Una instalación eléctrica consta de circuitos eléctricos destinados a un uso específico que cuentan con equipos para asegurar el correcto funcionamiento de los circuitos y aparatos conectados. Existen instalaciones de alta tensión (más de 1,000 voltios), baja tensión (menos de 1,000 voltios pero más de 24 voltios) y muy baja tensión (menos de 24 voltios). Todas las instalaciones eléctricas tienen cuatro partes: alimentación, protecciones, distribución y consumidores.