El documento describe el arte público y el muralismo en México a mediados del siglo XX. El muralismo fue un movimiento artístico político que utilizó técnicas como el fresco, el óleo y el temple para crear grandes composiciones en edificios públicos. Los tres principales representantes fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, cuyas obras retrataban temas como la historia de México, la naturaleza humana y la lucha del pueblo.