2. El mensaje de salud adventista debe ser positivo y
atractivo, por eso todo el cuidado es necesario en
la divulgación del mensaje.
• Forma equivocada de presentar el mensaje de
salud.
• Fanatismo y críticas destructivas son conductas
inadecuadas en la propagación del mensaje. Esas
actitudes sólo aumentan la resistencia en el
proceso educativo al cambio.
• El sentimiento de superioridad tampoco ayuda.
Vivir el mensaje de la salud no es prueba de
discipulado.
3. Otro error común, es generalizar las excepciones y
enfatizar algunas prácticas del mensaje de salud de
Ellen G. White.
Ejemplos:
• Mezclar frutas y verduras en una misma comida:
cuando se investiga el asunto, encontramos
recomendaciones de la escritora sólo para personas con
digestión débil y no para personas en condiciones
normales.
• Consumo de leche, huevos y azúcar. Ellen G. White no
es totalmente contraria al consumo.
La forma equivocada de transmitir el mensaje de salud
ha impedido a las personas a conocer la verdadera
dimensión de esas enseñanzas.
4. Cuando se comprende y se vive genuinamente
el mensaje de salud, surge el deseo de
proclamarlo y compartirlo.
“De todos los habitantes del mundo, los
reformadores deben ser los más abnegados,
bondadosos y corteses. En su vida debe
manifestarse la verdadera bondad de las
acciones desinteresadas.” (Consejos sobre el
Régimen Alimenticio, pág. 553).
No basta conocer la verdad, tenemos que
poseer el método adecuado para divulgarlo.
5. Metodología apropiada para la
práctica y difusión del mensaje de
salud
• El presentador del mensaje de salud debe
tener cortesía, abnegación y bondad.
• Educar de manera agradable e
inteligente es el mejor y más efectivo
método para promover cambios en la
salud.
6. • Presentar los grandes principios bíblicos
en lugar de enfatizar un hábito o un
alimento en particular. Es necesario
hablar primero de la calidad de vida que
se obtienen a través de vivencias de este
mensaje.
• Dejar que el Espíritu Santo ayude a las
personas a hacer cambios progresivos en
el tiempo apropiado.
Fuente: La Ciencia del Buen Vivir, pág.
157
7. • El propósito del mensaje de salud es promover
una mejor calidad de vida y un
condicionamiento físico, mental y espiritual
que nos capacite para tener más elevada
comunicación con Dios.
• Para divulgar correctamente el mensaje de
salud, necesitamos utilizar una metodología
adecuada. El mejor método es el orientado en
la educación, a través del tacto, la cortesía y
la beneficencia.