Este documento resume las necesidades energéticas y nutricionales en diferentes etapas de la vida como la infancia, adolescencia y embarazo. Explica que la energía proviene de proteínas, grasas, hidratos de carbono y alcohol. Las proteínas, grasas e hidratos de carbono deben aportar entre el 10-15%, 30-35% y 50-55% respectivamente de las calorías totales. También discute las necesidades específicas de fibra, vitaminas, minerales, agua y otros nutrientes en niños, adolescentes, emb
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Balance Energético
1. CALCULO DE LAS NECESIDADES TOTALES DE ENERGIA.
BALANCE ENERGETICO Y CONTROL DE PESO.
DR JUAN MANUEL VALLADOLID ALZAMORA
2. M.I. Hidalgo Vicario. Nutrición en la edad preescolar, escolar y
adolescente. Pediatr Integral 2003;VII(5):340-354.
Mª Agustina Alonso Álvarez y col. Manual practico de
nutrición en pediatría. 2007. ERGON. MADRID.
3. Energía
Los requerimientos energéticos están determinados por el
metabolismo basal, la actividad física, la termogénesis
postprandial y el crecimiento. Hay otros factores que influyen
sobre el gasto energético como: la temperatura ambiental (> 30° C
aumenta un 5% por la actividad de las glándulas sudoríparas), la
fiebre (elevación de 13% por cada grado superior a 37° C), el sueño
(disminuye un 10% los requerimientos por la relajación muscular).
La obtención de energía se realiza a través de las proteínas, grasas,
hidratos de carbono y alcohol. Estos proporcionan, en estado puro,
4,9,4 y 7 kcal/g respectivamente.
4. BALANCE ENERGETICO
La energía es el requerimiento básico de la dieta. Si no se cubren
sus necesidades, las proteínas, vitaminas y minerales no pueden
utilizarse de forma efectiva en las funciones metabólicas (las
proteínas se usan para energía y no para síntesis de tejidos,
comprometiéndose el crecimiento). Por otro lado, el exceso de
aporte energético se almacena como grasa con el consiguiente
perjuicio.
5. LA TASA METABOLICA BASAL (TMB)
La TMB es el mayor componente del gasto calórico. Hay una gran
correlación entre la TMB y la masa corporal magra. En la
adolescencia, aumenta de forma importante, sobre todo en los
varones que tienen mayor TMB. Otra parte importante del gasto
energético es la actividad física, que varía según la intensidad de la
misma. Las necesidades energéticas para el crecimiento
constituyen una parte muy pequeña, no más del 3% de los
requerimientos, incluso en el pico máximo de crecimiento.
6. LOS REQUERIMIENTOS ESTIMADOS DE ENERGIA
(EER)
Los EER constituyen el ingreso medio de energía en la dieta,
necesario para mantener el equilibrio energético de un
individuo sano de una determinada edad, sexo, peso, altura y
nivel de actividad, adecuada para mantener una buena salud.
En niños y embarazadas, se incluyen las necesidades asociadas
a la formación de tejidos y a la secreción láctea.
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11. Criterios y DRI´s (DRI: dietary reference intakes.) Valores de la energía para individuos
sanos y con moderada actividad física.
EER: requerimientos estimados de energía; TEE: gasto total de energía; a Restar 10 kcal/día para los varones y 7
kcal/día para mujeres, por cada año de edad por encima de los 19 años
12. Proteínas
Las proteínas son necesarias para el crecimiento, desarrollo y el
mantenimiento de los tejidos, participando en casi todos los
procesos metabólicos del organismo. Las proteínas se encuentran
en el organismo en continuo proceso de degradación y síntesis,
gran parte de sus productos metabólicos son excretados
(creatinina, urea, ácido úrico) y también se pierden en pelo, piel,
uñas y heces por lo que es necesario un continuo aporte en la
dieta. Para una dieta equilibrada, es necesario que el 12-15% de
las calorías procedan de las proteínas.
13. Proteínas
Las proteínas de origen animal son más ricas en aminoácidos
esenciales que las vegetales y deben proporcionar
aproximadamente el 65% de las necesidades proteicas en el
preescolar y el 50% en el adolescente. Las necesidades de
proteínas aumentan, en el ejercicio físico intenso, y procesos
patológicos como infección, fiebre elevada o trauma quirúrgico.
En la actualidad, en los países desarrollados, hay un exceso de
proteínas en la dieta, lo cual puede ocasionar trastornos por
elevada carga renal de solutos y aumento de la urea, así como
hipercalciuria.
14. PROTEINAS
Las proteínas deben aportar el 10-15% de las calorías de la
dieta necesarias para mantener el crecimiento, aumentando
su necesidad en el ejercicio intenso o en situaciones de estrés
importante, como en enfermedades graves o traumas
quirúrgicos. Las recomendaciones actuales son iguales para
ambos sexos: de 1 a 3 años de 1,1 g/kg/día, disminuyendo a
0,95 g/kg/día hasta la adolescencia
15. PROTEINAS
Las proteínas de origen animal son de mayor calidad, tanto por
su contenido en aminoácidos esenciales como por su mayor
digestibilidad. Las de origen vegetal (cereales y legumbres) son
deficitarias en algunos aminoácidos, pero ricas en metionina y
en lisina respectivamente. Todas ellas deben formar parte de la
dieta.
16. RDA/AI (INGESTA DIETETICA RECOMENDADA/INGESTA
ADECUADA) DE LAS PROTEINAS.
Las RDA/AI (g/día) están basadas en:
1,5 g/kg/día para lactantes.
1,1 g/kg/día para 1-3 años.
0,95 g/kg/día para 4-13 años.
0,85 g/kg/día para 14-18 años.
0,8 g/kg/día para adultos.
1,1 g/kg/día para embarazadas y en la lactancia.
18. Grasas
Las grasas contribuyen a la digestibilidad y palatibilidad de los
alimentos y son esenciales para que se cubran los
requerimientos energéticos, de vitaminas liposolubles y ácidos
grasos esenciales.
19. El National Cholesterol Education Program, American Heart
Assosiation y otros Comites en 1992, dieron unas recomen
daciones para niños sanos mayores de 2 años, con objeto de
prevenir las enfermedades cardiovasculares (ECV): reducir la grasa
a menos del 30% del total de las calorías, ácidos grasos saturados
menor del 10%, monoinsaturados del 10-15%, ácidos grasos
poliinsaturados del 7 al 10% y el aporte de colesterol menor de 300
mg/día. La Academia Americana de Pediatría ha llamado la
atención sobre la seguridad y eficacia de tales dietas en niños y
adolescentes y aconseja un aporte graso entre el 30-35% de las
calorías.
20. Grasas
Aportan el 30-35% de las calorías de la dieta. Son necesarias para
cubrir las necesidades energéticas, de vitaminas liposolubles y
ácidos grasos esenciales. Los ácidos grasos esenciales son los
ácidos poliinsaturados de cadena larga, como el linoleico,
precursor de la serie ω6 presente en los huevos y el linolénico,
precursor de la serie ω3 cuya principal fuente es el pescado azul
(atún, caballa, sardina, salmón). Intervienen en la prevención de
enfermedades cardiovasculares. Los ácidos monoinsaturados
proceden de los aceites de semilla y de frutos, como el aceite de
oliva, rico en oleico. Por el contrario, las grasas saturadas, que
poseen un potencial aterogénico importante, son
fundamentalmente de origen animal. Hay que tener en cuenta que
el colesterol de origen animal es importante como precursor de
hormonas, vitaminas y ácidos biliares, pero se debe controlar su
ingesta.
21. GRASAS
Recomendaciones generales:
1. Menos del 10% de los ácidos grasos deben ser saturados.
2. No más del 10% de ω3 y ω6 deben ser saturados
poliinsaturados y dentro de ellos un 1-2% de acido linoleico.
3. 10-15% monoinsaturados.
4. Aporte máximo de colesterol diario de 300 mg.
5. Es muy importante tener presente la posibilidad de oxidación
de los aceites con el calentamiento a altas temperaturas.
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23. Hidratos de carbono
Deben de aportar la mitad de la energía total necesaria (50-
55%). La mayoría proceden de los cereales, vegetales y frutas,
pero también del glucógeno de la carne y de la lactosa de la
leche. El 10% debe proceder de los azucares de absorción
rápida mono y disacáridos (glucosa, fructosa y sacarosa) y el
90% restante de los hidratos de carbono complejos de
absorción lenta. Las necesidades son 130 g/día para ambos
sexos.
24. Hidratos de carbono
La fibra está compuesta por carbohidratos complejos no
digeribles. Las necesidades diarias de fibra son de 19 g/día para
la edad de 1 a 3 años y de 25 g/día para la edad de 4 a 8 años.
Actúa aumentando la motilidad intestinal y la producción de
ácidos grasos volátiles, retiene agua, disminuye la presión
intraabdominal del colon, actúa como resina de intercambio
(Ca, Zn, Fe), fija sales biliares y reduce el índice glucémico. Por
tanto, es importante en la prevención de enfermedades
vasculares y del cáncer de colon.
25. Hidratos de carbono
La mitad del aporte energético debe provenir de los hidratos de
carbono (50- 60%). El principal carbohidrato del lactante es la
lactosa. Posteriormente, se recomienda el uso de carbohidratos
complejos de absorción más lenta (vegetales, cereales, pan,
pastas, arroz, frutas frescas) y disminuir el aporte de azúcares
simples (mono y disacáridos) de absorción rápida.
26. Hidratos de carbono
Las RDA se han basado en su papel como primera fuente de
energía para el cerebro y se han establecido en 130 g/día para
niños y adultos. Las AMDR se han basado en su papel como
fuente de kilocalorías para mantener el peso corporal. No se ha
encontrado el nivel superior de carbohidratos que produce
efectos adversos. El límite superior de las AMDR se basa en la
disminución del riesgo de enfermedad crónica y en proveer un
adecuado ingreso de otros nutrientes. Se sugiere que el máximo
ingreso de azucares añadidos se límite a menos del 25% de la
energía.
27. FIBRA
La fibra esta compuesta por carbohidratos complejos no
digeribles que influyen en el control de la saciedad; ya que,
retarda el vaciamiento gástrico, regula el ritmo intestinal y
parece que disminuye la incidencia de enfermedades
cardiovasculares y del cáncer de colon. En los últimos años, se
había propuesto que el aporte de fibra (g/día), entre los 2-20
años, fuera la edad en años más 5 unidades, y a partir de los 20
años la dosis sería igual que en el adulto, 25-30 g/día.
Recientemente, se han dado las RDIs (AI) para la fibra.
29. APORTES CALORICOS RECOMENDADOS EN
NIÑOS
1. 120 CAL/KG/DIA PRIMEROS MESES.
2. 110 CAL/KG/DIA 2 – 6 MESES.
3. 100 CAL/KG/DIA 6 MESES A 1 AÑO.
4. 90 CAL/KG/DIA DE 1 – 2. 5 AÑOS.
30. 1. ESTE APORTE CALORICO LO PROPORCIONAN LOS
CARBOHIDRATOS Y LIPIDOS.
2. EL APORTE PROTEICO ES 2,5 GR/DIA EN LACTANTES Y
1.5 GR/DIA EN EL NIÑO MAYOR.
31. 1. EL APORTE LIPIDICO TIENE UNA FINALIDAD MERAMENTE
ENERGETICA.
2. EL ACIDO LINOLEICO ES INDISPENSABLE EN EL LACTANTE Y DEBE
REPRESENTAR DEL 2 AL 3 % DEL APORTE CALORICO TOTAL.
3. LAS NECESIDADES VITAMINICAS ESTAN CUBIERTAS POR LA
ALIMENTACION, EXCEPTO LA VITAMINA D , POR LO QUE HAY QUE
SUPLEMENTAR LA INGESTA DIARIA AÑADIENDO DE 100 0 A 2000
UNIDADES, SEA CUAL SEA EL TIPO DE LACTANCIA.
4. LA CANTIDAD DE AGUA REPRESENTA EL 75 % DEL PESO CORPORAL
TOTAL. EL APORTE NECESARIO ES DE 150 ML/KG/DIA DURANTE LOS
TRES PRIMEROS MESES Y POSTERIORMENTE DE UNOS 120
ML/KG/DIA.
5. LAS NECESIDADES DE SODIO SON DE 0.5 – 2 mEq/KG/DIA.
35. EMBARAZO
Los requerimientos nutricionales del embarazo vienen
determinados por las necesidades de incremento ponderal,
tanto de la madre como del feto. De la ganancia ponderal que se
produce durante un embarazo, aproximadamente el 40%
corresponde al feto, placenta y líquido amniótico, mientras que
el resto resulta de un incremento de los tejidos maternos, es
decir, útero, glándulas mamarias, sangre, líquido intersticial y
grasa corporal
36.
37. Las estimaciones acerca del coste calórico de la gestación oscilan
entre 21.032 kcal y 99.902 kcal según distintos autores. El amplio
abanico de estimaciones de necesidades energéticas está, en parte,
en relación con las variaciones en la apreciación del grado de
depósito de grasa, que varía de 1,3 kg para la mujer rural en
Tailandia, con un coste estimado de 14.340 kcal, a 5,8 kg para la
mujer de Suecia, con un coste estimado de aproximadamente
64.200 kcal. Tal discrepancia de resultados indica una necesidad
apremiante de mejorar la metodología utilizada en los distintos
estudios. Hasta que dispongamos de una información más precisa,
las 80.000 kcal (300 kcal/día) calculadas por Hytten siguen siendo
un referente válido, ya que valores superiores a 300 kcal/día no se
han observado en la mayoría de los estudios.
38. Se recomiendan unos suplementos 150 kcal/día en el primer
trimestre y de 350 kcal/día para el segundo y tercer trimestres.
Las recomendaciones dietéticas (Recommended Dietary
Allowances, RDA) son de 300 kcal/día extra durante el segundo y
tercer trimestre, pero no durante el primero, a no ser que la
situación pregestacional haya sido de depleción. Con estas
recomendaciones una mujer gestante que esté situada entre el
90 y el 110% de su peso estándar debería incrementar unos 12 kg
durante el embarazo, lo que supondría un ritmo de 400
g/semana durante el segundo y tercer trimestres.
39. Se debe incrementar el consumo de carbohidratos
preferentemente durante el embarazo y la lactancia, porque el
feto y las glándulas mamarias necesitan utilizar la glucosa. Si la
mujer gestante es obesa, es decir, está situada por encima del
120% de su peso estándar debería incrementar unos 7 u 8 kg
durante el embarazo, lo que supondría un ritmo de 300 g/semana.
Cuando el peso de la mujer gestante está por debajo del 90% de
su peso estándar debería incrementar unos 14 o 15 kg durante el
embarazo, lo que supondría un ritmo de 500 g/semana.
40. Proteínas
Durante el transcurso del embarazo la madre sintetiza unos 950
g de proteínas para hacer frente al desarrollo del feto y la
propia transformación de sus tejidos. El depósito proteico no se
realiza de manera uniforme durante todo el embarazo. Se ha
estimado que dividiendo el embarazo en cuatro periodos de
diez semanas, la acreción proteica sería de 0,6, 1,8, 4,8 y 6,1
g/día respectivamente. La FAO y la OMS indicaran que debe
proporcionarse 6 g/día extras a la gestante durante todo el
embarazo. Esta cantidad se expresó en forma de suplementos
de proteína láctea o de huevo.
41. Las RDA para el adulto medio son de 0,8 g/kg/día. Durante el
embarazo se requiere una cantidad adicional de proteínas en
concepto de depósitos en el feto, placenta y tejidos maternos. La
madre y el feto deponen aproximadamente 1 kg de proteínas
durante la gestación, aunque el grado de depósito no sea constante.
La necesidad de proteínas extra es de 1,3, 6,1 y 10,7 g/día durante
cada uno de los tres trimestres de la gestación. Aunque se ha
descrito que la deficiencia proteica de la gestación puede tener
efectos adversos en animales y en seres humanos no se ha
estudiado independientemente del aporte energético
42. Grasas
1. Las mujeres gestantes tienen elevados requerimientos de vitaminas
liposolubles y de ácidos grasos poliinsaturados.
2. Durante el embarazo, las concentraciones de lípidos plasmáticos y
sus constituyentes, los ácidos grasos, se incrementan
notablemente.
3. Se han descrito incrementos de ácidos grasos esenciales asociados
a fosfolípidos durante el curso del embarazo de hasta el 40% y de
ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, como el
araquidónico y docosahexaenoico, del 23% y 52% respectivamente.
4. Se ha propuesto que una suplementación de ácidos grasos de
cadena larga puede ser beneficioso para el desarrollo fetal, dada la
importancia de estos compuestos para el desarrollo del tejido
neural y también porque pueden mejorar algunas condiciones
obstétricas, especialmente la hipertensión inducida por el
embarazo.
43. los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LCP) derivados de
la dieta y depósitos grasos maternos ejercen un papel clave en el
desarrollo y crecimiento del feto. Los ácidos docosahexanoico (DHA)
y araquidónico (AA) son los LCP predominantes en el organismo y
sirven como componentes clave estructurales del cerebro. El DHA
está presente en una concentración elevada en la retina. LCP, tales
como AA, ácido linolénico y eicosapentanoico (EPA), sirven como
precursores de una variedad de compuestos entre los que están las
prostaglandinas, prostaciclinas y tromboxanos.
44. El estado de DHA y EPA de las mujeres durante el embarazo se
ha asociado con una promoción adecuada del crecimiento fetal
y desarrollo del cerebro neonatal y de la función visual. En la
madre se asocian a un nivel más bajo de preeclampsia,
disminución de la reactividad uterina y un retraso en el inicio de
la dinámica del parto.
45. Hidratos de carbono
La glucosa es la fuente más importante de energía para el feto,
comprendiendo aproximadamente el 90% de ésta. Por lo tanto, el
metabolismo de los hidratos de carbono en la madre durante la
gestación es de una importancia enorme. Se sabe muy poco acerca
de la influencia de los hábitos dietéticos, especialmente en la
cantidad y composición de los azúcares y almidones durante el
embarazo y su potencial implicación en el resultado de la gestación
respecto a parámetros tales como macrosomía, hipoglucemia
postnatal o tendencia a desarrollar una intolerancia a la glucosa en
edades posteriores.