La ciudad sufrió una fuerte transformación debido a la revolución industrial, con un aumento de la población por inmigrantes. Las ciudades industriales carecían de planificación, higiene y saneamiento, y se construyeron con materiales de baja calidad, lo que aumentó la contaminación. A pesar de los problemas, la tasa de mortalidad descendió gracias al aumento de la producción de alimentos.