1. El componente sociocultural
EL CONCEPTO DE CULTURA
1. Introducción
2. ¿Qué entendemos por cultura?
3. La manifestación de la cultura: símbolos, creencias, modos de clasificación,
actuaciones, presuposiciones
3.1. Lengua y cultura: un conjunto indisociable
4. El contacto con otras culturas
4.1. La analogía del iceberg
4.2. Aculturación
2. El componente sociocultural
2. ¿Qué entendemos por “cultura”?
- «La cultura es un conjunto complejo que incluye conocimientos, creencias, arte, la
moral, el derecho, las costumbres y todas las capacidades y hábitos adquiridos por el
hombre como miembro de la sociedad».
- «La cultura es la suma de ideas, las respuestas emotivas condicionadas y las
estructuras comportamentales habituales que los miembros de una sociedad han
adquirido gracias a la instrucción o a la imitación y que comparten en mayor o menor
grado».
- «La cultura de una sociedad consiste en todo lo que hay que saber o creer para actuar
de una forma aceptable entre los miembros de esa sociedad».
- «Es la representación que un grupo social da de sí mismo y de los otros a través de sus
producciones materiales, obras de arte, literatura, instituciones sociales y aún los objetos
de la vida cotidiana y los mecanismos que aseguran su perennidad y transmisión.»
- «Es el conjunto de actitudes, creencias, maneras de ver, comportamientos, recuerdos
comunes a los miembros de esa comunidad».
En estas acepciones hay muchos puntos comunes y pueden darnos la clave de lo
que debemos entender por cultura. Miquel (2005, 515) presenta la definición de la
cultura en unos puntos que nosotros resumimos:
- La cultura es un código simbólico que acorta las distancias entre los miembros del
grupo.
- La cultura es arbitraria, resultado de una convención.
- La cultura es compartida por los miembros de su comunidad. No hay cultura si sus
miembros no comparten los mismos patrones de comportamiento.
- La cultura se aprende con el aprendizaje de la lengua.
Considerar la cultura en los términos vistos arriba nos indica en primer lugar que
la cultura es algo que se comparte entre los miembros de una comunidad, que se puede
aprender, que se trata en muchas ocasiones de convenciones, y que su dimensión es
inmensa, pues se manifiesta de manera implícita y explícita.
Sin embargo, y a pesar de habernos acercado a diferentes definiciones, todavía no
estamos en disposición de expresar qué es cultura y qué contenidos abarca. Necesitamos
por tanto saber cómo se manifiesta.
3. El componente sociocultural
Manifestación de la cultura: símbolos, creencias, modos de
clasificación, actuaciones, presuposiciones
Lo que denominamos «sociocultural» puede organizarse de la siguiente manera:
a. Los símbolos
Nos dan información que solo saben interpretar las personas que los conocen ya
que poseen un valor reconocible. Se trata de cualquier representación que aporta un
significado. Gracias a los símbolos entendemos por ejemplo el valor del anillo de oro en
un dedo, el color negro asociado al luto o los adornos de Navidad.
Los símbolos tienen innumerables representaciones: iconos, logotipos (por
ejemplo, la forma y el color de la cruz de la organización Cruz Roja), objetos (el Goya,
el Óscar), música (himnos nacionales), edificios (el Congreso de los Diputados), lugares
públicos (la plaza de Mayo en Buenos Aires como símbolo de la lucha de la sociedad
contra la falta de libertades y derechos humanos; la plaza del Dos de mayo en Madrid),
personas (Rigoberta Menchú, como símbolo de la lucha por la defensa de los derechos
de los pueblos indígenas), etc.
Si una persona desconoce el valor de esos símbolos, no es capaz de
interpretarlos. Por ello, los símbolos, como manifestación de la cultura, han de ser
objeto de enseñanza.
b. Creencias
Se refiere a concepciones que tenemos sobre las realidades. La dimensión más
clara de las creencias se encuentra en las supersticiones. Así, nos encontramos con
creencias como la de pasar por debajo de una escalera, que atrae la mala suerte, al igual
que ver un gato negro (en Alemania, daría mala suerte si el animal pasa de izquierda
derecha); la creencia sobre el número 13, que explica, por ejemplo, que en algunas
líneas aéreas no exista ese número de fila; el hecho de acabarse a tiempo las 12 uvas en
el último momento del año, que hará que la buena suerte nos acompañe en el siguiente
año.
4. El componente sociocultural
Dejando aparte las supersticiones, existen otras creencias, como por ejemplo las
que tienen que ver con remedios curativos; creencias sobre la influencia del clima en los
comportamientos de las personas, como por ejemplo el viento de Levante de Cádiz
(España) o las lluvias torrenciales de Colombia.
c. Modos de clasificación
Cada cultura organiza la realidad de una manera determinada, hace que todo esté
ordenado, que los componentes de esa realidad sean estándar. La realidad se clasifica y
nos da información. Miquel (2005, 421) pone ejemplos de los apellidos, que en España
se ordenan de una manera determinada; las medidas de cantidad y peso en que se
organizan los alimentos; la forma en que está dispuesta la corriente (220 en general); los
diferentes tipos de enchufes (tres entradas o dos entradas); la conducción por la
izquierda en países herederos de la tradición británica (India, Australia o Sudáfrica por
ejemplo); el lugar donde se adquieren entradas para espectáculos (taquilla, Internet, o
teléfono).
d. Actuaciones
Este modo de manifestación de la cultura se sitúa en el plano más visible, más explícito,
ya que actúa en el ámbito del comportamiento, de la vida cotidiana y de lo corporal1
.
Las actuaciones están pautadas por códigos culturales y reflejan unos modos y valores
compartidos por una comunidad; tienen que ver con el saber hacer y saber estar con los
otros; por ello son indicadores de si las situaciones y los encuentros son como tienen
que ser o no. Por ejemplo, si uno está invitado en una casa espera que se le atienda; si te
invitan a pasar el día fuera y deciden que se come fuera, se presupone que el que ha
hecho la propuesta paga; (a muchos extranjeros les llama la atención las «peleas» que se
establecen a la hora de pagar en bares y restaurantes). Se puede citar también la
actuación que esperamos cuando damos un regalo (mucha efusividad), que no se
corresponde con las maneras de otros lugares, como por ejemplo en países del sudeste
asiático, en donde las personas se comportan de una manera más comedida.
e. Presuposiciones
Las presuposiciones se encuentran muy vinculadas a las actuaciones y a las creencias;
tanto es así que a veces es difícil establecer los límites. La diferencia con las
actuaciones es que no están en un plano tan visible, tan relacionado con el
1
Guillén Díaz (2005, 838) incorpora este tipo de cultura en lo que se llama “cultura popular”, frente a la
“cultura culta”, entendida como la “cultivada, institucional, literaria y artística […] dominada por pocos”.
5. El componente sociocultural
comportamiento. Miquel dice al respecto (2005, 522): «son mucho más opacas [que las
actuaciones]. Sin embrago están ahí, en la mente y en el sentir de todos, previas a la
comunicación». Por tanto, operan en la mente y se espera que se cumplan. Nos
referimos por ejemplo a que si se da una buena noticia, los interlocutores han de
mostrar alegría y expresarlo así (aunque por dentro sientan indiferencia); presuponemos
también que si nos ofrecen algo y lo rechazamos, el que ofrece lo volverá a intentar.
3.2. Lengua y cultura: un conjunto indisociable
La idea de que «a todo hecho de lengua subyace un hecho de cultura y de que
todo hecho de lengua se estructura en función de su dimensión social y cultural» se hace
patente y se evidencia en la manera en que se manifiestan las creencias, las
presuposiciones, las actuaciones: muestran que lengua y cultura son considerados como
un todo indisociable, ya que la mayoría de las veces explican comportamientos
lingüísticos. Pensemos por ejemplo en cómo rechazamos una invitación o una
propuesta. En algunas sociedades basta con declinar esa invitación, sin más. A los que
compartimos una denominada «cultura hispana» nos cuesta mucho rechazar una
invitación o determinadas propuestas, porque entendemos, tenemos la creencia de que
puede ofender al proponente, y eso hace que utilicemos muchas justificaciones, razones,
disculpas, etc.
En cuanto a las presuposiciones, presuponemos que si damos una buena noticia
nuestro interlocutor se va alegrar y por tanto lo expresará así. Las presuposiciones,
ligadas como hemos visto a las creencias, están estrechamente vinculadas a expresiones
lingüísticas.
4. El contacto con otras culturas
Debemos tener en cuenta que los símbolos, creencias, actuaciones,
presuposiciones que manejamos las personas pueden entrar en conflicto cuando
entramos en contacto con valores y modelos diferentes. Muchos trabajos de
investigación se centran en estudiar qué ocurre en encuentros interculturales.
4.1. La analogía del iceberg
Según estudios realizados, parece ser que las diferencias de comportamiento son
considerados como un factor clave en la falta de entendimiento intercultural. Para
entender esto debemos hacer referencia a la analogía del iceberg en uno de sus estudios
sobre la capacidad de los estudiantes de enfrentarse a encuentros interculturales.
6. El componente sociocultural
Imaginemos un iceberg, en donde emerge a la superficie el pico del mismo, asentado
sobre una gran y ancha base, que no se ve ya que se oculta bajo la superficie.
Disponemos de una «cultura interna» en donde se alojan nuestros valores y
nuestros patrones de comportamiento, que constituyen la gran base de ese iceberg. Allí
se deposita todo lo que se va aprendiendo de manera implícita e inconsciente; se trata de
cuestiones muy interiorizadas, que son difíciles de cambiar. Por encima, entre la gran
base y el pico del iceberg se encuentran las creencias, y justo por encima de estas, ya en
la superficie, se encuentran nuestros comportamientos, entendidos como las
actuaciones.
Esto, junto con la lengua, es lo que se denomina “cultura externa”, que se
aprende de manera explícita, consciente, y tiene que ver con el conocimiento objetivo.
Debemos tener en cuenta que, en las investigaciones sobre los encuentros
interculturales, se concluye que los elementos percibidos como diferenciadores: la
lengua y las actuaciones se consideran un factor clave en la falta de entendimiento
intercultural. Programas del tipo Madrileños por el mundo, Perdidos en la tribu,
etcétera, orientados a mostrar las características de la convivencia de personas en
entornos culturales diferentes a los de su origen, dan muestra de este hecho.
4.2. Aculturación
Entendemos por aculturación el proceso de adaptarse de manera gradual a la
nueva cultura. En ese proceso se requiere una reorientación de pensamiento, de sentir, y
por supuesto de comunicación.
El fenómeno de aculturación está íntimamente ligado a la adquisición de la
lengua, lógicamente porque «la cultura forma parte de nuestra esencia, pero el lenguaje,
que es el vehículo de comunicación entre miembros de otras culturas es el exponente
más visible y perceptible de esa cultura».