Recreaciones fotográficas de animales argentinos

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1. “A modo de collage”. …………………………………………..………….……………………..…... 3
2. “Pregalanteo”. ………………………………………………………………………….…….…..….... 20
3. “Retrato de político”. ……………………………………………………….……..…………….….. 38

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1.1.1. Con esta toma de un pequeño rebaño de cabras criollas argentinas, efectuada en la provincia de Salta (Argentina), aborda-
ré la quinta terna de recreaciones para el proyecto expositivo “Reproduciendo / Recreando Argentina y Chile”.

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1.1.2. Inicio la tarea acercando el objeto, quedando en consecuencia eliminadas franjas de los bordes, y aumentado el tamaño de
la imagen; aplico, además, brillo y saturación. La fotografía lleva por título “El macho en primer plano”.

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1.2.1. A continuación, recorto los dos animales situados delante. Para ello, hago uso de una herramienta ordinaria de recorte para
las zonas menos complicadas, y del recurso de perfeccionar bordes para las zonas muy irregulares.

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1.2.2. Seguidamente, independizo ambos animales en capas distintas y, posteriormente, recreo clonando la zona de la hembra
que ocultaba el morro del macho.

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1.2.3. En este momento abro propiamente el proceso de realización específico de la primera recreación, llamada “A modo de co-
llage”, puesto que los pasos previos son útiles también para las otras dos recreaciones. Actuando en la capa del macho, giro
su posición y aumento su tamaño; luego, en una capa vacía, vuelco el color negro que servirá de fondo de la composición.

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1.2.4. Después, una vez recortada la imagen para eliminar el contenido que ha quedado fuera de ella, le doy un corte más al cuer-
po del semental caprino, quedando determinado el primer elemento del collage que pretendo crear.

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1.2.5. Ahora, actuando con la capa de la hembra, sitúo al animal en el centro de la imagen, lo agrando y le suprimo las tres patas
de la derecha.

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1.2.6. A continuación, genero una copia de la capa del macho (la específica de la imagen 1.2.2.), recorto la cornamenta con algo
de la cabeza, aumento discretamente su tamaño y acomodo su posición desplazándola y girándola.

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1.2.7. Acto seguido, aplico ajustes específicos a cada componente: a la parte trasera del macho saturación, aclaración de las zo-
nas claras y oscurecimiento de las oscuras; a la hembra algo de brillo; y a la cornamenta del macho intensidad cromática y
contraste lumínico como al elemento del fondo.

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1.3.1. Una vez resuelta la parte compositiva nuclear del collage, acometo la ejecución del último componente: una especie de co-
lumna multipiezas ejecutada con distintas partes de la cornamenta, las seis mostradas a la derecha obtenidas de seis copias
de los cuernos recortando las partes deseadas.

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1.3.2. Coloco sobrepuestas las seis piezas en la parte alta. Debajo voy disponiendo unas y otras en diferente orden, modificando
en algunas su orientación y forma. Por basamento ubico la cornamenta variada. Como es natural, para poder manipularlas
cómodamente, cada pieza ha de estar alojada en una capa propia (son 18 en total -6 iniciales y 12 incorporadas-).

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1.3.3. Así queda la columna formalmente concluida aplicando una suave sombra en la parte inferior de cada pieza, excepto en la
de la base. Finalmente, efectúo una copia del conjunto de capas de la columna y las unifico combinándolas en una sola.

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1.3.4. Activando las tres capas de los primeros componentes confeccionados y la negra del fondo (imagen 1.2.7.), y manteniendo
activada la de la columna, queda la composición concluida; sólo resta un par de modificaciones sobre ella.

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1.3.5. La primera modificación que realizo es formal y afecta al corte del cuerpo del macho. Para producirla hago una copia de la
columna combinada, la desplazo hasta el borde superior del cuerpo, la invierto en su horizontalidad, la selecciono y borro el
contenido del cuerpo que queda dentro de la selección, de modo que sea simétrico con el corte enfrentado de la columna.

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1.4. Y, concluyendo la obra, la segunda modificación es cromática y de ajuste, y atañe a la columna. La intervención consiste en
modificar el tono, en aumentar discretamente la intensidad cromática y la oscuridad, y en incrementar considerablemente el
brillo y el contraste.

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TÍTULO: “A modo de collage”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Septiembre de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una toma, de autoría propia, ex-
traída a un pequeño rebaño de cabras criollas argentinas en la
provincia de Salta (Argentina).
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
La obra presenta una sencilla composición plástica realiza-
da con los dos elementos más relevantes de la fotografía “El
macho en primer plano”, el macho cabrío y la hembra que per-
manece a su lado. Sus componentes aparecen superpuestos
sobre fondo negro, carentes de toda lógica natural, en dos
construcciones bien diferenciadas, aunque adecuadamente
conjuntadas: las fragmentaciones de la parte trasera del cuer-
po del semental al fondo, de la cornamenta y parte de la cabe-
za delante, y de la mayor parte del cuerpo de la hembra en
medio, por un lado; y por otro, la especie de columna aislada
construida con múltiples fragmentos de los cuernos del macho.
Así pues, si en la instantánea de procedencia el protagonismo
visual y literario recaía sobre ese género dominante, aquí man-
tengo esa jerarquía, mas desaparece de la denominación para
conferírsela a la técnica que empleo en su construcción.
El collage, galicismo incorporado al castellano con el signi-
ficado de “pegadura” o “encoladura”, es una técnica de expre-
sión plástica, así como el resultado de ella, que consiste en
recoger directamente distintos elementos de la realidad des-
contextualizándolos, y en unirlos pegándolos o encolándolos a
un soporte. Surge de la anónima cultura popular, se incorpora
al ámbito artístico en 1912 con el atrevimiento de G. BRAQUE
y P. PICASSO en la fase más experimental del cubismo, ha
contagiado al arte posterior con prácticas polimorfas, y ha con-
seguido inundar la cultura y civilización contemporáneas, pues
su intrínseca fragmentación y yuxtaposición hacen que no se
restrinja al mundo del arte; pudiendo afirmarse, incluso, que
nuestra sociedad es un gran collage, para el que el “collagista”
acomete nuevas y singulares construcciones con el propósito
de hacérnosla comprensible. A decir verdad, el collage surgió
como consecuencia natural de una sociedad collage; lógica-
mente no fue él quien la creó a su imagen y semejanza. Como
procedimiento, el collage es la construcción de un todo con par-
tes que no pertenecen a ese conjunto, con elementos materia-
les heterogéneos capaces de aportar sentido a la construcción
(discursivo, poético, simbólico y, sobre todo, constructivo), con
fragmentos enfrentados por ser distintos, por contraponer dis-
pares formas, por no corresponderse lógicamente, establecien-
do paradójicamente sutiles analogías.
Con este trabajo he tenido la intención de realizar una cons-
trucción del estilo al collage, propósito y praxis de donde toma
el título; por la sencilla razón de que aunque pueda calificarse
de collage digital, en rigor no es propiamente un collage. En es-
te sucedáneo de collage no he recogido el material (en singular
porque no se trata de varios) de la realidad, sino que lo he cap-
turado de ella mediante la cámara fotográfica, para luego tratar-
lo digitalmente; por consiguiente, no puede caracterizarse, a
diferencia del auténtico, por su pluralidad y fisicidad. Igualmen-
te descontextualizo el material originario, pero al recontextuali-
zarlo en la construcción destruyo el todo y con fragmentos de él
construyo otro totalmente diferente, en lugar de hacerlo con ese
material y con otros. Aunque sí procedo a “recortar” los elemen-
tos de composición, no puedo encolarlos (situación, recuerdo,
de donde deriva el nombre de la técnica) sino que los super-
pongo. Además, el tratamiento digital me ha permitido opera-
ciones como cambios de escala y ciertas deformaciones, que
no son posibles en el collage real, simplemente porque cada
recurso tiene sus posibilidades diferenciales y específicas.

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2.1.1. Para emprender esta segunda recreación, que titularé
“Pregalanteo”, me sirvo de la imagen 1.2.2. (descompues-
ta en dos capas) que cargo en un nuevo archivo con for-
mato vertical.

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2.1.2. Luego, posiciono cada animal en el lugar conveniente,
invirtiendo sus orientaciones, en función del esquema
compositivo que tengo planteado, y recorto la imagen pa-
ra eliminar lo que se queda en el exterior.

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2.2.1.1. Acto seguido, preparo el terreno sobre el que colocar
a la pareja. Incorporo al archivo la imagen 1.1.2. que em-
plearé en la recreación de diferentes elementos. En una
copia de ella invertida horizontalmente recorto un frag-
mento de la imagen (el 1., que es el que recoge la som-
bra del macho); en otra copia sin invertir recorto el 2.1.,
borro con opacidad reducida el borde izquierdo para reali-
zar una adecuada transición (el 2.2.), y lo sitúo a conti-
nuación del 1., resultando el 3.
1.
2.2.
3.
2.1.

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2.2.1.2. Ultimo este pequeño proceso duplicando hacia aba-
jo, mediante una selección rectangular, la parte inferior de
la sección 3.

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2.2.2. A continuación, en otra copia de la imagen 1.1.2., que
coloco bajo la anterior en la paleta de capas, secciono el
trozo que aparece en la parte superior.

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2.2.3. Finalmente, efectúo clonaciones en la banda inferior
para ocultar que se trata de un duplicado de una parte de
la imagen sobrepuesta, y en la superior con el fin de eli-
minar los elementos inservibles, cuidando el borde entre
ambos espacios. Ambos laterales quedarán ocultos por
una cortina, por lo que no es necesario trabajarlos minu-
ciosamente.

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2.2.4. Este es el resultado de activar la imagen 2.1.2. mante-
niendo activada la anterior (la 2.2.3.). La primera está si-
tuada en la paleta de capas sobre la segunda.

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2.3.1. Con el propósito de completar el paisaje, en una capa
vacía introduzco un azul celeste plano, que posiciono ba-
jo las capas anteriores. Además, en una nueva copia de
la imagen 1.1.2. recorto la sombra de la hembra y la sitúo
en la paleta de capas bajo ella.

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2.3.2. Seguidamente, genero un degradado con blanco para
que quede el cielo más claro por su parte inferior y vaya
oscureciéndose gradualmente. Luego, aplico ajustes de
intensidad cromática a las tierras y, además, color rojizo a
la del primer plano; coloración que efectúo igualmente
con la sombra de la cabra.

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2.4.1. Como último elemento compositivo de la escena de
cierta intimidad que pretendo crear, genero una cortina
bastante abierta. Para ello, procedo dibujando con bolí-
grafo sobre papel una cortina que después escaneo, car-
go en el archivo de la obra y, por último, depuro con opor-
tunos trazos, selecciones con volcados de blanco y goma.

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2.4.2. A continuación, con diferentes tonos de marrones pin-
to minuciosamente la cortina representando adecuada-
mente los claros y sombras de sus pliegues. Primero,
manteniendo seleccionada la sección de cortina pertinen-
te, procedo pintando el tono más oscuro y el resto lo pinto
del más claro; después, voy aplicando la franja cromática
intermedia de menos claros a más oscuros en sus luga-
res modelando las transiciones con distintas opacidades y
flujos de pincel y, en ocasiones, haciendo clonaciones.

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2.4.3. Posteriormente, en una última copia de la imagen
1.1.2., recorto la parte izquierda de la franja superior y la
sitúo en la banda izquierda; después, hago una copia del
recorte y girándola 180º la posiciono en la banda derecha;
para, a continuación, seleccionar ambas cortinas de la
imagen precedente (la 2.4.2.) y recortar las franjas como
ellas.

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2.4.4. Para concluir las cortinas, procedo a darles un colorido
muy particular; ello lo consigo, sencillamente, aplicando
un modo de fusión tonal a las dos franjas de la imagen
anterior (la 2.4.3.), para lo que sus capas han de estar
sobre las de las cortinas pintadas (imagen 2.4.2.).

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2.4.5. Acto seguido, activo la imagen 2.3.2. y visualizo el es-
tado actual de la recreación.

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2.4.6. A continuación, ejecuto tres acciones más para ir ulti-
mando la construcción: 1. suavizo los bordes de los ani-
males; 2. incremento levemente sus tonos oscuros, y al
macho, además, le aumento el brillo y el contraste; y 3.
remato por el centro la transición de un tipo de tierra a
otro clonando y elimino igualmente una sombrita del
plano inmediato.

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2.5. La obra queda concluida de este modo realizando una
operación más, consistente en crear las sobras de las
cortinas en consonancia con las de las cabras; ello lo
efectúo generándolas con la herramienta del programa y,
luego, ajustándolas manipulativamente.

37
TÍTULO: “Pregalanteo”.
MEDIDAS: Variables.
COMENTARIO:
Como en la recreación precedente, “A modo de collage”,
ésta deriva de la instantánea “El macho en primer plano”, e
igualmente adopta a una pareja de animales caprinos como
protagonistas; pero si en la obra previa esos seres vivos no me
interesaban realmente como tales, sino como elementos de
construcción por sus posibilidades constructivas, en esta otra
sí me importan en sí mismos como criaturas vitales, dotadas
de una capacidad de interrelación específica en época de celo.
En consonancia con esa idea e interés, sitúo a la pareja hete-
rosexual en su ambiente natural, mas aderezo llamativamente
la escena de preparación para el cortejo con una cortina en
primer plano entreabierta, cuyo cometido es favorecer las con-
diciones de un encuentro íntimo; recurso surreal que imprime
cierto carácter antropomórfico al acontecimiento. Por lo tanto,
no sólo me valgo de unos animales por una circunstancia com-
portamental instintiva, sino que la acerco al ámbito humano.
Cabalmente el título de la obra alude igualmente a esa re-
lativa concesión de forma humana mencionada, ya que por ga-
lanteo se entiende la acción de cortejar a una mujer y decirle
galanterías; vocablo que, supongo que no casualmente, es un
sustantivo de género masculino. Se trata de una estrategia re-
lacional que supone tratar de modo cortés, cordial y solícito a
una dama para conseguir de ella complacencia, cariño,
amor…; no obstante, en un sentido más genérico, galanteo es
el comportamiento de tratar a alguien (no necesariamente del
otro sexo) de forma obsequiosa para lograr algún favor de él. Y
el prefijo /pre-/ indicaría que se está preparando esa acción,
que se está en los momentos previos al galanteo; sólo que en
este caso se referiría al sentido más restringido del término.
El intento de antropomorfización consiste aquí en un juego
de equilibrios, como el propio galanteo, en el que la tendencia a
esa práctica queda circunscrita a los seres vivos animados, a
los animales; de modo que si por ello se entiende la acción y el
efecto de conferir a una cosa o ser sobrenatural forma o cuali-
dades humanas, buscando semejanza con lo humano, renuncio
a esa bidireccionalidad y aproximo lo animal a lo humano -o lo
humano a lo animal-; sencillamente porque la interrelación her-
mana a unos seres y otros, y porque a lo divino y a lo objetual
no se les conoce ese peculiar comportamiento de insinuarse,
de llamar la atención del otro e interesarse por él, de mantener
prácticas seductivas, de emparejarse, de copularse… Desde
luego los dioses y las cosas no pueden ruborizarse, lubricar o
erectarse, están exentos de experimentar las reacciones físicas
corporales que desencadenan esas lúdicas aproximaciones.
El vocablo galantear comparte campo semántico con corte-
jar y con otros términos como coquetear, flirtear, festejar…; pe-
ro cortejar tiene la peculiaridad de que se aplica indistintamente
a humanos y animales, pues el cortejo sexual es ejecutado
también por muchas especies del reino animal; por ello he op-
tado por galanteo sirviéndome de animales. Existe otra cons-
trucción fotográfica subtitulada precisamente “Cortejo”, cuyo
título es “E. a. c. 42” (“Entre la abstracción y la concreción 42”,
Junio de 2019) que, con unos resultados plásticos muy diferen-
tes, plantea de modo más directo (no se trata de un precortejo)
la situación de hacer la corte un palomo a una paloma para
atraerla, seducirla y enamorarla, con un despliegue de juegos
ritualísticos en los que el macho trata de lograr el favor sexual
de la hembra.

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3.1.1. Con la voluntad de confeccionar un sarcástico retrato
de político, genero una copia del archivo precedente,
“Pregalanteo”, y elimino todas las capas y subcapas ex-
cepto la de la imagen 2.1.1. De él aprovecho el formato
vertical con sus medidas y el macho de la imagen, por lo
que suprimo la hembra.

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3.1.2. Posteriormente, giro discretamente el macho cabrío
hacia la izquierda y recorto la imagen, quedando con ello
excluido el contenido situado fuera de ella.

41
3.1.3. Finalmente, recorto la cabeza del animal por la base
del cuello respetando la cuerda.

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3.2.1. Acto seguido, comienzo el proceso de deformación del
rostro del político animal. Produzco cuatro copias de la
imagen anterior (la 3.1.3.), selecciono rectangularmente
tres detalles (el ojo y oreja, el morro y el cuello) y el otro
(la barba) irregularmente, y suprimo lo que permanece
fuera de cada selección.

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3.2.2. A continuación, practico diferentes tipos y grados de
distorsión (uno particular para cada una de las zonas se-
leccionadas del rostro). Al estar alojada cada parte en una
capa distinta puedo ejecutar tratamientos diferenciales.

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3.2.3. Posteriormente, sobrepongo colores, también diferen-
ciales, a cada fragmento del rostro.

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3.2.4. Seguidamente, activo la imagen 3.1.3. para contextua-
lizar las transformaciones (realmente durante este proce-
so estaba activada para ir visualizando los cambios que
iba introduciendo).

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3.2.5. Concluyo esta fase de alteraciones haciendo una últi-
ma copia de la imagen 3.1.3., recortando la cornamenta,
aplicando otro tipo de distorsión diferente a los anteriores
(ver texto de imagen 3.2.2.), y acomodando intensidad
cromática y contraste de tonos claros y oscuros.

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3.2.6. El perfil del político animal queda rematado poniéndole
a la imagen del fondo (la 3.1.3. activada en 3.2.4.) con-
traste también de tonos claros y oscuros, como en la ima-
gen precedente, y aplicándole selectivamente al resto de
cuerda del cuello, en dos máscaras de capa, saturación y
oscuridad.

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3.3.1. Con la intención de colocarle un fondo a la cara del
mandatario (al retrato), vuelco el color seleccionado en la
paleta de colores en una capa vacía, que sitúo en la parte
inferior de la paleta de capas.

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3.3.2. Como último detalle, le añado al retrato un logotipo
que alude a la afiliación partidista del prócer. Lo confec-
ciono con dos copias de la imagen 1.2.2., importada del
archivo “A modo de collage”; de ellas selecciono y recorto
las astas y los testículos.

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3.3.3. Seguidamente, recorto aún más los testículos y los
cuernos, giro éstos hacia la izquierda y los dispongo de-
trás de esos, posicionando el conjunto en el lugar de la
imagen deseado.

51
3.4. Finalmente, este “Retrato de político” queda concluido
administrándole a la cornamenta del logo saturación glo-
bal y selectiva de tonos amarillos, y contraste de matices
claros y oscuros; y a los testículos igualmente ese tipo de
contraste y otro de brillos y opacidades. Además, retoco
el morro dándole algo más de abultamiento deformándolo
más aún, y recortándolo por su parte inferior; y la franja
azul la modifico recortándola discretamente.

52
TÍTULO: “Retrato de político”.
MEDIDAS: Variables.
COMENTARIO:
“Retrato de político” hace uso del perfil de la cabeza del
macho cabrío que se destaca en la imagen de la fotografía “El
macho en primer plano” y explícitamente en su denominación.
La recreación presenta dicho perfil con varias zonas distorsio-
nadas (el ojo y la oreja, el morro, el cuello, las barbas y la cor-
namenta) en su forma y color, y representa el retrato de un po-
lítico, lo que explica la titulación. Evidentemente no pretende
reproducir la efigie de un político concreto, sino referirse sar-
cásticamente a la generalidad, al colectivo de personas que se
dedican a la actividad política. Además, se acompaña de una
especie de logotipo que absolutiza los testículos y las astas del
macho, y que alude a la afiliación al partido de pertenencia.
La obra pretende resaltar humorística y satíricamente lo
específicamente animal de ciertos comportamientos de la cla-
se política, no lo que pueda entrañar de lo que se conoce sin-
gularmente como “animal político” (espécimen caracterizado
por su fuerte personalidad y por su destacable competencia e
influencia políticas), sino de abyecta animalidad a menudo in-
contenida. Haber elegido a un macho de cabra, es decir a un
cabrón (en su acepción de persona malintencionada que perju-
dica a otras con sus malas o canallescas tretas, pero también
de cornudo en la medida en que es traicionado por otros de su
condición), es una evidente declaración de intenciones. Cierta-
mente no todos los políticos son iguales, al menos teóricamen-
te cada cual pose su ideología y personalidad propias; pero
cuando parecen estar descartadas las ideologías de las prácti-
cas políticas y las actitudes son bastante parecidas en muchos
aspectos, cuesta no caer en la tentación generalizadora.
Este trabajo está basado en el género artístico de la carica-
tura con intencionalidad política. La caricatura suele ser un re-
trato u otra forma de representación que exagera aspectos de
una persona o grupo (físicos, de indumentaria, comportamenta-
les, etc.) con un propósito grotesco; frecuentemente se dirige a
personas respetables detentadoras de algún tipo de autoridad,
de las que se aísla un rasgo que resulta cómico o se le dota de
comicidad, que es fácilmente reconocible como perteneciente
al individuo objeto de ella. Si bien ya desde la antigüedad se
dibujaba con la intención de criticar costumbres sociales, la reli-
gión o la política (constituyendo un arma contra los poderosos y
siendo víctima de censura en tiempos tiránicos), fue en el Re-
nacimiento italiano cuando nació como se conoce, y desde
esos orígenes estaba ya asociado el retrato caricaturesco de
personas con la plasmación de animales. No será hasta el s.
XVIII cuando aparezca como arma política de la mano de
W.HOGARTH, como recurso de libertad de expresión dirigido
contra situaciones, instituciones y autoridades políticas, con el
ánimo de crítica, de cuestionar su credibilidad, de ridiculizar re-
saltando los errores cometidos, etc., en clave de humor satírico.
Este caricaturesco perfil de político (por la posición del ros-
tro y por el conjunto de rasgos peculiares que lo caracterizan)
es también una alegoría en la que los distintos elementos en-
cierran contenidos simbólicos: el propio animal y sus distorsio-
nes parciales (el ojo sesgado o desviadamente tendencioso, la
oreja disminuida lastradora de la escucha, el morro abultado
deformador de la palabra,…); así como el resto de cuerda que
rodea su cuello (colgado de sí mismo, del propio partido y de
los poderes fácticos), el oscilante colorido mimético superpues-
to, la cínica sonrisa, y el chistoso y mordaz logotipo.

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