Coaching en empresas: liberar potencial y romper moldes
1. ¿Qué significa el Coaching en la Empresa de hoy?
Cuando comenzamos a hablar de Coaching, es bueno
mencionar algunas definiciones que nos permitan
ubicarnos mejor.
Coaching es un proceso dinámico e interactivo
en el que alguien (coach) asiste a otra persona
(coachee) en el logro de sus metas,
colaborando en el desarrollo de su propio
potencial.
El coaching es el proceso que consiste en
liberar el potencial de una persona para
desarrollar su capacidad de aprendizaje, para
que se traduzca, entre otros aspectos, en una
mejoría sustancial en el desempeño de sus
responsabilidades.
De manera que en el coaching vemos a las personas en
términos de su potencial futuro y nos solo de su
desempeño pasado.
2. Aún cuando el término parece muy moderno, el
primer coach de la historia fue Sócrates y nos
contactamos a través de su pensamiento.
En el siglo V A.C., el gran filósofo griego
afirmaba que no existía el enseñar, sino solo el
aprender, y despertaba en sus discípulos una
conciencia clara de sus carencias para
impulsarles a preguntarse y cuestionarse a sí
mismos, encontrando así las respuestas a los
problemas planteados.
El coaching es un proceso, y lo integran 3 momentos
muy concretos:
Momento 1: “El darse cuenta”, en donde la persona
toma conciencia de lo que le acontece cotidianamente en
lo personal y laboral.
Aún cuando, subyacen las respuestas a esta situación el
él mismo, el individuo no sabe cómo operarlas, como
dar cauce a la solución porque generalmente no está
establecido el hábito de encontrar por sí mismo la
construcción de una respuesta que le permita salir de
dónde se encuentra.
Lamentablemente, en general, los seres humanos
estamos entrenados para operar desde una permanente
situación de dependencia con el otro y con los otros.
“Por favor, ¿dime qué hago?”….
Momento 2: Es la manifestación directa de esa forma
de conciencia traducida en acciones, es decir, “¿Cómo
me hago cargo? “¿Cómo me responsabilizo de esto que
me está ocurriendo?”…
Este momento es un tanto traumático, dado que se
empiezan a cuestionar hábitos, creencias, modelos, etc.
3. Y al traducir todo esto en conductas muy concretas que
le permitan resolver, mejorar o cambiar aquello que
venía haciendo y que le generaba incomodidad.
Momento 3: “¿Qué sentido tiene esto para mí?”, cuáles
serían los beneficios que obtendría si llevo a cabo
aquellas acciones (conductas) que se mencionaron en el
momento anterior.
¿Cuáles serían los beneficios que me estoy
perdiendo por no actuar de tal o cual forma?
El proceso de coaching tiene una aplicación directa en el
trabajo cotidiano, dado que se traduce en el
desempeño, acciones nuevas, en la generación
de nuevos hábitos para darle a la persona
nuevas realidades, nuevas formas de expresión
de su potencial.
Indudablemente, el proceso de coaching lo que también
pretende, es romper aquellas rutinas defensivas
que impiden que afloren las nuevas acciones
pensadas.
Aquí se pone a prueba la capacidad para salir de viejos
moldes, viejos paradigmas y creencias obsoletas que ya
no se adecuan, ni al momento histórico que se vive, ni a
las nuevas exigencias que se tienen.
Pareciera que el coaching no es, sino la manifestación
del “do it yourself” que empieza a pernear el mundo
globalizado.
Cada vez son más las Organizaciones Públicas, las
empresas y las asociaciones, en las cuales se está
exigiendo una mayor capacidad personal para hacerse
cargo de sus cosas, de sus procesos y de sus decisiones.
Y la empresa no es ajena a esta turbulencia del “Hágalo
usted mismo” porque se está empezando a confrontar
4. muy duramente la época dorada del… “jefe, ¿dígame qué
hago… qué me sugiere?”
Hoy las empresas están en búsqueda frenética
de nuevos modelos. De gestión más
participativa, mayor colaboración entre sus
empleados, en los cuales el liderazgo aprenda a
ejercerse bajo nuevos modelos.
Evidentemente, este nuevo reto que lanza el coaching
pone de manifiesto en la mayoría de los ocupantes de los
puestos en las líneas gerenciales, directivas y mandos
medios, una serie de carencias, de vicios, de
competencias anquilosadas que deberán atenderse
cuidadosa y sistemáticamente, a la mayor brevedad
posible.
Ya la capacitación y la formación no alcanza, hoy se hace
indispensable nuevas metodologías y nuevos
planteamientos que apunten hacia la utilización y
aprovechamiento de todo el potencial humano, el cual
está subutilizado y subestimado.
Empezar a aplicar coaching es empezar a
romper viejos moldes de la gestión de personas
en las Organizaciones.
Es entrar en la dimensión de un nuevo tipo y
estilo de empoderamiento de las personas y de
los equipos de trabajo.
Finalmente, estamos en presencia de nuevas formas de
convivencia humana en los aspectos laborales y
profesionales, una nueva forma de concebir el trabajo, el
liderazgo y la responsabilidad