Este documento presenta una síntesis de 20 modelos educativos utilizados en América Latina. Cada modelo se ha desarrollado para responder a diferentes contextos y culturas de aprendizaje, y permiten a los profesores elegir el que mejor se adapte a su situación. Algunos de los modelos descritos incluyen la enseñanza frontal tradicional, la asignación de trabajos individuales o en grupos, los seminarios, los debates y el diálogo socrático entre dos personas.
1. María del Rosario
Hernández Coló
Mayo, 2016
SÍNTESIS DE LOS 20
MODELOS EDUCATIVOS
EN AMÉRICA LATINA
Centro Panamericano de Estudios
Superiores
Doctorado en Investigación y Docencia
Bases Metodológicas de la Formación
2. A lo largo de la historia educativa, y con base en las necesidades
institucionales y del alumno, se han desarrollado innumerables modelos
didácticos. Cada uno ha permitido el aprendizaje de contenidos
específicos en beneficio de los estudiantes, quienes además, con el paso
del tiempo se han vuelto agentes activos de su propio proceso de
aprendizaje.
El documento que se presenta tiene la intención de presentar una
síntesis de 20 modelos educativos utilizados en América Latina. Cada
uno ha respondido a distintas culturas de aprendizaje, contextos y en
ocasiones, también presentan distintas denominaciones. Lo que es
indudable, es que han permitido a los profesores frente a grupo, elegir
el que más se acomoda a su contexto educativo, a su realidad. Su
elección ha dependido del tipo de estudiante que tiene, del nivel de
aprendizaje, de los intereses que muestran, y estos elementos se
combinan con los recurso y materiales de los que se dispone con el fin
de lograr aprendizajes significativos. Esta amplia diversidad didáctica,
corresponde a su vez con la variedad de alumnos y de tareas de
aprendizaje que se tengan, lo que se traduce en un impacto en los roles
del profesor, del alumno y de la manera de presentar los contenidos de
enseñanza.
A continuación se describe cada uno de estos modelos didácticos para
América Latina propuestos por Gottingen.
INTRODUCCIÓN
3. Ocurre cuando el profesor da información o enseña a un grupo de alumnos.
Regularmente la información es adecuada para el alumno promedio y en
ocasiones les hace preguntas aunque de antemano sepa que no sabrán
contestar. La práctica central son conversaciones dirigidas por el profesor.
Existe apoyo didáctico (textos, medios audiovisuales, pizarrón).
Es conocida como clase positiva o enseñanza tradicional. Es un método
económico, fácil de organizar. Los alumnos y profesores están acostumbrados
a él, por tanto, cubre las expectativas de todos los participantes.
Presenta cuatro principios didácticos: aprendizaje dirigido por el profesor,
aprendizaje de una clase (grupo-curso), aprendizaje temáticamente orientado,
y silencio de los que aprenden para que se oiga la voz del profesor.
El ambiente físico en el que se desarrolla requiere de una sala pequeña. El
profesor define las tareas y objetivos/metas de aprendizaje y se basa en un
programa previamente establecido. Esta característica permite el aprendizaje
de información y conceptos, sin embargo, es un tanto limitado para orientar y
desarrollar competencias.
Su correcta aplicación requiere de cinco fases: de orientación (conexión), de
recepción (presentación), de interrelación (trabajo), de fijación (aseguración),
y de aplicación. Considerándolas, los roles que juegan el alumno y profesor
son muy específicos. El alumno es un observador pasivo en las primeras dos
fases, y el profesor/facilitador, centro de la clase, realiza su trabajo
individualmente, es decir, dicta clases por un largo tiempo a un grupo de
alumnos.
Su aplicación abarca instituciones profesionales y de especialización o
perfeccionamiento (educación continua). Se recomienda en la fase intermedia
de estos cursos.
ENSEÑANZA FRONTAL O TRADICIONAL
(CARA A CARA)
4. Este método es también conocido como enseñanza activa, métodos de actividades,
asignación de trabajos, o método de tareas, entre otros. El profesor propone una
serie de actividades de entre las cuales, el alumno selecciona aquella que le
permita aprender. Puede realizarla individualmente o en pequeños grupos. La
intención es que ejerza sus conocimientos y capacidades.
La distribución de los alumnos es distinta a las filas tradicionales. Aquí los alumnos
forman pequeños grupos, de esta manera se promueve la integración de las
actividades y simultáneamente existe la posibilidad de desarrollar un trabajo
individual. El trabajo que se desarrolle debe contener cuatro principios didácticos o
tipos de aprendizaje: independiente (auto dirigido), singular (personalizado o
independiente), globalizado, y aplicado.
El ambiente físico en el que puede desarrollarse corresponde a un lugar cerrado, y
se debe generar un ambiente de aprendizaje que facilite la adquisición de
conocimiento, así como el desarrollo de las competencias que se requieran para el
logro de las metas que se establezcan. Puede apoyarse en textos, medios
audiovisuales, software (Internet), y objetos específicos. Los alumnos deben poder
apreciar que el aprendizaje se da en la acción que impriman a su propio proceso, e
incluso en la conversación que sostengan con otros sobre temas específicos. Si el
alumno se mantiene activo, entonces podrán darse las cinco fases que se requieren
para que el método sea exitoso: de orientación, de planeación, de interacción, de
presentación, y de evaluación formativa.
El papel del alumno es activo, pero está limitado al marco que se le proporcione.
Como miembros del grupo al que pertenezcan, podrán fungir como ayudantes y/o
asistentes del aprendizaje. Por otro lado, el profesor funge como el organizador,
moderador experto y consejero.
Se utiliza en prácticamente todos los ámbitos educativos. Se logra un dominio
eficiente del conocimiento y se recomienda usarlo como complemento a las clases
frontales, por tanto también recomiendan su uso en las fases intermedias de los
cursos que se impartan.
ASIGNACIÓN DE TRABAJOS O CONTRATOS
DE TAREAS
5. Es conocido como círculos de estudios, grupo de discusión, mesa
redonda, y básicamente persigue el cumplimiento de tres principios
didácticos: aprendizaje a través del intercambio de experiencias
personales, aprendizaje recíproco, y aprendizaje a través de
conversaciones estructuradas. Dadas las características de éstos, el
método busca que el aprendizaje que se de, sea consciente. El alumno
debe querer aprender y adquiere conocimiento a través de experiencias
personales, valoraciones y el intercambio de información y opiniones
con sus pares. Además deberá también compartir sus sentimientos.
Con este fin, cuenta con cuatro roles o perspectivas durante las cuales
cada alumno será de manera simultánea, el facilitador/profesor de los
demás alumnos: actor lingüístico que brinda aportaciones, moderador
o director de la palabra, interlocutor significativo, y árbitro y evaluador.
Puede llevarse a cabo en distintos recintos: salón tradicional, un café,
salas de congresos y seminarios. Las acciones que ahí se desarrollen
deben estar encaminadas a fomentar e desarrollo de competencias
comunicativas, y para ello propone tres fases: de preparación, de
interacción (comunicación), y de valoración.
El modelo puede aplicarse dentro y fuera de las instituciones, en
cualquier fase de los cursos a impartir. La edad de los participantes
tampoco es una limitante para su aplicación.
COLOQUIO EN PEQUEÑOS GRUPOS
6. Se le conoce como seminario o conferencia, y su intención es el fomento del
espíritu de solidaridad, la transmisión de información, la búsqueda de
consensos, etc., en donde el aprendizaje se complementa con la interacción
y comunicación entre los participantes. La condición es que el grupo de
trabajo se reúna periódicamente, bajo un plan de trabajo y actividades, lo
que les permitirá prepararse previamente. La participación durante el
congreso se da en forma de discursos. Por esta característica, debe
considerar dos principios didácticos, el aprendizaje colegiado y el incidental.
El ambiente de aprendizaje en este modelo es particularmente complejo, se
compone por: la invitación, documentación de la conferencias, la reunión, y
el informe del congreso. Para que se exitoso, los participantes, deben ser
observadores activos y desarrollar las tareas y objetivos que se estipulen.
Durante el congreso deberán desarrollar competencias comunicativas (perder
el miedo al público, argumentar, convencer), y simultáneamente deberán
reforzar competencias individuales. Son cuatro fases para su correcta
aplicación: de organización, de orientación, de interacción (reunión), y de
evaluación. Durante su desarrollo, los participantes juegan distintos roles
(organizadores, disertadores, comentaristas, árbitros o espectadores,
mientras que los del organizador del congreso son más limitados. Éste podrá
fungir como el disertador, moderador o árbitro.
El modelo puede ser aplicable a instituciones, empresas, e iniciativas de
pequeños grupos e individuos y permite la implementación del conocimiento
que ya se posee y que tienen relación con las acciones, decisiones e
intereses de los miembros del congreso. El modelo puede ser utilizado en
cualquier fase del curso porque está relacionado con los objetivos del
mismo.
CONGRESO EDUCATIVO
7. En este ambiente de aprendizaje, el eje rector del proceso es el orador. Éste
selecciona los contenidos que transmitirá y para ello se dará a la tarea de
utilizar medios retóricos o audiovisuales que resulten apropiados. Estos
recursos permitirán la adquisición de conocimiento, pero no como tareas,
sino como entregas de información, en donde el alumno decide qué hacer
(tareas) y cómo lo hará, situación que permitirá el desarrollo de
competencias pre-existentes que podrían, tal vez, influir en el impulso de
competencias comunicativas. Siendo así que el orador se convierte en un
ejemplo para los demás.
El modelo permite que una persona entregue su saber, unilateralmente, a un
grupo de espectadores. Este discurso académico necesariamente está
relacionado con una enseñanza de tipo superior, por tanto los principios
didácticos que le rigen son: representación personal del saber y aprendizaje
a través de la comunicación oral. En combinación con éstos, el modelo
cuenta con tres fases que podrían garantizar su éxito: de preparación, de
interacción (comunicación), y de fijación (recuerdo).
Este modelo resulta interesante porque los alumnos son auditores, además
de espectadores, lo que les permite entender las conversaciones que se
llevan a cabo. Este entendimiento los conduce a crear relaciones y a
guardar en su memoria lo escuchado. El sujeto central del proceso, el
orador, es el autor del discurso y normalmente es un experto en el tema que
expone y en el contexto en el que puede ser aplicado. Esta característica
permite que el modelo se aplique en escuelas superiores, de especialización
o perfeccionamiento y en los medios de comunicación. Sin embargo, puede
resultar útil en distintos ámbitos, y puede estar dirigido a audiencias de
adultos o jóvenes mayores. Se sugiere que se ubiquen en las fases de
CURSO ACADÉMICO
8. Tiene lugar cuando se logra un intercambio intenso entre dos personas, con el fin de
esclarecer conceptos e información específica. El alumno conversa con otros con un
objetivo en mente, conocerse mejor a sí mismo y a la relación que tiene con el medio
ambiente. Con el desarrollo del modelo, los alumnos se vuelven interlocutores que
expresan sus propias experiencias y pensamientos. Lo hacen asertivamente lo que
logra en sus espectadores, una mejor comprensión. El diálogo que se establezca
permitirá que las ideas emerjan naturalmente. Por ello, el conductor del diálogo debe
dominar las reglas que conlleven al éxito de esta acción. Los diálogos ocurren en o
fuera de las instituciones y se observan en el comportamiento personal claramente.
Incluso el diálogo se ha utilizado como un recurso terapéutico, pues amplía el
espectro de posibilidades de solución a los problemas.
No se precisa de un ambiente de aprendizaje específico, aunque de preferencia sí uno
tranquilo. Se basa en dos principios didácticos: el aprendizaje dialogado y el
aprendizaje por descubrimiento. Es preferible que en la primera fase puedan
formularse las tareas de aprendizaje que a su vez, deberían relacionarse con el
establecimiento de una posición propia. Esta última acción es muy importante porque
como se trata de que el alumno se conozca mejor a sí mismo, tomar una posición
específica conduce a ello y se toma conciencia de los problemas. Al tomar una
posición, también se desarrollan las competencias comunicativas, mismas que se
fundamentan en tres fases: de aclaración (formulación de preguntas), de interacción
(duda o confusión productiva), y de aplicación (comprensión).
El modelo se aplica generalmente en personas adultas, aunque si se decide utilizarse
en niños, deben ser curso preparatorios, anexos y para lograr que los alumnos
relaciones los conocimientos de manera independiente.
DIÁLOGO EDUCATIVO, DE TIPO
SOCRÁTICO
9. Entre otros nombres, el modelo recibe el de polémica, mesa redonda y discusión y se
refiere a la controversia que genera la postura opuesta de los participantes sobre un
tema. La idea es participar en una conversación que incluya réplicas ordenadas y
públicas que permitan sostener y defender cierta posición o tesis. Habilidades de
argumentación y juicio se desarrollan durante las mismas.
Los principios didácticos que lo rigen son el aprendizaje argumentado y el dialéctico,
y en concordancia con los mismos, el ambiente de aprendizaje debe contar con sillas
ubicadas una frente a otra (defensores y oponentes), además de contar con un
moderador ubicado entre ellos. Una vez ubicados, se realizan las siguientes tareas:
elaboración de una tesis, su presentación, la negación/rechazo de la tesis del
oponente y el rechazo de los argumentos de los contrarios. El público que presencia
el debate, únicamente se concentra en entender los argumentos de las partes y
formarse un juicio propio.
Por sus características y objetivos, su práctica desarrolla competencias
comunicativas (retóricas o de publicidad), y se requiere de cuatro frases para
aplicarlo correctamente: de preparación, de recepción (presentación de la tesis), de
interacción (argumentación), y de evaluación.
Ya sea que el alumno juegue un rol de disputante o de observador, el crecimiento
intelectual se da a partir de la disputa generada. Mientras que el
moderador/profesor juega su papel ordenadamente, y con previa preparación de
manera que pueda estructurar claramente la dirección del debate.
Generalmente se aplica en el marco de medios de comunicación y en los parlamentos
o ambientes políticos. En el ámbito educativos es muy apropiado para adultos y
juventud adulta, pues puede generar un aprendizaje eficaz, aunque se recomienda
utilizarlos fuera de los cursos.
DISPUTA, CONFRONTACIÓN O DEBATE
10. La intención del modelo es que se genere un ambiente de autoayuda entre los
alumnos, en donde generalmente los de niveles más avanzados ayuden
sistemáticamente a los de niveles inferiores a resolver los problemas que
pudieran presentarse en su proceso de aprendizaje. De manera literal, el
alumno aprende cuando enseña porque adquiere conocimientos que motivan a
sus pares a aprender. La acción tutoral puede llevarse a cabo en pequeños
grupos, en donde lo ideal es que se desarrollen distintas tareas y metas. Los
tutores son los responsables de planear las actividades específicas de las
sesiones, lo importante es que conduzcan al desarrollo de competencias de
contenidos, de metodologías, de comunicación y de didáctica, mientras que el
docente organiza, entrena y supervisa la tutoría.
Funciona mejor cuando el proceso de enseñanza y aprendizaje se da en un
ambiente informal, aunque en el mismo ambiente de una clase regular. Existe
una figura, que también aprende de este proceso y se le conoce como el
monitor o asistente. Cuando se comprende el funcionamiento del modelo, es
posible entender los principios didácticos que se requieren para aplicarlo, el
aprendizaje a través de la enseñanza y el aprendizaje de los pares.
Las fases que se requieren para aplicar correctamente el modelo son: de
organización (entrenamiento de los tutores), de preparación, de planeación, de
interacción, y de valoración (utilización). Se llevan a cabo en una amplia gama
de instituciones primarias, secundarias y universidades, aunque en estas
últimas se cuenta con el apoyo de tutores calificados y financiados para dicha
labor. Se concluye entonces, que puede aplicarse en cualquier nivel educativo,
a alumnos de cualquier edad, en cualquier fase del curso, y considerando
siempre los conocimientos didácticos y el aprendizaje psicológico.
EDUCACIÓN TUTORAL
11. Es un modelo que puede resultar muy atractivo para el alumno porque si
se ejecuta correctamente, el alumno puede desarrollar competencias
básicas y competencias de acción específicas, a través de la observación
en espacios abiertos de aprendizaje (museos, exposiciones, jardines,
ferias) y de la información que los guías les proporcionen. Por estas
características, es que se requieren de dos principios didácticos: el
aprendizaje ambulante y el aprendizaje a través de exposición de piezas
(fragmento en exhibición).
No cualquier ambiente de aprendizaje es propicio para aplicar el modelo,
en realidad se requiere de un ambiente muy bien estructurado, que
produzca conocimiento previo y que ofrezca una exposición ordenada de
los objetos. Las tareas se proponen desde el inicio y el alumno elige
cuáles realizar. La manera de aplicar correctamente el modelo es
realizando las siguientes cuatro fases: de instalación, de orientación, de
interacción (recorrido), y de evaluación.
Durante la visita, el alumno juega un rol de observador pasivo, y los
profesores/expositores son los responsables de planear y estructurar el
material. Es posible abarcar una amplia diversidad de temas. También es
posible trabajar simultáneamente con un grupo variado de alumnos
(adultos, jóvenes, niños) y el modelo puede aplicarse en cada fase del
curso, siempre que haya una planeación anticipada.
EXHIBICIONES EDUCATIVAS
12. Recibe también el nombre de experiencia de campo, trabajo de campo o viaje de
estudio. En este modelo, el aprendizaje toma lugar en el sitio al que los alumnos
acuden. Se desprende de la observación directa, de la recolección de datos y del
análisis de los comportamientos o relaciones que pudieran suscitarse. Este proceso de
aprendizaje dicta los tres principios didácticos que lo regulan: aprendizaje a través de
experiencias directas en directas en relación o un objetivo y un ambiente
determinado, aprendizaje orientado por las sensaciones que genera el lugar,
situaciones y la estructura de observación, y el aprendizaje incidental no previsto en
la estructura de la observación. Derivado de estas acciones, se puede identificar el rol
que el alumno juega; éste se vuelve un observador activo que tiene claro lo que quiere
saber y por qué lo quiere saber. El docente, por otro lado, también tiene un rol activo
al desarrollar las tres fases que más adelante se describen.
Como el aprendizaje ocurre en sitios variados, no existe un único ambiente de
aprendizaje, aunque sí deben cuidarse algunos detalles relacionados con la
recolección de datos una vez que se acude a ellos. Con ese fin se prepara un informe
escrito que describe detalladamente las experiencias obtenidas y que, posteriormente
servirán para evaluar la exploración. La intención es que pueda ser utilizado en un
futuro. Además del informe, el alumno debe desarrollar tres tareas que le permitirán
familiarizarse con el ambiente real que visitará, y que además le permitirán
desarrollar competencias comunicativas y metodológicas: buscar una institución u
organización, establecer contacto con ella y realizar evaluaciones (encuestas y
observaciones). Sumado a lo anterior, es necesario seguir las siguiente cinco fases: de
preparación, de explicitación, de planificación, de interacción, y de evaluación.
El modelo puede desarrollarse en distintas instituciones educativas, aunque también
en agencias de viajes o federaciones, entre otras. Es amplio el espectro de temas que
pueden tratarse (ambiente natural, cultura) y es apropiado para niños, adultos,
aficionados y grupos de expertos; el único requisito es tener capacidad de observación
y la disposición para participar. Se sugiere aplicarlos al inicio de los cursos porque
brindan una visión general de lo que se espera.
EXPLORACIÓN DE CAMPO
13. La idea de la aplicación del modelo es la participación del alumno en
procesos de producción reales, pero de manera básica. La intención es que el
alumno logre desarrollar algunas tareas de aprendizaje similares a las de la
vida real, pero a través de operaciones sencillas que gradualmente pueden
complejizarse. Este acercamiento simulado a situaciones reales, permite el
desarrollo de conocimientos bien definidos en un laboratorio, por ejemplo,
del que se pueden adquirir conocimientos prácticos y teóricos. Además, el
alumno puede desarrollar múltiples competencias básicas, de método,
individuales y sociales. Los roles que el alumno juega son diversos y pueden
ocurrir simultáneamente: actores, adversarios, observadores objetivos y
jueces/árbitros. Por otro lado, los autores y organizadores. Juegan el rol de
inventores porque organizan y produce el ambiente de aprendizaje, aunque
también pueden ser consejeros, profesores o tutores.
El ambiente de aprendizaje debe entonces, reproducir ambientes reales y
deben equiparse adecuadamente con el fin de que el alumno los use
gustosamente, además de que es posible que por la naturaleza de las
prácticas, éstos pasen mucho tiempo en el lugar, por tanto, también deben
ser cómodos. Los principios didácticos que regulan el modelo son el
aprendizaje en situaciones (ambientes), el aprendizaje mediante perspectivas
variadas y el aprendizaje sin objetivos explícitos.
Para una aplicación exitosa, se sugiere el desarrollo de cuatro fases: de
organización, de orientación, de interacción, y de aplicación. Pueden
realizarse en cualquier grupo de edad, y en cualquier momento del curso, así
como tampoco es exclusivo del ámbito educativo.
GABINETE DE APRENDIZAJE
14. La instrucción a distancia se caracteriza por una interacción asincrónica entre los
alumnos-alumnos, alumnos-profesores, además de utilizar medios electrónicos
específicos para ello. El conocimiento se adquiere a través de textos, adaptados o
desarrollados especialmente para el curso. Son tres los principios didácticos
identificables para su aplicación: el aprendizaje mediante trabajo individual, el
aprendizaje con medios, y el aprendizaje mediante tareas (aprendiéndolas a realizar).
En este modelo, los alumnos son los responsables en gran medida de su aprendizaje,
y son participantes activos. Ellos son quienes determinan cuándo, durante cuánto
tiempo, y cómo adquirirán la información. Los profesores/facilitadores, son los
autores de los materiales, y para ello, tuvieron que haber sido capaces de
seleccionar, ordenar y programar los contenidos del curso.
El ambiente de aprendizaje debe contar con el equipo de cómputo adecuado, con
acceso a Internet y con cualquier otro material que requiera el alumno. Dependiendo
del ambiente, podrán desarrollarse tres tareas individuales: de reproducción, de
transferencias y analíticas, que simultáneamente le permitirán el desarrollo de
competencias básicas, individuales que resultarán en un aprendizaje eficiente en el
sentido en que se deberá al auto refuerzo, a la auto organización y al auto control.
Se comenta que requiere de cuatro fases para su aplicación correcta: de orientación,
de recepción, de interacción (estudio y solución de tareas), y de información.
Cualquier institución educativa con la infraestructura adecuada puede desarrollar el
modelo, aunque está recomendada para alumnos adultos capaces de aprender
individualmente a través de textos, y quienes además poseen estrategias de estudio
bien desarrolladas y muestran amplia disposición e interés por aprender. Por las
exigencias que demanda, se sugiere utilizarlo en las fases intermedias de los cursos,
siempre y cuando se cuente con orientación profesional para realizar el trabajo
individual/personalizado.
INSTRUCCIÓN A DISTANCIA
15. El alumno se desarrolla como un sujeto-actor y evaluador de su propio
proceso de aprendizaje, y el autor del programa se vuelve el facilitador más
importante del aprendizaje, aunque también se cuenta con la colaboración
de tutores y consejeros quienes se encargan de generar actividades
complementarias para el proceso.
El modelo pretende que el alumno elija de entre las alternativas que le
ofrece el programa, aquella que le permita adquirir conocimiento de manera
autónoma y con el apoyo de texto programados que gradualmente se
dosifican en etapas de aprendizaje. Para el logro de lo anterior, el modelo se
basa en tres principios didácticos: aprendizaje individualizado, aprendizaje
programado y aprendizaje dirigido a objetivos.
No se requiere un ambiente específico de aprendizaje, aunque se
recomienda un ambiente tranquilo, bien provisto de materiales de lectura y
de equipo de comunicación, con el fin de que puedan desarrollarse las
tareas programadas apropiadamente. Estas acciones logran desarrollar en el
alumno, competencias básicas y de acción (ligadas a movimientos
corporales, habilidades manuales y elaboración de objetos). Las fases que
deben observarse durante su desarrollo son: de organización, de
preparación, de interacción, y de evaluación.
Este modelo puede utilizarse en cualquier institución, aunque el autor
comenta que se usa principalmente en la formación y perfeccionamiento
profesional, y que también es apropiada para el conocimiento de factores,
conceptos y teorías que permiten el desarrollo de capacidades operativas.
Por sus características, es recomendado para alumnos jóvenes y adultos que
pueden aprender individualmente, y es adecuado usarlo en las fases
intermedias del curso que se imparta.
INSTRUCCIÓN PROGRAMADA
16. El modelo es conocido como centro de recursos didácticos, centro o
laboratorio de aprendizaje, y aprendizaje en biblioteca, y propone tres
principios didácticos para implementarse exitosamente: autónomo (por sí
mismos), por medios, y adaptación (adecuación). En concordancia con estos
principios, el modelo propone el uso de textos y audiovisuales pertinentes y
disponibles que permitan el aprendizaje de quien aprende, dándole libertad
para elegir el que más le resulte conveniente. Regularmente, las tareas a
desarrollar son directas y complejas y para lograrlas, se necesita que el
alumno cuente con un amplio sentido de responsabilidad, y que tenga una alta
capacidad de análisis y conocimiento. Este proceso permite el desarrollo de
competencias básicas e individuales (autodidacta, autolimitación, auto
organización, y autocontrol). Todo lo anterior convierte al alumno en buscador
y creador de información que tiene desarrolladas diversas técnicas de estudio
y lectura, y cuenta con el conocimiento básico del objeto de estudio. Los
profesores, por otro lado, organizan y delimitan los ámbitos y seleccionan los
medios y elementos que ayudan a generar el conocimiento en los alumnos.
Las fases para su correcta implementación son: de organización, de
aclaración (adaptación), de interacción (autoaprendizaje), y de
autoevaluación.
El modelo tiene amplias posibilidades de aplicación en instituciones
educativas, empresas, bibliotecas, entre otros, y debe ir dirigido a grupos de
alumnos adultos y jóvenes adultos con gran capacidad de aprendizaje
autónomo.
LUGAR INDIVIDUAL DE APRENDIZAJE
17. Es interesante el modelo desde la perspectiva en que reconstruye situaciones
específicas para que los alumnos participen en ellas, como si hubieran sido los
protagonistas originales. Es así como los casos deben describir un suceso real del área
de conocimiento sobre el que se quiera lograr la especialización. Deben incluirse tanto
los elementos gratos como los desagradables para lograr una visión completa del
mismo. La idea es que ya sea individual o grupalmente, el alumno logre apreciar lo
complejo de una situación real, y entonces puede tomar decisiones con intención de
resolver las problemáticas planteadas. Los alumnos interpretan el rol de un personaje
real o el del que toma las decisiones, mientras que los autores representan a los
expertos de cada ámbito.
Para dar cumplimiento a lo anterior, los principios didácticos que plantea este modelo
son: el aprendizaje a partir de descripciones de la práctica, el aprendizaje en la
solución de problemas, y el aprendizaje sin objetivos explícitos. Para desarrollarlas no
se requiere de un sitio específico, sino más bien de documentos ordenados, claros y
pertinentes que son lo que permiten plantear el caso, analizarlo y brindar propuestas
de solución (decisiones). La condición es que el alumno siempre encuentra una
respuesta para el problema que se plantee. Cuando lo haga se le presentará la solución
real que se brindó a ese caso, las comparará y determinará si la decisión tomada
también pudo resolver el caso. Este tipo de acciones, desarrollan competencias
relacionadas con la acción, decisión, y también competencias especiales.
Las fases que debe incluir para su implementación exitosa son: de preparación, de
recepción (análisis de caso), de interacción (trabajo), de evaluación, y de
confrontación. El autor comenta que el modelo encuentra un ámbito de aplicación en
las instituciones de nivel superior y de especialización, pues es conveniente para la
transmisión de conocimientos de acción y decisión en ámbitos como el jurídico,
político, clínico y técnico. Puede resultar útil al inicio de cursos, y en la recta final de
los mismos.
MÉTODO DE CASOS
18. Conocido también como internado, ayudante, estadía y pasantía, este modelo
resulta muy útil para hacer del alumno un observador activo, un asistente y
un practicante responsable en su propio ámbito de especialización. Debe
iniciar con un mentor, experto en el dominio de las competencias teóricas y
prácticas, y tener la disposición para aceptar la reglamentación que se le
imponga. Es importante señalar que durante su práctica, el alumno no es
remunerado económicamente, pues el beneficio que obtiene está relacionado
directamente con la práctica real y la capacitación que recibe para
desarrollar ciertas destrezas y habilidades propias de su campo de acción. Es
recomendable que el alumno tenga prácticas especializadas en repetidas
ocasiones durante su formación, pues es la única manera de realizar una
práctica personalizada de la aprendido.
El modelo presenta dos principios didácticos, el aprendizaje a través de la
práctica supervisada, y el aprendizaje a través del modelo donde el alumno
aprende por el ejemplo personal, por ello el mentor experto resulta el
poseedor del rol más importante.
Dado el grado de especialización que la práctica supone, el ambiente de
aprendizaje debe contemplar actividades propias del experto, así como el
equipo para realizar apropiadamente su labor. Principalmente desarrolla tres
tareas: de observación, de asistente y de expertos, siempre bajo la
supervisión del mentor. Las capacidades que se desarrollan con este modelo
son de coordinación, de aplicación de rutinas y acción en el momento, para lo
cual se aplican tres fases: de preparación, de interacción (asistencia), y de
evaluación.
PRÁCTICA ESPECIALIZADA
19. Se le conoce como método de proyectos o proyecto de desarrollo. Como
tiene contemplado la realización de un proyecto social real, está basado en
tres principios didácticos acordes: aprendizaje innovado, integrado y
globalizado. Los principios, junto con el objetivo propio del modelo,
favorece prácticas profesionales innovadoras que reflejan el ámbito laboral
real en el que un día los alumnos se desarrollarán. Estas acciones
estimulan el aprendizaje colectivo y de organización, lo que contribuye al
mejoramiento de la calidad de vida. El rol del alumno es desarrollarse
como miembros de un equipo responsable de una práctica real, y los del
profesor incluyen ser organizador, moderador, experto, consejero y
facilitador.
El ambiente de aprendizaje que propicia el desarrollo de un proyecto
educativo puede ser complejo, pues deben contemplarse las tareas,
acciones, recursos y materiales que están ligados a las tareas reales que
pueden desarrollarse en el ámbito laboral futuro del alumno. Las fases que
deben seguirse para su implementación exitosa son: de preparación, de
planificación, de interacción, y de evaluación.
Se sugiere la aplicación del modelo en instituciones de educación superior
y especializaciones, lo encuentran especialmente útil en estos niveles
porque facilita la transición hacia la práctica. A pesar de esta alto grado de
especialización, puede aplicarse también en niños mayores, jóvenes y
adultos que poseen competencias fundamentales.
PROYECTO EDUCATIVO
20. Este modelo representa una alternativa complementaria a los cursos formales,
pues pretende que un grupo de personas que trabajan sobre un mismo
problema, establezca una comunicación a distancia y por escrito que permita
la producción e intercambio de conocimientos a través del las experiencias y
aportaciones de cada individuo, con el fin de mejorar la calidad de vida. Los
mejores alumnos para este modelo resultan, por tanto, los adultos
responsables capaces de acatar órdenes y cumplir con sus compromisos. La
red de educación contemporánea es el Internet, pues ha permitido que
personas con distintos antecedentes de formación, compartan sus
conocimientos y opiniones. Esta dinámica, encuentra su fundamentación en
tres principios didácticos propios de este modelo: el aprendizaje relacionado a
experiencias, el aprendizaje recíproco, y el conocimiento dinámico. El rol que
juega cada participante es multitareas, pues funge como usuario, receptor, y
consejero del conocimiento, lo que genera a su vez, una ilimitada cantidad de
tareas que deben ser completadas con el desarrollo de competencias
comunicativas mediadas, artísticas y sociales. Todos los participantes tienen
igualdad de derecho, deben ser capaces de actuar sin que los intereses
personales predominen en ellos, deben poder trabajar en equipo y además,
deben contar con conocimiento práctico experimental. Todos son ayudantes de
todos, todos son expertos y todos son árbitros y organizadores de la red.
Si quiere lograrse lo anterior, se sugieren tres fases: de organización, de
interacción (trabajo experimental compartido), y de expansión (reacción en
cadena).
RED DE EDUCACIÓN
21. Otros nombres que recibe este modelo son juego de simulación, sesiones de
juego y dramatizaciones. Las simulaciones suelen aplicarse en instituciones de
formación profesional como la escuela de medición o de formación militar,
aunque ocasionalmente también lo desarrollan en escuelas de formación
general, aunque de forma básica. Su intención es desarrollar en el alumno
conocimiento de acción y decisión, a través del desarrollo de competencias
prácticas, es justo por esta característica que recomiendan utilizarlos al inicio
del curso y al final del mismo porque promueven un sentido de reflexión sobre
lo aprendido. Logrará lo anterior jugando roles con diferentes
responsabilidades, respondiendo a las situaciones de manera libre. Es
importante por esta libertad de acción, que el facilitador introduzca a los
participantes al juego, los observe, los evalúe y los retroalimente.
El modelo implica que una situación real sea sustituida por una versión
simplificada de la misma, una analogía. Esto en teoría permite observar,
representar o asumir una situación, sin afectar a los involucrados. El ambiente
de aprendizaje simulado que se propicia para que el alumno practique y
desarrolle capacidades de acción, de toma de decisiones, sociales e
individuales, se basa en situaciones reales. Los principios didácticos que lo
regulan, por tanto, son: el aprendizaje jugando o aprender haciendo, el
aprendizaje con incertidumbre, el aprendizaje anticipatorio, y el aprendizaje
aplicado.
Los ambientes de aprendizaje pueden ser variados, y lo realmente importante
es que simulando una situación real, el alumno desarrolle comportamientos y
actitudes propias. Las fases para lograrlo son: de organización, de introducción
(recepción), de interacción (juego), y de evaluación (valoración).
SIMULACIÓN
22. Los nombres que recibe este modelo son seminario-taller y círculo de calidad.
Este modelo pretende generar en un grupo de personas, el mejoramiento de
sus capacidades y habilidades específicas sobre un tema en particular, al
dedicarse a esa actividad de manera exclusiva durante un tiempo
determinado. Lograr este perfeccionamiento, implica el seguimiento de tres
principios didácticos: aprendizaje orientado a la producción, aprendizaje
colegial, y aprendizaje innovador. Sumado a los principios, debe contarse con
una variedad de recursos (manuales, diccionarios, literatura especializada,
Internet) además de un ambiente de aprendizaje estructurado y flexible. Las
tareas que se realizan son complejas y brindan solución a un número elevado
de problemas. Las tareas no se van generando sobre la marcha, sino que se
acuerdan desde el inicio del taller, pues todas requieren de un trabajo
intenso que debe seguir seis fases: de iniciación, de preparación, de
explicación, de interacción, de presentación, y de evaluación.
El rol del alumno, actor responsable del proceso, consiste en crear
información para la formulación del producto, en organizar el proceso de
aprendizaje y en difundir los resultados. Por otro lado, los
profesores/facilitadores fungen como los organizadores y moderadores, y la
mayoría de las veces organizan la preparación y la selección de las
actividades que se desarrollarán.
Los seminarios pueden realizarse dentro y fuera de las instituciones, y
resultan útiles por el conocimiento que desarrollan, generando en ocasiones
nuevos enfoques.
TALLER EDUCATIVO
23. La institución educativa en la que trabajo, presenta una variedad de
modelos educativos porque es una universidad pública mexicana que
forma a profesionales en 15 especialidades distintas. De manera
particular, en Enseñanza de Inglés, la carrera en la que trabajo, me
parece que predomina la enseñanza tradicional, el proyecto educativo, el
debate y en los últimos semestres, el seminario. Después de leer la
información sobre cada modelo, no estoy segura de que lo que
realizamos en la Facultad se apegue del todo a lo que proponen los
teóricos, más bien considero que durante nuestras clases, vamos
adaptando lo que sabemos y lo que pretendemos, a la dinámica grupal
que establecemos al inicio del curso. Sería interesante difundir la
información entre mis colegas, y recolectar sus opiniones en torno a la
pureza del método que predomina en su práctica docente. Por el
momento no puede realizarse, pero una reflexión a nivel individual
tendrá que bastar en esta ocasión.
Si bien el panorama pudiera parecer amplio, me parece que los docentes
tendemos a encasillarnos en modelos que nos parecen cómodos y que
nos resultan funcionales. Con el tiempo, la autocrítica y el espíritu
innovador tienden a desaparecer, pero ejercicios como éste en donde
leemos, analizamos, sintetizamos, y obligadamente reflexionamos, deben
tener un impacto favorable en nuestra práctica docente. Espero poder
incorporar algún modelo distinto a mi práctica muy pronto.
CONCLUSIONES
24. Veinte Modelos Didácticos para América Latina. Centro
Panamericano de Estudios Superiores. www, cepes.edu.mx.
REFERENCIA