SlideShare una empresa de Scribd logo
ABUSO DE DROGAS
   ILEGALES

    CANNABIS




            Asarta Peñuelas, David
          Espinoza Mosquera, Paul

          MFyC Zaragoza Sector II

                   31 MAYO 2012
ÍNDICE

   ÍNDICE.........................................................................................................................................2

   Abuso de drogas ilegales..............................................................................................................3
      Consideraciones previas............................................................................................................3

      Las drogas: perspectiva histórica..............................................................................................3

      Conceptos básicos.....................................................................................................................4

      Clasificación de las drogas........................................................................................................5

      Tipos de consumo de las drogas...............................................................................................6

      Problemática.............................................................................................................................8

      Epidemiología...........................................................................................................................9


   Cannabis......................................................................................................................................14
      I. Introducción.........................................................................................................................14

      Situación actual del consumo..................................................................................................14

      Aspectos históricos.................................................................................................................16

      Formas de presentación y consumo........................................................................................19

      Efectos agudos del cannabis...................................................................................................20

      Efectos crónicos del cannabis.................................................................................................25

      Otros cuadros clínicos relacionados con el consumo de cannabis..........................................26

      Tratamiento de la dependencia de cannabis............................................................................27

      Posibles usos terapéuticos de los cannabinoides....................................................................28


   BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................30




                                                                                                                                                      2
ABUSO DE DROGAS ILEGALES


    CONSIDERACIONES PREVIAS.


   Existen pocos asuntos tan llenos de estereotipos y de prejuicios como el consumo de
drogas, una conducta sobre la cual la mayoría de la gente se siente bien informada,
aunque en la práctica las informaciones que poseen unos choquen, a veces frontalmente,
con las de otros.

    Hay quien piensa que los consumidores de drogas son unos viciosos irresponsables,
mientras que otros los ven como unos auténticos vividores. Para algunos, son enfermos
necesitados de tratamiento, mientras otros los consideran personas inmaduras que
cambiarán con la edad. Algunas opiniones ven en las drogas una amenaza de
dependencia, mientras otros ven en su exploración el colmo de la libertad individual.
¿Cómo puede un mismo asunto provocar tantas y tan diferentes reacciones? ¿Podemos
acceder a conocimientos científicos que nos ayuden a formarnos una visión más realista
del asunto?

    Algunas personas mantienen un miedo reverencial a la información sobre las
drogas. Como si disponer de una información adecuada sobre ellas fuera a aumentar su
consumo. Algo similar a lo que, en otros tiempos, se pensó respecto a la educación
sexual: “mejor no mentar la bicha”, no fuéramos a despertar con tanta habladuría deseos
irrefrenables. Sin embargo, la realidad es otra. La información es un recurso necesario
para tomar decisiones inteligentes, informadas, autónomas, ante cualquier desafío,
incluidas las drogas. Los riesgos reales proceden de la ignorancia. No hay elección libre
sin un saber adecuado. Una sociedad más culta, más informada y mejor formada sobre
las drogas, será más capaz de convivir en un mundo en el que existen drogas,
reduciendo el riesgo de establecer con ellas relaciones conflictivas.


LAS DROGAS: PERSPECTIVA HISTÓRICA.

   Las drogas siempre han existido, y todos los pueblos han tenido su droga. La coca en
Perú, el peyote en México, el opio en China y Sudeste Asiático, el alcohol en Europa y
América, son sobradamente conocidos desde hace siglos. Ya cuando Colón llegó a
América se quedó sorprendido al ver que los nativos "sacaban humo por la nariz".

    Generalmente estas sustancias eran utilizadas por los adultos, raramente por los jóvenes.
En estos contextos, la droga era consumida con una finalidad perfectamente lógica y
ajustada a su nivel social y cultural. Usaban únicamente la droga local, la que conocían y a
la que estaban habituados.

    En la mayoría de las situaciones, su utilización era vital en las sociedades que las
empleaban. A los obreros que trabajaban en la ardua tarea de erigir pirámides a 50°C se les
daba cerveza para tonificarles y evitarles la deshidratación. Las parteras de la Edad Media y los
curanderos trataban las enfermedades con datura, belladona, mandrágora, opio... drogas/
medicamentos todos ellos de aplicación en la actualidad.
                                                                                               3
No debemos tampoco olvidar el papel que "la droga" ha cumplido desde el punto de
vista religioso. Según la leyenda, fue Ceres quien regaló la adormidera a los mortales para que
los liberase de sus males y sufrimientos. La hoja de coca fue regalada por una diosa inca a los
mártires para "satisfacer a los hambrientos, afirmar a los débiles, y hacer olvidar la ansiedad".
    La utilización por entonces de estas sustancias, provocaba ya algunos problemas.
Sabemos que, por ejemplo, en la coronación de Moctezuma II se comieron tantos hongos
alucinógenos que algunos de los asistentes predecían el porvenir, mientras otros se
suicidaban.
    El siglo XX trajo consigo el consumo de drogas no autóctonas o locales. Esta
desaparición de las barreras físicas, del espacio y del tiempo para la difusión de las sustancias
es posiblemente uno de los desencadenantes de la plaga social actual, juntamente con el
cambio de finalidad de tal consumo.
    Las drogas se convirtieran en problema cuando salieron de su lugar, de su tiempo, de su
momento y sobre todo, cuando los grandes capitales vieron en su consumo un modo fácil
de incrementar sus ingresos.

CONCEPTOS BÁSICOS

De entre las numerosas definiciones existentes, resulta especialmente clarificadora la de
FUNES para quién "droga" será cualquiera de las múltiples sustancias que el hombre ha
usado, usa o inventará a lo largo de los siglos, con capacidad para modificar las funciones del
organismo vivo que tienen que ver con su conducta, su juicio, su comportamiento, su
percepción o su estado de ánimo. No existe "la droga", sino diversas sustancias, más o menos
adictivas, consumidas de diferentes formas por diferentes personas, cuyos efectos y
consecuencias pueden ser muy variados.

Las relaciones de dependencia que una persona establece a lo largo de su vida pueden ser
muchas y diferentes (puede depender de la familia o el trabajo, la pareja, un/a amigo/a, de
determinadas actividades como el juego de azar, las compra, etc.). Estas vinculaciones pueden
convertirse en ocasiones en estilos de alienación, eventualmente con complicaciones
parecidas a las drogodependencias (juego patológico, por ejemplo) y pueden considerarse como
dependencias no ligadas al uso de las sustancias. Pero ni la televisión, ni el juego o el ir de
compras son drogas. Por consiguiente, con el nombre de droga se hace alusión a todas
aquellas sustancias químicas que reúnen las siguientes características:
  -       Una vez en nuestro organismo, se dirigen a nuestro cerebro, cuyo ecosistema
          modifican de manera variable.
  -       Su uso regular puede generar procesos conocidos como:
      •    Tolerancia: a medida que el organismo se va adaptando a la presencia regular
           de la sustancia, se necesita una mayor cantidad para producir los mismos
           efectos.
      •    Dependencia: tras un uso habitual, la persona necesita consumir la sustancia de
           que se trate para no experimentar síntomas de abstinencia, como veremos al
           hablar de la dependencia física, y/o para afrontar la vida cotidiana, como
           veremos en la dependencia psicológica.
  -       Su abuso puede provocar diferentes tipos de trastornos:
                                                                                               4
•      Trastornos físicos, cuando dañan el organismo: por ejemplo, una bronquitis
          crónica causada por el tabaco.
   •      Trastornos psicológicos, cuando inciden negativamente sobre la relación de la
          persona consigo misma o con su entorno afectivo, como ocurre en los conflictos
          de pareja por abuso de alcohol.
   •      Trastornos sociales, cuando impactan sobre la comunidad, como ocurre con los
          accidentes de tráfico provocados por conductores bajo los efectos de las drogas.


CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS

    Para hacernos una idea más real del fenómeno, veamos una clasificación de las
diversas sustancias, atendiendo a su principal efecto sobre el SNC. De acuerdo con este
criterio, el árbol de las drogas está formado por tres grandes ramas:

     Drogas depresoras del sistema nervioso central: Sustancias que enlentecen el
funcionamiento del sistema nervioso central. En general son calmantes del dolor, disminuyen
los reflejos, producen sueño, y, en dosis altas, el coma e incluso la muerte.
   Las más importantes son:
   -      Alcohol.
   -      Opiáceos: opio y derivados (heroína, morfina, metadona…).
   -      Ansiolíticos o tranquilizantes (valium, tranxilium...).
   -      Hipnóticos (barbitúricos y no barbitúricos): inductores del sueño.

    Drogas estimulantes del sistema nervioso central: aceleran el funcionamiento
habitual del cerebro, provocando un estado de activación que puede ir desde una mayor
dificultad para dormir tras el consumo de café, hasta un estado de hiperactividad tras el
consumo de cocaína o anfetaminas. Destacan:

   Estimulantes mayores:
   -   Anfetaminas.
   -   Cocaína.

       Estimulantes menores:
       -   Nicotina.
       -   Xantinas (cafeína, teína...).

    Drogas psicodélicas (psicodislépticas o alucinógenos): Sustancias que distorsionan la
percepción. Sus efectos varían ampliamente y pueden ser impredecibles:
    -  Alucinógenos: LSD, mescalina, hongos…
    -  Derivados del cannabis: (hachís, marihuana).
    -  Disolventes y sustancias volátiles (acetato, benceno, cetonas, éter...).
    -  Drogas de síntesis (MDMA o éxtasis, ketamina, GHB…).



                                                                                         5
La principal característica común a todas las drogas es la psicoactividad, es decir, su
capacidad para llegar al cerebro y modificar su funcionamiento habitual del modo que
acabamos de ver.

TIPOS DE CONSUMO DE LAS DROGAS

   Las drogas pueden consumirse por diversas vías:
   -   fumada (como ocurre con el hachís y el tabaco).
   -   ingerida por vía oral (alcohol y drogas de síntesis).
   -   aspirada (como la cocaína y el speed).
   -   inhalada (como los pegamentos).
   -   inyectadas (como en ocasiones la heroína).

    Ya sea una u otra la vía elegida, el destino final de la sustancia siempre es el
cerebro del consumidor, al que llega a través de la sangre. Una vez en su destino, cada
sustancia produce alteraciones específicas.

     Consumir una droga no le convierte a uno automáticamente en drogadicto (término
próximo a lo despectivo que, por cierto, convendría eliminar de nuestro vocabulario).
Por otro lado, el consumo de drogas en el que no haya dependencia no es
necesariamente inofensivo. Para aprender a distinguir entre los diversos tipos de
consumos y sus consecuencias es muy útil conocer los tres tipos básicos que existen:
uso, abuso y dependencia:

    Uso. Es aquella relación con las drogas en la que, tanto por su cantidad, como por
su frecuencia y por la propia situación física, psíquica y social del sujeto, no se
producen consecuencias negativas sobre el consumidor ni sobre su entorno.

    Es preciso afinar la mirada antes de valorar como uso una determinada forma de
consumo. No basta sólo con la frecuencia, porque podrían darse consumos esporádicos
en los que el sujeto abusara rotundamente de la sustancia. Tampoco podemos atender
sólo a la cantidad, ya que podría haber consumos en apariencia no excesivos, pero
repetidos con tanta frecuencia que estarían sugiriendo alguna forma de dependencia.

     No es ajeno a este proceso el estado en que se encuentre el consumidor, ya que, por
ejemplo, un mismo consumo moderado de alcohol puede derivar en abuso si el sujeto
está tomando tranquilizantes prescritos por su médico. Es preciso también poner la vista
sobre el entorno del sujeto, ya que podría darse un consumo de drogas que no
perjudicara al sujeto, pero sí a terceros (por ejemplo, un trabajador de la construcción
que fuma hachís justo antes de subir a un andamio).

     No todas las drogas permiten una relación de este tipo. Por ejemplo, la mayoría de
los fumadores son dependientes del tabaco.

    Abuso. Es aquella relación con las drogas en la que se producen consecuencias
negativas para el consumidor y/o para su entorno.

                                                                                        6
El consumo de diez cigarrillos podría ser considerado no excesivo. Sin embargo,
cuando esta cantidad se consume todos los días, puede favorecer alteraciones
respiratorias. Por el contrario, alguien podría consumir cocaína en una sola ocasión,
pero hacerlo en tal cantidad que desencadenara algún tipo de accidente cerebral. Puede
que una mujer sea moderada en sus consumos habituales de alcohol y tabaco, pero si los
mantiene durante el embarazo estará incurriendo en abuso.

    Analizando las pautas de consumo, y el contexto personal y social de cada caso
podremos decidir si nos encontramos ante un uso o abuso.

    Dependencia: Se prioriza el uso de una sustancia psicoactiva frente a otras
conductas consideradas antes como más importantes.

     El consumo de drogas, que quizás empezó como una experiencia esporádica, pasa a
ser un eje de la vida del sujeto. Este dedicará la mayor parte de su tiempo a pensar en el
consumo de drogas, a buscarlas, a obtener dinero para comprarlas, a consumirlas, a
recuperarse de sus efectos, etc.

    La dependencia tiene dos dimensiones:

    Dependencia física
    En ella, el organismo se ha habituado a la presencia de la droga, de manera que
necesita mantener un determinado nivel en sangre para funcionar con normalidad.

     Cuando este nivel desciende por debajo de cierto límite aparece el síndrome de
abstinencia propio de cada droga.

     La dependencia física está muy asociada a la tolerancia. Es el proceso que se da,
por ejemplo, con el alcohol. En los primeros consumos afecta notablemente aún a dosis
muy bajas. Sin embargo, si el consumo se hace habitual, el organismo se va adaptando
al tóxico como medida de protección.

     Cuando un drogodependiente abandona el consumo, su tolerancia disminuye. Si
pasado un tiempo reanuda el consumo en las dosis anteriores, padecerá una intoxicación
aguda que, dependiendo del tipo de droga de que se trate, puede llevarle al coma e
incluso a la muerte. Así se explica buena parte de las muertes por sobredosis en sujetos
dependientes de la heroína.

    Dependencia psíquica
      Compulsión por consumir la droga de que se trate, para experimentar un estado
afectivo agradable (placer, euforia, sociabilidad...) o librarse de un estado desagradable
(aburrimiento, timidez, estrés...).

    La dependencia física es relativamente fácil de superar tras un período de
desintoxicación que, en función de cada droga, puede prolongarse 15 días.

   Es más costoso desactivar la dependencia psíquica, ya que requiere introducir
cambios en la conducta y en las emociones del sujeto que le permitan funcionar


                                                                                        7
psíquicamente (obtener satisfacción, superar el aburrimiento, afrontar la ansiedad,
establecer relaciones, etc.) sin recurrir a las drogas.


PROBLEMÁTICA

    Los problemas de salud relacionados con el consumo de drogas constituyen un
motivo de consulta frecuente en la práctica clínica cotidiana y su magnitud supone un
grave problema para la salud pública en todo el mundo. Aunque existe una percepción
social, casi generalizada, que concede mayores repercusiones negativas para la salud al
consumo de drogas ilegales, lo cierto es que los datos muestran que, por ahora, el
consumo de drogas legales ocupa los primeros lugares en cuanto a problemática para la
salud derivada de su consumo (Pereiro 2006).

   Según la OMS, para el año 2002, en España el tabaco explicaría el 16,8% de la
mortalidad, el alcohol el 3% y las drogas ilegales el 0,6%. Respecto a la carga de
enfermedad, el tabaco explicaría el 12,3%, el alcohol el 7,6% y las drogas ilegales el
3,9% (WHO 2005).

   Estos datos son coincidentes con los observados a nivel mundial en donde la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una de las causas más frecuentes e
importantes de morbi-mortalidad a escala mundial (Morera 2005) y es un hecho
ampliamente aceptado que el tabaquismo causa de un 25 a un 30% de las muertes por
cáncer con distintas localizaciones (Levi 1999).

    Los problemas médicos derivados del consumo excesivo de alcohol constituyen uno
de los problemas sanitarios más importantes tanto en los países industrializados como
en los emergentes. Del reconocimiento inicial para la asociación entre alcoholismo y
cirrosis hepática, una de las principales causas de muerte en la población adulta, se ha
ido conociendo como el alcohol puede afectar gravemente a otros órganos y sistemas,
entre ellos el sistema nervioso central. Los efectos que tiene sobre el cerebro el
consumo agudo o continuado de alcohol posibilitan la aparición de múltiples daños y
enfermedades neurológicas de frecuente aparición así como la propia enfermedad
adictiva. En definitiva, el uso nocivo de alcohol es uno de los principales factores que
contribuyen a la mortalidad prematura y a la carga de morbilidad evitable en todo el
mundo, por lo que influye sobremanera en la salud pública. Se han estimado en más de
2,3 millones de muertes las asociadas al alcohol en el mundo para el año 2002, lo que
supuso un 4.4% de la carga mundial de morbilidad (OMS 2007).

    En las dos últimas décadas del siglo XX, el consumo de drogas ilegales adquirió
especial trascendencia en relación con las complicaciones infecciosas derivadas del
consumo de drogas focalizadas en el SIDA. Esta enfermedad incidió de forma notable
en los usuarios a drogas por vía parenteral (UDVP) de nuestro entorno, sobre todo en
los años iniciales de la pandemia, cuando en nuestro país el porcentaje de los casos de
SIDA que se diagnosticaba en este colectivo llegó a ser hasta del 68% del total para
todas las categorías relacionadas con la transmisión de la infección (Ministerio de
Sanidad y Consumo 2009).

                                                                                      8
Aunque el síndrome de inmunodeficiencia humana acaparó la mayor parte de la
atención en cuanto a las complicaciones infecciosas del consumo de drogas, es
preocupante el panorama futuro derivado de las hepatitis víricas que afectan a los
usuarios de drogas, en especial la Hepatitis por el Virus C. En el mundo occidental,
desde 1992, al menos dos tercios de las infecciones por VHC se relacionan con el
consumo de drogas ilegales y aunque esta tendencia evoluciona hacia la disminución de
forma clara, la prevalencia de infectados es enorme (Pereiro y Castro 2004). Las
consecuencias derivadas de la cronificación de la Hepatitis C, tanto a nivel de
morbimortalidad como de costes sanitarios, constituyen uno de los problemas que,
desde el punto de vista estratégico sanitario, es preciso tener en cuenta por los
responsables del diseño de políticas sanitarias como ya ha señalado el Observatorio
Europeo de Drogas y Toxicomanías.

    Aunque el SIDA y las Hepatitis parecen haber dejado en un segundo plano a otras
infecciones lo cierto es que, los adictos están en riesgo de adquirir una amplia variedad
de patología infecciosa: infecciones cutáneas y de partes blandas, infecciones óseas y
articulares, afectación ocular, infecciones intravasculares especialmente endocarditis,
infecciones pulmonares con inclusión de la tuberculosis, enfermedades de transmisión
sexual y otras de menor relevancia, como el tétanos, botulismo y paludismo, constituyen
las principales infecciones asociadas a la drogadicción parenteral (Morano y Vázquez
2006).


EPIDEMIOLOGÍA

1. A nivel mundial

   La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) es una agencia
de las Naciones Unidas que tiene por objetivo luchar contra las drogas y el crimen
organizado transnacional.

   Esta agencia publica un informe anual, sobre las drogas que nos permite acercarnos
de forma exhaustiva a los problemas relacionados con el consumo de drogas en todo el
mundo (UNODC 2009) desde varias perspectivas, tales como el nivel de consumo, la
producción, los delitos relacionados con las drogas, etc. En el informe del año 2009 se
facilitan los datos que a continuación se reproducen.

   La UNODC estima que en 2007 entre 172 millones y 250 millones de personas
consumieron drogas ilícitas por lo menos una vez el año anterior. No obstante, estas
cifras elevadas incluyen a muchos consumidores ocasionales que tal vez han probado
drogas solo una vez en todo el año. Es importante, pues, también disponer de
estimaciones del número de personas que son consumidores “problemáticos” de drogas
o grandes consumidores. Este grupo representa el mayor consumo de drogas todos los
años; probablemente sean drogodependientes, se beneficiarían mediante tratamiento y
es posible que su nivel de consumo tenga importantes consecuencias para la salud
pública y el orden público. Según las estimaciones de la UNODC en 2007 había entre
18 y 38 millones de consumidores problemáticos de drogas de 15 a 64 años.

                                                                                       9
El número de personas que consumieron opiáceos por lo menos una vez en 2007 se
estima entre 15 millones y 21 millones a nivel mundial. Se cree que más de la mitad de
la población del mundo que consume opiáceos vive en Asia. Para la cocaína se estima
entre 16 y 21 millones a nivel mundial el número total de personas que la consumieron
por lo menos en una ocasión en el año 2007. El mayor mercado sigue siendo América
del Norte, seguido de Europa occidental y central y América del Sur. El Cannabis es
con mucho la droga ilegal más consumida y se estima que el número total de personas
que lo consumieron por lo menos una vez en 2007 varía entre 143 millones y 190
millones. Los niveles más altos de consumo siguen estando en los mercados
establecidos de América del Norte y Europa occidental, aunque los estudios recientes
parecen indicar que en los países desarrollados está disminuyendo el nivel de consumo,
especialmente entre los jóvenes. La UNODC estima también que entre 16 millones y 51
millones de personas de 15 a 64 años consumieron sustancias del grupo de las
anfetaminas por lo menos una vez en 2007; el número que utilizó drogas del grupo del
“éxtasis” por lo menos una vez se estima entre 12 millones y 24 millones a nivel
mundial.

  Consumo de drogas ilegales a nivel mundial (población de 15 a 64 años)
(UNODC, 2009)
   •   Población mundial en 2007: 4.343 millones
   •   Menos del 5% de la población mundial consume drogas ilegales
   •   Personas que han consumido drogas alguna vez: 172 a 250 millones
   •   Consumidores problemáticos de drogas: 18 a 38 millones (0,6 %)
   •   Personas que utilizan drogas inyectables: 11 a 21 millones
   •   Mortalidad relacionada con el consumo: 200.000 personas

    Nota: el tabaco podría participar en la muerte de 5 millones de personas y el alcohol
en 2.5 millones de muertes.

    Las diferentes drogas plantean problemas diferentes para las diferentes regiones del
mundo. Así, por ejemplo, en África y Oceanía, se presentaron para tratamiento más
personas debido a problemas causados por el cannabis que por ninguna otra droga (63%
en África; 47% en Australia y Nueva Zelandia). En cambio, los opiáceos fueron la
principal droga tratada en Asia y Europa (65% y 60%, respectivamente). La cocaína fue
más prominente en América del Norte (34%) y América del Sur (52%) que en las demás
regiones; y los estimulantes de tipo anfetamínico estuvieron más generalizados en Asia
(18%), América del Norte (18%) y Oceanía (20%). El cannabis sigue ocupando un lugar
cada vez más importante en el tratamiento de la toxicomanía en Europa, América del
Sur y Oceanía desde fines del decenio de 1990; y los estimulantes de tipo anfetamínico
representan una mayor proporción de los tratamientos por consumo de drogas en
América del Norte y del Sur que en el pasado.

    Se ha documentado el consumo de drogas inyectables en 148 países, que
representan el 95% de la población del mundo, aunque la prevalencia de este
comportamiento varía considerablemente. Se estima que de 11 millones a 21 millones
de personas de todo el mundo consumen drogas inyectables y que China, Estados

                                                                                      10
Unidos, la Federación Rusa y Brasil tienen las mayores poblaciones de consumidores de
drogas inyectables, que en su conjunto representan el 45% del total estimado de la
población de consumidores de drogas inyectables del mundo.

    Producción de drogas

    En 2008 la superficie total dedicada al cultivo de adormidera, planta de la que se
extrae el opio, en los principales países de cultivo disminuyó a 189.000 hectáreas. Esta
disminución del 16% respecto del año anterior se debió principalmente a una gran
disminución en el Afganistán.

    A pesar de pequeños aumentos registrados en Bolivia (6%) y el Perú (4%), la
superficie total dedicada al cultivo de coca disminuyó en un 8% en 2008 debido a una
reducción significativa en Colombia (18%). La superficie total dedicada al cultivo de
coca descendió a 167.600 hectáreas, un nivel semejante al promedio de cultivo de coca
entre 2002 y 2008, y muy por debajo de los niveles alcanzados en la década de 1990.

    Estimar los lugares y superficies dedicados al cultivo de cannabis es
considerablemente más complicado, ya que en la mayoría de los países del mundo
puede producirse tanto en el interior como al aire libre. La superficie total estimada de
producción de cannabis al aire libre en 2008 varía de 200.000 hectáreas a 642.000
hectáreas. La producción total de hierba de cannabis se estima entre 13.300 toneladas
métricas y 66.100 toneladas métricas, en tanto que la producción estimada de resina de
cannabis se sitúa entre 2.200 toneladas métricas y 9.900 toneladas métricas. En vista del
nivel elevado de incertidumbre para estimar el cultivo, no resulta posible calcular datos
más precisos, como en el caso de los opiáceos y la cocaína.

   Al igual que el cannabis, los estimulantes de tipo anfetamínico pueden producirse
prácticamente en cualquier lugar a un costo relativamente bajo. En 2007, la UNODC
estimó que se habían fabricado entre 230 y 640 toneladas métricas del grupo de las
anfetaminas; la fabricación de sustancias del grupo del “éxtasis” se calculó entre 72 y
137 toneladas métricas.

2. Perspectiva nacional

   El Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) es una iniciativa del gobierno español creada
el año 1985 destinada a coordinar y potenciar las políticas que, en materia de drogas, se
llevan a cabo desde las distintas Administraciones Públicas y entidades sociales. En
relación con la constitución del Plan Nacional sobre Drogas, nuestro país cuenta con un
número importante de sistemas de información que facilitan datos sobre multitud de
aspectos relacionados con las drogas y las drogodependencias: prevalencias de consumo
y perfil de los consumidores; actitudes y percepciones de diversos sectores sociales;
número y características de las personas en tratamiento o atendidas en servicios de
urgencia; morbilidad y mortalidad relacionadas con los consumos de drogas;
actuaciones en prevención, asistencia y reinserción social, así como aquellas otras
relacionadas con la intervención judicial y policial en el ámbito del control de la oferta.


                                                                                        11
Cabe destacar la realización de dos tipos de encuestas periódicas que se llevan a cabo
por la Delegación del Gobierno para el PNSD, desde mediados de la década de los
noventa: la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) y la
Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES).

   En la WEB (http://www.pnsd.msc.es/) del Plan Nacional sobre Drogas se pueden
consultar todos los datos estadísticos referidos al consumo de drogas, también se pueden
descargar las memorias del Sistema Estatal de Información sobre Toxicomanías, del
PNSD y múltiples publicaciones que informan sobre la evolución de las conductas
adictivas y problemas asociados en nuestro país.

  En las líneas que siguen se muestra una síntesis de los datos más recientemente
publicados (DPNSD 2009).

  Evolución de los consumos y de los problemas asociados

   En los últimos 30 años, el perfil de los consumidores de drogas en España ha
experimentado cambios notables. Desde la década de los 70 hasta principios de los años
noventa, la sustancia que más alarma social causaba era la heroína. Los usuarios de esta
droga presentaban, en general, una grave situación de marginalidad y problemática
delictiva asociadas. A todo ello había que añadir, tal como se señaló anteriormente, el
padecimiento de patologías infecciosas como consecuencia de las condiciones de uso de
esta droga (administrada generalmente por vía parenteral, y en una proporción
importante de consumidores, compartiendo el material de inyección). Entre estas
patologías destacaba la infección por VIH que comenzó en España a comienzos de los
años 80 y que, entre 1981 y 2005, ocasionó 48.565 fallecimientos. Hay que señalar que
los usuarios de drogas por vía parenteral constituían el principal grupo de población
afectado por esta enfermedad.

   Además de la heroína existía un consumo importante de otras sustancias aunque para
las drogas ilegales (cannabis y cocaína principalmente) se ha observado un importante
incremento en los últimos años. Es preciso recordar sin embargo que alcohol y tabaco
eran y siguen siendo las dos sustancias más consumidas en nuestro país, además con
una gran aceptación social.

   A mediados de los años noventa comienza a descender el número de nuevos usuarios
de heroína y aumenta el número de consumidores de cannabis y de cocaína. Finalmente,
se empieza a conformar lo que se conoce como “consumo recreativo” de drogas, es
decir, el consumo, en ocasiones simultáneo, de sustancias como el alcohol, el cannabis,
la cocaína, el éxtasis y toda una serie de derivados anfetamínicos que reciben la
denominación de drogas de síntesis.

  Entre los años 2000 y 2008 los elementos más destacados, en relación con los
consumos son:
   •   Ha continuado disminuyendo progresivamente el número de usuarios de drogas
       por vía parenteral.

                                                                                      12
•   Entre los usuarios de drogas por vía parenteral persisten altos niveles de
       infección por VIH y virus de la hepatitis, así como de conductas sexuales y
       hábitos de inyección de riesgo, aunque ha disminuido progresivamente el
       número de nuevos diagnósticos de VIH en esta población.
   •   Tras un prolongado período de incremento, se está estabilizando e incluso parece
       estar descendiendo el consumo de cannabis y cocaína (aunque los datos de
       algunas encuestas -EDADES- todavía muestran incrementos de consumo para la
       cocaína en prevalencia para toda la vida).
   •   Ha descendido lentamente la mortalidad directamente relacionada con drogas
       ilegales, aunque persiste un número apreciable de muertes por esta causa (casi
       800 en 2004).
   •   Después de muchos años de descenso continuado del consumo de heroína,
       algunos datos parecen apuntar a una estabilización del mismo o a un cierto
       incremento en el caso de la heroína fumada.
   •   Ha descendido el consumo de tabaco, aunque la proporción de personas
       fumadoras sigue siendo alta.
   •   Ha descendido la proporción de consumidores de bebidas alcohólicas, aunque ha
       aumentado la frecuencia de episodios de consumos intensivos (borracheras).

    Impacto de los consumos: morbilidad, mortalidad, y otros costes sanitarios y
sociales
    Con respecto a las drogas que motivan el tratamiento, la situación ha cambiado
radicalmente en los últimos años. La heroína dejó de ser por primera vez en 2005 la
droga que motivaba un mayor número de admisiones a tratamiento, cediendo su puesto
a la cocaína. Esta última motivó, en ese mismo año, el 45,1% de las admisiones, frente
al 38,2% de la heroína. A continuación se situó el cannabis con el 10,7 %.

    En 2006 se recogieron 7.042 episodios de urgencias sanitarias directamente
relacionados con el consumo no terapéutico de drogas psicoactivas. La principal
sustancia mencionada fue la cocaína (59,2% de los episodios), seguida del alcohol
(42,9%) a pesar de que sólo se recogió este dato cuando se asociaba a alguna otra droga
(policonsumo), cannabis (30,9%), hipnosedantes (28,3%) y heroína (21,8%).

    Como se ha señalado anteriormente, la mortalidad por reacción aguda a sustancias
psicoactivas ha disminuido considerablemente en los últimos años, habiéndose
incrementado la proporción de fallecidos en que se encuentra cocaína o sus metabolitos.

    En lo relativo al consumo de drogas legales, como el alcohol, en los últimos años, en
algunas áreas, se registran datos muy positivos. Sin duda las medidas legislativas
puestas en marcha destinadas a reducir la accidentabilidad en el tráfico de vehículos ha
tenido un impacto positivo en el consumo de alcohol, colaborando a la reducción del
mismo.

    De igual modo, la legislación adoptada sobre el consumo de tabaco también parece
haber logrado un impacto muy positivo y ha sido calificada por algunos expertos como
el mayor avance en salud pública puesto en marcha en los últimos 15 años , aunque
insuficiente, en el consumo de esta droga legal que tan devastadoras consecuencias.



                                                                                      13
CANNABIS

I. INTRODUCCIÓN

     El Cannabis es la droga ilegal de uso más extendida en España. El análisis de las
series temporales de las dos grandes encuestas sobre uso y consumo de drogas en
nuestro país (Encuesta Domiciliaria sobre Abuso de Drogas en España y Encuesta
Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias), que la
Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas realiza, pone de
manifiesto que es la droga ilegal que se empieza a consumir a una edad más temprana.
Sin embargo, después de muchos años de aumento continuado del consumo, se ha
observado, recientemente, un descenso del mismo y un aumento de la percepción del
riesgo asociado a su uso.

    Los problemas derivados del consumo de Cannabis afectan de una u otra manera al
conjunto de la sociedad. Entre las consecuencias negativas de este consumo se
encuentran el fracaso escolar, el deterioro personal y social, los problemas laborales y,
por supuesto, los problemas de salud.

    Gracias a los múltiples esfuerzos realizados desde distintos ámbitos, se ha
conseguido incrementar la percepción del riesgo asociado a estos consumos. Debe
añadirse, además, que se ha producido una disminución en la percepción de la
accesibilidad a las drogas y, sobre todo con relación al Cannabis, de manera que en el
año 2008 un 63,6% de los estudiantes consideraban que era fácil o muy fácil disponer
de esta droga, frente al 66,8 % de los encuestados sobre este aspecto en 2006.


SITUACIÓN ACTUAL DEL CONSUMO


   1. Situación internacional

    En términos epidemiológicos, el Cannabis es con mucho la droga psicoactiva ilegal
más consumida en todo el mundo. Según datos de Naciones Unidas, se estima que el
número total de personas que consumieron Cannabis por lo menos una vez en 2007
varía entre 142,6 millones y 190,3 millones, lo que significa que la ha probado entre un
3,3% y un 4,4% del total de la población mundial de 15 a 64 años. Los niveles más altos
de consumo siguen estando en los mercados establecidos de América del Norte y
Europa occidental, aunque los estudios recientes parecen indicar que en los países
desarrollados está disminuyendo el nivel de consumo, especialmente entre los jóvenes
(United Nations Office on Drugs and Crime, World Drug Report 2009).

    En los Estados Unidos, según la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y
Salud (SAMSHA’s Office of Applied Studies (OAS), National Survey on Drug Use &
Health (NSDUH) 2007), un 5,8% de las personas con 12 años o mayores afirmaban
haber probado el Cannabis o la marihuana por lo menos en una ocasión en el último
mes previo a la encuesta, lo que supone un total de 14,4 millones de personas.

                                                                                      14
2. Situación nacional

     En España, el Cannabis es también la droga ilegal más extendida y la que se
consume a una edad más temprana. La prevalencia de consumo de Cannabis aumentó
considerablemente hasta el año 2003, pero a partir de entonces se ha producido una
inversión de esta tendencia ascendente, tanto en lo que se refiere a la experimentación
(alguna vez en la vida), como al consumo reciente (alguna vez en el último año), actual
(último mes) o diario.

    Según los datos del último informe del Observatorio Español sobre Drogas (OED),
en España, en 2007 el 27,2% de la población de 15 a 64 años había probado Cannabis
alguna vez en la vida, un 10,1% lo hizo en el último año, un 7,1% en el último mes y un
1,5% a diario durante este último periodo. El consumo está bastante más extendido
entre los hombres (13,6% lo había consumido el último año) que entre las mujeres
(6,5%).

     Al igual que ocurre en Europa, en nuestro país las prevalencias de consumo de
Cannabis más elevadas se registran entre los jóvenes. En el año 2004, el 42,7% de los
estudiantes de 14 a 18 años había consumido Cannabis alguna vez en la vida. En 2006
se observó un descenso del consumo que se mantiene en 2008, después de muchos años
de aumento continuado. Este descenso, con respecto a 2004 se ha visto reflejado tanto
en la proporción de los que lo han consumido alguna vez en la vida, que ha pasado de
42,7% a 35,2% en 2008, como en la de los que lo consumen actualmente (de 25,1 % a
20,1%), y se ha producido en todos los grupos de edades y tanto en hombres como en
mujeres.

    La edad media de inicio en el consumo en los estudiantes de Enseñanzas
Secundarias de 14 a 18 años se sitúa en 14,6 años, siendo similar en ambos sexos y no
mostrando variaciones significativas con respecto a años anteriores.

     Con el fin de evaluar la prevalencia del consumo problemático de Cannabis o de
alto riesgo en los jóvenes españoles, se utilizó una submuestra de la Encuesta Estatal
sobre uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) del año
2006 en la que se introdujo un módulo complementario de preguntas en las que se
incluyeron tres escalas de consumo problemático de Cannabis: Cannabis Abuse
Screening Test (CAST), Severity of Dependence Scale (SDS) y los criterios de abuso
del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) de la
American Psychiatric Association (APA). En el resultado obtenido se observó que la
mayoría de los escolares no tenían problemas significativos en relación con el consumo
de Cannabis; sin embargo, aproximadamente un 1% podría realizar abuso de Cannabis
y hasta un 4 % de la muestra podría ser dependiente, según los criterios DSM-IV. De las
tres escalas de medida utilizadas, fue la escala CAST que permitió obtener resultados
más consistentes desde el punto de vista psicométrico (Kemplova D et al., 2009). Con
arreglo a esta escala, un 2,2 % del total de estudiantes participantes en el estudio fue
incluido en la categoría de “alto riesgo de abuso del Cannabis”, lo que significa un
consumo problemático del mismo, siendo idéntico el dato al obtenido por el Informe
ESPAD 2007 (The European School Survey Project on Alcohol and Other Drugs
(ESPAD), The 2007 ESPAD Report).
                                                                                     15
La utilización de estas escalas permite monitorizar los cambios a lo largo del
tiempo tanto de la prevalencia como de las características de los consumidores
problemáticos y puede contribuir a orientar, diseñar y evaluar intervenciones en salud
pública dirigidas a este grupo de consumidores.

     El riesgo percibido ante distintas conductas de consumo de drogas puede ser un
factor explicativo de la extensión o reducción de las mismas. Los españoles asocian un
menor riesgo a fumar Cannabis habitualmente que a otras sustancias ilegales con igual
patrón de consumo.

    Según los datos de la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de
Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) del año 2008, los estudiantes consideran que la
droga ilegal más accesible (disponibilidad/accesibilidad percibida) es el Cannabis. De
hecho, la mayoría (63,6%) refiere que les sería fácil o muy fácil conseguirlo,
observándose un descenso continuado de dicha disponibilidad desde el año 2004.

     Los consumidores de Cannabis toman también con frecuencia otras drogas; Este
hecho se denomina policonsumo. Entre la población escolar de 14 a 18 años y
refiriéndonos a los últimos 12 meses, un 98,8% de los consumidores de Cannabis
también lo eran de alcohol, un 79,7% de tabaco, un 11,3% de cocaína, un 7,7% de
anfetaminas, un 5,8% de éxtasis, un 8,2% de alucinógenos y un 15,6% de
tranquilizantes (OED, Informe 2009).

     El 11,7% de las admisiones a tratamiento por abuso o dependencia de drogas
ilegales en el año 2007, se debieron a consumo de Cannabis, lo que sitúa a esta
sustancia en tercer lugar tras la cocaína (45,6%) y la heroína (39,3%). Entre 1996 y
2007 las primeras admisiones a tratamiento por Cannabis se han multiplicado por tres
pasando de 1.300 a 4.619 y en el grupo de menores de 18 años, del total de admisiones a
tratamiento en el año 2008, un 78,4% tenían al Cannabis como droga principal de
abuso.

    También ha aumentado la proporción de urgencias hospitalarias por reacción aguda
a sustancias psicoactivas en las que se menciona el Cannabis, que ha pasado de un 7,4%
en 1996 a un 30,3% en 2007. No se registraron casos mortales en este periodo con
presencia exclusiva de Cannabis, aunque en un 14,6 % de los fallecidos por reacción
adversa a drogas en el año 2007 se detectó esta droga junto a otras.


    ASPECTOS HISTÓRICOS.


     Cannabis es una palabra de origen indoeuropeo, que nos llega a través del latín
vulgar y que se traduce en castellano por cáñamo. Es un arbusto verde de hojas
perennes, lobuladas, serradas y llamativas sin apenas exigencias del suelo para su
cultivo, y que desde hace miles de años se ha usado por su contenido en fibras vegetales
susceptibles de ser hiladas y trabajadas para su uso en cordelería, cestería, elaboración
de tejidos, pasta de papel, relleno de tapizados, carrocerías de coches, molduras, mechas
de encendido, etc.

                                                                                      16
La planta es dioica, y, por tanto, con ejemplares machos y hembras. Éstas florecen
con mayor fuerza, en forma de cogollos (inflorescencia tipo cima) con una polinización
rica en aceites esenciales y resinosos.

     La planta puede alcanzar los seis metros de altura y, aunque se da en condiciones de
silvestre o salvaje, generalmente sin alcanzar más de un metro o dos, ha sido más
abundante su cultivo seleccionado en altura para usos concretos industriales. Esto es lo
que quiere decir “Cannabis sativa”: (cultivada en oposición a silvestre). Su recolección
conllevaba la posibilidad de aparición de lesiones específicas en zonas expuestas al roce
con las hojas. En nuestro país la bazagosis o cannabiosis, afección broncopulmonar
secundaria a la aspiración de las fibras de cáñamo, se consideraba una enfermedad
profesional clasificada como tal en el Sistema Nacional de Salud.

     El desarrollo histórico de los últimos cien años ha hecho que el término “cáñamo”
se utilice para referirse a la subespecie de Cannabis sativa residualmente cultivada para
alpargatería, pasta de papel, cordelería y molduras. El resto constituiría lo que se conoce
como “Cannabis” y su importancia, se debe al contenido en aceites terpénicos, de los
que el más conocido y famoso es el delta–9-tetrahidrocannabinol, (THC), la sustancia
ilegal, susceptible de abuso y dependencia, de mayor consumo en el mundo. Su
importancia ha crecido exponencialmente desde 1930, pero, desde los años noventa del
pasado siglo, su consumo parece haberse estabilizado en la mayor parte del mundo
desarrollado, que comunica estadísticas fiables y permite el análisis de las tendencias de
consumo. No obstante, su cultivo y consumo sigue creciendo en algunos países, como
los del África subsahariana, donde hace un siglo ni existía, ni se transportaba, ni se
usaba.

    Las características del terreno y del clima condicionan mucho el tiempo de
maduración de la planta y las posibilidades de recolección, y por tanto, la riqueza del
contenido en THC, que alcanza la máxima concentración en los “cogollos” florales de
las plantas femeninas de las variedades “indica”. Con ellas se elaboran los “hachís”
(chocolate, costo, china, kiffi, mierda, shit) y los extractos alcohólicos de aceites
esenciales.

    Con el resto de las partes aéreas más o menos trituradas, seleccionadas o
parcialmente procesadas, se obtienen la grifa, la mariguana, marijuana (marihuana),
grass, María, Marie-Jeanne, banga o ganja.

     Los frutos (cañamones) apenas tienen contenido de cannabinoles, son un producto
rico en proteínas vegetales y aceites OMEGA 3, y suelen ser incluidos en los procesos
de elaboración de marihuana para aumentar su volumen. Aún son, no obstante, usados
para alimentación de aves en cautividad y, en ocasiones, es un buen recurso para las
necesidades humanas en situación de emergencia.

     El uso no alimentario ni terapéutico es el más extendido. Lo que se busca es un
estado de intoxicación, y su consumo por el ser humano, afecta a muchos órganos y
sistemas, especialmente al Sistema Nervioso Central. Actualmente el consumo más
frecuente es fumado, liado como un cigarro, la mezcla calentada de resinas de cáñamo
con tabaco rubio, que es lo que se da en llamar “porro”, generalmente sin filtro. Le
sigue el fumar, sin mezclar con tabaco casi nunca, la mezcla seca y triturada, más o
menos seleccionada, de partes aéreas de la planta, sobre todo las hojas. Ha ido cayendo
                                                                                        17
en desuso el fumar resina directamente en pipas hechas de arcilla, pero aún se mantiene
este uso en el norte de África. La última forma de consumo que parece estar en
incremento, es como ingrediente sazonador de diversos platos cocinados. Son muy
comunes los dulces y pastas condimentadas así, pero también se elaboran ensaladas,
carnes y pescados, con un toque de cáñamo. Existen en el subcontinente Indostánico
cervezas de uso tradicional, con contenido alcohólico moderado, que se elaboran
añadiendo cáñamo completo a las maltas, con claros efectos alteradores de las funciones
cerebrales. Las variantes de imitación, con consumo autorizado en Europa, no contienen
cannabinoles tóxicos, sino cáñamo selectivamente obtenido sin sustancias prohibidas,

    La planta, originaria de las regiones próximas al subcontinente indostánico, se
expandió discretamente hacia el Asia Central, la actual China y la Persia ancestral, hace
no menos de 6000 años. Existen tumbas mogoles de más de 4000 años de antigüedad
donde se han encontrado semillas de cáñamo, en regiones donde el papel, las ropas,
cestería o cordelería, nunca fueron de cáñamo. Su uso fue medicamentoso, o mágico,
muy probablemente. La verdadera extensión en su consumo, comienza con la
islamización progresiva de Asia y norte de África, desde los años de 1200 de la Era
Común. El Cannabis llega a los países del occidente convencional europeo,
fundamentalmente a través de la gente de mar.

    La prohibición musulmana de las bebidas alcohólicas favoreció indirectamente, en
alguna forma, el consumo muy controlado del Cannabis, no citado por el Corán como
prohibido. Se le atribuyeron propiedades medicinales y curativas que, sin embargo, no
fueron de uso generalizado.

     Existen citas preciosas y poéticas en los textos persas del Gulistan (“El jardín de las
Rosas”, de Saadi) y “Las Mil noches y una Noche” recopiladas por Haarum-al-Rashid.
Existen relatos legendarios, difícilmente verificables, de su uso como primer arma de
guerra psicológica, por parte de Saladino en la lucha contra los Cruzados Cristianos. Se
desconoce si pasó a América de manos de los descubridores o con motivo de la venta de
esclavos más tardíamente. De forma anecdótica, el papel usado en el documento
original de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica es de pasta de papel
procedente de cáñamo. Algún siglo más tarde, ya existen datos históricos de su uso
como pago en especie para los obreros que construyeron el Canal de Suez, y de la
insurrección desencadenada tras su supresión por los contratistas, que atribuyeron la
lentitud de los trabajos al abuso de Cannabis.

    En el caso específico de España, la importante relación con el Islam desde el año
711, en terreno peninsular e insular, en plazas de soberanía (Argel, Orán, Tabarca),
Territorios Coloniales, el Protectorado de Marruecos hasta 1956, y la existencia de
ciudades españolas en África del Norte (Ceuta y Melilla), nos ha deparado una gran
familiaridad con los usos y costumbres del Cannabis, incluidos los consumos, estilo
bereber norte africano tradicional. Hemos adaptado o adoptado muchas palabras
vinculadas, en su uso y significado originales, a los efectos del consumo de Cannabis:
cabreo, bacile, muermo, choteo, cachondeo, enrollarse, etc.

    Desde hace aproximadamente veinte años, los datos epidemiológicos han causado
una mayor alarma social y sanitaria, por el incremento espectacular del consumo en la
población joven, la ausencia de percepción del riesgo asociado a su uso y la

                                                                                         18
generalización de la idea de que nos encontramos con un producto fácilmente accesible
en nuestro país.

    Por su contenido en sustancias tóxicas contenidas en los productos derivados del
“Cannabis”, en especial el THC, están clasificados como prohibidos por las
Convenciones Mundiales de 1961, 1971 y 1998. Son susceptibles de abuso, pueden
causar dependencia y provocar o inducir enfermedades mentales graves. Su peligrosidad
depende de la concentración relativa de los contenidos tóxicos activos, la frecuencia del
uso, su intensidad y el contexto en que se use, la edad del usuario, su estado de salud
previo y el consumo de otras sustancias de forma simultánea.

     Se debe destacar que de todas las sustancias clasificadas como de tráfico ilícito por
la Organización de Naciones Unidas (ONU), los debates relacionados con el Cannabis
siguen siendo los más polémicos. En muchos países consumidores, incluidos los EEUU,
existen grupos muy activos que trabajan por la legitimación y legalización del consumo
de Cannabis en igualdad de condiciones que el alcohol o el tabaco. Estos grupos han
logrado, cada vez en más países, la despenalización del consumo propio y privado,
cuando no también el cultivo para consumo propio. Las situaciones administrativas y de
criminalización con respecto al Cannabis son enormemente diferentes en cada país, y, a
veces, dan lugar a paradojas de difícil lectura y comprensión, como el hecho de que se
puedan vender hasta 5 gramos de Cannabis para uso propio a cualquier comprador en
un Koffie-Shop (Coffee shop) de Holanda, cuando el tráfico del producto está muy
gravemente penalizado en este país.

     Los movimientos antiprohibicionistas en toda Europa siguen desarrollándose, y
mantienen publicaciones periódicas de venta pública con tirada no despreciable y alta
fidelidad en el cliente. La información que se ofrece en la Web de Internet es muy
extensa y en su mayor parte liberacionista o propagadora de los consumos considerando
que es prácticamente inocuo, y que si se dan casos de enfermedad, el Cannabis- no tiene
relación causal ni facilitadora con ella. Y son las páginas más leídas por nuestros
jóvenes y las que ostentan mayor rango de fiabilidad para ellos.

    En el caso de España se debe insistir en que nunca se ha penalizado la tenencia de
Cannabis para el consumo propio, ni su consumo en privado. Ninguna ley española lo
había considerado delictivo, aunque sí puede constituir una falta administrativa.


    FORMAS DE PRESENTACIÓN Y CONSUMO.


     Cannabis sativa es una planta que contiene más de 400 componentes químicos, de
las cuales se conocen al menos 60 cannabinoides que son únicos de esta especie. Los
tres cannabinoides más importantes, por sus efectos psicoactivos, son el THC, el
cannabidiol (CBD) y el cannabinol.

     Mientras que el THC es el responsable de la mayoría de los efectos, el cannabinol
es diez veces menos activo que el THC, además, el cannabidiol, tiene un perfil distinto,
ya que presenta actividad ansiolítica y sedante (Fusar-Poli et al., 2009).

                                                                                       19
El contenido de cannabinoides depende de varios factores como la parte de la
planta, la variedad o genotipo de que se trate y el momento en que es recolectada. La
mayor concentración de cannabinoides se encuentra en los brotes florecientes de la
planta femenina o sumidades florales (cogollos) y en las hojas, mientras que las
concentraciones son bajas en tallo, raíces y semillas.

     El Cannabis se presenta para su consumo en forma de hachís, que es un exudado
resinoso de la planta, mariguana o maría, que consiste en un triturado seco de flores,
hojas y pequeños tallos de la propia planta, en forma de polen, que es un triturado seco
de flores muy fino con aspecto de polvo amarillento y en forma de aceite.

     Se consume habitualmente fumada en forma de cigarrillos, mezclada con tabaco
(habitualmente el hachís) o directamente sin tabaco (marihuana), colocada en pipas de
diferentes formas y tamaños y más recientemente mediante vaporizadores. También
puede utilizarse el aceite por vía oral.

     La marihuana contiene habitualmente entre un 1% y un 5% de THC, el hachís entre
un 15-50% y el aceite entre un 25-50%. Asumiendo que un cigarrillo de marihuana pesa
0,8 g el contenido de THC estaría comprendido entre 8 y 120 mg (Ashton 2001). En
comparación, el Cannabis utilizado para producir fibra textil tiene una riqueza de THC
inferior al 0,3%.

     La potencia del Cannabis ha ido aumentando progresivamente en los últimos años.
A ello han contribuido las técnicas de cultivo y la selección genética de las variantes
más psicoactivas, que han permitido que se puedan encontrar variedades que contienen
hasta un 20% o más de THC. Aún así, la potencia media del Cannabis en Europa en los
últimos años se ha mantenido estable (OEDT Informe Anual 2008).


EFECTOS AGUDOS DEL CANNABIS


1. Generalidades

1.1.1.1. Neurofisiologia.

    El THC y los demás cannabinoides se unen a unos receptores llamados
cannabinoides (CB1 y CB2). Estos receptores se encuentran en la membrana de
algunas células y están acoplados a la proteína G como sistema de transducción. El
receptor CB1 está presente fundamentalmente en el sistema nervioso central y en menor
densidad en sistema nervioso periférico mientras que el receptor CB2, de localización
fundamentalmente periférica, se encuentra principalmente en células del sistema
inmunológico. Los receptores cannabinoides están ampliamente distribuidos en el
cerebro.

    Existen compuestos endógenos que se unen a estos receptores y a los que se
denomina como endocannabinoides. Estos ligandos pueden también modular la

                                                                                     20
transmisión sináptica de los neurotransmisores glutamato y ácido gamma-aminobutírico
(GABA) así como actuar sobre la neurotransmisión postsináptica dopaminérgica.
Aunque no está del todo aclarado, el sistema endocannabinoide podría estar implicado
en diferentes funciones fisiológicas entre las que destacan el aprendizaje, la memoria,
las emociones, el refuerzo, la ingesta de comida, la neuroprotección, el dolor y la
conducta motora, entre otras. El THC como otras drogas de abuso actúa sobre el sistema
cerebral de recompensa (mesocorticolímbico) que incluye el área ventral tegmental, el
núcleo accumbens y la corteza prefrontal entre otras áreas cerebrales. El THC aumenta
la liberación de dopamina en el núcleo accumbens.


1.1.1.2. Vías de consumo

     El cannabis habitualmente se fuma (vía intrapulmonar), ya que ésta es la vía de
consumo más eficiente. Del total de THC contenido en un cigarrillo, entre un 10-30%
llega a los pulmones y la sangre, un 30% se destruye por la combustión y un 50% se
pierde en el aire. La cantidad final de THC absorbido en el organismo depende de la
profundidad y número de caladas y de la potencia de los cigarrillos. El THC se detecta
en sangre inmediatamente después de la primera calada (1-2 minutos) y las
concentraciones máximas se alcanzan entre los 3 y 10 minutos.

    Los efectos se inician entre segundos y minutos tras haber consumido la sustancia y
persisten hasta 2 y 3 horas.

    Cuando el cannabis se administra por vía oral (aceites, pasteles, infusiones) la
absorción es lenta y errática, la concentración máxima de THC en plasma aparece a las
2-4 horas y el inicio de los efectos se da entre media hora y 2 horas postadministración,
pudiendo durar los mismos unas 6 horas. La presencia de comida puede retrasar la
absorción de THC.


1.1.1.3. Metabolismo

    El THC es una molécula muy lipofílica por lo que atraviesa con facilidad la barrera
hematoencefálica (BHE) y la placentaria. El THC se acumula en la leche materna (8
veces más que en el plasma). Por esta afinidad a los lípidos se une a la grasa corporal, lo
que provoca una prolongación de sus efectos y de su acumulación en el organismo.

     El THC se convierte rápidamente en el hígado en 11-hidroxi-THC (11- OH-THC)
que es activo y después a 11-nor-9-carboxi-THC (THCCOOH) que es un metabolito
inactivo. Se han identificado alrededor de 100 metabolitos del THC. La semivida de
eliminación del THC, es decir el tiempo que tarda en reducirse a la mitad la
concentración en la sangre, es de 25-36 horas. Un 80% se elimina a través de las heces y
un 20% en la orina como THC-COOH y otros metabolitos. Las pruebas para determinar
el consumo de THC se basan en la detección de su metabolito (THC-COOH). Tras el
consumo de un cigarrillo puede detectarse el metabolito de THC en orina (orina
positiva) durante una semana.


                                                                                        21
En consumidores crónicos la orina puede ser positiva hasta más de un mes después
de dejar de consumir.


2. Efectos sobre el Sistema Nervioso Central (SNC)

    Los efectos sobre el SNC son los más relevantes ya que constituyen la base de su
abuso y se asocian a algunas de las complicaciones más frecuentes tras el consumo
agudo y crónico.

2.1.1.1. Efectos centrales agudos del cannabis


2.1.1.2. Efectos psicológicos agudos

    Los preparados del cannabis, hachís y marihuana principalmente, se han utilizado
desde hace muchos años por sus propiedades psicoactivas. El principal responsable de
la actividad farmacológica psicoactiva es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y su
administración aislada produce efectos similares al cannabis en humanos. Los efectos de
los otros cannabinoides y otros compuestos contenidos en la planta pueden producir
acciones aditivas o antagonistas de las del THC. Así por ejemplo el cannabidiol (CBD)
provoca efectos sedantes y ansiolíticos.
     Los efectos agudos del cannabis son muy variables entre personas y dependen de la
dosis, del contenido de THC, de la proporción THC/CBD, de la forma de
administración, así como de la personalidad, las expectativas y experiencia previa del
sujeto y también del contexto en que se consume.

     El consumo de cannabis produce generalmente un efecto bifásico. Tras una fase
inicial de estimulación (euforia, bienestar, aumento de la percepción, ansiedad), le sigue
una fase donde predomina la sedación (relajación, somnolencia, sueño). Se produce una
agudización de las percepciones visuales, auditivas y táctiles, así como una ligera
distorsión del espacio y tiempo. También aparece risa fácil, locuacidad y aumento del
apetito. Paralelamente se altera la memoria reciente, y existe dificultad en la
concentración, disminución de la atención e incoordinación motora.

    Aunque es difícil calcular las dosis habitualmente consumidas así como su
biodisponibilidad, se sabe que una dosis fumada de 5 mg de THC proporciona unos
efectos leves, que serían similares a los de 10 mg por vía oral. Dosis mayores pueden
producir efectos intensos.

    En algunos sujetos, especialmente en inexpertos o tras dosis elevadas puede
aparecer ansiedad, disforia, síntomas paranoides y/o pánico, que habitualmente
desaparecen de forma espontánea en pocas horas. Como se comenta más adelante, la
intoxicación aguda por cannabis puede cursar con un episodio psicótico agudo que se
caracteriza por ideas delirantes, alucinaciones, confusión, amnesia, ansiedad y agitación.
Habitualmente estos cuadros agudos desaparecen espontáneamente a las pocas horas a
medida que el THC se elimina del organismo.

2.1.1.3. Efectos sobre el sueño
                                                                                       22
El THC induce sueño, probablemente debido al aumento de melatonina y altera el
patrón sueño-vigilia. Tras la administración continua de dosis elevadas se puede
observar durante la mañana siguiente un cierto grado de resaca en algunos sujetos.
Además puede aparecer un efecto rebote en la cantidad de sueño REM tras la
interrupción brusca de consumos elevados.

2.1.1.4. Efectos sobre la conducta alimentaria

     El cannabis produce un aumento del apetito entre 1-3 horas tras su consumo. Tanto
el THC por vía oral como el cannabis fumado aumentan el número de ingestiones y la
cantidad total de comida ingerida. Sin embargo, con el consumo continuado de cannabis
se produce una cierta disminución de este efecto.

2.1.1.5. Otros efectos

     Los cannabinoides han demostrado ser analgésicos en modelos animales de dolor
agudo y crónico. En humanos estas propiedades no se han demostrado claramente en el
dolor agudo. En dolor crónico se ha aprobado en Canadá un preparado para el
tratamiento del dolor neuropático en la esclerosis múltiple.


3. Efectos sistémicos
    El consumo de cannabis produce una alteración de la mayoría de sistemas del
organismo.

3.1.1.1. Efectos sistémicos agudos del cannabis




3.1.1.2. Efectos cardiovasculares

    Consisten básicamente en un aumento de la frecuencia cardiaca (20- 50%). Los
efectos sobre la presión arterial comprenden un incremento de la misma si se está

                                                                                   23
sentado o acostado y una disminución de la misma si se está de pie. Si la persona que
fuma se levanta rápidamente puede aparecer sensación de mareo, hipotensión
(ortostática) e incluso pérdida de conocimiento. Esto es más frecuente en sujetos con
poca experiencia. Estos efectos dependen de la dosis y son máximos pocos minutos
después de iniciar el consumo fumado y desaparecen tras 1-2 horas. Además,
incrementa el gasto cardíaco y disminuye la tolerancia al ejercicio. Estos efectos pueden
aumentar el riesgo cardiovascular en personas con patología cardiaca o vascular previa.
En estas últimas se han descrito algunos casos de arritmias graves.


3.1.1.3. Efectos sobre el sistema respiratorio

    El THC produce disminución en la resistencia de las vías aéreas y broncodilatación
en personas sanas. Los efectos de fumar cannabis sobre el sistema respiratorio son los
mismos que el consumo de tabaco. Si el cannabis se consume mezclada con tabaco, se
está consumiendo tabaco y por ello se está expuesto al monóxido de carbono y las
sustancias cancerígenas.

    El consumo de «porros» produce incrementos superiores en la concentración de
carboxihemoglobina que el tabaco puesto que se fuma sin filtro con inhalaciones largas
y profundas y tiene una temperatura de combustión superior a la del tabaco. El consumo
crónico de cannabis fumado se ha asociado a bronquitis y enfisema, y posiblemente
podría incrementar el riesgo de carcinoma pulmonar.


3.1.1.4. Efectos oculares

     El cannabis produce enrojecimiento conjuntival como consecuencia de la
vasodilatación, reducción de la producción de lágrimas, caída del párpado (ptosis
palpebral), dificultad en la acomodación y disminución del reflejo pupilar a la luz. La
administración local o sistémica produce una disminución marcada de la presión
intraocular.


3.1.1.5. Efectos gastrointestinales

    El cannabis produce una reducción en la producción de saliva, sequedad de boca,
reducción del peristaltismo intestinal y enlentecimiento del vaciado gástrico. El
cannabis es antiemético.


3.1.1.6. Efectos sobre la musculatura estriada

     El cannabis produce relajación muscular. Además posee propiedades
anticonvulsivantes en animales. Entre los distintos componentes del cannabis, parece
que el cannabidiol sería el que posee mayor potencial anticonvulsivo.


3.1.1.7. Efectos sobre el sistema endocrino y la conducta sexual



                                                                                      24
El THC disminuye la secreción de hormonas sexuales, con una reducción de la
secreción de testosterona y del número y la motilidad de los espermatozoides. En
mujeres, el consumo de cannabis produce una reducción del ciclo menstrual, niveles
elevados de prolactina que pueden asociarse a la aparición de galactorrea, y niveles
menores de andrógenos.

   Parece por todo ello que el THC podría reducir la fertilidad, aunque no ha podido
demostrarse definitivamente.

    Como ocurre con la mayoría de drogas, los cannabinoides pueden afectar la
conducta sexual con un resultado variable, que depende de la propia droga, la
combinación con otras sustancias y el contexto de consumo. No se ha demostrado
científicamente que el cannabis sea un afrodisíaco.


3.1.1.8. Embarazo

     El consumo durante el embarazo en mujeres incrementa el riesgo para la madre, el
feto y el neonato. El peso al nacer es menor, siendo un efecto dosis-dependiente. Los
niños presentan alteraciones en las funciones cognitivas El THC atraviesa la barrera
placentaria y se acumula en la leche materna, no recomendándose la lactancia materna
en consumidoras de cannabis.


    EFECTOS CRÓNICOS DEL CANNABIS

    A continuación se revisan algunos de los efectos que pueden aparecer tras el
consumo repetido de cannabis y que son muy relevantes para el rendimiento escolar y
psicomotor.

                              Efectos crónicos del cannabis




   1. Efectos cognitivos y sobre el rendimiento psicomotor
    El uso diario y durante periodos prolongados de cannabis puede producir
deficiencias en la memoria, en la atención, la capacidad psicomotora y la velocidad de
procesamiento de la información.

     Estas alteraciones psicológicas parecen relacionarse con cambios funcionales, del
flujo sanguíneo y metabólicos en regiones prefrontales y cerebelares que se observan en
estudios de neuroimagen en usuarios crónicos de cannabis.

                                                                                    25
Se ha discutido si estos cambios son consecuencia del consumo crónico acumulado
o de un estado de intoxicación aguda persistente tras un consumo diario. Los estudios
más consistentes han demostrado que las alteraciones neurocognitivas descritas
normalizan progresivamente si los individuos dejan de consumir, mejorando con el paso
de los días.

    Parece que la afectación observada puede revertir casi en su totalidad a las 4
semanas de cesar el consumo de cannabis. Hay estudios que relacionan la persistencia
de algunas alteraciones con el consumo de cannabis temprano (antes de los 17 años).


   2. Rendimiento escolar
    En una revisión sistemática de los diferentes estudios de seguimiento poblacional
de uso de drogas y secuelas psicológicas y sociales, pudo demostrarse que había una
asociación entre el uso de cannabis y la obtención de un nivel de estudios mas bajo en
comparación con los controles que no tomaban la droga. Además, la asociación fue
mayor en el caso de un inicio temprano del consumo (15 años).

     En un estudio de seguimiento de 1.265 niños durante 21 años realizado en Nueva
Zelanda, se demostró que el consumo de cannabis se relacionaba, de manera dosis-
dependiente, con un riesgo mayor de abandono de los estudios, de fracaso en el acceso a
la universidad y de finalizar los estudios universitarios prematuramente (Fergusson et
al., 2003). En este estudio, el 22,5% de los que se habían iniciado en el consumo de
cannabis antes de los 15 años habían abandonado la escuela antes de los 16, mientras
que en los no consumidores el abandono fue del 3,5%.

     En España, los datos obtenidos en la encuesta ESTUDES, reflejan la relación entre
el consumo de drogas y el fracaso escolar, medido por la repetición de curso. Entre los
que presentan fracaso escolar el consumo de todas las drogas, incluido el cannabis, es
más elevado.

     Tras una revisión de los diferentes trabajos sobre la relación entre el consumo de
cannabis y los problemas académicos (Lynskey y May, 2000), los resultados pueden
resumirse en que el incremento del consumo de cannabis en el periodo académico se
asocia a notas peores, menor satisfacción, actitudes negativas hacia la escuela, un pobre
rendimiento escolar, un aumento del absentismo y una mayor prevalencia de abandono
de los estudios.


   OTROS CUADROS CLÍNICOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE
CANNABIS


1. Delírium por intoxicación por cannabis.
     Aunque no es frecuente, cuando el cannabis se consume en grandes cantidades
puede producir un cuadro de delirium. Los síntomas típicos son confusión, alteraciones
de la memoria, sensación de temor, suspicacia, despersonalización, desrealización y
alteraciones sensoperceptivas. La psicopatología de estas reacciones es indistinguible de
los cuadros de delírium de otra etiología. Son cuadros clínicos transitorios y limitados

                                                                                      26
en el tiempo, pero recurrentes en sucesivas exposiciones al tóxico. Este cuadro también
puede aparecer en sujetos que consumen el cannabis por primera vez.


2. Flashbacks por cannabis
     Se refiere a la aparición de vivencias-alucinaciones con la cualidad de una
percepción real (las mismas experiencias que sintió la persona cuando había consumido
el tóxico), después de semanas o meses de abstinencia. Aunque son más comunes en
personas que han consumido drogas alucinógenas pero también se han descrito de
forma ocasional en consumidores de cannabis.


    TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE CANNABIS

    Con la salvedad del incremento en el número de demandas de tratamiento por
cannabis en los adolescentes, en general se observa que la proporción de los sujetos que
acuden en demanda de tratamiento por el consumo de cannabis es muy baja si tenemos
en cuenta el elevado número de sujetos con consumo problemático de esta sustancia.
Esta escasa demanda de tratamiento puede explicarse por distintas razones.

      En primer lugar destaca la percepción generalizada, en el sujeto consumidor, de que
el cannabis es una droga relativamente inocua. Inicialmente el problema es detectado
por familiares, profesores o amigos mientras que el individuo no acostumbra a
relacionar las alteraciones cognitivas con el consumo. Menos veces, son los sujetos los
que acuden en demanda de tratamiento por su incapacidad para controlar o interrumpir
el consumo, a pesar de los problemas escolares o laborales o por el aumento de
irritabilidad, conducta agresiva, depresión nerviosismo y ansia de consumo. Los
pacientes que acuden a tratamiento por el cannabis suelen ser hombres (70%) y
fumadores de cannabis varias veces por semana. Los motivos de solicitar tratamiento
suelen estar relacionados con la pérdida de motivación (84%) y las sensaciones
paranoides (78%), detectándose además en muchos casos problemas respiratorios
(86%).

     En segundo lugar destaca la resistencia de los pacientes a participar en programas
de tratamiento en los que la mayoría de sujetos son dependientes de alcohol, heroína y
cocaína y en los que no se oferta terapias específicas para cannabis.

     Actualmente se propone aplicar al tratamiento de la dependencia del cannabis los
criterios que se aplican al tratamiento de la dependencia de cualquier droga:
desintoxicación seguida de deshabituación.


1. Tratamiento de desintoxicación
    La desintoxicación es el primer paso para el tratamiento de un trastorno por
dependencia de una droga. Esta dirigida a paliar el cuadro clínico que aparece cuando
de forma brusca deja de consumirse la sustancia (síndrome de abstinencia). Se realiza
con medicación y basándose en la propiedad farmacológica de la tolerancia cruzada.
Para algunas drogas (por ejemplo, la heroína), existen tratamientos específicos para la
desintoxicación (por ejemplo la metadona), mientras que para otras, entre las que se

                                                                                      27
encuentra el cannabis, en la actualidad no hay ningún tratamiento farmacológico
específico. Por lo tanto debe realizarse un tratamiento sintomático.


2. Tratamiento de deshabituación
    El tratamiento de deshabituación se refiere a la fase de tratamiento que se realiza
después de la desintoxicación y que está dirigida a mantener la abstinencia en la
sustancia y evitar la recaída en el consumo. En tanto que las adicciones son
enfermedades crónicas y recidivantes, el tratamiento de deshabituación es fundamental
para conseguir la abstinencia a largo plazo. Los tratamientos propuestos para la
deshabituación del abuso de cannabis son psicológicos y farmacológicos.


3. Tratamientos psicológicos
    Los tratamientos psicológicos son los habituales en el tratamiento de las
drogodependencias: psicoterapia de orientación cognitivo conductual, psicoterapia
motivacional y terapia de incentivos. Globalmente los resultados de los distintos
estudios realizados con las diversas modalidades de psicoterapia comparadas entre si y
con grupos control sin tratamiento, sugieren que las distintas psicoterapias son eficaces,
aunque el principal problema, común a todas, es la falta de adhesión al tratamiento.


4. Tratamientos farmacológicos
     Hasta la actualidad no disponemos de ningún fármaco que haya demostrado su
eficacia en el tratamiento de deshabituación de la dependencia de cannabis. Se están
realizando diversos estudios experimentales cuyos resultados pueden aportar nuevas
estrategias farmacológicas.

     Por lo tanto, el tratamiento del abuso y dependencia de cannabis debe combinar la
terapia psicológica y el tratamiento farmacológico sintomático.


    POSIBLES USOS TERAPÉUTICOS DE LOS CANNABINOIDES

     Además de los usos recreacionales, el cannabis se ha utilizado de forma empírica
desde la antigüedad por sus supuestas propiedades terapéuticas. En los últimos años se
ha descrito su consumo por parte de grupos de pacientes en algunas enfermedades y se
ha investigado su posible utilidad en diferentes indicaciones.

     El potencial terapéutico del cannabis ha sido revisado ampliamente en numerosas
publicaciones científicas (Grotenhermen et al., 2003; Guy et al., 2004; Duran et al.,
2004; Abanades et al., 2005) y por organismos como el Comité Científico de la Cámara
de los Lores Británica (House of Lords, 1998 o el Institute of Medicine norteamericano,
1999).

     La indicación en la que existen más evidencias es en la prevención y tratamiento de
la nauseas y vómitos secundarios al tratamiento con antineoplásicos.



                                                                                       28
También hay evidencias basadas en los resultados de ensayos clínicos aleatorizados
y controlados en el tratamiento de la pérdida de apetito del síndrome de anorexia y
caquexia (SIDA y cáncer terminal), en la esclerosis múltiple; tratamiento del dolor
neuropático, control de la espasticidad muscular y otros síntomas, o en el tratamiento
del dolor neuropático de otras etiologías.

     En la siguiente tabla se presentan las únicas indicaciones médicas aprobadas para la
prescripción de algunos de los derivados del cannabis (naturales o sintéticos) en este
momento (Abanades et al., 2005). En general los preparados descritos no son el
tratamiento de elección de estas patologías.

     Los cannabinoides son una alternativa a emplear en el caso de que no se observe
respuesta a otros fármacos. En general no se consideran medicamentos de primera línea
de tratamiento.

     Como ocurre con la mayoría de medicamentos, el uso terapéutico de los
cannabinoides precisa de la intervención de un médico para realizar el diagnóstico,
seleccionar el tratamiento y prescribir el que se ajuste mejor a las necesidades del
paciente y hacer el seguimiento de la eficacia así como de la toxicidad del medicamento
y la evolución de la enfermedad.

              Cannabis y derivados: Indicaciones aprobadas actualmente




                                                                                      29
BIBLIOGRAFÍA


  -   European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA).
      Annual report 2008: the state of the drugs problem in Europe. 2008. Lisbon,
      EMCDDA.
  -   Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Informe 2007 del
      Observatorio Español sobre Drogas (OED). Situación y tendencias de los
      problemas de drogas en España. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo,
      2008.
  -   Abanades S, Cabrero A, Fiz J, Farré M.: Farmacología clínica del cannabis
      2005; 20:187-98.
  -   American Psychiatric Association. DSM-IV, Diagnostic and Statistical Manual
      of Mental Disorders. 4th Edition-TR. American Psychiatric Association 2000.
      Washington, DC.
  -   Duran M, Laporte JR, Capella D. Novedades sobre las potencialidades
      terapéuticas del cannabis y el sistema cannabinoide. Med Clin (Barc). 2004;
      122:390-8.
  -   Fergusson DM, Horwood LJ, Swain-Campbell N. Cannabis use and
      psychosocial adjustment in adolescence and young adulthood. Addiction. 2002;
      97:1123-35.
  -   Grotenhermen F., Russo E., Navarrete R editores. Cannabis y cannabinoides,
      farmacología, toxicología y potencial terapéutico. Sevilla: Castellarte; 2003.
  -   Observatorio Español sobre Drogas (OED). Informe 2004: Situación y
      tendencias de los problemas de drogas en España. Delegación del Gobierno para
      el Plan Nacional sobre Drogas. Ministerio de Sanidad y Consumo, 2005,
      Madrid.
  -   Macleod J, Oakes R, Copello A, Crome I, Egger M, Hickman M et al.
      Psychological and social sequelae of Cannabis and other illicit drug use by
      young people: A systematic review of longitudinal, general population studies.
      Lancet 2004; 363:1579-88.
  -   Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Estrategia
      Nacional sobre Drogas 2009-2016. DGNPSD. Madrid, 2009.
  -   Morano LE, Vázquez O. Patología orgánica en Adicciones: otras infecciones
      asociadas al consumo de drogas. Adicciones 2006; vol 18, supl 1: 137-159.
  -   OMS. Informe técnico nº 944. Ginebra, 2007.
  -   UNODC. World Drug Report 2009. United Nations Office on Drugs and Crime.
      Disponible          en             http://www.unodc.org/unodc/en/data-and-
      analysis/WDR-2009.html (consultado el 25/05/12).




                                                                                 30

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Ética y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y saludÉtica y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y salud
Asesoría en Bioética, Educación y Salud s.c
 
2. drogadicción
2. drogadicción2. drogadicción
2. drogadicción
adn estela martin
 
MONOGRAFIA
MONOGRAFIAMONOGRAFIA
MONOGRAFIA
rkemer_8
 
1. drogas
1. drogas1. drogas
2.drogadicción
2.drogadicción2.drogadicción
2.drogadicción
adn estela martin
 
La drogadicción
La drogadicciónLa drogadicción
La drogadicción
Eva Martinez Bautista
 
LAS DROGAS (monografia)
LAS DROGAS (monografia)LAS DROGAS (monografia)
LAS DROGAS (monografia)
AndyVlogs
 
Marco teorico
Marco teoricoMarco teorico
Marco teorico
Andres Castellanos
 
La verdad sobre las drogas
La verdad sobre las drogasLa verdad sobre las drogas
La verdad sobre las drogas
chuhcho
 
Quimica iii
Quimica iiiQuimica iii
Quimica iii
Mharky Crown
 
Ética y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y saludÉtica y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y salud
Asesoría en Bioética, Educación y Salud s.c
 
Ética y Bioética en las Adiciones y Salud
Ética y Bioética en las Adiciones y SaludÉtica y Bioética en las Adiciones y Salud
Ética y Bioética en las Adiciones y Salud
Asesoría en Bioética, Educación y Salud s.c
 
Mery sanchez
Mery sanchezMery sanchez
Mery sanchez
adrianagarciaflores
 
Monografia las drogas
Monografia las drogasMonografia las drogas
Monografia las drogas
Izela Olvera
 
3.droga e-magister
3.droga e-magister3.droga e-magister
3.droga e-magister
adn estela martin
 
20120316 guia drogas_10a_edicion_set2011
20120316 guia drogas_10a_edicion_set201120120316 guia drogas_10a_edicion_set2011
20120316 guia drogas_10a_edicion_set2011
Nat Do
 
Monografía de las drogas
Monografía de las drogasMonografía de las drogas
Monografía de las drogas
Evelyn Chacaña
 
La drogadiccion y su impacto en la sociedad1
La drogadiccion y su impacto en la sociedad1La drogadiccion y su impacto en la sociedad1
La drogadiccion y su impacto en la sociedad1
marquitoa
 

La actualidad más candente (18)

Ética y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y saludÉtica y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y salud
 
2. drogadicción
2. drogadicción2. drogadicción
2. drogadicción
 
MONOGRAFIA
MONOGRAFIAMONOGRAFIA
MONOGRAFIA
 
1. drogas
1. drogas1. drogas
1. drogas
 
2.drogadicción
2.drogadicción2.drogadicción
2.drogadicción
 
La drogadicción
La drogadicciónLa drogadicción
La drogadicción
 
LAS DROGAS (monografia)
LAS DROGAS (monografia)LAS DROGAS (monografia)
LAS DROGAS (monografia)
 
Marco teorico
Marco teoricoMarco teorico
Marco teorico
 
La verdad sobre las drogas
La verdad sobre las drogasLa verdad sobre las drogas
La verdad sobre las drogas
 
Quimica iii
Quimica iiiQuimica iii
Quimica iii
 
Ética y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y saludÉtica y bioética en las adiciones y salud
Ética y bioética en las adiciones y salud
 
Ética y Bioética en las Adiciones y Salud
Ética y Bioética en las Adiciones y SaludÉtica y Bioética en las Adiciones y Salud
Ética y Bioética en las Adiciones y Salud
 
Mery sanchez
Mery sanchezMery sanchez
Mery sanchez
 
Monografia las drogas
Monografia las drogasMonografia las drogas
Monografia las drogas
 
3.droga e-magister
3.droga e-magister3.droga e-magister
3.droga e-magister
 
20120316 guia drogas_10a_edicion_set2011
20120316 guia drogas_10a_edicion_set201120120316 guia drogas_10a_edicion_set2011
20120316 guia drogas_10a_edicion_set2011
 
Monografía de las drogas
Monografía de las drogasMonografía de las drogas
Monografía de las drogas
 
La drogadiccion y su impacto en la sociedad1
La drogadiccion y su impacto en la sociedad1La drogadiccion y su impacto en la sociedad1
La drogadiccion y su impacto en la sociedad1
 

Destacado

La drogadicción
La drogadicciónLa drogadicción
La drogadicción
Felipe Morales Vallejo
 
La drogadicción
La drogadicciónLa drogadicción
La drogadicción
CARMEN CHAVEZ MALAVER
 
ALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGAS
ALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGASALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGAS
ALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGAS
antiaqa
 
La Drogadiccion
La DrogadiccionLa Drogadiccion
La Drogadiccion
Maria Laura Andereggen
 
Cuestionario sobre drogas
Cuestionario sobre drogasCuestionario sobre drogas
Cuestionario sobre drogas
JohanMontes
 
Drogadiccion
DrogadiccionDrogadiccion
Drogadiccion
Celeste Farias
 

Destacado (6)

La drogadicción
La drogadicciónLa drogadicción
La drogadicción
 
La drogadicción
La drogadicciónLa drogadicción
La drogadicción
 
ALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGAS
ALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGASALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGAS
ALCOHOL, TABACO Y OTRAS DROGAS
 
La Drogadiccion
La DrogadiccionLa Drogadiccion
La Drogadiccion
 
Cuestionario sobre drogas
Cuestionario sobre drogasCuestionario sobre drogas
Cuestionario sobre drogas
 
Drogadiccion
DrogadiccionDrogadiccion
Drogadiccion
 

Similar a (2012-05-31)ABUSO DE DROGAS ILEGALES (doc)

Unidad educativa marista
Unidad educativa maristaUnidad educativa marista
Unidad educativa marista
Andres Jimenez
 
Presentación drogadiccion
Presentación drogadiccionPresentación drogadiccion
Presentación drogadiccion
cosasdelpac
 
La drogadiccion en el peru
La drogadiccion en el peruLa drogadiccion en el peru
La drogadiccion en el peru
bryanPomasuncoAasco
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
Grillo_Bros_0290
 
Proyecto
ProyectoProyecto
Proyecto
Oscar Cardona
 
Monografia
MonografiaMonografia
Monografia
Evelyn1704
 
Adicciones
AdiccionesAdicciones
Adicciones
jovazam
 
Monografia
MonografiaMonografia
Monografia
Karen0303
 
Monografia
MonografiaMonografia
Monografia
Jeniffer7
 
monografia
monografiamonografia
monografia
santty25
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
Gaby6313
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
EverMontesCastillo
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
sol-hernandez
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
Linda2394
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
Grillo_Bros_0290
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
Lindaa-94
 
Mi texto academico drogadiccion
Mi texto academico drogadiccionMi texto academico drogadiccion
Mi texto academico drogadiccion
Di Ordoñez
 
Las Drogas
Las DrogasLas Drogas
Las Drogas
Daniel Bernal
 
Proyecto sandra milena guzman
Proyecto sandra milena guzmanProyecto sandra milena guzman
Proyecto sandra milena guzman
Milena Guzman
 
Aspectos Básicos Sobre Drogas
Aspectos Básicos Sobre DrogasAspectos Básicos Sobre Drogas
Aspectos Básicos Sobre Drogas
Luisa Rosales
 

Similar a (2012-05-31)ABUSO DE DROGAS ILEGALES (doc) (20)

Unidad educativa marista
Unidad educativa maristaUnidad educativa marista
Unidad educativa marista
 
Presentación drogadiccion
Presentación drogadiccionPresentación drogadiccion
Presentación drogadiccion
 
La drogadiccion en el peru
La drogadiccion en el peruLa drogadiccion en el peru
La drogadiccion en el peru
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
 
Proyecto
ProyectoProyecto
Proyecto
 
Monografia
MonografiaMonografia
Monografia
 
Adicciones
AdiccionesAdicciones
Adicciones
 
Monografia
MonografiaMonografia
Monografia
 
Monografia
MonografiaMonografia
Monografia
 
monografia
monografiamonografia
monografia
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
 
Adicciones revisado
Adicciones revisadoAdicciones revisado
Adicciones revisado
 
Mi texto academico drogadiccion
Mi texto academico drogadiccionMi texto academico drogadiccion
Mi texto academico drogadiccion
 
Las Drogas
Las DrogasLas Drogas
Las Drogas
 
Proyecto sandra milena guzman
Proyecto sandra milena guzmanProyecto sandra milena guzman
Proyecto sandra milena guzman
 
Aspectos Básicos Sobre Drogas
Aspectos Básicos Sobre DrogasAspectos Básicos Sobre Drogas
Aspectos Básicos Sobre Drogas
 

Más de UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II

(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...
(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...
(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-06-04). Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...
(2024-06-04).  Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...(2024-06-04).  Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...
(2024-06-04). Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)
(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)
(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx
(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx
(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx
(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx
(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY EMBARAZADA ¿Y AHORA QUÉ? (DOC)
(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY  EMBARAZADA ¿Y AHORA  QUÉ? (DOC)(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY  EMBARAZADA ¿Y AHORA  QUÉ? (DOC)
(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY EMBARAZADA ¿Y AHORA QUÉ? (DOC)
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)
(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)
(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx
UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II
 

Más de UDMAFyC SECTOR ZARAGOZA II (20)

(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (DOC)
(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (DOC)(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (DOC)
(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (DOC)
 
(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (PPT)
(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (PPT)(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (PPT)
(2024-06-11). INCONTINENCIA URINARIA (PPT)
 
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (ptt).pptx
 
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx
(2024-06-06) Enfermedad celíaca (doc).docx
 
(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...
(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...
(2024-06-05). Diagnostico precoz de una infección grave: Gangrena de Founier ...
 
(2024-06-04). Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...
(2024-06-04).  Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...(2024-06-04).  Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...
(2024-06-04). Diagnóstico precoz de una enfermedad grave: GANGRENA FOURNIER ...
 
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (ptt).pptx
 
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx
(2024-30-05) Consejos para sobrevivir a una guardia de traumatología (doc).docx
 
(2024-28-05) Manejo del Ictus (ptt).pptx
(2024-28-05) Manejo del Ictus (ptt).pptx(2024-28-05) Manejo del Ictus (ptt).pptx
(2024-28-05) Manejo del Ictus (ptt).pptx
 
(2024-28-05)Manejo del Ictus (docu).docx
(2024-28-05)Manejo del Ictus (docu).docx(2024-28-05)Manejo del Ictus (docu).docx
(2024-28-05)Manejo del Ictus (docu).docx
 
(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)
(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)
(2024-05-21). Doctor, estoy embarazada ¿y ahora qué? (PPT)
 
(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx
(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx
(23-06-24) Rango, poder y privilegios en la consulta médica (doc).docx
 
(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx
(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx
(2024-23-05). Rango, poder y privilegios en la consulta médica (ptt).pptx
 
(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY EMBARAZADA ¿Y AHORA QUÉ? (DOC)
(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY  EMBARAZADA ¿Y AHORA  QUÉ? (DOC)(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY  EMBARAZADA ¿Y AHORA  QUÉ? (DOC)
(2024-05-17). DOCTOR, ESTOY EMBARAZADA ¿Y AHORA QUÉ? (DOC)
 
(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)
(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)
(2024-05-14).Manejo de la IC en AP. Abordaje a lo largo de la enfermedad. (PPT)
 
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA (DOC)
 
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx
(2024-05-14) MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA EN ATENCIÓN PRIMARIA.docx
 
(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
 
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (DOC).docx
 
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx
(2024-09-05) Mutilacion genital femenina (PPT).pptx
 

(2012-05-31)ABUSO DE DROGAS ILEGALES (doc)

  • 1. ABUSO DE DROGAS ILEGALES CANNABIS Asarta Peñuelas, David Espinoza Mosquera, Paul MFyC Zaragoza Sector II 31 MAYO 2012
  • 2. ÍNDICE ÍNDICE.........................................................................................................................................2 Abuso de drogas ilegales..............................................................................................................3 Consideraciones previas............................................................................................................3 Las drogas: perspectiva histórica..............................................................................................3 Conceptos básicos.....................................................................................................................4 Clasificación de las drogas........................................................................................................5 Tipos de consumo de las drogas...............................................................................................6 Problemática.............................................................................................................................8 Epidemiología...........................................................................................................................9 Cannabis......................................................................................................................................14 I. Introducción.........................................................................................................................14 Situación actual del consumo..................................................................................................14 Aspectos históricos.................................................................................................................16 Formas de presentación y consumo........................................................................................19 Efectos agudos del cannabis...................................................................................................20 Efectos crónicos del cannabis.................................................................................................25 Otros cuadros clínicos relacionados con el consumo de cannabis..........................................26 Tratamiento de la dependencia de cannabis............................................................................27 Posibles usos terapéuticos de los cannabinoides....................................................................28 BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................30 2
  • 3. ABUSO DE DROGAS ILEGALES CONSIDERACIONES PREVIAS. Existen pocos asuntos tan llenos de estereotipos y de prejuicios como el consumo de drogas, una conducta sobre la cual la mayoría de la gente se siente bien informada, aunque en la práctica las informaciones que poseen unos choquen, a veces frontalmente, con las de otros. Hay quien piensa que los consumidores de drogas son unos viciosos irresponsables, mientras que otros los ven como unos auténticos vividores. Para algunos, son enfermos necesitados de tratamiento, mientras otros los consideran personas inmaduras que cambiarán con la edad. Algunas opiniones ven en las drogas una amenaza de dependencia, mientras otros ven en su exploración el colmo de la libertad individual. ¿Cómo puede un mismo asunto provocar tantas y tan diferentes reacciones? ¿Podemos acceder a conocimientos científicos que nos ayuden a formarnos una visión más realista del asunto? Algunas personas mantienen un miedo reverencial a la información sobre las drogas. Como si disponer de una información adecuada sobre ellas fuera a aumentar su consumo. Algo similar a lo que, en otros tiempos, se pensó respecto a la educación sexual: “mejor no mentar la bicha”, no fuéramos a despertar con tanta habladuría deseos irrefrenables. Sin embargo, la realidad es otra. La información es un recurso necesario para tomar decisiones inteligentes, informadas, autónomas, ante cualquier desafío, incluidas las drogas. Los riesgos reales proceden de la ignorancia. No hay elección libre sin un saber adecuado. Una sociedad más culta, más informada y mejor formada sobre las drogas, será más capaz de convivir en un mundo en el que existen drogas, reduciendo el riesgo de establecer con ellas relaciones conflictivas. LAS DROGAS: PERSPECTIVA HISTÓRICA. Las drogas siempre han existido, y todos los pueblos han tenido su droga. La coca en Perú, el peyote en México, el opio en China y Sudeste Asiático, el alcohol en Europa y América, son sobradamente conocidos desde hace siglos. Ya cuando Colón llegó a América se quedó sorprendido al ver que los nativos "sacaban humo por la nariz". Generalmente estas sustancias eran utilizadas por los adultos, raramente por los jóvenes. En estos contextos, la droga era consumida con una finalidad perfectamente lógica y ajustada a su nivel social y cultural. Usaban únicamente la droga local, la que conocían y a la que estaban habituados. En la mayoría de las situaciones, su utilización era vital en las sociedades que las empleaban. A los obreros que trabajaban en la ardua tarea de erigir pirámides a 50°C se les daba cerveza para tonificarles y evitarles la deshidratación. Las parteras de la Edad Media y los curanderos trataban las enfermedades con datura, belladona, mandrágora, opio... drogas/ medicamentos todos ellos de aplicación en la actualidad. 3
  • 4. No debemos tampoco olvidar el papel que "la droga" ha cumplido desde el punto de vista religioso. Según la leyenda, fue Ceres quien regaló la adormidera a los mortales para que los liberase de sus males y sufrimientos. La hoja de coca fue regalada por una diosa inca a los mártires para "satisfacer a los hambrientos, afirmar a los débiles, y hacer olvidar la ansiedad". La utilización por entonces de estas sustancias, provocaba ya algunos problemas. Sabemos que, por ejemplo, en la coronación de Moctezuma II se comieron tantos hongos alucinógenos que algunos de los asistentes predecían el porvenir, mientras otros se suicidaban. El siglo XX trajo consigo el consumo de drogas no autóctonas o locales. Esta desaparición de las barreras físicas, del espacio y del tiempo para la difusión de las sustancias es posiblemente uno de los desencadenantes de la plaga social actual, juntamente con el cambio de finalidad de tal consumo. Las drogas se convirtieran en problema cuando salieron de su lugar, de su tiempo, de su momento y sobre todo, cuando los grandes capitales vieron en su consumo un modo fácil de incrementar sus ingresos. CONCEPTOS BÁSICOS De entre las numerosas definiciones existentes, resulta especialmente clarificadora la de FUNES para quién "droga" será cualquiera de las múltiples sustancias que el hombre ha usado, usa o inventará a lo largo de los siglos, con capacidad para modificar las funciones del organismo vivo que tienen que ver con su conducta, su juicio, su comportamiento, su percepción o su estado de ánimo. No existe "la droga", sino diversas sustancias, más o menos adictivas, consumidas de diferentes formas por diferentes personas, cuyos efectos y consecuencias pueden ser muy variados. Las relaciones de dependencia que una persona establece a lo largo de su vida pueden ser muchas y diferentes (puede depender de la familia o el trabajo, la pareja, un/a amigo/a, de determinadas actividades como el juego de azar, las compra, etc.). Estas vinculaciones pueden convertirse en ocasiones en estilos de alienación, eventualmente con complicaciones parecidas a las drogodependencias (juego patológico, por ejemplo) y pueden considerarse como dependencias no ligadas al uso de las sustancias. Pero ni la televisión, ni el juego o el ir de compras son drogas. Por consiguiente, con el nombre de droga se hace alusión a todas aquellas sustancias químicas que reúnen las siguientes características: - Una vez en nuestro organismo, se dirigen a nuestro cerebro, cuyo ecosistema modifican de manera variable. - Su uso regular puede generar procesos conocidos como: • Tolerancia: a medida que el organismo se va adaptando a la presencia regular de la sustancia, se necesita una mayor cantidad para producir los mismos efectos. • Dependencia: tras un uso habitual, la persona necesita consumir la sustancia de que se trate para no experimentar síntomas de abstinencia, como veremos al hablar de la dependencia física, y/o para afrontar la vida cotidiana, como veremos en la dependencia psicológica. - Su abuso puede provocar diferentes tipos de trastornos: 4
  • 5. Trastornos físicos, cuando dañan el organismo: por ejemplo, una bronquitis crónica causada por el tabaco. • Trastornos psicológicos, cuando inciden negativamente sobre la relación de la persona consigo misma o con su entorno afectivo, como ocurre en los conflictos de pareja por abuso de alcohol. • Trastornos sociales, cuando impactan sobre la comunidad, como ocurre con los accidentes de tráfico provocados por conductores bajo los efectos de las drogas. CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS Para hacernos una idea más real del fenómeno, veamos una clasificación de las diversas sustancias, atendiendo a su principal efecto sobre el SNC. De acuerdo con este criterio, el árbol de las drogas está formado por tres grandes ramas: Drogas depresoras del sistema nervioso central: Sustancias que enlentecen el funcionamiento del sistema nervioso central. En general son calmantes del dolor, disminuyen los reflejos, producen sueño, y, en dosis altas, el coma e incluso la muerte. Las más importantes son: - Alcohol. - Opiáceos: opio y derivados (heroína, morfina, metadona…). - Ansiolíticos o tranquilizantes (valium, tranxilium...). - Hipnóticos (barbitúricos y no barbitúricos): inductores del sueño. Drogas estimulantes del sistema nervioso central: aceleran el funcionamiento habitual del cerebro, provocando un estado de activación que puede ir desde una mayor dificultad para dormir tras el consumo de café, hasta un estado de hiperactividad tras el consumo de cocaína o anfetaminas. Destacan: Estimulantes mayores: - Anfetaminas. - Cocaína. Estimulantes menores: - Nicotina. - Xantinas (cafeína, teína...). Drogas psicodélicas (psicodislépticas o alucinógenos): Sustancias que distorsionan la percepción. Sus efectos varían ampliamente y pueden ser impredecibles: - Alucinógenos: LSD, mescalina, hongos… - Derivados del cannabis: (hachís, marihuana). - Disolventes y sustancias volátiles (acetato, benceno, cetonas, éter...). - Drogas de síntesis (MDMA o éxtasis, ketamina, GHB…). 5
  • 6. La principal característica común a todas las drogas es la psicoactividad, es decir, su capacidad para llegar al cerebro y modificar su funcionamiento habitual del modo que acabamos de ver. TIPOS DE CONSUMO DE LAS DROGAS Las drogas pueden consumirse por diversas vías: - fumada (como ocurre con el hachís y el tabaco). - ingerida por vía oral (alcohol y drogas de síntesis). - aspirada (como la cocaína y el speed). - inhalada (como los pegamentos). - inyectadas (como en ocasiones la heroína). Ya sea una u otra la vía elegida, el destino final de la sustancia siempre es el cerebro del consumidor, al que llega a través de la sangre. Una vez en su destino, cada sustancia produce alteraciones específicas. Consumir una droga no le convierte a uno automáticamente en drogadicto (término próximo a lo despectivo que, por cierto, convendría eliminar de nuestro vocabulario). Por otro lado, el consumo de drogas en el que no haya dependencia no es necesariamente inofensivo. Para aprender a distinguir entre los diversos tipos de consumos y sus consecuencias es muy útil conocer los tres tipos básicos que existen: uso, abuso y dependencia: Uso. Es aquella relación con las drogas en la que, tanto por su cantidad, como por su frecuencia y por la propia situación física, psíquica y social del sujeto, no se producen consecuencias negativas sobre el consumidor ni sobre su entorno. Es preciso afinar la mirada antes de valorar como uso una determinada forma de consumo. No basta sólo con la frecuencia, porque podrían darse consumos esporádicos en los que el sujeto abusara rotundamente de la sustancia. Tampoco podemos atender sólo a la cantidad, ya que podría haber consumos en apariencia no excesivos, pero repetidos con tanta frecuencia que estarían sugiriendo alguna forma de dependencia. No es ajeno a este proceso el estado en que se encuentre el consumidor, ya que, por ejemplo, un mismo consumo moderado de alcohol puede derivar en abuso si el sujeto está tomando tranquilizantes prescritos por su médico. Es preciso también poner la vista sobre el entorno del sujeto, ya que podría darse un consumo de drogas que no perjudicara al sujeto, pero sí a terceros (por ejemplo, un trabajador de la construcción que fuma hachís justo antes de subir a un andamio). No todas las drogas permiten una relación de este tipo. Por ejemplo, la mayoría de los fumadores son dependientes del tabaco. Abuso. Es aquella relación con las drogas en la que se producen consecuencias negativas para el consumidor y/o para su entorno. 6
  • 7. El consumo de diez cigarrillos podría ser considerado no excesivo. Sin embargo, cuando esta cantidad se consume todos los días, puede favorecer alteraciones respiratorias. Por el contrario, alguien podría consumir cocaína en una sola ocasión, pero hacerlo en tal cantidad que desencadenara algún tipo de accidente cerebral. Puede que una mujer sea moderada en sus consumos habituales de alcohol y tabaco, pero si los mantiene durante el embarazo estará incurriendo en abuso. Analizando las pautas de consumo, y el contexto personal y social de cada caso podremos decidir si nos encontramos ante un uso o abuso. Dependencia: Se prioriza el uso de una sustancia psicoactiva frente a otras conductas consideradas antes como más importantes. El consumo de drogas, que quizás empezó como una experiencia esporádica, pasa a ser un eje de la vida del sujeto. Este dedicará la mayor parte de su tiempo a pensar en el consumo de drogas, a buscarlas, a obtener dinero para comprarlas, a consumirlas, a recuperarse de sus efectos, etc. La dependencia tiene dos dimensiones: Dependencia física En ella, el organismo se ha habituado a la presencia de la droga, de manera que necesita mantener un determinado nivel en sangre para funcionar con normalidad. Cuando este nivel desciende por debajo de cierto límite aparece el síndrome de abstinencia propio de cada droga. La dependencia física está muy asociada a la tolerancia. Es el proceso que se da, por ejemplo, con el alcohol. En los primeros consumos afecta notablemente aún a dosis muy bajas. Sin embargo, si el consumo se hace habitual, el organismo se va adaptando al tóxico como medida de protección. Cuando un drogodependiente abandona el consumo, su tolerancia disminuye. Si pasado un tiempo reanuda el consumo en las dosis anteriores, padecerá una intoxicación aguda que, dependiendo del tipo de droga de que se trate, puede llevarle al coma e incluso a la muerte. Así se explica buena parte de las muertes por sobredosis en sujetos dependientes de la heroína. Dependencia psíquica Compulsión por consumir la droga de que se trate, para experimentar un estado afectivo agradable (placer, euforia, sociabilidad...) o librarse de un estado desagradable (aburrimiento, timidez, estrés...). La dependencia física es relativamente fácil de superar tras un período de desintoxicación que, en función de cada droga, puede prolongarse 15 días. Es más costoso desactivar la dependencia psíquica, ya que requiere introducir cambios en la conducta y en las emociones del sujeto que le permitan funcionar 7
  • 8. psíquicamente (obtener satisfacción, superar el aburrimiento, afrontar la ansiedad, establecer relaciones, etc.) sin recurrir a las drogas. PROBLEMÁTICA Los problemas de salud relacionados con el consumo de drogas constituyen un motivo de consulta frecuente en la práctica clínica cotidiana y su magnitud supone un grave problema para la salud pública en todo el mundo. Aunque existe una percepción social, casi generalizada, que concede mayores repercusiones negativas para la salud al consumo de drogas ilegales, lo cierto es que los datos muestran que, por ahora, el consumo de drogas legales ocupa los primeros lugares en cuanto a problemática para la salud derivada de su consumo (Pereiro 2006). Según la OMS, para el año 2002, en España el tabaco explicaría el 16,8% de la mortalidad, el alcohol el 3% y las drogas ilegales el 0,6%. Respecto a la carga de enfermedad, el tabaco explicaría el 12,3%, el alcohol el 7,6% y las drogas ilegales el 3,9% (WHO 2005). Estos datos son coincidentes con los observados a nivel mundial en donde la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una de las causas más frecuentes e importantes de morbi-mortalidad a escala mundial (Morera 2005) y es un hecho ampliamente aceptado que el tabaquismo causa de un 25 a un 30% de las muertes por cáncer con distintas localizaciones (Levi 1999). Los problemas médicos derivados del consumo excesivo de alcohol constituyen uno de los problemas sanitarios más importantes tanto en los países industrializados como en los emergentes. Del reconocimiento inicial para la asociación entre alcoholismo y cirrosis hepática, una de las principales causas de muerte en la población adulta, se ha ido conociendo como el alcohol puede afectar gravemente a otros órganos y sistemas, entre ellos el sistema nervioso central. Los efectos que tiene sobre el cerebro el consumo agudo o continuado de alcohol posibilitan la aparición de múltiples daños y enfermedades neurológicas de frecuente aparición así como la propia enfermedad adictiva. En definitiva, el uso nocivo de alcohol es uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad prematura y a la carga de morbilidad evitable en todo el mundo, por lo que influye sobremanera en la salud pública. Se han estimado en más de 2,3 millones de muertes las asociadas al alcohol en el mundo para el año 2002, lo que supuso un 4.4% de la carga mundial de morbilidad (OMS 2007). En las dos últimas décadas del siglo XX, el consumo de drogas ilegales adquirió especial trascendencia en relación con las complicaciones infecciosas derivadas del consumo de drogas focalizadas en el SIDA. Esta enfermedad incidió de forma notable en los usuarios a drogas por vía parenteral (UDVP) de nuestro entorno, sobre todo en los años iniciales de la pandemia, cuando en nuestro país el porcentaje de los casos de SIDA que se diagnosticaba en este colectivo llegó a ser hasta del 68% del total para todas las categorías relacionadas con la transmisión de la infección (Ministerio de Sanidad y Consumo 2009). 8
  • 9. Aunque el síndrome de inmunodeficiencia humana acaparó la mayor parte de la atención en cuanto a las complicaciones infecciosas del consumo de drogas, es preocupante el panorama futuro derivado de las hepatitis víricas que afectan a los usuarios de drogas, en especial la Hepatitis por el Virus C. En el mundo occidental, desde 1992, al menos dos tercios de las infecciones por VHC se relacionan con el consumo de drogas ilegales y aunque esta tendencia evoluciona hacia la disminución de forma clara, la prevalencia de infectados es enorme (Pereiro y Castro 2004). Las consecuencias derivadas de la cronificación de la Hepatitis C, tanto a nivel de morbimortalidad como de costes sanitarios, constituyen uno de los problemas que, desde el punto de vista estratégico sanitario, es preciso tener en cuenta por los responsables del diseño de políticas sanitarias como ya ha señalado el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías. Aunque el SIDA y las Hepatitis parecen haber dejado en un segundo plano a otras infecciones lo cierto es que, los adictos están en riesgo de adquirir una amplia variedad de patología infecciosa: infecciones cutáneas y de partes blandas, infecciones óseas y articulares, afectación ocular, infecciones intravasculares especialmente endocarditis, infecciones pulmonares con inclusión de la tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual y otras de menor relevancia, como el tétanos, botulismo y paludismo, constituyen las principales infecciones asociadas a la drogadicción parenteral (Morano y Vázquez 2006). EPIDEMIOLOGÍA 1. A nivel mundial La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) es una agencia de las Naciones Unidas que tiene por objetivo luchar contra las drogas y el crimen organizado transnacional. Esta agencia publica un informe anual, sobre las drogas que nos permite acercarnos de forma exhaustiva a los problemas relacionados con el consumo de drogas en todo el mundo (UNODC 2009) desde varias perspectivas, tales como el nivel de consumo, la producción, los delitos relacionados con las drogas, etc. En el informe del año 2009 se facilitan los datos que a continuación se reproducen. La UNODC estima que en 2007 entre 172 millones y 250 millones de personas consumieron drogas ilícitas por lo menos una vez el año anterior. No obstante, estas cifras elevadas incluyen a muchos consumidores ocasionales que tal vez han probado drogas solo una vez en todo el año. Es importante, pues, también disponer de estimaciones del número de personas que son consumidores “problemáticos” de drogas o grandes consumidores. Este grupo representa el mayor consumo de drogas todos los años; probablemente sean drogodependientes, se beneficiarían mediante tratamiento y es posible que su nivel de consumo tenga importantes consecuencias para la salud pública y el orden público. Según las estimaciones de la UNODC en 2007 había entre 18 y 38 millones de consumidores problemáticos de drogas de 15 a 64 años. 9
  • 10. El número de personas que consumieron opiáceos por lo menos una vez en 2007 se estima entre 15 millones y 21 millones a nivel mundial. Se cree que más de la mitad de la población del mundo que consume opiáceos vive en Asia. Para la cocaína se estima entre 16 y 21 millones a nivel mundial el número total de personas que la consumieron por lo menos en una ocasión en el año 2007. El mayor mercado sigue siendo América del Norte, seguido de Europa occidental y central y América del Sur. El Cannabis es con mucho la droga ilegal más consumida y se estima que el número total de personas que lo consumieron por lo menos una vez en 2007 varía entre 143 millones y 190 millones. Los niveles más altos de consumo siguen estando en los mercados establecidos de América del Norte y Europa occidental, aunque los estudios recientes parecen indicar que en los países desarrollados está disminuyendo el nivel de consumo, especialmente entre los jóvenes. La UNODC estima también que entre 16 millones y 51 millones de personas de 15 a 64 años consumieron sustancias del grupo de las anfetaminas por lo menos una vez en 2007; el número que utilizó drogas del grupo del “éxtasis” por lo menos una vez se estima entre 12 millones y 24 millones a nivel mundial. Consumo de drogas ilegales a nivel mundial (población de 15 a 64 años) (UNODC, 2009) • Población mundial en 2007: 4.343 millones • Menos del 5% de la población mundial consume drogas ilegales • Personas que han consumido drogas alguna vez: 172 a 250 millones • Consumidores problemáticos de drogas: 18 a 38 millones (0,6 %) • Personas que utilizan drogas inyectables: 11 a 21 millones • Mortalidad relacionada con el consumo: 200.000 personas Nota: el tabaco podría participar en la muerte de 5 millones de personas y el alcohol en 2.5 millones de muertes. Las diferentes drogas plantean problemas diferentes para las diferentes regiones del mundo. Así, por ejemplo, en África y Oceanía, se presentaron para tratamiento más personas debido a problemas causados por el cannabis que por ninguna otra droga (63% en África; 47% en Australia y Nueva Zelandia). En cambio, los opiáceos fueron la principal droga tratada en Asia y Europa (65% y 60%, respectivamente). La cocaína fue más prominente en América del Norte (34%) y América del Sur (52%) que en las demás regiones; y los estimulantes de tipo anfetamínico estuvieron más generalizados en Asia (18%), América del Norte (18%) y Oceanía (20%). El cannabis sigue ocupando un lugar cada vez más importante en el tratamiento de la toxicomanía en Europa, América del Sur y Oceanía desde fines del decenio de 1990; y los estimulantes de tipo anfetamínico representan una mayor proporción de los tratamientos por consumo de drogas en América del Norte y del Sur que en el pasado. Se ha documentado el consumo de drogas inyectables en 148 países, que representan el 95% de la población del mundo, aunque la prevalencia de este comportamiento varía considerablemente. Se estima que de 11 millones a 21 millones de personas de todo el mundo consumen drogas inyectables y que China, Estados 10
  • 11. Unidos, la Federación Rusa y Brasil tienen las mayores poblaciones de consumidores de drogas inyectables, que en su conjunto representan el 45% del total estimado de la población de consumidores de drogas inyectables del mundo. Producción de drogas En 2008 la superficie total dedicada al cultivo de adormidera, planta de la que se extrae el opio, en los principales países de cultivo disminuyó a 189.000 hectáreas. Esta disminución del 16% respecto del año anterior se debió principalmente a una gran disminución en el Afganistán. A pesar de pequeños aumentos registrados en Bolivia (6%) y el Perú (4%), la superficie total dedicada al cultivo de coca disminuyó en un 8% en 2008 debido a una reducción significativa en Colombia (18%). La superficie total dedicada al cultivo de coca descendió a 167.600 hectáreas, un nivel semejante al promedio de cultivo de coca entre 2002 y 2008, y muy por debajo de los niveles alcanzados en la década de 1990. Estimar los lugares y superficies dedicados al cultivo de cannabis es considerablemente más complicado, ya que en la mayoría de los países del mundo puede producirse tanto en el interior como al aire libre. La superficie total estimada de producción de cannabis al aire libre en 2008 varía de 200.000 hectáreas a 642.000 hectáreas. La producción total de hierba de cannabis se estima entre 13.300 toneladas métricas y 66.100 toneladas métricas, en tanto que la producción estimada de resina de cannabis se sitúa entre 2.200 toneladas métricas y 9.900 toneladas métricas. En vista del nivel elevado de incertidumbre para estimar el cultivo, no resulta posible calcular datos más precisos, como en el caso de los opiáceos y la cocaína. Al igual que el cannabis, los estimulantes de tipo anfetamínico pueden producirse prácticamente en cualquier lugar a un costo relativamente bajo. En 2007, la UNODC estimó que se habían fabricado entre 230 y 640 toneladas métricas del grupo de las anfetaminas; la fabricación de sustancias del grupo del “éxtasis” se calculó entre 72 y 137 toneladas métricas. 2. Perspectiva nacional El Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) es una iniciativa del gobierno español creada el año 1985 destinada a coordinar y potenciar las políticas que, en materia de drogas, se llevan a cabo desde las distintas Administraciones Públicas y entidades sociales. En relación con la constitución del Plan Nacional sobre Drogas, nuestro país cuenta con un número importante de sistemas de información que facilitan datos sobre multitud de aspectos relacionados con las drogas y las drogodependencias: prevalencias de consumo y perfil de los consumidores; actitudes y percepciones de diversos sectores sociales; número y características de las personas en tratamiento o atendidas en servicios de urgencia; morbilidad y mortalidad relacionadas con los consumos de drogas; actuaciones en prevención, asistencia y reinserción social, así como aquellas otras relacionadas con la intervención judicial y policial en el ámbito del control de la oferta. 11
  • 12. Cabe destacar la realización de dos tipos de encuestas periódicas que se llevan a cabo por la Delegación del Gobierno para el PNSD, desde mediados de la década de los noventa: la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) y la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES). En la WEB (http://www.pnsd.msc.es/) del Plan Nacional sobre Drogas se pueden consultar todos los datos estadísticos referidos al consumo de drogas, también se pueden descargar las memorias del Sistema Estatal de Información sobre Toxicomanías, del PNSD y múltiples publicaciones que informan sobre la evolución de las conductas adictivas y problemas asociados en nuestro país. En las líneas que siguen se muestra una síntesis de los datos más recientemente publicados (DPNSD 2009). Evolución de los consumos y de los problemas asociados En los últimos 30 años, el perfil de los consumidores de drogas en España ha experimentado cambios notables. Desde la década de los 70 hasta principios de los años noventa, la sustancia que más alarma social causaba era la heroína. Los usuarios de esta droga presentaban, en general, una grave situación de marginalidad y problemática delictiva asociadas. A todo ello había que añadir, tal como se señaló anteriormente, el padecimiento de patologías infecciosas como consecuencia de las condiciones de uso de esta droga (administrada generalmente por vía parenteral, y en una proporción importante de consumidores, compartiendo el material de inyección). Entre estas patologías destacaba la infección por VIH que comenzó en España a comienzos de los años 80 y que, entre 1981 y 2005, ocasionó 48.565 fallecimientos. Hay que señalar que los usuarios de drogas por vía parenteral constituían el principal grupo de población afectado por esta enfermedad. Además de la heroína existía un consumo importante de otras sustancias aunque para las drogas ilegales (cannabis y cocaína principalmente) se ha observado un importante incremento en los últimos años. Es preciso recordar sin embargo que alcohol y tabaco eran y siguen siendo las dos sustancias más consumidas en nuestro país, además con una gran aceptación social. A mediados de los años noventa comienza a descender el número de nuevos usuarios de heroína y aumenta el número de consumidores de cannabis y de cocaína. Finalmente, se empieza a conformar lo que se conoce como “consumo recreativo” de drogas, es decir, el consumo, en ocasiones simultáneo, de sustancias como el alcohol, el cannabis, la cocaína, el éxtasis y toda una serie de derivados anfetamínicos que reciben la denominación de drogas de síntesis. Entre los años 2000 y 2008 los elementos más destacados, en relación con los consumos son: • Ha continuado disminuyendo progresivamente el número de usuarios de drogas por vía parenteral. 12
  • 13. Entre los usuarios de drogas por vía parenteral persisten altos niveles de infección por VIH y virus de la hepatitis, así como de conductas sexuales y hábitos de inyección de riesgo, aunque ha disminuido progresivamente el número de nuevos diagnósticos de VIH en esta población. • Tras un prolongado período de incremento, se está estabilizando e incluso parece estar descendiendo el consumo de cannabis y cocaína (aunque los datos de algunas encuestas -EDADES- todavía muestran incrementos de consumo para la cocaína en prevalencia para toda la vida). • Ha descendido lentamente la mortalidad directamente relacionada con drogas ilegales, aunque persiste un número apreciable de muertes por esta causa (casi 800 en 2004). • Después de muchos años de descenso continuado del consumo de heroína, algunos datos parecen apuntar a una estabilización del mismo o a un cierto incremento en el caso de la heroína fumada. • Ha descendido el consumo de tabaco, aunque la proporción de personas fumadoras sigue siendo alta. • Ha descendido la proporción de consumidores de bebidas alcohólicas, aunque ha aumentado la frecuencia de episodios de consumos intensivos (borracheras). Impacto de los consumos: morbilidad, mortalidad, y otros costes sanitarios y sociales Con respecto a las drogas que motivan el tratamiento, la situación ha cambiado radicalmente en los últimos años. La heroína dejó de ser por primera vez en 2005 la droga que motivaba un mayor número de admisiones a tratamiento, cediendo su puesto a la cocaína. Esta última motivó, en ese mismo año, el 45,1% de las admisiones, frente al 38,2% de la heroína. A continuación se situó el cannabis con el 10,7 %. En 2006 se recogieron 7.042 episodios de urgencias sanitarias directamente relacionados con el consumo no terapéutico de drogas psicoactivas. La principal sustancia mencionada fue la cocaína (59,2% de los episodios), seguida del alcohol (42,9%) a pesar de que sólo se recogió este dato cuando se asociaba a alguna otra droga (policonsumo), cannabis (30,9%), hipnosedantes (28,3%) y heroína (21,8%). Como se ha señalado anteriormente, la mortalidad por reacción aguda a sustancias psicoactivas ha disminuido considerablemente en los últimos años, habiéndose incrementado la proporción de fallecidos en que se encuentra cocaína o sus metabolitos. En lo relativo al consumo de drogas legales, como el alcohol, en los últimos años, en algunas áreas, se registran datos muy positivos. Sin duda las medidas legislativas puestas en marcha destinadas a reducir la accidentabilidad en el tráfico de vehículos ha tenido un impacto positivo en el consumo de alcohol, colaborando a la reducción del mismo. De igual modo, la legislación adoptada sobre el consumo de tabaco también parece haber logrado un impacto muy positivo y ha sido calificada por algunos expertos como el mayor avance en salud pública puesto en marcha en los últimos 15 años , aunque insuficiente, en el consumo de esta droga legal que tan devastadoras consecuencias. 13
  • 14. CANNABIS I. INTRODUCCIÓN El Cannabis es la droga ilegal de uso más extendida en España. El análisis de las series temporales de las dos grandes encuestas sobre uso y consumo de drogas en nuestro país (Encuesta Domiciliaria sobre Abuso de Drogas en España y Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias), que la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas realiza, pone de manifiesto que es la droga ilegal que se empieza a consumir a una edad más temprana. Sin embargo, después de muchos años de aumento continuado del consumo, se ha observado, recientemente, un descenso del mismo y un aumento de la percepción del riesgo asociado a su uso. Los problemas derivados del consumo de Cannabis afectan de una u otra manera al conjunto de la sociedad. Entre las consecuencias negativas de este consumo se encuentran el fracaso escolar, el deterioro personal y social, los problemas laborales y, por supuesto, los problemas de salud. Gracias a los múltiples esfuerzos realizados desde distintos ámbitos, se ha conseguido incrementar la percepción del riesgo asociado a estos consumos. Debe añadirse, además, que se ha producido una disminución en la percepción de la accesibilidad a las drogas y, sobre todo con relación al Cannabis, de manera que en el año 2008 un 63,6% de los estudiantes consideraban que era fácil o muy fácil disponer de esta droga, frente al 66,8 % de los encuestados sobre este aspecto en 2006. SITUACIÓN ACTUAL DEL CONSUMO 1. Situación internacional En términos epidemiológicos, el Cannabis es con mucho la droga psicoactiva ilegal más consumida en todo el mundo. Según datos de Naciones Unidas, se estima que el número total de personas que consumieron Cannabis por lo menos una vez en 2007 varía entre 142,6 millones y 190,3 millones, lo que significa que la ha probado entre un 3,3% y un 4,4% del total de la población mundial de 15 a 64 años. Los niveles más altos de consumo siguen estando en los mercados establecidos de América del Norte y Europa occidental, aunque los estudios recientes parecen indicar que en los países desarrollados está disminuyendo el nivel de consumo, especialmente entre los jóvenes (United Nations Office on Drugs and Crime, World Drug Report 2009). En los Estados Unidos, según la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud (SAMSHA’s Office of Applied Studies (OAS), National Survey on Drug Use & Health (NSDUH) 2007), un 5,8% de las personas con 12 años o mayores afirmaban haber probado el Cannabis o la marihuana por lo menos en una ocasión en el último mes previo a la encuesta, lo que supone un total de 14,4 millones de personas. 14
  • 15. 2. Situación nacional En España, el Cannabis es también la droga ilegal más extendida y la que se consume a una edad más temprana. La prevalencia de consumo de Cannabis aumentó considerablemente hasta el año 2003, pero a partir de entonces se ha producido una inversión de esta tendencia ascendente, tanto en lo que se refiere a la experimentación (alguna vez en la vida), como al consumo reciente (alguna vez en el último año), actual (último mes) o diario. Según los datos del último informe del Observatorio Español sobre Drogas (OED), en España, en 2007 el 27,2% de la población de 15 a 64 años había probado Cannabis alguna vez en la vida, un 10,1% lo hizo en el último año, un 7,1% en el último mes y un 1,5% a diario durante este último periodo. El consumo está bastante más extendido entre los hombres (13,6% lo había consumido el último año) que entre las mujeres (6,5%). Al igual que ocurre en Europa, en nuestro país las prevalencias de consumo de Cannabis más elevadas se registran entre los jóvenes. En el año 2004, el 42,7% de los estudiantes de 14 a 18 años había consumido Cannabis alguna vez en la vida. En 2006 se observó un descenso del consumo que se mantiene en 2008, después de muchos años de aumento continuado. Este descenso, con respecto a 2004 se ha visto reflejado tanto en la proporción de los que lo han consumido alguna vez en la vida, que ha pasado de 42,7% a 35,2% en 2008, como en la de los que lo consumen actualmente (de 25,1 % a 20,1%), y se ha producido en todos los grupos de edades y tanto en hombres como en mujeres. La edad media de inicio en el consumo en los estudiantes de Enseñanzas Secundarias de 14 a 18 años se sitúa en 14,6 años, siendo similar en ambos sexos y no mostrando variaciones significativas con respecto a años anteriores. Con el fin de evaluar la prevalencia del consumo problemático de Cannabis o de alto riesgo en los jóvenes españoles, se utilizó una submuestra de la Encuesta Estatal sobre uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) del año 2006 en la que se introdujo un módulo complementario de preguntas en las que se incluyeron tres escalas de consumo problemático de Cannabis: Cannabis Abuse Screening Test (CAST), Severity of Dependence Scale (SDS) y los criterios de abuso del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) de la American Psychiatric Association (APA). En el resultado obtenido se observó que la mayoría de los escolares no tenían problemas significativos en relación con el consumo de Cannabis; sin embargo, aproximadamente un 1% podría realizar abuso de Cannabis y hasta un 4 % de la muestra podría ser dependiente, según los criterios DSM-IV. De las tres escalas de medida utilizadas, fue la escala CAST que permitió obtener resultados más consistentes desde el punto de vista psicométrico (Kemplova D et al., 2009). Con arreglo a esta escala, un 2,2 % del total de estudiantes participantes en el estudio fue incluido en la categoría de “alto riesgo de abuso del Cannabis”, lo que significa un consumo problemático del mismo, siendo idéntico el dato al obtenido por el Informe ESPAD 2007 (The European School Survey Project on Alcohol and Other Drugs (ESPAD), The 2007 ESPAD Report). 15
  • 16. La utilización de estas escalas permite monitorizar los cambios a lo largo del tiempo tanto de la prevalencia como de las características de los consumidores problemáticos y puede contribuir a orientar, diseñar y evaluar intervenciones en salud pública dirigidas a este grupo de consumidores. El riesgo percibido ante distintas conductas de consumo de drogas puede ser un factor explicativo de la extensión o reducción de las mismas. Los españoles asocian un menor riesgo a fumar Cannabis habitualmente que a otras sustancias ilegales con igual patrón de consumo. Según los datos de la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) del año 2008, los estudiantes consideran que la droga ilegal más accesible (disponibilidad/accesibilidad percibida) es el Cannabis. De hecho, la mayoría (63,6%) refiere que les sería fácil o muy fácil conseguirlo, observándose un descenso continuado de dicha disponibilidad desde el año 2004. Los consumidores de Cannabis toman también con frecuencia otras drogas; Este hecho se denomina policonsumo. Entre la población escolar de 14 a 18 años y refiriéndonos a los últimos 12 meses, un 98,8% de los consumidores de Cannabis también lo eran de alcohol, un 79,7% de tabaco, un 11,3% de cocaína, un 7,7% de anfetaminas, un 5,8% de éxtasis, un 8,2% de alucinógenos y un 15,6% de tranquilizantes (OED, Informe 2009). El 11,7% de las admisiones a tratamiento por abuso o dependencia de drogas ilegales en el año 2007, se debieron a consumo de Cannabis, lo que sitúa a esta sustancia en tercer lugar tras la cocaína (45,6%) y la heroína (39,3%). Entre 1996 y 2007 las primeras admisiones a tratamiento por Cannabis se han multiplicado por tres pasando de 1.300 a 4.619 y en el grupo de menores de 18 años, del total de admisiones a tratamiento en el año 2008, un 78,4% tenían al Cannabis como droga principal de abuso. También ha aumentado la proporción de urgencias hospitalarias por reacción aguda a sustancias psicoactivas en las que se menciona el Cannabis, que ha pasado de un 7,4% en 1996 a un 30,3% en 2007. No se registraron casos mortales en este periodo con presencia exclusiva de Cannabis, aunque en un 14,6 % de los fallecidos por reacción adversa a drogas en el año 2007 se detectó esta droga junto a otras. ASPECTOS HISTÓRICOS. Cannabis es una palabra de origen indoeuropeo, que nos llega a través del latín vulgar y que se traduce en castellano por cáñamo. Es un arbusto verde de hojas perennes, lobuladas, serradas y llamativas sin apenas exigencias del suelo para su cultivo, y que desde hace miles de años se ha usado por su contenido en fibras vegetales susceptibles de ser hiladas y trabajadas para su uso en cordelería, cestería, elaboración de tejidos, pasta de papel, relleno de tapizados, carrocerías de coches, molduras, mechas de encendido, etc. 16
  • 17. La planta es dioica, y, por tanto, con ejemplares machos y hembras. Éstas florecen con mayor fuerza, en forma de cogollos (inflorescencia tipo cima) con una polinización rica en aceites esenciales y resinosos. La planta puede alcanzar los seis metros de altura y, aunque se da en condiciones de silvestre o salvaje, generalmente sin alcanzar más de un metro o dos, ha sido más abundante su cultivo seleccionado en altura para usos concretos industriales. Esto es lo que quiere decir “Cannabis sativa”: (cultivada en oposición a silvestre). Su recolección conllevaba la posibilidad de aparición de lesiones específicas en zonas expuestas al roce con las hojas. En nuestro país la bazagosis o cannabiosis, afección broncopulmonar secundaria a la aspiración de las fibras de cáñamo, se consideraba una enfermedad profesional clasificada como tal en el Sistema Nacional de Salud. El desarrollo histórico de los últimos cien años ha hecho que el término “cáñamo” se utilice para referirse a la subespecie de Cannabis sativa residualmente cultivada para alpargatería, pasta de papel, cordelería y molduras. El resto constituiría lo que se conoce como “Cannabis” y su importancia, se debe al contenido en aceites terpénicos, de los que el más conocido y famoso es el delta–9-tetrahidrocannabinol, (THC), la sustancia ilegal, susceptible de abuso y dependencia, de mayor consumo en el mundo. Su importancia ha crecido exponencialmente desde 1930, pero, desde los años noventa del pasado siglo, su consumo parece haberse estabilizado en la mayor parte del mundo desarrollado, que comunica estadísticas fiables y permite el análisis de las tendencias de consumo. No obstante, su cultivo y consumo sigue creciendo en algunos países, como los del África subsahariana, donde hace un siglo ni existía, ni se transportaba, ni se usaba. Las características del terreno y del clima condicionan mucho el tiempo de maduración de la planta y las posibilidades de recolección, y por tanto, la riqueza del contenido en THC, que alcanza la máxima concentración en los “cogollos” florales de las plantas femeninas de las variedades “indica”. Con ellas se elaboran los “hachís” (chocolate, costo, china, kiffi, mierda, shit) y los extractos alcohólicos de aceites esenciales. Con el resto de las partes aéreas más o menos trituradas, seleccionadas o parcialmente procesadas, se obtienen la grifa, la mariguana, marijuana (marihuana), grass, María, Marie-Jeanne, banga o ganja. Los frutos (cañamones) apenas tienen contenido de cannabinoles, son un producto rico en proteínas vegetales y aceites OMEGA 3, y suelen ser incluidos en los procesos de elaboración de marihuana para aumentar su volumen. Aún son, no obstante, usados para alimentación de aves en cautividad y, en ocasiones, es un buen recurso para las necesidades humanas en situación de emergencia. El uso no alimentario ni terapéutico es el más extendido. Lo que se busca es un estado de intoxicación, y su consumo por el ser humano, afecta a muchos órganos y sistemas, especialmente al Sistema Nervioso Central. Actualmente el consumo más frecuente es fumado, liado como un cigarro, la mezcla calentada de resinas de cáñamo con tabaco rubio, que es lo que se da en llamar “porro”, generalmente sin filtro. Le sigue el fumar, sin mezclar con tabaco casi nunca, la mezcla seca y triturada, más o menos seleccionada, de partes aéreas de la planta, sobre todo las hojas. Ha ido cayendo 17
  • 18. en desuso el fumar resina directamente en pipas hechas de arcilla, pero aún se mantiene este uso en el norte de África. La última forma de consumo que parece estar en incremento, es como ingrediente sazonador de diversos platos cocinados. Son muy comunes los dulces y pastas condimentadas así, pero también se elaboran ensaladas, carnes y pescados, con un toque de cáñamo. Existen en el subcontinente Indostánico cervezas de uso tradicional, con contenido alcohólico moderado, que se elaboran añadiendo cáñamo completo a las maltas, con claros efectos alteradores de las funciones cerebrales. Las variantes de imitación, con consumo autorizado en Europa, no contienen cannabinoles tóxicos, sino cáñamo selectivamente obtenido sin sustancias prohibidas, La planta, originaria de las regiones próximas al subcontinente indostánico, se expandió discretamente hacia el Asia Central, la actual China y la Persia ancestral, hace no menos de 6000 años. Existen tumbas mogoles de más de 4000 años de antigüedad donde se han encontrado semillas de cáñamo, en regiones donde el papel, las ropas, cestería o cordelería, nunca fueron de cáñamo. Su uso fue medicamentoso, o mágico, muy probablemente. La verdadera extensión en su consumo, comienza con la islamización progresiva de Asia y norte de África, desde los años de 1200 de la Era Común. El Cannabis llega a los países del occidente convencional europeo, fundamentalmente a través de la gente de mar. La prohibición musulmana de las bebidas alcohólicas favoreció indirectamente, en alguna forma, el consumo muy controlado del Cannabis, no citado por el Corán como prohibido. Se le atribuyeron propiedades medicinales y curativas que, sin embargo, no fueron de uso generalizado. Existen citas preciosas y poéticas en los textos persas del Gulistan (“El jardín de las Rosas”, de Saadi) y “Las Mil noches y una Noche” recopiladas por Haarum-al-Rashid. Existen relatos legendarios, difícilmente verificables, de su uso como primer arma de guerra psicológica, por parte de Saladino en la lucha contra los Cruzados Cristianos. Se desconoce si pasó a América de manos de los descubridores o con motivo de la venta de esclavos más tardíamente. De forma anecdótica, el papel usado en el documento original de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica es de pasta de papel procedente de cáñamo. Algún siglo más tarde, ya existen datos históricos de su uso como pago en especie para los obreros que construyeron el Canal de Suez, y de la insurrección desencadenada tras su supresión por los contratistas, que atribuyeron la lentitud de los trabajos al abuso de Cannabis. En el caso específico de España, la importante relación con el Islam desde el año 711, en terreno peninsular e insular, en plazas de soberanía (Argel, Orán, Tabarca), Territorios Coloniales, el Protectorado de Marruecos hasta 1956, y la existencia de ciudades españolas en África del Norte (Ceuta y Melilla), nos ha deparado una gran familiaridad con los usos y costumbres del Cannabis, incluidos los consumos, estilo bereber norte africano tradicional. Hemos adaptado o adoptado muchas palabras vinculadas, en su uso y significado originales, a los efectos del consumo de Cannabis: cabreo, bacile, muermo, choteo, cachondeo, enrollarse, etc. Desde hace aproximadamente veinte años, los datos epidemiológicos han causado una mayor alarma social y sanitaria, por el incremento espectacular del consumo en la población joven, la ausencia de percepción del riesgo asociado a su uso y la 18
  • 19. generalización de la idea de que nos encontramos con un producto fácilmente accesible en nuestro país. Por su contenido en sustancias tóxicas contenidas en los productos derivados del “Cannabis”, en especial el THC, están clasificados como prohibidos por las Convenciones Mundiales de 1961, 1971 y 1998. Son susceptibles de abuso, pueden causar dependencia y provocar o inducir enfermedades mentales graves. Su peligrosidad depende de la concentración relativa de los contenidos tóxicos activos, la frecuencia del uso, su intensidad y el contexto en que se use, la edad del usuario, su estado de salud previo y el consumo de otras sustancias de forma simultánea. Se debe destacar que de todas las sustancias clasificadas como de tráfico ilícito por la Organización de Naciones Unidas (ONU), los debates relacionados con el Cannabis siguen siendo los más polémicos. En muchos países consumidores, incluidos los EEUU, existen grupos muy activos que trabajan por la legitimación y legalización del consumo de Cannabis en igualdad de condiciones que el alcohol o el tabaco. Estos grupos han logrado, cada vez en más países, la despenalización del consumo propio y privado, cuando no también el cultivo para consumo propio. Las situaciones administrativas y de criminalización con respecto al Cannabis son enormemente diferentes en cada país, y, a veces, dan lugar a paradojas de difícil lectura y comprensión, como el hecho de que se puedan vender hasta 5 gramos de Cannabis para uso propio a cualquier comprador en un Koffie-Shop (Coffee shop) de Holanda, cuando el tráfico del producto está muy gravemente penalizado en este país. Los movimientos antiprohibicionistas en toda Europa siguen desarrollándose, y mantienen publicaciones periódicas de venta pública con tirada no despreciable y alta fidelidad en el cliente. La información que se ofrece en la Web de Internet es muy extensa y en su mayor parte liberacionista o propagadora de los consumos considerando que es prácticamente inocuo, y que si se dan casos de enfermedad, el Cannabis- no tiene relación causal ni facilitadora con ella. Y son las páginas más leídas por nuestros jóvenes y las que ostentan mayor rango de fiabilidad para ellos. En el caso de España se debe insistir en que nunca se ha penalizado la tenencia de Cannabis para el consumo propio, ni su consumo en privado. Ninguna ley española lo había considerado delictivo, aunque sí puede constituir una falta administrativa. FORMAS DE PRESENTACIÓN Y CONSUMO. Cannabis sativa es una planta que contiene más de 400 componentes químicos, de las cuales se conocen al menos 60 cannabinoides que son únicos de esta especie. Los tres cannabinoides más importantes, por sus efectos psicoactivos, son el THC, el cannabidiol (CBD) y el cannabinol. Mientras que el THC es el responsable de la mayoría de los efectos, el cannabinol es diez veces menos activo que el THC, además, el cannabidiol, tiene un perfil distinto, ya que presenta actividad ansiolítica y sedante (Fusar-Poli et al., 2009). 19
  • 20. El contenido de cannabinoides depende de varios factores como la parte de la planta, la variedad o genotipo de que se trate y el momento en que es recolectada. La mayor concentración de cannabinoides se encuentra en los brotes florecientes de la planta femenina o sumidades florales (cogollos) y en las hojas, mientras que las concentraciones son bajas en tallo, raíces y semillas. El Cannabis se presenta para su consumo en forma de hachís, que es un exudado resinoso de la planta, mariguana o maría, que consiste en un triturado seco de flores, hojas y pequeños tallos de la propia planta, en forma de polen, que es un triturado seco de flores muy fino con aspecto de polvo amarillento y en forma de aceite. Se consume habitualmente fumada en forma de cigarrillos, mezclada con tabaco (habitualmente el hachís) o directamente sin tabaco (marihuana), colocada en pipas de diferentes formas y tamaños y más recientemente mediante vaporizadores. También puede utilizarse el aceite por vía oral. La marihuana contiene habitualmente entre un 1% y un 5% de THC, el hachís entre un 15-50% y el aceite entre un 25-50%. Asumiendo que un cigarrillo de marihuana pesa 0,8 g el contenido de THC estaría comprendido entre 8 y 120 mg (Ashton 2001). En comparación, el Cannabis utilizado para producir fibra textil tiene una riqueza de THC inferior al 0,3%. La potencia del Cannabis ha ido aumentando progresivamente en los últimos años. A ello han contribuido las técnicas de cultivo y la selección genética de las variantes más psicoactivas, que han permitido que se puedan encontrar variedades que contienen hasta un 20% o más de THC. Aún así, la potencia media del Cannabis en Europa en los últimos años se ha mantenido estable (OEDT Informe Anual 2008). EFECTOS AGUDOS DEL CANNABIS 1. Generalidades 1.1.1.1. Neurofisiologia. El THC y los demás cannabinoides se unen a unos receptores llamados cannabinoides (CB1 y CB2). Estos receptores se encuentran en la membrana de algunas células y están acoplados a la proteína G como sistema de transducción. El receptor CB1 está presente fundamentalmente en el sistema nervioso central y en menor densidad en sistema nervioso periférico mientras que el receptor CB2, de localización fundamentalmente periférica, se encuentra principalmente en células del sistema inmunológico. Los receptores cannabinoides están ampliamente distribuidos en el cerebro. Existen compuestos endógenos que se unen a estos receptores y a los que se denomina como endocannabinoides. Estos ligandos pueden también modular la 20
  • 21. transmisión sináptica de los neurotransmisores glutamato y ácido gamma-aminobutírico (GABA) así como actuar sobre la neurotransmisión postsináptica dopaminérgica. Aunque no está del todo aclarado, el sistema endocannabinoide podría estar implicado en diferentes funciones fisiológicas entre las que destacan el aprendizaje, la memoria, las emociones, el refuerzo, la ingesta de comida, la neuroprotección, el dolor y la conducta motora, entre otras. El THC como otras drogas de abuso actúa sobre el sistema cerebral de recompensa (mesocorticolímbico) que incluye el área ventral tegmental, el núcleo accumbens y la corteza prefrontal entre otras áreas cerebrales. El THC aumenta la liberación de dopamina en el núcleo accumbens. 1.1.1.2. Vías de consumo El cannabis habitualmente se fuma (vía intrapulmonar), ya que ésta es la vía de consumo más eficiente. Del total de THC contenido en un cigarrillo, entre un 10-30% llega a los pulmones y la sangre, un 30% se destruye por la combustión y un 50% se pierde en el aire. La cantidad final de THC absorbido en el organismo depende de la profundidad y número de caladas y de la potencia de los cigarrillos. El THC se detecta en sangre inmediatamente después de la primera calada (1-2 minutos) y las concentraciones máximas se alcanzan entre los 3 y 10 minutos. Los efectos se inician entre segundos y minutos tras haber consumido la sustancia y persisten hasta 2 y 3 horas. Cuando el cannabis se administra por vía oral (aceites, pasteles, infusiones) la absorción es lenta y errática, la concentración máxima de THC en plasma aparece a las 2-4 horas y el inicio de los efectos se da entre media hora y 2 horas postadministración, pudiendo durar los mismos unas 6 horas. La presencia de comida puede retrasar la absorción de THC. 1.1.1.3. Metabolismo El THC es una molécula muy lipofílica por lo que atraviesa con facilidad la barrera hematoencefálica (BHE) y la placentaria. El THC se acumula en la leche materna (8 veces más que en el plasma). Por esta afinidad a los lípidos se une a la grasa corporal, lo que provoca una prolongación de sus efectos y de su acumulación en el organismo. El THC se convierte rápidamente en el hígado en 11-hidroxi-THC (11- OH-THC) que es activo y después a 11-nor-9-carboxi-THC (THCCOOH) que es un metabolito inactivo. Se han identificado alrededor de 100 metabolitos del THC. La semivida de eliminación del THC, es decir el tiempo que tarda en reducirse a la mitad la concentración en la sangre, es de 25-36 horas. Un 80% se elimina a través de las heces y un 20% en la orina como THC-COOH y otros metabolitos. Las pruebas para determinar el consumo de THC se basan en la detección de su metabolito (THC-COOH). Tras el consumo de un cigarrillo puede detectarse el metabolito de THC en orina (orina positiva) durante una semana. 21
  • 22. En consumidores crónicos la orina puede ser positiva hasta más de un mes después de dejar de consumir. 2. Efectos sobre el Sistema Nervioso Central (SNC) Los efectos sobre el SNC son los más relevantes ya que constituyen la base de su abuso y se asocian a algunas de las complicaciones más frecuentes tras el consumo agudo y crónico. 2.1.1.1. Efectos centrales agudos del cannabis 2.1.1.2. Efectos psicológicos agudos Los preparados del cannabis, hachís y marihuana principalmente, se han utilizado desde hace muchos años por sus propiedades psicoactivas. El principal responsable de la actividad farmacológica psicoactiva es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y su administración aislada produce efectos similares al cannabis en humanos. Los efectos de los otros cannabinoides y otros compuestos contenidos en la planta pueden producir acciones aditivas o antagonistas de las del THC. Así por ejemplo el cannabidiol (CBD) provoca efectos sedantes y ansiolíticos. Los efectos agudos del cannabis son muy variables entre personas y dependen de la dosis, del contenido de THC, de la proporción THC/CBD, de la forma de administración, así como de la personalidad, las expectativas y experiencia previa del sujeto y también del contexto en que se consume. El consumo de cannabis produce generalmente un efecto bifásico. Tras una fase inicial de estimulación (euforia, bienestar, aumento de la percepción, ansiedad), le sigue una fase donde predomina la sedación (relajación, somnolencia, sueño). Se produce una agudización de las percepciones visuales, auditivas y táctiles, así como una ligera distorsión del espacio y tiempo. También aparece risa fácil, locuacidad y aumento del apetito. Paralelamente se altera la memoria reciente, y existe dificultad en la concentración, disminución de la atención e incoordinación motora. Aunque es difícil calcular las dosis habitualmente consumidas así como su biodisponibilidad, se sabe que una dosis fumada de 5 mg de THC proporciona unos efectos leves, que serían similares a los de 10 mg por vía oral. Dosis mayores pueden producir efectos intensos. En algunos sujetos, especialmente en inexpertos o tras dosis elevadas puede aparecer ansiedad, disforia, síntomas paranoides y/o pánico, que habitualmente desaparecen de forma espontánea en pocas horas. Como se comenta más adelante, la intoxicación aguda por cannabis puede cursar con un episodio psicótico agudo que se caracteriza por ideas delirantes, alucinaciones, confusión, amnesia, ansiedad y agitación. Habitualmente estos cuadros agudos desaparecen espontáneamente a las pocas horas a medida que el THC se elimina del organismo. 2.1.1.3. Efectos sobre el sueño 22
  • 23. El THC induce sueño, probablemente debido al aumento de melatonina y altera el patrón sueño-vigilia. Tras la administración continua de dosis elevadas se puede observar durante la mañana siguiente un cierto grado de resaca en algunos sujetos. Además puede aparecer un efecto rebote en la cantidad de sueño REM tras la interrupción brusca de consumos elevados. 2.1.1.4. Efectos sobre la conducta alimentaria El cannabis produce un aumento del apetito entre 1-3 horas tras su consumo. Tanto el THC por vía oral como el cannabis fumado aumentan el número de ingestiones y la cantidad total de comida ingerida. Sin embargo, con el consumo continuado de cannabis se produce una cierta disminución de este efecto. 2.1.1.5. Otros efectos Los cannabinoides han demostrado ser analgésicos en modelos animales de dolor agudo y crónico. En humanos estas propiedades no se han demostrado claramente en el dolor agudo. En dolor crónico se ha aprobado en Canadá un preparado para el tratamiento del dolor neuropático en la esclerosis múltiple. 3. Efectos sistémicos El consumo de cannabis produce una alteración de la mayoría de sistemas del organismo. 3.1.1.1. Efectos sistémicos agudos del cannabis 3.1.1.2. Efectos cardiovasculares Consisten básicamente en un aumento de la frecuencia cardiaca (20- 50%). Los efectos sobre la presión arterial comprenden un incremento de la misma si se está 23
  • 24. sentado o acostado y una disminución de la misma si se está de pie. Si la persona que fuma se levanta rápidamente puede aparecer sensación de mareo, hipotensión (ortostática) e incluso pérdida de conocimiento. Esto es más frecuente en sujetos con poca experiencia. Estos efectos dependen de la dosis y son máximos pocos minutos después de iniciar el consumo fumado y desaparecen tras 1-2 horas. Además, incrementa el gasto cardíaco y disminuye la tolerancia al ejercicio. Estos efectos pueden aumentar el riesgo cardiovascular en personas con patología cardiaca o vascular previa. En estas últimas se han descrito algunos casos de arritmias graves. 3.1.1.3. Efectos sobre el sistema respiratorio El THC produce disminución en la resistencia de las vías aéreas y broncodilatación en personas sanas. Los efectos de fumar cannabis sobre el sistema respiratorio son los mismos que el consumo de tabaco. Si el cannabis se consume mezclada con tabaco, se está consumiendo tabaco y por ello se está expuesto al monóxido de carbono y las sustancias cancerígenas. El consumo de «porros» produce incrementos superiores en la concentración de carboxihemoglobina que el tabaco puesto que se fuma sin filtro con inhalaciones largas y profundas y tiene una temperatura de combustión superior a la del tabaco. El consumo crónico de cannabis fumado se ha asociado a bronquitis y enfisema, y posiblemente podría incrementar el riesgo de carcinoma pulmonar. 3.1.1.4. Efectos oculares El cannabis produce enrojecimiento conjuntival como consecuencia de la vasodilatación, reducción de la producción de lágrimas, caída del párpado (ptosis palpebral), dificultad en la acomodación y disminución del reflejo pupilar a la luz. La administración local o sistémica produce una disminución marcada de la presión intraocular. 3.1.1.5. Efectos gastrointestinales El cannabis produce una reducción en la producción de saliva, sequedad de boca, reducción del peristaltismo intestinal y enlentecimiento del vaciado gástrico. El cannabis es antiemético. 3.1.1.6. Efectos sobre la musculatura estriada El cannabis produce relajación muscular. Además posee propiedades anticonvulsivantes en animales. Entre los distintos componentes del cannabis, parece que el cannabidiol sería el que posee mayor potencial anticonvulsivo. 3.1.1.7. Efectos sobre el sistema endocrino y la conducta sexual 24
  • 25. El THC disminuye la secreción de hormonas sexuales, con una reducción de la secreción de testosterona y del número y la motilidad de los espermatozoides. En mujeres, el consumo de cannabis produce una reducción del ciclo menstrual, niveles elevados de prolactina que pueden asociarse a la aparición de galactorrea, y niveles menores de andrógenos. Parece por todo ello que el THC podría reducir la fertilidad, aunque no ha podido demostrarse definitivamente. Como ocurre con la mayoría de drogas, los cannabinoides pueden afectar la conducta sexual con un resultado variable, que depende de la propia droga, la combinación con otras sustancias y el contexto de consumo. No se ha demostrado científicamente que el cannabis sea un afrodisíaco. 3.1.1.8. Embarazo El consumo durante el embarazo en mujeres incrementa el riesgo para la madre, el feto y el neonato. El peso al nacer es menor, siendo un efecto dosis-dependiente. Los niños presentan alteraciones en las funciones cognitivas El THC atraviesa la barrera placentaria y se acumula en la leche materna, no recomendándose la lactancia materna en consumidoras de cannabis. EFECTOS CRÓNICOS DEL CANNABIS A continuación se revisan algunos de los efectos que pueden aparecer tras el consumo repetido de cannabis y que son muy relevantes para el rendimiento escolar y psicomotor. Efectos crónicos del cannabis 1. Efectos cognitivos y sobre el rendimiento psicomotor El uso diario y durante periodos prolongados de cannabis puede producir deficiencias en la memoria, en la atención, la capacidad psicomotora y la velocidad de procesamiento de la información. Estas alteraciones psicológicas parecen relacionarse con cambios funcionales, del flujo sanguíneo y metabólicos en regiones prefrontales y cerebelares que se observan en estudios de neuroimagen en usuarios crónicos de cannabis. 25
  • 26. Se ha discutido si estos cambios son consecuencia del consumo crónico acumulado o de un estado de intoxicación aguda persistente tras un consumo diario. Los estudios más consistentes han demostrado que las alteraciones neurocognitivas descritas normalizan progresivamente si los individuos dejan de consumir, mejorando con el paso de los días. Parece que la afectación observada puede revertir casi en su totalidad a las 4 semanas de cesar el consumo de cannabis. Hay estudios que relacionan la persistencia de algunas alteraciones con el consumo de cannabis temprano (antes de los 17 años). 2. Rendimiento escolar En una revisión sistemática de los diferentes estudios de seguimiento poblacional de uso de drogas y secuelas psicológicas y sociales, pudo demostrarse que había una asociación entre el uso de cannabis y la obtención de un nivel de estudios mas bajo en comparación con los controles que no tomaban la droga. Además, la asociación fue mayor en el caso de un inicio temprano del consumo (15 años). En un estudio de seguimiento de 1.265 niños durante 21 años realizado en Nueva Zelanda, se demostró que el consumo de cannabis se relacionaba, de manera dosis- dependiente, con un riesgo mayor de abandono de los estudios, de fracaso en el acceso a la universidad y de finalizar los estudios universitarios prematuramente (Fergusson et al., 2003). En este estudio, el 22,5% de los que se habían iniciado en el consumo de cannabis antes de los 15 años habían abandonado la escuela antes de los 16, mientras que en los no consumidores el abandono fue del 3,5%. En España, los datos obtenidos en la encuesta ESTUDES, reflejan la relación entre el consumo de drogas y el fracaso escolar, medido por la repetición de curso. Entre los que presentan fracaso escolar el consumo de todas las drogas, incluido el cannabis, es más elevado. Tras una revisión de los diferentes trabajos sobre la relación entre el consumo de cannabis y los problemas académicos (Lynskey y May, 2000), los resultados pueden resumirse en que el incremento del consumo de cannabis en el periodo académico se asocia a notas peores, menor satisfacción, actitudes negativas hacia la escuela, un pobre rendimiento escolar, un aumento del absentismo y una mayor prevalencia de abandono de los estudios. OTROS CUADROS CLÍNICOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE CANNABIS 1. Delírium por intoxicación por cannabis. Aunque no es frecuente, cuando el cannabis se consume en grandes cantidades puede producir un cuadro de delirium. Los síntomas típicos son confusión, alteraciones de la memoria, sensación de temor, suspicacia, despersonalización, desrealización y alteraciones sensoperceptivas. La psicopatología de estas reacciones es indistinguible de los cuadros de delírium de otra etiología. Son cuadros clínicos transitorios y limitados 26
  • 27. en el tiempo, pero recurrentes en sucesivas exposiciones al tóxico. Este cuadro también puede aparecer en sujetos que consumen el cannabis por primera vez. 2. Flashbacks por cannabis Se refiere a la aparición de vivencias-alucinaciones con la cualidad de una percepción real (las mismas experiencias que sintió la persona cuando había consumido el tóxico), después de semanas o meses de abstinencia. Aunque son más comunes en personas que han consumido drogas alucinógenas pero también se han descrito de forma ocasional en consumidores de cannabis. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE CANNABIS Con la salvedad del incremento en el número de demandas de tratamiento por cannabis en los adolescentes, en general se observa que la proporción de los sujetos que acuden en demanda de tratamiento por el consumo de cannabis es muy baja si tenemos en cuenta el elevado número de sujetos con consumo problemático de esta sustancia. Esta escasa demanda de tratamiento puede explicarse por distintas razones. En primer lugar destaca la percepción generalizada, en el sujeto consumidor, de que el cannabis es una droga relativamente inocua. Inicialmente el problema es detectado por familiares, profesores o amigos mientras que el individuo no acostumbra a relacionar las alteraciones cognitivas con el consumo. Menos veces, son los sujetos los que acuden en demanda de tratamiento por su incapacidad para controlar o interrumpir el consumo, a pesar de los problemas escolares o laborales o por el aumento de irritabilidad, conducta agresiva, depresión nerviosismo y ansia de consumo. Los pacientes que acuden a tratamiento por el cannabis suelen ser hombres (70%) y fumadores de cannabis varias veces por semana. Los motivos de solicitar tratamiento suelen estar relacionados con la pérdida de motivación (84%) y las sensaciones paranoides (78%), detectándose además en muchos casos problemas respiratorios (86%). En segundo lugar destaca la resistencia de los pacientes a participar en programas de tratamiento en los que la mayoría de sujetos son dependientes de alcohol, heroína y cocaína y en los que no se oferta terapias específicas para cannabis. Actualmente se propone aplicar al tratamiento de la dependencia del cannabis los criterios que se aplican al tratamiento de la dependencia de cualquier droga: desintoxicación seguida de deshabituación. 1. Tratamiento de desintoxicación La desintoxicación es el primer paso para el tratamiento de un trastorno por dependencia de una droga. Esta dirigida a paliar el cuadro clínico que aparece cuando de forma brusca deja de consumirse la sustancia (síndrome de abstinencia). Se realiza con medicación y basándose en la propiedad farmacológica de la tolerancia cruzada. Para algunas drogas (por ejemplo, la heroína), existen tratamientos específicos para la desintoxicación (por ejemplo la metadona), mientras que para otras, entre las que se 27
  • 28. encuentra el cannabis, en la actualidad no hay ningún tratamiento farmacológico específico. Por lo tanto debe realizarse un tratamiento sintomático. 2. Tratamiento de deshabituación El tratamiento de deshabituación se refiere a la fase de tratamiento que se realiza después de la desintoxicación y que está dirigida a mantener la abstinencia en la sustancia y evitar la recaída en el consumo. En tanto que las adicciones son enfermedades crónicas y recidivantes, el tratamiento de deshabituación es fundamental para conseguir la abstinencia a largo plazo. Los tratamientos propuestos para la deshabituación del abuso de cannabis son psicológicos y farmacológicos. 3. Tratamientos psicológicos Los tratamientos psicológicos son los habituales en el tratamiento de las drogodependencias: psicoterapia de orientación cognitivo conductual, psicoterapia motivacional y terapia de incentivos. Globalmente los resultados de los distintos estudios realizados con las diversas modalidades de psicoterapia comparadas entre si y con grupos control sin tratamiento, sugieren que las distintas psicoterapias son eficaces, aunque el principal problema, común a todas, es la falta de adhesión al tratamiento. 4. Tratamientos farmacológicos Hasta la actualidad no disponemos de ningún fármaco que haya demostrado su eficacia en el tratamiento de deshabituación de la dependencia de cannabis. Se están realizando diversos estudios experimentales cuyos resultados pueden aportar nuevas estrategias farmacológicas. Por lo tanto, el tratamiento del abuso y dependencia de cannabis debe combinar la terapia psicológica y el tratamiento farmacológico sintomático. POSIBLES USOS TERAPÉUTICOS DE LOS CANNABINOIDES Además de los usos recreacionales, el cannabis se ha utilizado de forma empírica desde la antigüedad por sus supuestas propiedades terapéuticas. En los últimos años se ha descrito su consumo por parte de grupos de pacientes en algunas enfermedades y se ha investigado su posible utilidad en diferentes indicaciones. El potencial terapéutico del cannabis ha sido revisado ampliamente en numerosas publicaciones científicas (Grotenhermen et al., 2003; Guy et al., 2004; Duran et al., 2004; Abanades et al., 2005) y por organismos como el Comité Científico de la Cámara de los Lores Británica (House of Lords, 1998 o el Institute of Medicine norteamericano, 1999). La indicación en la que existen más evidencias es en la prevención y tratamiento de la nauseas y vómitos secundarios al tratamiento con antineoplásicos. 28
  • 29. También hay evidencias basadas en los resultados de ensayos clínicos aleatorizados y controlados en el tratamiento de la pérdida de apetito del síndrome de anorexia y caquexia (SIDA y cáncer terminal), en la esclerosis múltiple; tratamiento del dolor neuropático, control de la espasticidad muscular y otros síntomas, o en el tratamiento del dolor neuropático de otras etiologías. En la siguiente tabla se presentan las únicas indicaciones médicas aprobadas para la prescripción de algunos de los derivados del cannabis (naturales o sintéticos) en este momento (Abanades et al., 2005). En general los preparados descritos no son el tratamiento de elección de estas patologías. Los cannabinoides son una alternativa a emplear en el caso de que no se observe respuesta a otros fármacos. En general no se consideran medicamentos de primera línea de tratamiento. Como ocurre con la mayoría de medicamentos, el uso terapéutico de los cannabinoides precisa de la intervención de un médico para realizar el diagnóstico, seleccionar el tratamiento y prescribir el que se ajuste mejor a las necesidades del paciente y hacer el seguimiento de la eficacia así como de la toxicidad del medicamento y la evolución de la enfermedad. Cannabis y derivados: Indicaciones aprobadas actualmente 29
  • 30. BIBLIOGRAFÍA - European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA). Annual report 2008: the state of the drugs problem in Europe. 2008. Lisbon, EMCDDA. - Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Informe 2007 del Observatorio Español sobre Drogas (OED). Situación y tendencias de los problemas de drogas en España. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo, 2008. - Abanades S, Cabrero A, Fiz J, Farré M.: Farmacología clínica del cannabis 2005; 20:187-98. - American Psychiatric Association. DSM-IV, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 4th Edition-TR. American Psychiatric Association 2000. Washington, DC. - Duran M, Laporte JR, Capella D. Novedades sobre las potencialidades terapéuticas del cannabis y el sistema cannabinoide. Med Clin (Barc). 2004; 122:390-8. - Fergusson DM, Horwood LJ, Swain-Campbell N. Cannabis use and psychosocial adjustment in adolescence and young adulthood. Addiction. 2002; 97:1123-35. - Grotenhermen F., Russo E., Navarrete R editores. Cannabis y cannabinoides, farmacología, toxicología y potencial terapéutico. Sevilla: Castellarte; 2003. - Observatorio Español sobre Drogas (OED). Informe 2004: Situación y tendencias de los problemas de drogas en España. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Ministerio de Sanidad y Consumo, 2005, Madrid. - Macleod J, Oakes R, Copello A, Crome I, Egger M, Hickman M et al. Psychological and social sequelae of Cannabis and other illicit drug use by young people: A systematic review of longitudinal, general population studies. Lancet 2004; 363:1579-88. - Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016. DGNPSD. Madrid, 2009. - Morano LE, Vázquez O. Patología orgánica en Adicciones: otras infecciones asociadas al consumo de drogas. Adicciones 2006; vol 18, supl 1: 137-159. - OMS. Informe técnico nº 944. Ginebra, 2007. - UNODC. World Drug Report 2009. United Nations Office on Drugs and Crime. Disponible en http://www.unodc.org/unodc/en/data-and- analysis/WDR-2009.html (consultado el 25/05/12). 30