4. • Muy poco sabemos sobre Joel o de la
fecha en que vivió, ya que Yoel (Jehová
es Dios) es un nombre muy común en
Israel.
• Algunos sitúan sus profecías a principios
del reinado de Joás, alrededor del 835 a
825 a.C. , y que lo hizo en Jerusalén.
• El culto a Jehová, restaurado por el
sumo sacerdote Joiada durante el
reinado de Joás (2 R 11; 2 Cr 23:16), es
asumido por Joel.
• De ahí que muchos sostengan que éste
profetizó durante los primeros treinta
años del reinado de Joás (835–796 a.C.),
cuando Joiada actuaba como consejero
del rey. 4
Joel
5. • Su ministerio entonces sería entre los
años 835 y 805 a.C.
• Aunque otros piensan que vivió
durante la época del imperio persa,
después del exilio.
• El exilio empezó en el 586 a.C., y fue un
período de aproximadamente 70 años
en el cual Judá permaneció cautiva en
Babilonia.
5
Joel
6. • Su mensaje habla de una terrible plaga de
langostas en la tierra de Judá, aunque no se
la puede relacionar con ningún hecho
conocido.
• En sólo unas pocas horas, lo que un día fue
tierra plena de belleza y verdor se convirtió
en lugar de desolación y destrucción.
• La plaga de langostas de la que habla Joel,
era la mayor que se había visto hasta
entonces.
• Todas las cosechas se perdieron, incluso los
sembrados de semillas para la próxima
cosecha.
• El hambre y la sequía azotaban todo el país.
La gente y los animales morían.
6
Joel
7. • Este ataque, que todo lo destruye,
simboliza para él la proximidad del día del
Señor: “día de tinieblas y de oscuridad”.
• Sin embargo, Joel trae un mensaje de
esperanza. Si solamente Israel se
arrepintiera y regresara a Dios, él podría
restituir “los años que comió la oruga”.
• Joel pinta también un hermoso cuadro de
un tiempo futuro bendecido por Dios,
cuando su Espíritu se extienda en el
mundo (2:28-32).
7
Joel
8. • Su mensaje está dividido en dos partes
claras:
• En la 1º parte (1:1-2:27), que trata del
presente juicio de Dios, contiene un
llamado al arrepentimiento y una promesa
de restauración.
• En su sermón a Israel, Moisés (Dt 28:38-46)
advirtió que si la nación era desobediente,
todo el fruto de su tierra sería consumido
por las langostas.
• El profeta cree que ese día ha llegado, y
describe gráficamente los horribles
ejércitos de insectos en un lenguaje
profético cargado de poesía.
8
Joel
9. • Cuatro oleadas de estas horribles
criaturas lo han consumido todo.
• Los que beben no tienen vino.
• Los sacerdotes no tienen nada que
ofrecer en sacrificio a Dios.
• Los campesinos y cultivadores de vides
no tienen nada que cuidar.
• En definitiva, no hay aspecto alguno en
la vida de Judá que no haya sido
dramática y trágicamente afectado.
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Joel
10. • En la 2º parte (2:28–3.21), Joel explica que
esta plaga, con todo lo horrible que fue, no
es nada comparado con el juicio divino que
se aproxima.
• Este sería un tiempo cuando no solamente
Judá, sino todas las naciones de la tierra,
debían comparecer ante Dios.
• En esa ocasión, el sonido de las langostas
será silenciado, Jehová rugirá desde Sión, y
dará su voz de Jerusalén, y temblarán los
cielos y la tierra (3:16).
• El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en
sangre (2:31). Este será nada menos que el
día grande y espantoso de Jehová.
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Joel
11. • Pero no debemos pasar por alto la
lección más sobresaliente de la
profecía.
• Gracias a la unción del Espíritu Santo,
Joel extiende su vista cientos de años
adelante, hasta el día en que Dios
derramará su Espíritu sobre toda carne
(2:28).
• Ello constituirá el preludio de la
devastación y el juicio del Día del
Señor.
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Joel
12. • Un tiempo cuando todos los creyentes
experimentarán la presencia del
Espíritu de Dios y formarán una
comunidad profética sobre la tierra.
• Cuando profetizarán por igual los
jóvenes y los viejos, los hombres y las
mujeres.
• La salvación no será la única bendición
que recibirá Judá.
• Será un tiempo cuando todo aquél que
invocare el nombre de Jehová será
salvo(2:32).
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Joel