Este documento describe la importancia cultural de la coca para los pueblos andinos y cómo el músico Panchi Maldonado captura esta importancia a través de su música. La coca ha sido un regalo sagrado que ha sobrevivido a la agresión y la mercantilización, y es fundamental para la identidad boliviana. El nuevo disco de Maldonado explora sonoramente el mundo de la coca a través de una variedad de géneros musicales, transmitiendo respeto por esta planta sagrada. La música de Maldonado celebra cómo la coca y las
El Partido Revolucionario Institucional en la Ciudad de México se dio la tarea de documentar el potencial festivo de la gran capital del país registrando más de 59 carnavales en 9 de las 16 delegaciones políticas publicando el libro DF Festivo Carnavales de la Ciudad de México. Orgullosamente somos la ciudad más carnavalera del mundo, carnavales que generan fortaleza en las identidades locales, que dejan herencias donde el arte popular se manifiesta en todo su esplendor. Los carnavales son la fusión de los rituales prehispánicos que fueron unidos con las prácticas de occidente tras la conquista. A pesar de estar en función de un calendario religioso, los carnavales actualmente son celebraciones cívicas que tienen un pasado histórico, un presente y un gran futuro. Existen más de 400 comparsas que junto a cientos familias asisten cada año a festejar. Los carnavales permiten recordar al Distrito Federal, que el hacer comunidad es una parte importante para convivir sin exclusiones. Por eso el PRI propone que los carnavales sean elevados como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México, que sean reconocidos como promotores de la fiesta popular y como generadora de desarrollo económico y turístico como fiesta. Iztapalap, Tlahuac, Milpa Alta, Iztacalco, Azcapotzalco, Peñón de los Baños, Gustavo A. Madero, Xochimilco y Cuajimalpa son las entidades que se esfuerzan por llevar a cabo los carnavales en la Ciudad de México.
Organización y coordinación de equipos de trabajo unidad 2 act 1JAM29341
¿Qué es el conflicto?
El conflicto define en buena parte el hecho de vivir, es connatural a la vida misma y a todas las manifestaciones de ésta. Todas las épocas históricas, todos los países, razas, grupos y clases sociales; todas las edades, hombres y mujeres, experimentarán y vivirán, consigo mismo o en sus relaciones con su entorno, situaciones de conflicto.
El Partido Revolucionario Institucional en la Ciudad de México se dio la tarea de documentar el potencial festivo de la gran capital del país registrando más de 59 carnavales en 9 de las 16 delegaciones políticas publicando el libro DF Festivo Carnavales de la Ciudad de México. Orgullosamente somos la ciudad más carnavalera del mundo, carnavales que generan fortaleza en las identidades locales, que dejan herencias donde el arte popular se manifiesta en todo su esplendor. Los carnavales son la fusión de los rituales prehispánicos que fueron unidos con las prácticas de occidente tras la conquista. A pesar de estar en función de un calendario religioso, los carnavales actualmente son celebraciones cívicas que tienen un pasado histórico, un presente y un gran futuro. Existen más de 400 comparsas que junto a cientos familias asisten cada año a festejar. Los carnavales permiten recordar al Distrito Federal, que el hacer comunidad es una parte importante para convivir sin exclusiones. Por eso el PRI propone que los carnavales sean elevados como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México, que sean reconocidos como promotores de la fiesta popular y como generadora de desarrollo económico y turístico como fiesta. Iztapalap, Tlahuac, Milpa Alta, Iztacalco, Azcapotzalco, Peñón de los Baños, Gustavo A. Madero, Xochimilco y Cuajimalpa son las entidades que se esfuerzan por llevar a cabo los carnavales en la Ciudad de México.
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¿Qué es el conflicto?
El conflicto define en buena parte el hecho de vivir, es connatural a la vida misma y a todas las manifestaciones de ésta. Todas las épocas históricas, todos los países, razas, grupos y clases sociales; todas las edades, hombres y mujeres, experimentarán y vivirán, consigo mismo o en sus relaciones con su entorno, situaciones de conflicto.
Título: Los dos gestores culturales de Buenaventura que con marimbas y tambores hacen paz
Simopsis: Crónica realizada por las Dos Orillas acerca de Alba Aramburo y Baudilio Cuama, dos gestores culturales de Buenaventura.
Autor: Sara Kapkin Sierra
Realizado por: Las dos Orillas
Año: octubre 02, 2014
El folklore literario nos enseña a tener una visión más amplia de un pueblo por medio de la palabra hablada y escrita, conocida también como literatura oral y literatura gráfica, como léxico o vocabulario; dejo o acento; las cuales forman parte de la esencia del habla popular de una región, comprende el habla popular; las narraciones, la coplería y la paremiología.
pieza editorial donde el objetivo fue realizar un análisis interpretativo de géneros musicales donde se detectó y describió cuáles son los elementos y los rastros de oralidad presentes en las letras de algunas canciones escogidas del repertorio popular colombiano.
A usted, dulce Ma Florentina, que si pudiésemos
Señalarle en una flor, sea el aguinaldo blanco quien la represente en estos amaneceres de invierno en que se coronan de ellos los campos Cubanos, y hagan, inquietas, las sombras más tristes de la memoria.
Entre vagones del metro hizo su vida el último de mis héroes.
Cuando se fue, no estuve para despedirlo.
Bajé entonces a encontrarlo en el inframundo donde hacía sus obras…
Entre muchos sociólogos y politólogos, la palabra comunidad ha servido para identificar, en conjuntos más o menos homogéneos, grupos de individuos, organizaciones, oficiantes y hasta naciones y estados con rasgos comunes, afinidades u objetivos compartidos. Así, merced entre otras cosas a esa uniformización lingüística, ha quedado enmascarado un ethos humano, una forma organizada de la vida con tan diversas manifestaciones como comunidades hay en todas las regiones de este planeta.
Las trabajadoras sexuales en algunas imágenes. Testimonio sobre la Organización Nacional de Activistas por la Emanicipación de la Mujer, ONAEM - Bolivia.
La negación del devenir temporal no es para los aymara necesariamente un absurdo, un
imposible: es el sueño lúcido del que se rehusa a dejar de desear un “otro tiempo”. Y a cada paso histórico dado sobre los caminos, movilizados, los dueños del altiplano occidental boliviano pretenden que ese periodo “donde ya sólo manden los indios” surja de sus acciones, deteniendo para siempre el péndulo y el tictac de sus dominadores que todavía determina buena parte de su existencia.
introducción, casi
viví como pude las jornadas de septiembre y octubre de 2003 en las que los aymaras en bolivia contuvieron por fin las fuerzas que los antagonizaron por siglos —condenándolos a un lento genocidio—, y aprendí mucho con ellos.
armados de sí mismos, mis hermanas y hermanos de las comunidades y de las provincias, de los barrios alteños (y hasta de las laderas paceñas) fueron una enorme persona que, lo dije en otro libro, dice desde entonces su palabra con fuerza inusitada.
no soy poeta, soy apenas testigo. lo que aquí encierro son las imágenes que fueron quedando rezagadas en mis cuadernos: otro modo de sentir y mirar lo que vivimos.
hay palabras incomprensibles para algunos. no se preocupen, confío en que lo dicho y un par de herramientas sirvan para despejar sus dudas, llenar los huecos… más de uno habrá que no entenderá nada, pero quizá es porque nunca ha entendido.
perdonen las minúsculas… tienen sentido.
kolkata, diciembre de 2013.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
Fase 1, Lenguaje algebraico y pensamiento funcional
Akhulli con música
1. Akhulli con música
No seríamos personas ni tendríamos palabra sin ella. Regalo de dioses,
alimento de pobres, la coca ha sido para la humanidad andina el más
preciado tesoro. Saborear su delicada amargura es sin duda una de las
experiencias cotidianas más profundas. Sus raíces y su generosidad se
sostienen con tal fuerza en el tiempo y en la tierra que ha sobrevivido la
agresión militar, el desprecio occidental y hasta la mercantilización. Coca,
kuka, Inal Mama… nexo con el reino divino, sostén del diálogo humano,
ruina de quienes la pervierten.
Sin coca no habría cambiado Bolivia: lo saben las fogatas, los bloqueos,
nuestros muertos. No lo entienden quienes han amasado su riqueza
sangrienta con ella, perdiendo tal vez para siempre el mando de estos
territorios.
En estos tiempos de agitación y cambio, sólo la música se le parece un poco.
A lo mejor porque alimenta el espíritu igual que la hoja sagrada, porque
fortalece y conforta. Panchi Maldonado lo sabe bien y desde la urbanidad de
sus canciones ha sido parte de este akhulli de generaciones que por fin pudo
romper cadenas y tristezas.
Por esa razón el disco, nacido para vivir en una película honesta, es la suma
sensible de todo ello. En la exploración sonora del mundo de la coca, Panchi
ha echado mano de todo lo que es y acepta, mestizo, como sus raíces indias
o el reggae que le ha marcado el corazón a besos. Las piezas de este
rompecabezas llamado Inal Mama constituyen un abanico.
El diablo se lamenta y las mujeres ríen un poco. Los hombres akhullikan
mientras hablan de sus cosas… y un helicóptero no cesa de amenazarnos a
todos. Pasa de todo en esta música, como en la vida. Así es posible
reconocer, una y otra vez, cómo fue que aymaras, quechuas y guaraníes
sostuvieron solos al mundo con sus brazos, trabajando y peleando. Pinkillos y
percusiones, cantos corales lo atestiguan… mientras un blues se lamenta
desde la cárcel o un ritmo tropical desnuda irónicamente un negocio asesino.
Este disco, conviene tenerlo presente, es además un tejido de las músicas de
más abajo en este continente que huele a sudor y a esperanza, pero no solo.
Por instantes, Panchi Maldonado husmea inclusive en sus orígenes africanos,
o en las texturas más populares de Occidente (el rock nació como rebeldía,
2. como inconformidad). Todo para poblar los oídos con ambientes, con
sensaciones, transmitiendo respeto y cariño por la hojita que tres veces por
año visita esta tierra para florecer en nosotros.
Sentadito sobre el puente que lleva al tiempo distinto, Panchi con su disco
bajo el brazo nos espera entonces, para mostrarnos las maravillas de antes,
de hoy… de siempre. Con la coca presta y una botellita, el músico y el
hermano podrán sentarse a platicar un ratito de lo que hemos venido siendo
en este flujo de dulzuras y de rebeliones, de dolores y alegrías… jallalla,
hermano, dirán… y dejarán cantar sus lenguas y sus corazones.
Luis A. Gómez
México-Tenochtitlan, noviembre de 2010.