El documento discute el modelo fordista de educación y cómo la tecnología podría transformarlo. Actualmente, la educación se basa en un modelo industrial donde el conocimiento se fragmenta y separa lo cognitivo de lo afectivo. Sin embargo, la tecnología podría permitir nuevas formas de aprendizaje más allá del tiempo y el espacio, así como una apropiación más profunda del conocimiento. Para lograr esto, se necesita evolucionar desde el uso básico de la tecnología hasta su innovadora integración en prácticas educativas.