Troncos espectrales. Tres procesos de construcciones fotográficas

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1. “Lo espectral desvanecido”. ……………………………………………………..………….…….. 3
2. “Visión espectral”. ………………………………………………………………………….…..….... 11
3. “Espectroescultural”. ……………………………………………………….………………….….. 22

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1.1.1. Esta terna de recreaciones la efectuaré con la fotografía de una vista del lago “Sarmiento de Gamboa” situado en el Parque
nacional Torres del Paine de la Patagonia chilena, y llevará por título “Lo espectral desvanecido”.

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1.1.2. Doy comienzo al trabajo mejorando el enfoque de la toma e incorporando los ajustes de intensidad cromática, brillo, con-
traste y luminosidad. La fotografía, levemente intervenida, responde a la denominación de “Troncos espectrales”.

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1.2.1. Dado que me planteo pasar de “Troncos espectrales” a “Lo espectral desvanecido”, procedo a ir eliminando mediante clona-
ción todos los troncos de la imagen, puesto que son los elementos que le confieren ese carácter espectral.

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1.2.2. Prosigo con la sencilla tarea de clonación. Si en la imagen anterior aparecían suprimidos los restos carbonizados de árboles
de la zona situada por encima del lago, en ésta quito los de la franja que ocupan sus aguas.

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1.2.3. Concluyo el minucioso y largo proceso de eliminación de los espectrales trocos calcinados erradicando los que ocupaban
gran parte de la zona inmediata de la imagen. Aquí he tenido que realizar bastante trabajo de recreación, particularmente del
espacio que ocupaba el tronco más voluminoso.

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1.3. Después de ejecutado el trabajo de limpieza y de efectuar algunos retoques, la construcción fotográfica queda concluida con
esta presencia.

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TÍTULO: “Lo espectral desvanecido”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Agosto de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una captura hecha al lago Sar-
miento de Gamboa de la Patagonia chilena, de autoría propia.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
El trabajo es una sencilla, aunque laboriosa, recreación de
la fotografía “Troncos espectrales”. Verdaderamente parece
una fotografía del aturquesado lago Sarmiento próximo a las
emblemáticas Torres del Paine, una fiel captación fotográfica
de esa idílica realidad paisajística, pero no lo es puesto que he
practicado una notoria intervención digital. El paisaje que aquí
ofrezco es el mismo que el de la foto referida, sólo que limpia-
do minuciosamente de los múltiples troncos carbonizados que
lo pueblan. En Diciembre de 2011 se produjo un devastador
incendio forestal en el Parque nacional Torres del Paine; no
obstante, en la zona próxima al lago Sarmiento, aunque la to-
talidad de la vegetación quedó calcinada, la severidad resultó
moderada a la postre pues pudieron regenerarse especies her-
báceas y leñosas. Esta situación de oportuna rehabilitación es
precisamente la que intenta recrear la presente obra.
La instantánea “Troncos espectrales” debe su denomina-
ción al semblante espectral que percibí en los innumerables
troncos ardidos esparcidos por las inmediaciones del lago.
Eran como notas desencajantes en una armoniosa partitura,
que aportaban a la melodía aires funestos a la vez que un ex-
traño encandilamiento; eran como una visión fantasmagórica
en un amplio entorno fascinante con el desborde propio de lo
sublime. Si la fotografía presenta un panorama repleto de que-
mados troncos en el primer plano entre las hierbas y los mato-
rrales, la construcción realizada con ella suprime absolutamen-
te esta presencia y se queda con el encanto de lo vitalizado.
En el paisaje que muestra “Troncos espectrales” los leños tie-
nen un fuerte impacto, por lo que en su titulación he querido
reparar en ellos, sin pretender desconsiderar el paisaje en sí
mismo; sin embargo, en esta primera recreación no solamente
he pretendido hacer hincapié en el paisaje, sino que he prescin-
dido de lo que en la fotografía era especialmente relevante; por
ello, al desaparecer los troncos, al desvanecerse lo espectral,
la obra recoge en su nombre esta idea como medular.
Lo espectral es lo que tiene apariencia de espectro, y es-
pectro es una imagen o representación de algo misterioso o so-
brenatural, que puede resultar aterrador en su concepción ne-
gativa porque es como un fantasma, como la visión de una per-
sona muerta, algo procedente de ultratumba; aunque, desde
luego, en distintos ámbitos científicos, y en otros campos, el
término espectro se emplea con otros sentidos. De todas for-
mas, me interesa aquí la acepción que procedente de la etimo-
logía latina del vocablo (spectrum = imagen o aparición), enlaza
con la idea de lo fantasmal, de la muerte, de la destrucción, del
aniquilamiento o ruina que se aparece en una visión, porque
conecta perfectamente con los troncos carbonizados, desvitali-
zados, que al verlos me sugirieron la noción de espectral. Por
otra parte, abundando en la idea, en botánica tronco alude al
elemento estructural -y vital- de un árbol que se soporta en las
raíces y que soporta las ramas, y por el origen latino del sus-
tantivo truncus éste deriva del adjetivo truncus-a-um con el sig-
nificado de cortado, mutilado o amputado, de donde procede
truncar. Además, desvanecer, con el sentido de hacer desapa-
recer una cosa de la vista poco a poco, lo que ha ocurrido téc-
nicamente en la ejecución de esta imagen, tiene también en su
origen latino entre sus componentes léxicos la raíz vanus
(vacío, hueco), refiriendo al vacío de masa y colorido que deja
un incendio forestal, y en esta “regeneración” a la supresión de
los troncos.

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2.1.1. y 2.1.2. En esta segunda recreación el concepto plástico que voy a emplear es diferente del anterior. Ahora mantendré los
troncos, y el paisaje lo sustituiré por simples líneas evocadoras del mismo. Empiezo por tomar la imagen 1.2.3., sin los ajustes
aplicados en 1.1.2., y recorto en ella la parte inmediata (imagen 2.1.1.); posteriormente, en una capa vacía efectúo un con-
torno delgado de la misma suprimiendo los laterales y la parte inferior (la 2.1.2.).
2.1.1.
2.1.2.

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2.2.1., 2.2.2. y 2.2.3. Seguidamente, realizo otra copia de la imagen 1.2.3. y recorto el paisaje del fondo (la 2.2.1.); con ella hago
otras tres copias más, de modo que en cada una recorto una zona de sus distintos elementos (la 2.2.2.); por último, en una
capa vacía, practico los contornos de cada elemento con el mismo grueso anterior y suprimo también los laterales.
2.2.1.
2.2.2.
2.2.3.

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2.3. Después de activadas las cuatro capas del paisaje lineal de la zona del fondo (imagen 2.2.3.) y la de la inmediata (la 2.1.2.),
resulta la actual esquemática imagen.

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2.4.1. Una vez resuelta la actividad de contornear el paisaje, abordo la del recortado de los troncos más visibles; para ello empleo
copias de la imagen 1.1.2. empezando por el más notorio.

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2.4.2. Después, recorto en una nueva copia de la imagen 1.1.2. el árbol.

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2.4.3. Y, por último, hago lo propio con tres grupos de troncos empleando otras tantas copias de la imagen base 1.1.2.

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2.4.4. A continuación, procedo a eliminar las hierbas de las zonas inferiores usando el pincel y el clonador; en los grupos derecho
y central suprimo saturación y, además, en éste último resto luminosidad.

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2.5. Así aparece el paisaje en recreación manteniendo activadas las capas de la imagen anterior (la 2.4.4.) y las de la 2.3.

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2.6. Esta nueva visión del paisaje “Troncos espectrales”, denominada “Visión espectral“, queda así resuelta después de desplazar
la línea de vegetación hacia abajo, recolocar dos de los grupos de troncos y aumentar el tamaño de otros dos.

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TÍTULO: “Visión espectral”.
MEDIDAS: Variables.
COMENTARIO:
Esta segunda recreación de “Troncos espectrales” supone
un notorio cambio de planteamiento plástico respecto de la
precedente “Lo espectral desvanecido”. Estando desarrollando
la idea de ese primer trabajo, concebí la posibilidad de crear
otra panorámica con los troncos y con las líneas básicas del
paisaje reproducidas en negro sobre fondo blanco, esta espe-
cie de paisaje lineal con troncos; por consiguiente, si en el pri-
mer paisaje elimino los leños, en este otro, contrariamente, los
mantengo y suprimo el paisaje pero, en su lugar, muestro unas
discretas líneas que lo sugieren; y si en ese el cromatismo era
del esplendor que la naturaleza muestra, en éste me sirvo de
no colores: el negro y una gama de grises para los elementos
paisajísticos y el inmaculado blanco para el soporte de la lim-
pia imagen. En esta construcción fotográfica, entonces, los cal-
cinados troncos vuelven a tomar el protagonismo que tenían
en la fotografía de procedencia, mientras que el paisaje queda
ahora minimizado esquemáticamente, reducido a la mínima
expresión.
Naturalmente, la idea que desarrollo conecta con la historia
reciente del lugar del Parque nacional Torres de Paine que la
foto matriz registra, desde que a finales de 2011 se incendiara
su vegetación y quedara envuelto en la desolación. Esa trage-
dia medioambiental, tamizada aquí de pretendida delicadeza
dibujístico-poética, se vierte desde luego en los fantasmagóri-
cos troncos, pero, como novedad, también en la negrura del
paisaje sugerido, a pesar de que su simplificación opere conte-
niendo la sensación de desastre; así mismo se vuelca en el tipo
de encuadre que empleo, en el que todos los elementos, ex-
cepto unos leños centrales, quedan amputados por sus bordes,
sencillamente porque la realidad no cabe en él; el siniestro era
de una magnitud infinitamente mayor que el fragmento mostra-
do obtenido a los nueve años. Si en “Lo espectral desvanecido”
actuaba como si al regenerarse la vegetación que contaba con
esa posibilidad se hubiera sacado del lugar los testimonios de
la calcinación que no podían rebrotar, los árboles cuyos espec-
trales troncos y ramas quedaban erigidos o postrados, en
“Visión espectral”, abstrayéndome de la recuperación experi-
mentada, intento evidenciar el infortunio de la tragedia, aunque
con cierto lirismo pues la perspectiva del paso del tiempo per-
mite suavizar lo que en su momento fue calamitoso; mientras
que en esa recreación lo espectral se desvanece, pues, en ésta
se vuelve a visionar.
El aprovechamiento de la idea de espectral, que singularizo
en este trabajo, se ve reforzada por su denominación, pues el
sustantivo visión supone realmente una redundancia del adjeti-
vo espectral, dado que espectro en su origen latino tiene el sig-
nificado de aparición, además del de imagen, y visión es un si-
nónimo de aparición en su acepción de objeto del sentido de la
vista particularmente cuando es pavoroso, mas también en las
de contemplación inmediata y directa sin percepción sensible, o
de creación de una fantasía o imaginación que siendo irreal se
toma como verdadera; y, como señala el título, la visión que
ofrezco es espectral. Como expuse en la recreación anterior, el
sentido que adopta espectral es lo fantasmagórico por cadavé-
rico que se hace presente trayéndolo a la vista o imaginándolo,
y que en esta creación se representa con los leños muertos y el
paisaje reducido a negras líneas. Por otra parte, visión tiene
además el significado de punto de vista particular sobre un te-
ma o asunto, y eso es justamente lo que ofrezco aquí.

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3.1. Con el propósito de crear una escultura con los troncos,
montarla sobre una peana realizada con la vegetación, y
ambientarla ante una pared del color de las aguas del
lago, inicio la tercera y última recreación generando la
pared; para lo cual tomo una muestra del agua y, en una
capa vacía, vuelco el color. Previamente, he abierto en
el programa de tratamiento de la imagen los archivos de
las recreaciones anteriores, he originado un archivo
nuevo para ésta de formato vertical y he importado la
capa 1.3., de la que he tomado el píxel de color.

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3.2.1. Acto seguido, acometo la confección de la peana; para
lo cual, sobre la capa 1.3. importada anteriormente del
archivo “Lo espectral desvanecido”, recorto el sector de
hierba que me interesa y aumento algo su tamaño.

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3.2.2. Luego, ajusto sus dimensiones al tamaño que deseo
que tenga la peana. Lo visualizo importando la imagen
2.4.4. del archivo “Visión espectral“, activándola momen-
táneamente y redimensionándola a conveniencia.

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3.2.3. A continuación, le doy un corte al bies en el lateral iz-
quierdo para ir dándole profundidad y perspectiva.

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3.2.4. Después, realizo varias operaciones: 1. produzco una
copia y en ella recorto lo que será su parte frontal; 2. a la
capa anterior le aplico luminosidad; y 3. a su parte dere-
cha seccionada le elimino, contrariamente, luz para confe-
rirle con ambas maniobras sentido de profundidad. La zo-
na de frente se mantiene con la luz que tenía.

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3.2.5. Practicados los juegos de luces a la peana, doy brillo e
intensidad cromática a la capa de la pared para que que-
de más en consonancia con la peana.

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3.3.1. Ahora, abordo la fase final de la construcción en la que
creo una escultura manejando los troncos. La imagen
2.4.4. será la empleada con este fin en múltiples copias
(todas las copias efectuadas serán de ella). De una extrai-
go el tronco más notorio, ajusto su tamaño y lo posiciono
en la pena.

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3.3.2. De otra copia tomo el tronco situado en la parte inferior
central y lo coloco en el centro superior, modificando por
clonación su acople a la base. Posteriormente, de otra co-
pia cojo el saliente superior derecho, disminuyo su tama-
ño y lo emplazo en este detalle como saliente vertical.

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3.3.3. Selecciono el árbol de otra copia y lo ubico en vertical
sobre el saliente izquierdo, efectuando clonaciones para
armonizar la transición de un elemento a otro.

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3.3.4. Sobre la imagen anterior, la 3.3.3., realizo clonaciones
en algunas zonas para modificarlas apropiadamente.

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3.3.5. Continúo modelando algunas zonas haciendo uso del
tampón de clonar, del pincel y del borrador. En una dispo-
sición triangular voy perfilando la insinuación de tres ani-
males: un roedor abajo, un ave a la derecha y un reptil a
la izquierda.

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3.3.6. En el esbozo de roedor instalo dos patas y otro ele-
mento obtenidos de tres detalles del tronco grande saca-
dos de otras tantas copias.

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3.3.7. Completo la particular sugerencia de roedor añadiendo
una especie de cola, conseguida manipulando ramas del
árbol de tres copias.

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3.3.8. De otras dos copias utilizo dos ramas del árbol con el
deseo de confeccionarle al insinuado reptil una lengua
bífida.

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3.3.9. Para completar la escultura, acometo la ejecución del
último elemento que acoplo en ella. De una copia más de
la imagen de base (recuerdo que es la 2.4.4.) tomo el
tronco del centro derecha, recorto el fragmento deseado,
lo dispongo en el lugar elegido, y borrando las zonas infe-
riores lo adapto convenientemente.

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3.3.10. Luego, recorto un trozo del tronco del árbol de otra
copia y lo ajusto en la parte superior izquierda

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3.3.11. Finalmente, de cuatro copias capturo distintos deta-
lles para confeccionar los remates que adjunto al tronco
del árbol anteriormente levantado. Como en ocasiones
previas realizo tareas de recorte, clonación, borrado y pin-
tado.

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3.4. La peculiar escultura queda concluida acomodando un
sutil sombreado a su parte inferior, realizado en una copia
de todas las capas de la escultura combinadas, y aplican-
do brillo y contraste a toda ella. Por su parte, a la peana
le practico un leve suavizado de sus aristas

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TÍTULO: “Espectroescultural”.
MEDIDAS: Variables.
COMENTARIO:
Si “Visión espectral” supone un considerable cambio de
orientación plástica respecto a “Lo espectral desvanecido”, es-
ta última obra de la terna de recreaciones hechas de la foto-
grafía “Troncos espectrales” denota una transformación mucho
mayor. Si en la segunda, que estaba resuelta como una foto-
grafía, hacía patente el paisaje suprimiendo todos los troncos
en él dispersos; y en la primera, que estaba ejecutada como
un dibujo, hacía valer los troncos reduciendo el paisaje a sim-
ples líneas negras; en esta tercera, solventada como una es-
cultura, convierto en la representación los elementos distintivos
de la foto de procedencia en una realidad radicalmente nueva:
los troncos en peculiar escultura, el paisaje de matorrales y
hierbas en oportuna peana sobre la que se asienta la escultu-
ra, y el lago en pared de cabal ambientación para el escultural
objeto con su pedestal.
En el comentario de la recreación inicial señalé que la vi-
sualización en el lago Sarmiento de los troncos quemados me
suscitó la idea de espectral; pero, además, al tiempo, algunos
me parecieron atractivas esculturas; de modo que de la con-
fluencia de ambos contenidos mentales imaginados ha surgido
este proyecto constructivo, y el título de su ejecución lo recoge
explícitamente. Para su titulación he optado por recurrir a ge-
nerar un término compuesto por los vocablos espectro y escul-
tural, con el significado precisamente de espectro con forma
de escultura, o, inversamente, de escultura espectral. De igual
manera, entonces, que he creado una imagen singular de una
escultura con impronta espectral, he tenido que crear el término
que la nominara; una denominación inexistente, pues, para una
realidad ficticia imaginada.
El fascinante panorama montañoso, lacustre y campestre
repleto de carbonizados troncos capturado en “Troncos espec-
trales”, que se ha tornado en un pseudo objeto escultórico ins-
talado en un espacio para su contemplación, cuenta en esta
mutación con la presencia sugerida de animales del entorno
(un roedor, un ave y un reptil, situados en posición triangular),
que vieron su vida comprometida o truncada por el incendio de
2011 y que se presentan, como los troncos, igualmente calcina-
dos porque son parte de ellos, simbolizando la inquebrantable
unidad vital de la flora y la fauna. Su aparición pretende añadir
más espectralidad aún a la escultura con la que inevitablemen-
te se mimetizan.
Salvando las distancias propias entre lo matérico y lo digi-
tal, esta escultura se sustenta en planteamientos parecidos a
los que mantengo cuando creo esculturas con materiales sóli-
dos y objetos, ya que en ambos casos compongo las obras a
base de conjuntar fragmentos del material -o materiales- con el
que estoy trabajando, mediante diversos tipos de herramientas
e intervenciones. Además, en ambos casos me sirvo particular-
mente de materiales encontrados, realidades tangibles que en
la actividad escultórica mantienen su fisicidad, y que en esta
digital se tornan en captura fotográfica. Por otro lado, si muchas
de esas materias primas son desechos, materiales desahucia-
dos por “desvitalizados”, en este caso los troncos carbonizados
-la carne exánime de la escultura-, también lo son. Podría de-
cirse que al haber sido inviable coger los troncos encontrados
casualmente en el lugar por donde transitaba y confeccionar
con ellos una escultura, he procedido a fotografiarlos y, em-
pleando igualmente el entorno, generar digitalmente esta otra
con sus elementos de instalación peana y espacio.

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