Este documento resume las tres tentaciones de Jesús en el desierto según el Evangelio: 1) la tentación del pan, referida al deseo por los bienes materiales y el consumismo; 2) la tentación del poder político y la dominación sobre los demás; y 3) la sutil tentación espiritualista de despreciar el mundo material y caer en el orgullo. Jesús rechaza estas tentaciones porque sólo a Dios se le debe adorar, no a ningún otro ídolo como el dinero, el poder o el espiritualismo.