Una persona realmente inteligente debería limpiar su mente. De hecho, tú, cada día dedicas un momento al aseo corporal y material, ¿pero cuánto tiempo consagras a limpiar tu mente? Esto es porque se ignoraba la existencia de una parte de la mente que nos hace sentir, pensar y comportarnos de una manera que no queremos, de una forma que “no eres tú”. Tú y tu mente parecen estar condicionados por una serie de emociones y creencias, que te conviene eliminar las que te están envenenando. Según la ley de atracción, llamas a tu vida lo que crees y piensas. Si tus creencias y emociones son negativas, a tu vida llegará lo negativo, porque eso es lo que atraes, pero si son de bienestar, prosperidad, alegría y satisfacción… a tu vida, “eso atraerás”. Elige limpiar tu mente de todo lo que la contamina. La desconfianza, el miedo, el rencor, la culpa, el enojo, el orgullo irracional, la ansiedad y la depresión son indeseables.