Dewey analiza los diferentes tipos de pensamiento, incluyendo el pensamiento reflexivo que requiere ideas ordenadas que se apoyan mutuamente y conducen a una conclusión, en contraposición a creer ideas simplemente porque son comunes o porque otras personas las afirman. El pensamiento reflexivo implica investigar exhaustivamente un tema para llegar a una idea clara y concluyente de la que se esté totalmente seguro basado en la evidencia encontrada.