad.
Estudió Filosofía y Letras, al tiempo que estaba afiliada a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y
Federica
Montseny
colaboraba en publicaciones anarquistas, donde escribía sobre filosofía, literatura y feminismo.
Entre los meses de noviembre de 1936 y mayo de 1937, Federica se hizo cargo del Ministerio de Sani-
dad y Asistencia Social en el gobierno del socialista Francisco Largo Caballero, donde se enfrentó a innu-
merables dificultades, ya que tuvo que desempeñar su cargo, en plena Guerra Civil. Por este motivo, las
primeras funciones de Federica tuvieron mucho que ver con la evacuación de refugiados y las urgencias
hospitalarias.
Pero, sobre todo, Federica Montseny ha pasado a la historia porque su ministerio promulgó una ley del
PRIMERA MINISTRA
aborto y creó unos centros de atención a las prostitutas, donde se les ofrecía alojamiento y se les ense-
ñaba un oficio. Fueron decisiones muy atrevidas para la época y provocaron un enorme escándalo tanto
EN UN GOBIERNO ESPAÑOL
en el bando enemigo como incluso en el propio.
Perdida la guerra, se exilió en Francia. Fue detenida por los nazis, el gobierno franquista solicitó su ex-
tradición, pero fue denegada a causa de su embarazo.
De su vida personal lo que más le afectó fue la muerte de una de sus hijas. Federica Montseny fue pio-
nera en tratar de combinar la faceta familiar y el desarrollo intenso de su vocación política.
Por su personalidad, sus ideas y su intensa dedicación a la política, la llamaron "la pasionaria anarquis-
ta".
FEDERICA MONTSENY BUSCÓ SIEMPRE
SER COHERENTE CON
SUS IDEALES LIBERTARIOS
15. Fue una de las primeras mujeres licenciadas en Medicina, con un brillante expediente académico. De-
fensora de los derechos políticos y sociales de las mujeres en los años 20, su trayectoria vital derivó
Amparo
hacia el anarquismo. En 1936, fundó junto a otras mujeres el grupo “Mujeres Libres”, que combinaba el
pensamiento libertario con el feminismo.
Su actividad médica se consagró desde sus inicios a las clases populares, concretamente a las mujeres
obreras y a sus hijos e hijas. Desarrolló también una eficaz labor en educación sanitaria al publicar libros
y cartillas sobre vida sexual de las mujeres o consejos para que éstas criasen saludablemente a sus
hijos. Sus libros están escritos con gran sencillez y persuasión para que fueran entendidos por las muje-
res más humildes y fueron publicados a través de los “Ateneos populares”, fundaciones educativas anar-
quistas que pretendían la difusión de la cultura y la calidad de vida entre las capas más necesitas de la
sociedad.
Poch y Gascó
Al perder la guerra, inició un largo exilio, en el que encontró la muerte. Los médicos republicanos fue-
ron muy perseguidos, encarcelados y fusilados por el franquismo, particularmente los que se habían
distinguido en practicar una medicina para los pobres, por considerarlos grandes difusores de la ideo-
logía liberal.
MÉDICA ANARQUISTA
DEDICADA A LAS
MUJERES OBRERAS
LA DOCTORA AMPARO POCH TRABAJÓ
PARA AUMENTAR LA CULTURA SANITARIA
Y EL SENTIMIENTO DE LIBERTAD
Y BIENESTAR DE LAS MUJERES
16. Hija de un dictador de los años veinte, pertenecía por tanto a una familia de la alta burguesía, de férreo
conservadurismo, que justificaba la adopción de medidas antidemocráticas al considerar que el pueblo
llano, por su falta de preparación, no era capaz de decidir su destino.
Su hermano era el célebre José Antonio Primo de Rivera, que fue una de las figuras clave de la derecha
española, al crear Falange en 1933, un partido de corte fascista, fieramente anticomunista, que perse-
guía una España centralista, sin autonomías, que girara en torno a valores tradicionales como Dios, pa-
tria y familia.
Pilar fundó en 1934 la Sección Femenina de Falange, que estableció cuál era su ideario de lo que debía
ser la mujer dentro de unos parámetros estrictamente conservadores, que situaban a la mujer única-
mente como madre, hija o esposas cristianas y desechaban cualquier visión más activa de las mujeres,
la cual era la defendida por los republicanos.
La Sección Femenina vigiló muy severamente cuál debía ser el papel de las mujeres en esa “nueva so-
ciedad” que pretendía el franquismo. Se estableció un “Servicio Social” obligatorio, que duraba unos
meses, en los cuales todas las mujeres españolas debían recibir clases de doctrina política falangista,
Primo de Rivera
además de cursos de catecismo, costura y otras labores “femeninas”. Muchas mujeres de la Sección Fe-
menina sobresalían por su rigor en la aplicación de los preceptos franquistas y fue especialmente desta-
cada la actuación de algunas de ellas en las cárceles de mujeres, donde mostraron su fanatismo y cruel-
LA FALANGISTA,
dad. El franquismo consideraba especialmente “indignas” y condenables a las mujeres republicanas, y
asignaron a las falangistas de la Sección Femenina la tarea de “reeducarlas”
LA MUJER DE DERECHAS
Pilar Primo de Rivera ocupó su cargo de Delegada Nacional de la Sección Femenina de Falange durante
43 años, y fue procuradora de las cortes franquistas mientras duró el dictador, hasta el punto de ser la
persona que durante más tiempo ocupó un cargo oficial.
PILAR PRIMO DE RIVERA QUISO,
DURANTE EL FRANQUISMO,
DESTERRAR TODAS LAS CONQUISTAS
LIBERALES DE LA MUJER REPUBLICANA
17. Mercedes
Fórmica
LUCHÓ AUDAZMENTE DESDE DENTRO
DE LA “SECCIÓN FEMENINA”
PARA QUE SE RECONOCIERAN
LOS DERECHOS DE LAS MUJERES SEPARADAS
QUE ERAN CONSIDERADAS DESECHOS SOCIALES
POR EL FRANQUISMO
18. Isabel Torres, farmacéutica de formación, fue la primera mujer que realizó en Cantabria una investiga-
ción que le valió el título de doctora, en 1932. En el Departamento de Química de la Casa Salud Valdeci-
lla, Isabel se dedicó entre 1930 y 1932 al análisis de los valores nutricionales de los alimentos que se
consumían en el hospital; un proyecto entonces novedoso encaminado a mejorar la calidad de la asis-
tencia hospitalaria. Con su recuerdo, queremos abrir un espacio femenino propio en la memoria históri-
ca y en la cultura científica colectiva, con un gesto que muestre la singularidad de los vínculos de las
mujeres con la elaboración de saber.
Torres
CIENTÍFICA ESPECIALIZADA
EN NUTRICIÓN
19. Borrell
TUVO QUE SALIR DE ESPAÑA DESPUÉS DE LA
GUERRA CIVIL PARA REALIZAR SU TRABAJO
DE INVESTIGADORA BIOQUÍMICA
EXPERTA EN HORMONAS
COLABORÓ EN EL DESCUBRIMIENTO DE
LA PILDORA ANTICONCEPTIVA QUE TANTO
AYUDÓ AL PROCESO DE LIBERACIÓN
DE LAS MUJERES
20. Fue una de las mejores actrices trágicas del teatro universal del siglo XX.. Catalana, de familia obrera,
Margarita
pronto reveló sus actitudes y destino, ya que una tarde en una taberna un grupo de obreros le pidieron
leer un manifiesto y lo hizo tan bien que recibió ese día su primer aplauso. En 1905, siendo muy joven,
los médicos le descubren una grave enfermedad pulmonar. Más tarde le secarán un pulmón. En 1906
es contratada por primera vez para actuar en el teatro. En 1907 muere su padre y se convierte en la ca-
beza de familia, se hará cargo de su madre y de su hermano, 4 años más pequeño.
A fines de la primera década del siglo XX, Margarita ya era la primera actriz del teatro catalán, figuran-
do su nombre en el frente de diferentes teatros de la ciudad condal. En 1910 se casó con Josep Arnall,
su amor de adolescencia. Estuvieron casados 26 años. Pérez Galdós, Benavente, Marquina, los herma-
nos Quintero…, le escriben obras que estrena con gran éxito. Margarita Xirgú era considerada la mejor
actriz del país.
El verano de 1926 conoce a Federico García Lorca. La amistad y colaboración entre ambos fue muy in-
tensa. El poeta escribía muchos de sus personajes teniendo como referencia el trabajo de esta actriz.
Su compromiso político con la izquierda fue muy señalado. Siempre se mostró de acuerdo con las direc-
trices culturales de la República que pretendían elevar el nivel cultural del pueblo como primer paso pa-
ra mejorar sus condiciones de vida. Estas ideas y sus amistades, le traen problemas con parte del LA GRAN ACTRIZ DE LA REPÚBLICA
público y con ciertos sectores de la prensa.
En 1933 estrena "Medea" de Séneca traducida por Miguel de Unamuno en el teatro romano de Mérida. LA MEJOR REPRESENTANTE
Más tarde estrena "Divinas Palabras" de Ramón de Valle-Inclán en el Teatro Español de Madrid y más
adelante el resto de las grandes obras teatrales de Lorca: “Yerma”, “Doña Rosita”… Como vemos trabajó
DEL TEATRO DE LORCA
para los autores más importantes, no sólo a nivel español, sino también mundial
En 1936 deja Barcelona con la idea de volver pero ya no lo hará nunca más.. Su gira se convirtió en su
exilio ya que en España se produjo el estallido militar capitaneado por el dictador Francisco Franco. Es-
tuvo exiliada hasta el día de su muerte, en 1969. En el exilio fue nombrada delegada del Gobierno Ca-
talán. Se le confiscan todos sus bienes y se la condena al exilio a perpetuidad por parte del gobierno de
Franco.
Su labor como actriz y como activista cultural continuó fuera de España. En 1945 estrena "La casa de
Bernarda Alba" la obra póstuma de Lorca -nueve años después de ser escrita- Siguió estrenando obras
de los mejores autores y difundiendo las obras de su gran amigo Lorca hasta su muerte en 1969.
21. Andaluza, de Almería. Casada joven, al fallecer el segundo de sus hijos decide abandonar a su marido,
con el que no se entendía, y se marcha a Madrid con su hija. Empieza a estudiar al tiempo que trabaja y
pronto obtiene el título de Maestra.
Mujer adelantada a su tiempo, de carácter fuerte e independiente, escribió en abundancia sobre los te-
mas más opuestos, desde la estética femenina hasta los de carácter republicano. A pesar de su fecundi-
dad literaria tuvo tiempo para mantener abierta su casa a todos los autores del momento, muchos de
los cuales no dejaban de sorprenderse ante la figura de una escritora-ama de casa, ya que en ese mo-
mento casi no había precedentes de mujeres que compatibilizaran la maternidad y la vida laboral.
Cansinos Assens, en su Diario de un literato, nos ha dejado un retrato bastante frívolo y superficial de
esta autora. Como contrapunto, Ramón Gómez de la Serna, que convivió varios años con ella, nos per-
mite conocer su intimidad: "Carmen vino a Madrid a rehacer su vida, sin recursos, con su hija en brazos,
como esas pobres de mantón con su hijo palpitante bajo el mantón.(…) Carmen, con su sombrerito tris-
te y con su hija siempre en brazos, hizo sus estudios de maestra superior, ganó sus oposiciones, entre-
De Burgos
verando todo eso con artículos en todos lados. Carmen entonces era Carmen de Burgos y para dar va-
riedad a su nombre empleaba los seudónimos ingenuos y románticos de «Raquel», «Honorine»,
«Marianela». Apenada, nerviosa, fatigada, escribía para vivir, hasta que por fin fue la primera
PIONERA DEL
«redactora» de periódico. Por entonces Augusto Figueroa, el gran periodista, le dijo un día, a la salida
de El Diario Universal: «Usted debe firmar Colombine», y ella se llamó desde entonces «Colombine»"
PERIODISMO ESPAÑOL
Fundó la Alianza Hispano Israelita, de la que la Revista Crítica fue el órgano difusor en 1908. El 9 de oc-
tubre de 1932, tras haber intervenido en una reunión del Círculo Radical Socialista, fallecía de un ata-
que. El diario El Sol destacaba en su nota necrológica que en sus últimos momentos expresó su conten-
to por morir republicana. Colaboró en La Correspondencia de España, El País, ABC, etc. y como redacto-
ra en El Heraldo y Nuevo Mundo de Madrid.
CARMEN DE BURGOS, “COLOMBINE”,
FUE UNA MUJER QUE LUCHÓ POR TENER
UNA VIDA PROPIA. SACÓ ADELANTE A SU
HIJA EN SOLEDAD Y LLEGÓ A SER UNA
GRAN PERIODISTA
22. Fue una de las mujeres más destacadas del franquismo. Viuda de Onésimo Redondo, uno de los inicia-
Mercedes
dores del fascismo español. Falangista idealista creó en Valladolid inspirándose en una organización nazi
el Auxilio Social, que ofrecía centros de asistencia y comedores gratuitos a muchas de las víctimas nece-
sitadas (especialmente del bando de los vencidos) que había en esas fechas.
Su lema era, según declaró ella misma años después: “ Para mí un niño era un niño español y se ter-
minó y una mujer era una mujer española y nada más, ni rojos ni bandidos ni nada “. Lo cual resulta pa-
Sanz Bachiller
radójico en una España en la que la venganza y el odio a los vencidos era el sentimiento predominante.
De hecho Mercedes Sanz Bachiller sufrió múltiples críticas en el seno de su propio bando, ya que para
muchos se consideraba absurdo que se empeñase en mitigar el sufrimiento de los derrotados, que deb-
ían ser duramente castigados, y no exigiese actos de contrición antes de alimentarlos o vestirlos.
Fue criticada incluso por miembros de la Iglesia. Se propagó la idea de que sólo ambicionaba acrecentar
su prestigio y poder dada su rivalidad con Pilar Primo de Rivera y de sus malas relaciones con el podero-
so cuñado de Franco Ramón Serrano Súñer. LA MEJOR CARA
Pilar Primo de Rivera llegó al extremo de adjudicarse la creación del Auxilio Social arrinconando y silen-
ciando la labor de Mercedes Sanz Bachiller.
DEL FRANQUISMO
Los historiadores han comprobado que el Auxilio Social fue un organismo benefactor de muchos de los
vencidos que podían acudir sin miedo a las represalias. Curiosamente muchas de estas personas que
encontraron alguna esperanza a sus situaciones desesperadas en el Auxilio Social, señalaron la ironía
de haber sido ayudados por “los mismos” que les habían arrebatado a sus hijos o maridos. Que esa
ironía fuese posible se debe a la labor de Mercedes Sanz Bachiller.
DESDE EL FALANGISMO MÁS IDEALISTA
AYUDÓ A LOS VENCIDOS DE LA GUERRA
EN LOS TIEMPOS MÁS DUROS DEL FRANQUISMO
CON LA CREACIÓN DEL “AUXILIO SOCIAL”