Este poema de Quevedo trata sobre el amor que sobrevive más allá de la muerte. Aunque el cuerpo morirá, el alma y los recuerdos del amor permanecerán. El poema contrasta la muerte del cuerpo con la inmortalidad del amor a través de la memoria y el recuerdo. Aunque el polvo y las cenizas es todo lo que quede, seguirán estando llenos del sentimiento del amor que un día sintieron.