El poema "Me busco y no me encuentro" de Josefina de la Torre expresa su profunda insatisfacción personal y frustración por no haber podido ser madre. Está compuesto de 13 versos libres sin rima fija, y utiliza figuras como la metáfora y comparación para transmitir sensaciones de vacío, soledad y desorientación. El lenguaje sencillo pero cuidadoso incluye vocabulario con matices negativos que mantienen el tono afligido del poema.
"De la primera nota de la flauta del viento fue modelada mi alma: figuracion...Amanda Varín
Trabajo expuesto en "I Jornada de investigadores de pre grado", Udec. Seleccionada para ser expuesta en las Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana (JALLA, Cali, Colombia)
Autoras: Camila Varas y Carla Barrera, Universidad de Concepción, 2012.
1. Josefina de la Torre. "Me busco y no me encuentro"
El poema que vamos a comentar es conocido con el título "Me busco y no me encuentro'' y forma
parte del libro Marzo Incompleto, publicado en 1968, cuya autora es la canaria Josefina de la
Torre (1907-2002). Esta escritora perteneció al movimiento literario del vanguardismo y se puede
considerar que una de sus características es la expresión de sus sentimientos más íntimos, es
decir, la poesía intimista. Hoy en día, de hoy nos llama la atención la polifacética vida que llevaba
en una época tan restrictiva para las mujeres. Es de admirar los diversos ámbitos artísticos a los
que se dedicaba (literatura, cine, teatro...); sin embargo, nosotros nos centraremos
exclusivamente en su poesía.
En ''Me busco y no me encuentro'', Josefina de la Torre cuestiona continuamente la razón de su
existencia y el propósito de su vida, además de mostrar una dolorosa insatisfacción personal, pues
no se siente realizada. Podemos sobreentender que esa frustración que la autora plasma en el
texto, así como los múltiples pensamientos negativos que nos transmite, se deben a su desilusión
por no haber llegado a ser madre, como se deduce del verso “Y no pude ser tierra, ni esencia ni
armonía”.
El poema no es muy extenso y utiliza una singular métrica que es visible y se distingue
notoriamente desde que observamos el poema. Está compuesto de 13 versos libres, no se rige por
ninguna estructura fija. La rima asonante es distinguible en algunos versos ("armonía", "herida",
"misma",...)
En cuanto a los recursos estilísticos que decoran este poema, la autora nos facilita a través de
ellos la comprensión de la idea y los pensamientos que quiere expresar. Utiliza estos recursos
mediante un lenguaje sencillo a la vez que cuidado. Para expresar su principal sensación de vacío,
la figura predominante es la metáfora, por ejemplo en "tanteando la noche de todas las esquinas",
se muestra un profundo sentimiento de soledad. Dos metáforas que debemos nombrar son: por
un lado "y no pude ser tierra, ni esencia, ni armonía"; y en segundo lugar, "que son fruto, sonido,
creación, universo." La primera nos refleja su imposibilidad de maternidad comparando la tierra, la
esencia y la armonía con concebir un hijo. Para realzar esa sensación de tristeza, ralentiza la acción
mediante el uso de un polisíndeton ("tierra, ni esencia, ni armonía") y utiliza un tiempo verbal en
pasado ("no pude") que nos frena aún más la acción. En relación a la segunda, nos transmite un
efecto totalmente opuesto, no sólo retoma el uso del tiempo verbal en presente ("son fruto") sino
que al contrario de la metáfora precedente, aquí se ve claramente expuesto un asíndeton ("fruto,
sonido, creación, universo) que hace alusión al hijo que no pudo tener, al igual que nos aporta
sensación de rapidez. Aparte de varias metáforas, también podemos localizar una comparación ("y
ahora voy como dormida a las tinieblas"), que nos indica que la autora relaciona su estado de
ánimo con estar "dormida en las tinieblas", por lo tanto, trata de decirnos que se siente
desorientada. En el poema incluso vemos una significativa reiteración en "rondo por las oscuras
paredes de mi misma", que posteriormente se repite, pero con la sustitución de una palabra
("rondo por las sordas paredes de mi misma"), ambos versos contienen un epíteto ("oscuras
paredes"/ "sordas paredes"). Si tuviéramos que destacar una paradoja en el poema, sería al
2. comienzo de éste ("me busco y no me encuentro"). Josefina de la Torre nos deja clara su sensación
de tristeza desde el comienzo. El último recurso al que vamos a hacer mención es al uso
continuado de vocabulario con matices negativos ("oscuras", "torpe", "vacío", "tinieblas",
"desalentado", "sombra", etc.), el léxico empleado consigue mantener el mismo tono afligido
durante todo el texto y recalca la imagen de desilusión.