El documento presenta información sobre la vida de Jesús desde su nacimiento hasta los 12 años. Describe los eventos de su nacimiento, la visita de los pastores y magos, su presentación en el templo, la huida a Egipto para escapar de Herodes, y el episodio en que se pierde en el templo a los 12 años. Explica el contexto histórico y geográfico de Palestina en el tiempo de Jesús.
2. Finalmente llegó el salvador
Una vez creados el hombre y la mujer, Dios les da el don de la libertad
para que expresen su opción por Él, mediante el simbolismo del árbol
del bien y del mal, de cuyo fruto no debían comer. Haber comido
significó el rechazo de la opción por Dios, el rompimiento de la amistad
entre Dios y el hombre. Eso fue un rompimiento unilateral, pues es el
hombre el que rompe con Dios, no Dios con el Hombre, prueba de ello
es que Yahvéh les promete un Salvador, promesa que, como vimos, se
conserva en el texto llamado Protoevangelio:
“Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya;
uno de sus descendientes te aplastará la cabeza, mientras tú intentas
morder su talón” Gn 3,15
3. ¿Quién es ese descendiente? Jesús, Él es el Salvador prometido.
Si observamos la historia de Israel, se puede decir que siempre fue
un pueblo dominado: por los egipcios, los caldeos, los babilonios,
los persas, los griegos, los romanos... esta experiencia milenaria de
sometimiento, de alguna manera “contaminó” la expectativa del
Salvador, de manera que no pocos judíos esperaban del salvador
prometido la liberación en el orden político, es decir, esperaban un
caudillo que los organizara militarmente, que encabezara un
movimiento armado que les diera por fin la tan anhelada libertad.
Pero he aquí que llegó Jesús, quien, lejos de cualquier pretensión
política o militar, predica el amor, incluso a los enemigos
(entiéndase los romanos), el perdón, la misericordia... Vaya una
desilusión para quienes esperaban al “héroe de la independencia”.
4. En el pueblo judío, todos coincidían en algo: en la “ansiosa espera” de la
que habla el evangelista (Lc 3,15). Ricos y pobres, letrados e incultos,
fariseos, celotes (movimiento político-nacionalista que buscaba la
liberación de los judíos del yugo romano. Fueron la facción más violenta
del judaísmo de su época) y gente del pueblo, todos esperaban. Vivían
esperanzados desde hacía siglos y los profetas aumentaban, a la vez
que endulzaban, esa tensa expectación. Alguien, algo venía, estaba
llegando.
El pueblo judío esperaba una liberación fundamentalmente nacionalista,
política. E iba a encontrarse con otra infinitamente más grande. ¿Tal vez
no lo entendieron porque traía más de lo que se habían atrevido a
soñar? Llegó, en todo caso, cuando las esperanzas estaban maduras,
cuando todo el que sería su pueblo clamaba por la lluvia que traería al
Salvador.
5. El evangelio mismo lo presenta como el cumplimiento de las
profecías del AT, como el descenciente de David, a quien se
le promete un reinado eterno, como la realización de lo que
anunció Isaías:
«He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo al que
pondrán por nombre Emmanuel (que significa Dios con
nosotros)».
Así, enraizado en el pueblo de Israel, representado por
José, Cristo Jesús da plenitud a la historia. Él es el Mesías
que el pueblo esperaba y que anunciaban las Escrituras, Él
es ni más ni menos que la plenitud de la revelación.
7. Regiones geográficas
Para comprender mejor el contexto en que nace el Salvador, es necesario
ubicarnos en su realidad histórica y geográfica. El marco geográfico
correspondiente a los libros del NT continúa siendo, en un principio, Palestina. Es
ahí donde se desarrolla la vida de Jesús, concretamente en el norte, en Galilea, y
en temporadas, al sur, en Judea y, de paso, por la parte central del país, Samaría
y regiones limítrofes: Perea, Decápolis, Tiro y Sidón, etc. Los apóstoles, de
acuerdo con el encargo de Jesús: "seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea
y Samaría y hasta los confines de la tierra" (Hech 1,8), amplían el marco.
Los Hechos y las cartas testimonian esa expansión, si bien sea ello con una cierta
parcialidad, ya que no recogen la actividad de todos los apóstoles. Podríamos
decir que a finales del siglo I el evangelio, de alguna forma, había llegado ya a casi
todas las provincias del imperio romano.
8.
9. Sobre la geografía de Palestina, en tiempo de Jesús y de la vida de los apóstoles, se
puede decir que se trata de un terreno muy variado, en el que se pueden distinguir
cuatro zonas, más o menos paralelas:
la zona costera mediterránea,
la región montañosa palestina,
la depresión del río Jordán y
la región montañosa de Transjordania.
El Jordán, eje vital de esta geografía, nace en las faldas del monte Hermón, forma
en su recorrido los lagos El-Huléh y Genesaret y desemboca en el Mar Muerto.
Linealmente su longitud es de unos 200 km, pero en realidad, debido a su curso
zigzaguearte, es mucho mayor. La fosa geológica, por la que discurre, da lugar a
que realice la mayor parte de su curso a niveles inferiores respecto del mar
Mediterráneo; ya que el lago de Genesaret se encuentra a 208 m. bajo el nivel del
mar, y a su llegada al Mar Muerto, a 387.
10. El lago de Genesaret, centro de la actividad de Jesús en Galilea,
es un lago de unos 150 km2, con una longitud máxima de 21 km
por una anchura máxima de 12. Su profundidad, en el centro del
lago, es de unos 45 m. Sus aguas son claras y ricas en pesca,
pero fáciles para el encrespamiento. Está rodeado de
montañas y bordeado por pueblos de pescadores. Conocido
también como mar de Galilea y como lago de Tiberíades.
11. Marco histórico
Los sucesos a los que hace referencia el NT están encuadrados por un triple
ambiente:
el judío en el aspecto religioso,
el romano en el aspecto político y
el griego o helenista en el aspecto cultural.
El judaísmo, efectivamente, con su problemática religiosa, repercute
poderosamente sobre el cristianismo. El drama de Jesús, que desemboca en
su pasión y muerte, lo mismo que las primeras persecuciones y dificultades en
el apostolado, provienen del judaísmo. Este es el primer obstáculo para la
difusión del evangelio.
12. El imperio romano es el poder
político bajo el que se mueve
el cristianismo del siglo I.
Tolerante con el judaísmo, lo
es también con el cristianismo,
mientras éste es considerado
como una facción dentro del
judaísmo. En los primeros
tiempos su política podría
considerarse como benévola,
pero al final del siglo, el
Apocalipsis alza su grito
frente a la persecución de
Roma, la nueva Babilonia.
13. La cultura griega se había extendido a través de todo lo que en aquellos
momentos podía ser considerado como el mundo civilizado. Esta cultura
estaba propiciando en aquellos momentos una situación a la vez de lujo
y de miseria, con las consiguientes secuelas de corrupción, contra las
que, no obstante, reaccionaba alguna minoría. A través del Libro de los
Hechos de los Apóstoles y en las Cartas vemos los obstáculos que esta
cultura pagana ofrecía a la expansión del evangelio.
Cronológicamente el nacimiento de Jesús tiene lugar cuando Palestina
estaba bajo la dominación romana (aunque culturalmente estaba bajo la
“dominación” griega), pues Jerusalén había sido conquistada por
Pompeyo el año 63 a. C. Gracias a la benevolencia de Roma, Herodes el
Grande gobernaba en toda Palestina desde el año 37 a. C. Al frente del
Imperio se encuentra Augusto, quien morirá el año 14 de la era cristiana.
14. Tras Herodes el Grande las diversas
regiones de Palestina se van a
encontrar, por lo general, divididas
entre diversos descendientes de
Herodes, de acuerdo con el permiso y
los intereses de quien gobierne en
Roma. No obstante, Judea y Samaría se
verán, la mayor parte del tiempo, bajo
jurisdicción directa de Roma. Es lo que
sucede durante la vida pública de
Jesús: el procurador romano Poncio
Pilato reside en Cesarea y Jerusalén,
mientras que en Galilea y Perea
gobierna el rey Herodes Antipas y en
Iturea y Traconítide Herodes Filipo II,
estos dos últimos, hijos de Herodes el
Grande.
15. L a i n s u r r e c c i ó n
protagonizada por los judíos
contra Roma es aplastada
por Tito (que será luego
Emperador del 79 al 81) el
a ñ o 7 0 , q u e d a n d o
destruidos Jerusalén y el
Templo. Con Emperadores
de la segunda mitad del siglo
(Nerón y Domiciano) se
inicia la persecución que
sufrirá el cristianismo
durante los primeros siglos.
16. Jesús nació antes de Cristo
¿Cómo es que Cristo nació “antes de Cristo”, es decir, antes de la era cristiana”? ¿No se supone
que el nacimiento de Cristo es justamente el año “cero”? Veamos. El único de los documentos
antiguos que establece la “fecha” del nacimiento es Lucas, que intenta encuadrar la historia de
Jesús en el contexto de la historia mundial de la época; en su “evangelio de la infancia” dice que
Jesús nació «en tiempos de Herodes, rey de Judea» (Lc 1,5) y poco después dice: «Sucedió,
pues, que por aquellos días se publicó un decreto del Emperador Augusto imponiendo el censo
de toda la tierra habitada; es el censo que se tuvo por primera vez cuando Quirino gobernó Siria.
Y todos se ponían de viaje para ir a censarse, cada uno en su propia ciudad. También José subió
de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David llamada Belén» (Lc 2,1-4).
Se trata naturalmente de Herodes el Grande: este dato lo confirma Mt 2,1ss. Pero Herodes murió
el año 750 de Roma, es decir, en el 4 a.C. Hay que añadir que, cuando se narra la matanza de los
niños de Belén, ordenada por el rey para suprimir a un “peligroso rival” de su trono, Mateo indica
cómo fueron suprimidos los niños de dos años para abajo (Mt 2,16): según los cálculos de
Herodes, Jesús tenía que estar comprendido entre ellos. Se concluye entonces que Jesús nació
al menos unos dos años antes de la muerte del feroz soberano, por tanto, hacia el año 6 a. C.
(cuatro años antes del nacimiento de Cristo en que muere Herodes, más dos años de los niños
asesinados).
17. ¿Y cuándo se originó esta “confusión”? En el siglo VI, cuando el monje Dionisio el
Exiguo, meditando la frase de san Pablo que señala a Cristo como «centro de todos
los tiempos» (Gal 4, 4), calculó de forma equivocada el paso del calendario romano
al cristiano, asignando al nacimiento de Cristo el 25 de diciembre del 754 de la
fundación de Roma y computando el 754 como el primer año de la era cristiana; pero
para esa fecha, hacía ya cuatro años que había muerto Herodes, como acabamos de
anotar. Resulta, pues, que Cristo nació unos seis años “antes de Cristo”.
18. La infancia de Jesús
1. EL NACIMIENTO DE JESÚS. Lc 2,1-7
2. LOS PASTORES. Lc 2,8-20
3. CIRCUNCISIÓN. Lc 2,21
4. PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO. Lc 2,22-38
5. EPIFANÍA. Mt 2,1-12
6. MUERTE DE LOS NIÑOS Y HUIDA A EGIPTO. Mt 2,12-18
7. REGRESO A NAZARET. Mt 2,19-23; Lc 39-40
8. PERDIDO Y ENCONTRADO EN EL TEMPLO. Lc 2,41-51
19. oscuramente, como el noventa y nueve por ciento de la humanidad (como tú y
como yo). ¿O acaso vino sólo a redimir a los que salen en los periódicos?