Los alumnos de una escuela primaria en México resolvieron el problema de la basura sin separar mediante un proyecto para fomentar la cultura de separación de basura. Colocaron cestos de diferentes colores que elaboraron con material reciclado e instruyeron a la comunidad escolar sobre la importancia de separar la basura y dónde depositar cada tipo. Lograron una escuela más limpia y redujeron el impacto ambiental, demostrando que un cambio positivo se puede iniciar desde la comunidad escolar.