La corriente artística naif se caracteriza por la candidez, espontaneidad e ingenuidad de los artistas autodidactas, quienes usan colores brillantes y una perspectiva no científica para representar temas de la vida campesina y familiar con gran imaginación. Se desarrolló en Francia en el siglo XX influenciando a otros artistas como Grandma Moses en Estados Unidos y Alfred Wallis en Inglaterra.