La sociedad feudal estaba dividida en tres estamentos. Los campesinos le pidieron protección a los nobles a cambio de trabajar para ellos. Los nobles tenían control total sobre sus tierras pero debían aceptar la supremacía del rey a través de la ceremonia de homenaje. En esta ceremonia, los vasallos juraban obediencia al rey a cambio de recibir un feudo para ayudarlo con su ejército, creando así una cadena de vasallaje que unía a los nobles con el rey.